Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3: Cacería.

Amanecí con el cuerpo entumecido, a mi lado izquierdo en la cama estaba Taehyung abrasándome, Jimin pegado a él y Namjoon dándonos la espalda, de mi lado derecho esta Yoongi con su particular postura estrellada para dormir, y Jungkook entre los brazos de Jin. A pesar del frio de la mañana nuestros cuerpos tan pegados nos daban calor.

Era sábado, no tenía que ir a trabajar o por lo menos no tenía nada agendado con la academia, pero sí que tenía que pasar a recoger una compra que había encargado hacía semanas. Los chicos cumpliríamos 3 años de relación estable en una semana, por lo que cada uno organizaba un presente para los demás.

Sabia por Jimin que Jungkook –que no era bueno ocultado cosas– le confesó que había comprado calzado personalizado para todos, del resto de los chicos sí que no tenía idea de que regalos tendrían planeados.

Yo había comprado 7 anillos, cada uno representativo de su dueño, y en la parte interna nuestra frase estrella "beati simus una". Tenía una emoción por ya tenerlos en mis manos, fue lo que me impulsó a levantarme temprano, aunque quisiese quedarme entre mis amados.

En menos de lo previsto ya estaba listo para irme. Agarré mi teléfono del comedor y lo revisé antes de marchar, tenía una llamada perdida de un número desconocido, también un mensaje de texto, me proponía a leerlo cuando una mano agarró mi cintura y me sobresalte.

–Son las 7 ¿A dónde intentas huir? –la voz de Taehyung al despertar era como el pecado más grave que podías cometer, te incitaba, te atraía y te mandaba al abismo.

–Tae, vuelve a la cama –me giré y acaricié su mejilla, se veía hermoso con su cabello desordenado y oscuro–. Iré a recoger algo, volveré para el desayuno.

–No te vallas, lo puedes buscar después.

–Solo serán unos minutos –lo besé sujetándolo del cuello.

–Entonces iré contigo.

Me reí de lo lindo que se escuchaba aun adormilado.

–Regresaste de Japón muy sobreprotector –él solo me miró y decidí no seguir gastando el tiempo, mientras más rápido hiciera todo, antes regresaría con ellos–. No tardaré lo prometo, además he entrenado junto a Jimin recientemente, puedo dar un buen puñetazo.

Taehyung sonrió, pero eso no disipó cualquier pensamiento que lo preocupara.

–Me pondré algo rápido, espérame solo un-

–¡No! Me niego –corrí a la salida agarrando rápidamente las llaves.

–¡Jungshin! –estaba seguro que el grito que dio debió de haber despertado a los chicos, pero no me quedaría para averiguarlo, ya me disculparía con él y lo consentiría cuando volviese.

Corrí como si el diablo me persiguiese hasta llegar al ascensor y luego hasta uno de los coches.

El día estaba nublado, tal vez llovería después.

Solo me tomo 15 minutos llegar hasta la joyería.

Al entrar me recibió la dependienta, Jieun, una chica joven que antes me había enterado que era hija de la dueña de la sucursal, también era una amiga cercana, de las pocas personas que sabían la verdadera naturaleza de mi relación amorosa.

–Oh, Shin, que alegría me da verte –me acerqué a ella y comenzamos a charlar–. vienes por los regalos ¿verdad? Los tengo listos desde hace 2 días, lamento mucho no haberte avisado antes.

–Wow, tranquila, florecita, tampoco habría podido venir a buscarlos antes.

–Espera solo un momento, te los traeré –la vi desaparecer entre vitrinas de vidrio y altas estanterías de madera.

Mientras le esperaba me puse a revisar mi teléfono.

Ahora tenía 3 mensajes y otra llamada perdida del mismo numero desconocido.

La campanilla de la entrada tintineó y me gire a mirar. Era un hombre, de capucha negra y tapabocas, no me sentí alarmado, era una moda muy común en la ciudad, sobre todo personas con prisa o que no estaba lo suficientemente arregladas.

Abrí los mensajes y mi corazón palpito dolorosamente fuerte.

"Hola, Hoseok"

"¿Me extrañaste?"

"Te ves tan lindo con esa ropa"

Entonces sonó el teléfono, pero no era el mío.

Era del hombre. Levantó su celular y contestó, pero no para él, sino que lo puso en altavoz.

–Hola, Hoseokie –mi cuerpo tembló con esa voz.

La reconocía perfectamente, la tenía clavada en la cabeza como un constante recordatorio que había olvidado hacía tiempo, que pensaba no volver a escuchar.

–Oh, cariño, no sabes lo lindo que te vez en este momento con esa expresión, me alegra el corazón que no me hallas olvidado.

El hombre se acercaba cada vez más y yo solo podía quedarme congelado mirándolo.

El miedo me recorría el cuerpo, el aire no pasaba por mi garganta y todo temblaba.

–Vamos, Hoseok, di algo, me lastimas con tu silencio.

–¿Cómo...?

–Oh, no, no, cariño, los detalles te los daré en persona.

Solté un quejido.

–No... -es todo lo que alcancé a decir antes de la aparición de Jieun. El hombre la miró, y sacó un arma.

Mi boca se abrió intentando decir algo, la bala fue más rápida.

La vi caer, su mirada bien clavada en mí.

Esta vez mi voz si pudo salir en un grito, me abalance sobre ella cuando otra bala fue disparada. Esta pegó a la pared y yo caí de bruces al lado del cuerpo de Jieun. Traía en sus manos la caja, mis regalos.

Debí de haberme roto el labio o algo así porqué el sabor a sangre inundó mi boca.

La voz siguió.

La mano del hombre agarró mi cabello y levantó mi cabeza del suelo.

–Hoseok, venga, no te conocía tan sentimental.

No podía verle, pero su imagen apareció en mi mente, su mirada oscura, su nariz fileña y su sonrisa ladeada. Ahí fue cuando el desconcierto desapareció y pude comprender que en serio había vuelto, había salido.

–Nos volveremos a divertir, como en los viejos tiempos.

Por fin las lágrimas contenidas escaparon.

–¡Hoseok! –otros dos disparos sonaron.

Mi cabello fue soltado y unos brazos me sujetaron de los hombros para levantarme. Me aferré a esa persona.

Mis ojos estaban bien cerrados, pero no dejaba de llorar. La bocina de un auto sonó, la puerta de este fue azotado y los neumáticos chirriaron.

–¡Hoseok! Ya estamos aquí, vamos respira cariño –¿era él?

–Mi amor, tranquilo, estas a salvo.

–Está en shock, déjenlo respirar, se puede aturdir más si lo acosan así.

–Hyung tiene razón, lo importante es que ya está bien.

–¿Y tú, Nam? ¿ningún rasguño?

–No, estoy bien.

–¿Jimin?

–Igual.

Entonces todo fue silencio, solo el sonido del auto y el de mi corazón. 

Algo inesperado acaba de ocurrir, un villano del pasado aparece y Hoseok es un caos en este momento, pero los chicos estan con él.

¿Como es que los chicos sabian de lo que ocurriria?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro