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Capítulo 1: Ellos.

Mi cuerpo se sacudió, dio vueltas y saltó por el aire, el tiempo se ralentizó y yo logré ver en que me estaba equivocando. Me senté el suelo jadeando, alcancé mi toalla de la baranda de soporte y me sequé el sudor de la cara.

–Te esfuerzas demasiado, no me sorprendería que te descubra con un esguince algún día –levanté la cabeza y me encontré con la brillante sonrisa de Jimin, algo que me era muy contagioso.

–Mi amor, un buen bailarín siempre lo da todo –él volteó los ojos y me extendió la mano para levantarme–. ¿Terminaste tus ensayos?

–Sí, hoy fue aún más duro que nunca, el profesor parecía no estar de humor.

Sin nadie en el salón de prácticas que nos pueda ver besé a Jimin, él no se negó incluso me pegó más a su cuerpo ¿Cómo alguien bajito y adorable podía ser tan candente cuando se lo proponía? Sentía como sus manos juguetonas se colaban por el borde trasero de mi pantalón.

–Wow, espera vaquero –Jimin apoyó su frente en mi hombro mientras reía y yo solo me uní a él.

–Venga, vámonos, Jin hyung está en el auto esperando.

–¿Está conduciendo?

–No, me llamó a que lo fuera a buscar cuando acabase mi ensayo, igual pensaba hacerlo, después de su turno tan largo en el hospital probablemente acabaría en un accidente de tránsito por quedarse dormido al volante.

Nos reímos juntos mientras recogía mis cosas.

La hora de volver a casa era la mejor en todo el día, porque podía estar con las personas que más amo. No siempre alguno de ellos me iba a buscar, pero me alegraba el doble el corazón cuando lo hacían.

Algunas personas nos despedían al salir de la academia en la que trabajaba, la misma en la que también trabajaba Jimin, solo que él era del área de ballet en una sede diferente y yo era del baile urbano y rítmico.

Ambos entramos en el auto, giré mi cabeza para mirar como Jin, mi otra pareja, estaba durmiendo plácidamente sobre un montón de almohadones de viaje amontonados.

–Creí escuchar que te ibas a deshacer de algunos –miré a Jimin arrancar el auto, sonrió avergonzado y echó una mirada hacia Jin.

–Se supone que lo haría, pero ahora que tienen un uso los puedo guardar en el maletero para estos casos.

Jimin viajaba mucho, como hacia parte de la real academia de baile de Seúl más específicamente en el centro de ballet, tenía que ir a hacer sus presentaciones a otras ciudades, incluso países y siempre olvidaba de llevar su almohadilla por lo que las compraba en el camino y al final siempre volvía con una nueva.

Puse música para escuchar en el camino, me concentré tanto en ello que me sorprendí cuando un par de brazos me abrasaron por detrás de la silla.

–Mi lindo Jun, terminaste tu trabajo –acaricié sus manos–. Debiste despertarme, quería darte un beso.

–Te veías muy cómodo Jinnie, debes de estar cansado, cuando lleguemos me darás los que quieras y nos iremos a dormir.

–No olviden que hoy llega Taehyung de su viaje de negocios -oh diablos, cierto.

Taehyung era otra de nuestras parejas, un joven millonario dueño de un concesionario de autos, serio, juguetón y guapo, el sueño de toda chica en este mundo. Y claro, de nosotros también, el hombre podía hacerte llorar de placer en menos de 5 minutos. Una noche con él era como tocar el cielo 10 veces por minuto, tiene una libido insaciable, igual que su amor por los perros Pomerania.

Me mordí el labio y Jimin pareció notarlo puesto que sonrió con picardía, pero fue Jin quien habló.

–Mis esperanzas de una noche de sueño se han ido al caño.

–No necesitas unirte si no quieres –comentó Jimin.

–Que patrañas dices, claro que quiero, solo no se molesten si me duermo en la cena para recargar energías.

Nos reímos.

Seokjin, 29 años, es el mayor de todos mis novios. Un médico cirujano con suaves nubes en vez de manos, si quieres una noche de pasión dulce, él es el adecuado. Por su trabajo es el que menos pasa en casa, una vez llegó a quedarse una semana entera en el hospital solo por no querer perder tiempo de sueño en tener que irse y volver. Pero de todos los 7 es el que mejor cocina, después esta Taehyung, pero este último vive contantemente con pereza así que se lo deja todo a los demás.

Taehyung se fue hace 3 días a un viaje de negocios en Japón, parecía muy estresado cuando se fue así que probablemente no nos dejara levantarnos de la cama en todo el fin de semana.

