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39


—Ya decía yo, que el rosita te había durado mucho.
—Sabes que no me gustan los colores fuertes —se justifica.
—Lo sé pero a mí me gustaba tu cabello rosita, e incluso rubio o castaño que tuviste —era extraño verle con colores en el pelo, por eso me gustaban.
—y a mi tu cabello castaño pero vives tiñéndotelo cada dos por tres pero no todos podemos tener lo que queremos ¿no? además admite que te encanta mi cabello largo —se encoge de hombros divertido para luego apagar el coche.
—¿Qué te hace pensar eso? —dudo de sus palabras mientras salgo del coche junto a él.
—No lo sé —dice fingiendo inocencia, se posiciona a mi lado entrelazando nuestros dedos como siempre hace cada que tiene oportunidad— creo que es por el simple hecho de que no me has dejado ir a casa desde hace meses —me estremezco al sentir sus labios en mi cuello depositando un beso en este y me quedo quieta en mi sitio observando como él se detiene y enarca una ceja dedicándome una sonrisa petulante.

Abro la boca para protestarle pero recuerdo que tiene razón y se me pasa. Negando para mí misma vuelvo a caminar hasta alcanzarle y seguimos con nuestro camino, si ¿Para que mentir? su cabello largo me gusta y cuando usa traje… bueno por algo no ha podido dormir en su departamento desde hace un rato.

Es que por Dios se ve divino.

Hoy era nuestro primer día libre después de unos cuantos meses de pura grabación, fotografías y unas cuantas presentaciones ya sea aquí o en USA. No sé cómo sucedió pero gracias a la magia de Wattpad ya estamos en el dos mil diez y nueve, a diferencia de Jeon mi cabello sigue siendo azul platinado aunque un poco descuidado por el paso del tiempo delatando que debo retocarme las raíces puesto que el cabello me ha crecido. Vamos a una cafetería que misteriosamente Jin y Aika habían reservado y nos invitaron con fines misteriosos según pienso yo, ya que los vimos esta mañana, Jin estuvo toda la noche con mi madre, iugh, aunque JungKook dice que ya no tenemos derechos de quejarnos o asquearnos porque, nosotros hacemos lo mismo. Llegamos a la dichosa cafetería notando en el fondo a la parejita conversando entre ellos mientras comparten un batido me imagino yo de fresa por el tono rosa, nos acercamos hasta que nos sentamos frente a ellos y carraspeo sacándolos de su burbuja de felicidad.

—¡oh! ¿Ya llegaron? —pregunto mi madre.
—no, estamos en el auto —respondo sarcástica y al instante me mira seriamente— obvio que llegamos, estamos aquí, dah.

Ella rueda los ojos preguntándose mentalmente porque no me abandono bajo un puente cuando era pequeña.

—Ignoremos el tema —hace un gesto con la mano restando importancia— me alegro de que estén aquí, SeokJinnie y yo pedimos por ustedes —inmediatamente ambos miramos el batido y luego a ellos.
—No, algo diferente para ustedes —se adelanta a responder el ahora azabache.

Noto como una camarera llega con una copa de helado demasiado grande para solo una persona y la deja sobre la mesa para luego hacer una reverencia antes de retirarse y frunzo el entrecejo al entender porque su tamaño en el momento que veo dos pequeñas cucharillas. Estuve a punto de comentar algo al respecto pero prefiero guárdamelo para mí cuando veo a Koo coger uno de los cubiertos lleno de helado para después llevárselo a su boca, bueno, él no tiene problema por lo que yo no debería tenerlo así que me trago mis quejas e imito sus acciones disfrutando del dulce sabor del chocolate.

Uh... Que frío ¿Así se siente?

—¿Porque todo aquí en tan… amoroso? —inquiere el azabache señalando el sitio con la cuchara.

Mire a nuestro alrededor notando que todo el lugar estaba decorado con tonos blancos y rosas, corazones, brillitos derrite ojos y los platos aparentan ser de pareja ¿estamos en el día de la Kk y la amistad? Voy a preguntarle a Koo pero este niega adivinando mis pensamientos así que no digo nada y sigo con nuestro helado.

Siento que estoy recibiendo una cucharada de mi propia medicina con cada probada que le doy.

—Me alegro de que preguntaras por ello —contesta Jin denotandose el entusiasmo en su voz— como habrán notado, esta es una cafetería dedicado única y exclusivamente a las parejas. Los citamos aquí porque pensamos que sería un buen sitio para darles la noticia.
—¿noticia? —digo sin prestar atención realmente, acabo de descubrir una nueva adicción después de Koo, el helado de chocolate.
—Bueno… la noticia es que… —Aika dice sonriendo emocionada mirando a Jin quien sonríe igual que ella.

Ugh el amor.

