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Jungkook sonríe cuando a las seis de la tarde en punto observa a Jimin entrando en su oficina con tránquilidad.
Esa era otra cosa que le gustaba del omega, siempre es puntual.
Sabe que el chico no tuvo problema para entrar al lugar, aún no había dado a conocer su compromiso al público general, por ese mótivo le dío una tarjeta de empleado, con la cual Jimin puede acceder a cualquier parte del edificio, despues de todo, según Jungkook, ese lugar le pertenece tanto como le pertenece a él.
-¿Estas listo para irnos?
Pregunta el alfa puro levántando de su lugar, mientras se acomoda la camisa y se coloca el saco de su traje.
Jimin debe admitir que sus piernas temblaron cuando se encontro con el hombre sentado detrás de un gran escritorio, con las mangas de su camisa arremangadas y los primeros botones desprendidos.
Esta nervioso, el sólo recordar las palabras que Jeon Jungkook le había dicho por mensajes, logra ponerle los pelos de punta.
No podía ser, no había forma, definitivamente no siente nada por él, nada de nada, ni un poquito.
-¿Jimin?
Pregunta Jungkook al notar que el omega simplemente se había quedado mirándolo en silencío sin responderle.
-Ah, si, estoy listo.
Afirma Jimin con tránquilidad, dispuesta a estar igual de tránquilo el resto del día, no tiene ningún mótivo para no estarlo despues de todo no siente nada por Jeon Jungkook, nada de nada, ni siquiera un poquito, absolutamente nada.
-¿Alguna vez viajaste en helicoptero?
Pregunta el alfa puro causando que Jimin lo mire confundido.
Así es como salen de la oficina de Jungkook, atrayendo la mirada de todas las personas que los veían pasar. Ahí va Jeon Jungkook, el increíble hijo de puta caminando con una sonrisa en el rostro mientras parece tener una charla común y corriente con un omega demasiado atractivo.
Nadie lo puede creer ¿Jeon Jungkook teniendo una conversación común y corriente con alguíen? Inchequeable.
Finalmente ambos se suben al ascensor, Jimin observa con curiosidad la forma en la que el alfa puro presiona el botón para ir al último piso del edificio.
El silencío es sepulcral entre ellos pero no de una forma incómoda, de hecho, todo lo contrario.
Ya se habían acostumbrado a vivir juntos, ya conocían al contrario demasiado bien, y saben perfectamente que a ambos les gusta el silencío por igual.
Cuando las puertas del elevador vuelven a abrirse, se encuentran en las escaleras que llevan a la gran azotea, son recibidos por un grupo de guardaespaldas que parecen haber estado esperando por ellos.
-Buenas tardes, señor Lee, avisale a Seokjin que volvemos mañana pero no voy a venir a la empresa.
Pide Jungkook, causando que el hombre se sorprenda en cuanto escucha ese "Buenas tardes, señor Lee" y es que podía jurar que su jefe ni siquiera sabía como saludar, mucho menos creía que se sabía su apellido.
-Buenas tardes, señor Jeon, entonces le voy a dar el mensaje al señor Kim.
Asegura el guardaespaldas con emoción, hace más de cinco años que trabaja para el alfa puro y es la primera vez que lo saluda, va a llorar.
Jimin se sube con entusiasmo en el helicoptero, y es que para empezar, nunca se había subido si quiera a un avión, estaba emocionado.
-¿Te gusta volar, Jimin?
Pregunta Jungkook con curiosidad al observar la enorme sonrisa en el rostro de a quíen quiere como su futuro esposo.
-No lo se, nunca me subí a un avión o algo así.
Responde el omega dejando que uno de los guardaespaldas le coloque el cinturon de seguridad, y se fije de que todo funcione perfectamente.
Jungkook se soprende un poco por esas palabras, jamás había conocido a nadie que nunca se haya subido a un avión, le resultaba fascinante.
-Bueno, entonces espero que te guste.
Afirma el alfa puro con una sonrisa hermosa en el rostro, causando que Jimin aparte la mirada de inmediato, sintiendo el calor subiendo a sus mejillas.