No me percato de que ya llegamos a nuestro edificio hasta que Jin besa mi mejilla y habla de que deberíamos cenar.

Nos bajamos y justo en el ascensor nos encontramos con Namjoon.

Traía ese look nerd que nos enamoraba a todos, con sus enormes gafas de lectura, su camisa blanca y su overol de jean suelto, todo un rey de la ciencia. Estudiaba en una universidad de tecnología y trabajaba en pequeños proyectos científicos, solía pegarse mucho a Jin cuando necesitaba información que no tenía.

–Pero miren quienes vienen ahí, bombón, burbuja y bellota -bromeó cuando nos acercamos-. Los amores de mi vida.

–Calla, debiste tener un muy buen día para estar tan seductor -dijo Jin besándole la mejilla, Jimin rio de lo derretido que se veía Nam con el gesto.

–¿Y ustedes qué? ¿están enojados conmigo o algo? –Jimin y yo nos miramos y nos lanzamos a sus brazos, recientemente había comenzado a entrenar con Jungkook y eso le empezaba a pagar factura en sus brazos.

El ascensor se llenó de risas y una suave charla por el día y lo que probablemente sería el fin de semana. Cuando entramos a nuestro enorme piso encontramos una vista singular.

Un embobado Yoongi veía desde uno de los sofás reclinables como Jungkook, en su gimnasio personal, entrenaba en la barra, flexionando sus brazos y lanzando quejidos de esfuerzo. Conociendo bien a mi gatito estaba a punto de tener un orgasmo mental solo de ver al menor de todos.

–¡Buenas! ¿interrumpimos algo? –fue Namjoon quien hablo por todos.

Jungkook aun flexionado en la barra giró la cabeza, Yoongi si se levantó y se acercó a nosotros primero siendo seguido por el menor.

Yoongi me abrazó. Por alguna razón los chicos decían que abrasándome recargaban energía y se sentían de mejor humor, entre ellos Yoongi era el que más veces lo hacía, especialmente cuando estaba enojado o cansado.

Los demás no pudieron aguantarse y también me abrazaron.

–Ugh ¡Jungkook, Estas todo sudado! Vez a darte un baño –le regaño Jin, el nombrado solo se rio escandalosamente y se marchó.

Después de ponernos cómodos en casa nos pusimos a organizar la bienvenida de Taehyung, los hacíamos cada que uno de nosotros se viajaba, era una pequeña tradición. Ordenamos comida, decoramos la entrada y jugamos. Namjoon se sentó muy meloso junto a Jimin, Yoongi, Jin y Jungkook peleaban por querer probar la comida antes de tiempo y yo movía cajas con decoraciones anterior hacia el cuarto de aseo.

Puede ser extraño para algunas personas la relación que manteníamos los 7. Las relaciones abiertas o numerosas, aunque habían aumentado no seguían siendo comunes y menos con tantas personas, llegue a pensar que esto se volvería un desastre, pero me equivoque con él tiempo. Los chicos, cada quien con su personalidad distinta nos complementaban.

Jin era amable, juguetón y solía sacar a relucir su lado más divo en algunas ocasiones.

Namjoon con su estilo geek e intelectual parecía ser una fuente contante de relatos.

Yoongi, aunque perezoso, era cariñoso y bromista, gustaba de siempre hacernos sentir cómodos.

Jimin, esa bola de ternura era a quien debías buscar por ayuda primero, nunca te diría un no a menos de que fuera peligroso.

Jungkook, nuestro hércules como le llegó a apodar Jimin, ese chico era una casa de sorpresa, podía ser rudo, podía ser suave y todos los días te sorprenderá con algo nuevo.

Y Taehyung.

Pasando por la puerta esta se abrió y desde afuera se asomó el ultimo de nosotros que faltaba.

Taehyung, con su cabello negro enmarañado traía en una mano una maleta y en la otra su siempre confiable mochila, debía de tener al menos 5 de la misma línea. Al primero que vio fue a mi ¿Cómo no? si estaba parado frente a él.

–Tae, me alegro q-

No pude terminar de hablar cuando la puerta fue azotada y él se abalanzó sobre mí, su cara oculta en el hueco de mi cuello y sus brazos agarrándome con fuerza, sus cosas habían sido dejadas de lado y todos lo que llevaba en mis manos se había caído. Si la puerta no alarmó a los chicos, de seguro las cosas callándose sí.

–¿Taehyung?

Conocemos a los 6 novios de Hoseok, o mejor dicho, Jungshin, algunos probablemente conozcan este nombre, si lo saben, coméntenlo.

¿Qué creen que tendrá Taehyung?

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