— ¿Min YoonGi?

— ¿Jin hyung? —frunció su ceño— ¿Por qué me está llamando ahora y....—miró el despertador de su habitación—a esta hora de la noche?

— Necesito hablar contigo, esta es la única ocasión en que estoy solo—comentó. YoonGi pareció notar que estaba cansado con sólo escuchar su voz—Necesito que me escuches.

— Tranquilo—se levantó quedando sentado en la cama, la habitación estaba a oscuras— ¿Qué sucedió? ¿Hyeon está bien? ¿Estás bien? —comenzó a preocuparse.

— Ellos quieren llevarse a Hyeon.

— ¿Qué? —levantó sus cejas sorprendido.

— Mis abuelos vinieron desde que mamá murió, ellos se dieron cuenta que Hyeon no estaba trabajando ni estudiando, mi padre les explicó que la mayoría de las personas no aceptaban a discapacitados en los empleos—susurró. YoonGi sabía de la pérdida de la familia Kim, aquello había sido hace un año—Nuestros abuelos son estrictos, tienen muchos negocios en Anyang-Gwangcheon, ellos quieren llevarse a Hyeon de Seúl y no quiero eso.

— ¿No sería bueno para ella? Le darían empleo y estaría con sus abuelos.

— YoonGi, mi abuelo cree que el autismo de Hyeon puede curarse con inyecciones, exámenes de todo tipo y....—vaciló—Cree que tal vez con castigos.

— Eso no tiene sentido, Hyeon no tiene cura...

— Por eso te llamo, quiero que vengas, mi abuela sabe que estoy en contra de que se la lleven, me enviará a Estados Unidos por la universidad, sabe que si yo no estoy...Hyeon quedaría expuesta.

— ¿Qué hay de tu padre?

— El pobre intenta mantener a Hyeon como puede, lo he ayudado a pagar ciertas cosas de la casa, pero desde la muerte de mamá está mal.

YoonGi suspiró restregando sus ojos, aquello no le estaba gustando nada. Miró la habitación sin tener mucho que ofrecer, el empleo donde él estaba que era en una tienda de discos de música no era el mejor, no le estaban pagando lo acordado y Min YoonGi había perdido las esperanzas de estudiar una carrera. Sus padres se ofrecían a ayudarlo, pero él quería ganar las cosas por su cuenta, estaba siendo muy orgulloso.

— ¿Crees que tus abuelos dejarán que Hyeon vaya con un extraño?

— No eres un extraño, eres el novio de mi hermana—le sorprendió escucharlo de él—Si Hyeon acepta irse contigo ellos no podrán negarse, en dos días me iré, quiero que la saques de aquí y la lleves contigo.

— Hyung, yo no...

— Prometiste no dejarla nunca, ¿Te aterra tener una discapacitada en tu casa?

— No, joder, ni siquiera pensé eso—negó con la cabeza. Él dudaba era sobre el entorno que lo rodeaba, ese pequeño departamento tipo estudio podría no ser cómodo para ella, aunque las ganas de volverla a ver comenzaron a hacerle cosquillas en el estómago, hace tres años que no se veían, Hyeon tendría ahora veinte años, tal como él, por las fotos que veía sabía que seguía siendo la misma, aunque ahora ella no tenía un cabello rubio sino negro azabache, casi similar al que él tenía—No puedo dejarla aquí sola, también trabajo.

— Hyeon no se meterá en problemas, se ha quedado sola en casa, si le dejas algo para dibujar o distraerse, no te molestará.

YoonGi suspiró con cierta frustración, claramente se ganaría de enemigos a los abuelos de esos hermanos, pero no permitiría que su chica se vaya a otro lugar de Corea y sea sometida a maltratos de su abuelo ignorante. ¿Cómo puede pensar que haciendo experimentos con ella se curará? Es de locos.

— Lo haré, mañana estaré saliendo para allá.

— Gracias, YoonGi, te debo una grande—y colgó.

🌸🌸

El invierno comenzaba a hacer presente en la ciudad, Min YoonGi se había abrigado bien, esperaba con paciencia abordar el autobús que lo llevaría donde la familia Kim, mantuvo el contacto con Jin durante el viaje, quiso escribirle a Hyeon, pero mejor era esperar y llegar de sorpresa, suspiró sin poder creer de nuevo la historia que le había dicho SeokJin, ¿No se supone que los abuelos llenan de mimos a sus nietos? ¿Por qué el padre de esos hermanos ha perdido autoridad en la casa? ¿Qué clase de ancianos son esos? Imaginar a la chica en medio de ese lío le molestó, Hyeon era muy inocente, corría el doble de riesgo de salir lastimada por cualquiera, cerró sus ojos respirando profundo, debía calmarse una vez que llegara porque no sabría que podía encontrar.

Por otro lado, Kim Hyeon acariciaba a Suga, ese conejo que había adoptado hace tres años, el animal era como un perro a su lado, ninguno de los dos se separaba, estaba bien cuidado y olía bien todo el tiempo, su pelaje blanco le recordaba a la nieve de afuera, Hyeon incluso le había hecho un lindo suéter para "protegerlo" del frío del invierno, su abuelo había amenazado con cocinarlo si llegaba a verlo rondar por ahí, Jin defendió al animal, pero le recomendó a la chica mantenerlo en su cuarto.

— Creo que hoy no me siento bien, Suga—susurró regalándole dulces caricias en su cabeza, el conejo tenía sus ojos cerrados disfrutándolas—Extraño a mamá—suspiró—Papá ha cambiado mucho, él la extraña también y....sé que Jin oppa se irá a otra universidad mañana, tampoco quiero molestarlo, pero...—su voz flaqueó—Me siento sola.

El animal no respondió, Hyeon besó su cabecita abrazándolo con cuidado, unos toques a su puerta le hicieron levantar la mirada. Su hermano apareció cerrando detrás de sí, éste se acercó a su cama sentándose a su lado o acomodándose a su lado.

— Papá está haciendo el desayuno.

— No tengo hambre.

— ¿Desde cuándo la Hyeon que conozco deja de comer? —acomodó su cabello negro. Ésta acariciaba todavía a Suga.

— No quiero comer con los abuelos.

— Hyeon, yo tampoco.

— ¿Podemos comer aquí?

— No podemos escondernos cuando no hemos hecho nada malo—susurró—Quiero que estés contenta porque te tengo una sorpresa.

Aquello le interesó a la muchacha.

— ¿Una guitarra nueva?

— Te regalé una más hace dos semanas—se quejó, la chica se encogió de hombros y Jin se tensó—Dime que Suga no la mordisqueó de nuevo.

— No, Suga es un niño bueno.

— No es una guitarra, es algo mejor.

— ¿YoonGi oppa? —sonrió dejando a su hermano atónito. No se suponía que adivinara tan rápido— ¡YoonGi op...! —Jin cubrió su boca con su mano.

— Shh, si los abuelos te escuchan comenzarán a preguntar, quiero que no digas nada sobre ese chico—susurró mirando sus ojos a lo que ella asintió—En unas horas estará llegando, Hyeon, quiero que vayas a vivir con él.

— Pero papá...—dijo cuándo quitó su mano.

— Él ya lo sabe y está de acuerdo—acarició su mejilla—YoonGi te cuidará mientras yo no estoy.

Hyeon sonrió emocionada porque su chico lindo iría a buscarla. La rescataría como esos príncipes que van en busca de su princesa, sólo tenía temor de algo: Que sus abuelos le hicieran daño a Min YoonGi por su culpa.

Con este capítulo ya pueden imaginarse lo que se viene en esta segunda parte 😉

Espero que les guste tanto como la primera.