¿Cómo se le ocurre sonrojarse sólo porque sonríe? Empezaba a actuar como la protagonista virgen de un manga shoujo y eso lo desesperaba.
No dicen ni una sola palabra más, el helicoptero se enciende, y empieza a tomar altura causando que la emoción invada a Jimin, quíen de pega a la ventana para observar absolutamente todo.
Simplemente le parecía fascinante que el ser humano haya sido capaz de crear cosas que sean capaces de volar.
Eso es lo que ve Jungkook durante todo el viaje, en ningún momento aparta la mirada de esos ojos avellana que parecen brillar como estrellas observando el paisaje a través de la ventana.
Eso es Jimin, genuino, honesto, la única persona en el mundo que jamás le mentiría, que jamás lo miraría con miedo, esa persona que quiere a su lado para toda la vida.
Cuando finalmente aterrizan, Jimin no puede evitar aplaudir de la emoción.
Corre por la azotea observando el inmenso mar frente a él, observa a Jungkook para correr hacía él, toma su mano y vuelve a correr hacía el interior del edificio, bajando por las escaleras a toda velocidad.
Jungkook no puede creer que se encuentra corriendo por la recepción de un hotel cinco estrellas llamando la atención de absolutamente todos.
En cuanto salen del edificio los recibe esa brisa fresca y nocturna típica del mar, pero Jimin no se detiene ahí, sigue corriendo con todas sus fuerzas hasta llegar a la playa, donde suelta la mano de Jungkook, se deshace de su calzado y arremanga su pantalon para meterse al agua, hasta una altura donde llegue a mojarse la ropa.
-Veo que te gusta el mar.
Asume Jungkook, quíen había seguido al omega sin siquiera dudarlo.
-Sí no fuera por las fotos, no recordaría los rostros de mi mamá y papá, no recuerdo ni sus voces, pero recuerdo perfectamente que solíamos venir al mar, cada vez que vengo soy capaz de escuchar sus risas mezcladas con las mías. Solíamos jugar a perseguirnos por la arena, mi papá siempre acababa cayéndose, y mi mamá y yo nos tirabamos junto a él riendo.
Confiesa Jimin sin borrar la sonrisa de su rostro.
Ahí esta, otra cosa que a Jungkook le gusta de él, su fortaleza, tanta así que es capaz de decirlo eso con una sonrisa hermosa en el rostro, sin un sólo rastro de tristeza.
-¿Los extrañas?
Pregunta el alfa puro, mirando el horizonte por el cual el sol empieza a ocultarse, mientras el cielo se oscurece encima de ellos.
-Por supuesto que los extraño, pero no cambiaría nada. Mi abuelo me crío con mucho amor, jamás me sentí desafortunado porque lo tenía a él. Cuando las personas se enteran de que soy huérfano ponene una expresión de pena o tristeza, y me miran como sí fuera un pobrecito...pero yo jamás me sentí de esa forma ¿Cómo podría? Mi abuelo me crío con tanto amor que me sobra.
Asegura el omega, mientras Jungkook se acerca a él, para abrazarlo por detrás, Jimin no se inmuta, ya se había acostumbrado a ese tipo de acercamientos.
Vivían de esa forma, acurrucados en el sofá viendo alguna película, o durmiendo abrazados cada noche, cada vez que salían a algún lado iban tomados de la mano.
Jimin vivía negando ser la pareja de Jungkook, pero actuaba como tal.
-Jungkook.
-¿Qué pasa?
-¿Quíen te hizo creer que aparentar ser un hijo de puta era la mejor opción que tenías?
Pregunta Jimin, finalmente haciendo esa pregunta que tanto había querido hacer.
-Vayamos a hablar a la arena, estas helado, te podes enfermar.
Pide Jungkook, causando que Jimin asienta y los dos salgan del agua, sentándose sobre la playa con tránquilidad, observando a las personas que pasan caminando, viviendo sus propias vidas.
-Era mi profesor, Jimin.
Afirma el alfa puro causando que el omega lo mire sorprendido.
-Honestamente, creí que él había sido mi primer amor. Lo conocí cuando entre en la secundaría, tenía 13 años, y a mis ojos, él...era simplemente deslumbrante. No había nadie que lo odiara, se llevaba bien con todos los alumnos y nunca se equivocaba de nombre cuando saludaba, durante los tres años de secundaria fue mi profesor de música...
