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Capítulo 19: Perdición.

El sonido del gancho deslizándose por el cordón metálico de a tirolesa solo sonó unos segundos y desapareció junto con Yoongi en la oscuridad de la montaña.

Jimin se acercó al borde para ser el siguiente.

—Espera —le detuvo Taehyung, solo un par de segundos después un punto de luz rojo en medio de la oscuridad se iluminó parpadeando un par de veces antes de volver a apagarse—. Listo, llévate esto también —le ordenó lanzándole el arma.

Con una mano en el gancho sobre la línea y la otra sujetando el arma, Jimin no pudo escapar del apasionado beso de Jungkook.

Sentí la mano de Taehyung acercarme más a él, una explosión a lo lejos se escuchó acompañando el sonido rasposo de la tirolesa ser usada.

Un minuto después la luz volvió a brillas y esta vez fue Jungkook el que se preparó.

—Sé que no tenemos tiempo para esto, pero necesito hacerlo —me susurró Taehyung al oido—. Lo siento por meterte en esto.

Iba a dar otra de sus disculpas, por más que haya sido mi decisión quedarme, sigue sintiendo que esta no es la vida que merezco. Bueno, no es que le desee esto a nadie, pero Taehyung solía olvidar el profundo amor que sentía por todos ellos.

El sonido de Jungkook tirándose por la tirolesa sonó bajo unos disparos a lo lejos y nuestras espiraciones cuando le besé.

—Puedes seguir disculpándote cuando salgamos de aquí —él hizo ademan de querer sonreír, pero algo más dentro suyo se lo impidió, tal vez ganas de realmente contenerse.

La luz parpadeante roja se asomó entre la oscuridad, era nuestro turno.

Taehyung agarró con fuerza el gancho colocándolo en el cordel, con el otro brazo me agarró de la cintura.

—Sujétate lo mejor que puedas y párate sobre mis zapatos, de esa forma no te caerás.

El corazón se me iba a salir del pecho, mi mano temblorosa sujetaba el cuello de su camisa y mi cabelló era golpeado por la fuerte brisa.

Taehyung no avisó antes de saltar y cuando menos me daba cuenta nos estábamos deslizando por el aire, pero mi angustiosa calma se vió interrumpida por un par de disparos, no a nosotros, sino al cordel.

En contra de la recomendación miré hacia atrás, la figura parada en el borde del techo, estaba sola y cubierta por la oscuridad de la noche, pero aun así pude reconocerla y sacudirme del miedo.

Un fuerte jalón hizo que nos detuviéramos en el aire, ambos miramos hacia arriba y vimos que donde las balas habías golpeado se había roído el metal, evitando que nos pudiéramos seguir moviendo. Taehyung empujó el gancho intentando pasar, pero nuestro peso juntos no hacia quedar estraticos.

Mi respiración aumentaba con cada segundo que seguíamos suspendidos allí.

—Maldición, Hoseok, cambio de planes, te voy a subir lo suficiente para que agarres la cuerda y pueda soltar el gancho.

—Espera, no creo poder.

—Seguiremos juntos, solo tienes que agarrar el cable unos segundos, calma mi amor, no te voy a soltar.

—Sí...

Tal y como dijo, con un pie impulso los míos para que alcanzar el cable, no pude hacerlo a la primera por el nerviosismo, así que Taehyung lo volvió a intentar, logrando que esta vez mi mano se sujetase del cable.

—¿Lo tienes?

—¡Sí!

Oh pobre de mí estúpida ingenuidad, otro disparo voló por los aires sin darnos a ninguno de los dos.

—¡Hoseok! ¡no te sueltes! ¡Solo no te sueltes!

Y más disparos, Park solo estaba jugando con nosotros, de haber querido derribarnos lo habría hecho desde el principio.

Una de las balas sacudió el cable haciéndome perder el equilibrio.

No pude alcanzar a gritar cuando Taehyung alcanzó a sujetarme de la mano.

—¡Te tengo! ¡ah!

Un par de gotas cayeron en mis mejillas, pero no era agua, sino sangre. La herida de Taehyung en el brazo debió de haberse abierto.

—Taehyung, tu hombro...

—¡Estoy bien! no te voy a soltar.

Un par de disparos más hacia el riel hizo que nos tambaleáramos.

—Taehyung, suéltame...

—¡No! ¡no te voy soltar! ¡ahhg! —aunque intentara ocultarlo, no podía, su agarre temblaba a causa del dolor.

—Tae, tienes que soltarme o sino caeremos los dos —afloje mi mano intentando que lo hiciera, pero él estaba empedernido en lo soltar mi muñeca.

La suave lluvia comenzó a caer, empapándonos poco a poco.

—Tae-

—¡No! No vueltas a pedirme que te suelte porque ¡ugh! No lo haré.

—Te amo —un trueno resonó en el cielo y los rayos iluminaron nuestras caras—. Te amo mucho Tae, como jamás llegue a amar a alguien.

—Cállate y solo no me sueltes.

Comencé a mover mi brazo buscando que me soltará, el intentaba acallar los quejidos de dolor, solo que no sabía que a mí me dolía más verlo así.

El agua que nos mojaba por fin hizo que su mano resbalará y sin mi peso el gancho puso continuar el desliz.

—¡NO! ¡HOSEOK!

La caída fue más larga de lo que pude haber imaginado, tal vez no era por la distancia, sino porque mi corazón pareció detenerse.

No perdí el conocimiento al estrellarme contra el agua desbocado del río, tampoco cuando mi cuerpo fue golpeado contra el fondo y estuve a punto de quedarme sin aire.

No recuerdo en que preciso momento todo fue calma para mí, pero para cuando volví a abrir los ojos, era de día y no podía mover mi cuerpo.

Lo primero en pasar por mi mente fue "tengo que escapar", así que aun sin estar en mi cuatro cavales me levanté del suelo y corrí.

Sin dirección

Sin norte ni sur.

Simplemente me perdí entre el espeso bosque.

—Taehyung —comencé a corear al viento esperando que él apareciese delante de mí.

Quería que saliese de entre los árboles y me abrasara, que me repitiera sin cansancio que estaba a salvo, pero por más que le llamara seguía estando solo.

"¿En dónde estoy?" pensé "¿hacia dónde voy?

Los minutos pasaban y yo seguía desorientado, tanto que no podía coordinar correctamente mis pasos y terminaba tropezando seguido, pero hubo uno en el que no pude levantarme.

Estaba cansado, agotado y adolorido.

—¿Hoseok? —una voz llegó desde lo lejos ¿era Jimin? ¿o tal vez Yoongi?

No podía reconocerlo.

Quise hablar, preguntar quién era, pero lo único que salió de mis magullados labios fue un quejido de dolor.

—Oh Dios, estas aquí, realmente eres tú —balbuceaba—. Está bien, estarás bien, yo cuidaré de ti.

Lo conocía, dentro de mí, muy en el fondo tenía una leve sensación de melancolía.

Pero ¿Quién era?

Parece que no todo salió tan bien en el escape, ahora Hoseok esta perdido.

¿Quién es ese desconocido? 

Las acciones del pasado pueden afectar tu futuro en las de un sentido.

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