Confiesa Jungkook, causando que Jimin sienta una sensación extraña en su pecho, si, su lobo parece llorar al escuchar esas palabras, pero no es sólo eso, su parte humana también esta disgustada justo ahora.
-...recuerdo que me sonrío y eso fue todo, cada tiempo libre que tenía lo pasaba con él, incluso compartíamos cada almuerzo. Se que suena como una locura, yo tenía 13 años y él ya había superado los 24, pero una parte de mi, creía que cuando yo fuese un adulto, tal vez las cosas podrían salir bien entre nosotros. Era tan amable con todos pero siempre me decía que yo era su favorito, pensándolo bien fue estúpido creer algo así, porque el único mótivo por el cual un adulto le dice eso a un niño con el cual no tiene ningún tipo de relación es para manipularlo...
Jimin siente su corazón estrujándose al escuchar esas palabras que salen con tanta tristeza y decepción de la garganta de Jungkook.
-...soy un alfa puro, así que sólo podía asistir para escuelas exclusivas para alfas, porque era considerado un peligro para los omegas, se puede decir que todavía lo soy, pero a esa edad era mucho más dificíl mantener el control ¿Sabes? Pero mi profesor era un omega y no me tenía miedo en lo absoluto, o eso creía, pasaron los años, y cuando llegue a tercer año y tenía casi 16 años, estaba seguro de que mi profesor iba a ser el gran amor de mi vida...
Jimin se pregunta por qué le duele tanto escuchar esas palabras ¿Jungkook confesando que amo a alguíen más? ¿Por qué le molesta tanto? ¿Qué le importa? Fue hace 10 años, no tiene importancia...pero algo dentro de él le causaba incomodidad, no quería eso ¿Pero por qué? ¿Por qué tenía ese inmenso deseo de monopolizar a Jeon Jungkook?
-...había discutido con un compañero que había estado molestando a Taehyung, cuando eramos chiquitos él solía ser muy flaco y bajito, ese día me entere de que lo molestaban, y yo lo defendí. Me deje llevar tanto por mis sentimientos que mi lobo casí toma el control, no llego a hacerlo, pero aún así todos pudieron ver como el dorado empezaba a invadir mis ojos, y una de esas personas fue mi profesor...
Jungkook suspira al recordar ese día, jamás penso hablar de eso con nadie, ni siquiera sus padre lo sabían, ni siquiera Taehyung, nunca se lo había dicho a nadie.
-...me tuvieron que separar a la fuerza de mi compañero, a él lo llevaron a la enfermería y a mi me encerraron en el aula de ciencias, para que me calme, o para que no sea capaz de lastimar a nadie sí no lograba hacerlo, fue entonces que lo escuche, tal vez porque mi lobo tenía más control que yo en ese momento, pero todos mis sentidos estaban mucho más agudos, podía escuchar hasta los pasos de las personas que caminaban por pasillos alejados de donde yo estaba. Ya me acostumbre a eso, pero esa fue la primera vez que me paso...
Jimin mira a Jungkook en silenció, quíen parece estar pensando la forma de continuar su historia.
-...escuche como el director de la escuela le pedía a mi profesor que venga a calmarme, todos sabían que se llevaba bien conmigo, asumí que el iba a estar de acuerdo e iba a correr a donde yo estaba, y el alma se me cayo al piso cuando escuche su respuesta "Señor ¿Es una broma? Ese chico es un monstruo, es cierto me llevo bien con él, pero ¿Qué podía hacer? Sus padres son los dueños de Golden Records, gracias a que me llevo bien con él me ofrecieron un puesto en esa empresa, no quiero que el lúnatico este me mate ahora que conseguí el trabajo de mis sueños"...
Jimin siente como su corazón se rompe al escuchar esas palabras, sí a él le duelen ¿Cuánto le habrán dolido a un Jungkook de tan sólo 15 años, que creía estar enamorado de la persona que las dijo?
-...no me importo que se haya acercado a mi por mis padres, estaba acostumbrado a eso, me pasaba todo el tiempo, pero escucharlo llamándome monstruo, lunático, el hecho de que me haya creído capaz de lastimarlo...eso fue lo que me dolió, porque creí que el me miraba, pero sí realmente lo hubiese hecho no habría creído algo así, porque se habría dado cuenta de la forma en la que lo veía. Ahí fue cuando me dije a mi mismo, tal vez sí soy capaz de lastimarlo, tal vez soy capaz de lastimar a cualquiera, todos me van a odiar y temer de la misma forma ¿Para qué intentarlo? Y me convertí a mi mismo en lo que vos llamas un hijo de puta de primera.
Jungkook sonríe al decir esas últimas palabras, mientras despeina el cabello de su omega, quíen lo mira con los ojos llenos de lágrimas.
-Durante 12 años creí estar enamorado de él, Jimin. Sólo me basto conocerte para darme cuenta de lo equivocado que estaba, porque con él, no sentí ni la mitad del terremoto que me desarmo por completo el día que nos conocimos.
El aliento abandona el cuerpo del omega en cuanto escucha esas palabras, enserio...
-¿Cómo podes decir cosas así?
Pregunta observando esos ojos a los que sabe muy bien que jamás podría temerles, mientras escucha las olas rompiendo con fuerza a tan sólo metros de donde se encuentran sentados, el viento sacudo sus cuerpos, pero eso no es lo que lo tiene ansioso.
-Ni siquiera estabas enamorado de tu profesor y te lastimo ¿No pensas que yo podría lastimarte mu-
-Jamás me lastimarías, Jimin, incluso si intentas hacerlo.
Ansioso lo tienen esos ojos negros que lo miran como sí solo fuesen capaces de verlo a él, con ese brillo que aparece sólo cuando se trata de él.
-Jungkook yo-
-Cuando cumplí 16, perdí el control frente a toda mi familia, estaban todos en mi casa para festejar mi cumpleaños, mis padres, que no sabían lo que había pasado, invitaron a mi profesor...estaba tan enojado, tan desilusionado, que me encerre en mi propia cabeza y deje que él se hiciera cargo...cuando recupere la cordura me estaban mirando como el monstruo que soy, esa es la verdad, Jimin, mi lobo es un monstruo capaz de lastimar a cualquiera, incluso a vos, y yo apenas tengo la fuerza para retenerlo.
El omega se queda en silenció, y es que no importa qué, no se puede imaginar a Jeon Jungkook lastimándolo de ninguna forma, y sus ojos dorados, lejos de parecerle aterradores...le resultan encantadores ¿Entonces? ¿Qué esta haciendo?
Sigue negando lo que siente, sigue mirándolo con indiferencia, como sí no lo sintiera absolutamente todo cada vez que lo ve.
-No me perdonaría jamás lastimarte, Jimin, y no quiero que vos me lo perdones.
¿Cómo podría tenerle miedo a alguíen que le dice esas palabras, con esa expresión de dolor en el rostro?
-De todas las personas que hay en el mundo, sos el único que no quiero que me considere un monstruo, incluso sí es lo que soy.
-No te tengo miedo, a mis ojos no sos ningún monstruo, Jungkook.
Asegura Jimin, sabiendo que hasta ahí llego, ya no va a negarlo, ya no puede, las lágrimas cayendo por sus mejillas no se lo permiten.
-¿Por qué estas llorando, Jimin?
Esa pregunta se niega a responderla, porque no es como él que puede decir lo que siente sin importarle absolutamente nada, porque es incapaz de ser tan directo cuando se trata de ese tipo de cosas.
Por ese mótivo, el omega se limita a sonreír, acaricia el rostro del alfa que lo observa con preocupación, niega con la cabeza, se burla de sí mismo...
...y finalmente lo besa.
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LES DIJE Q HOY ACTUALIZABA JA
Como ya saben si leyeron el tablero de mi perfil, arranque la uni de nuevo, por ahora viene tranqui, así que creo yo que voy a poder actualizar los fines de semana, pero cuando se acerquen los parciales ya no se 😭 igual les voy a ir avisando lo prometo, ninguna historia en este perfil va a quedar sin su final así que confien en mi 💛
tkm 💛💛💛💛
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