—¡nos casaremos dentro de dos semanas! —anuncian ambos con alegría y comienzo a toser al casi ahogarme con mi helado veo de reojo a Jeon quien se quedó en un estado Jungshock y luego miro a la pareja con incredulidad.
—están bromeado ¿cierto? —Ambos niegan y después mi madre se muestra, no, perdón, me restriega en la cara el brillante de anillo que adornaba su dedo anular y ahora sí, entro en pánico— Joder… ¿no creen que es un poco pronto para eso?
—Lo sabemos —asiente Aika— es solo que no queremos esperar más —dice con claro entusiasmo.

Porque me siento como si JungKook y yo fuéramos dos adolescentes que han descubierto que sus padres tuvieron una relación todo este tiempo y que por culpa de ello serian hermanastros arruinando así, sus planes de ser novios pero que al final como es típico de Wattpad aprovechan cuándos sus padres, recién casados, se van a su luna de miel dejándolos solos por un tiempo para procrear como los propios conejos (irónico porque JungKook es uno) y no necesito contarte más porque ya sabrás como terminan ese tipo historias.

—esperen… eso significa que Akira pasara a ser tu… —el pelinegro ni siquiera puede terminar la frase cuando ya tiene el trauma ya se refleja en su cara.
—sí —asiente SeokJin—  será algo así como mi hija —yo hago una mueca de disgusto, esto se siente raro para mí pero, mientras no me cambien el apellido todo bien porque Jimin y yo ya no podríamos llamarnos por nuestros sobrenombres.
—fingiré demencia y seguiré comiendo helado —tal y como digo, cumplo con mi palabras.

Ignorando mi presencia ellos siguen.

—está bien que se casen pero… ¿Por qué nos lo han dicho a nosotros? —me quejo cuando me arrebata la cuchara de helado y se lo come él y luego me lo devuelve.
—son como nuestros hijos, tenían que saberlo, además que queremos que ustedes nos ayuden con la decoración.

Alto ahí, paro mis acciones y ahora si estoy dispuesta a soltar unas cuantas quejas pero la mano de JungKook cubre mi boca matando toda protesta que hubiera escupido, lamo su mano para que me suelte pero noto que tiene helado en sus dedos por alguna mística razón así que abandonando mis planes de reprocharles me dedico a lamer de su dedos, total, ya está acostumbrado a la sensación.

—¿Nosotros? ¿Por qué no un profesional? –indaga haciendo muecas de vez en cuando seguramente porque no me he detenido en mi tarea.
—Es más divertido si lo hacen ustedes, solo tendrían que mostrarnos unas cuantas opciones y nosotros elegiremos. Solo sería la decoración, de la comida, invitados y orden nos encargamos  nosotros obviamente —explica Aika.

Deje que siguieran hablando sus cosas mientras yo me dedicaba lo mio, una vez acabado retire su mano para continuar con el helado dándole una cucharada de vez en cuando a Koo solo para que después no me reproche por habérmelo comido yo sola. No sé porque pero tengo el presentimiento de que todo será un desastre, eso pasa cuando no contratas con un profesional y se lo dejas a todo a los emos de tus hijos porque ninguno de los dos somos seres coloridos, mi falta de vida en la ropa y la falta de color en el cabello de Koo lo delatan.

Observo a mí alrededor todas las telas notando la gran variedad de colores y diseños y hago un gesto de disgusto por la falta de oscuridad el sitio.

El sol está derritiéndome los ojos al igual que los colores.

—Repíteme porque estoy aquí —halo la manga de su camiseta llamando la atención del pelinegro y este suspira probablemente cansado porque es la décimo octava vez que lo pregunto.

Que no se queje, estoy aburrida.

—tenemos que tomarle fotos a algunas telas, flores y cosas así para mandárselas a Jin o a tu madre, eso será todo.
—por hoy… —murmuro para mí misma antes de dirigirme a las telas de colores escarlatas, ese color es el preferido de mi madre por lo que sé que alguna de estas le gustara.

Camino mirando todas las telas pensando cual puede ser la ideal para ellos cuando noto una de un color vino digno de los exagerados gustos de mi madre… Mmmm vino con detalles dorados o plateados, me parece una buena combinación. Saco mi teléfono para luego tomar una foto y se la envió a mi madre por Whatsapp.

Ja, esto será fácil.

—¿Qué haces? —oigo la voz de Jeon a mis espaldas y me giro señalándole la tela.
—Es un buen color —opino en lo que el coloca a mi lado seguramente comprobando si tengo razón o no.
—Mmmm… ¿no crees que es un poco… fuerte? —comenta reflejándose la duda en su voz, es una boda no los premios Billboard.
—esa es la idea, es el estilo de Aika ¿Qué tenías pensado tú?
—Colores más claros, sabes cuales son los gustos Jin y a él le gusta más la tonalidad rosa.
—Se supone que debe ser elegante, es una Boda —digo un tanto obvia.
—Eso mismo te dije.

Dicen que un signo como el mío emparejado con uno como el de JungKook es señal de destrucción. No voy a negar que solemos discutir por estupideces hasta el punto de no hablarnos hasta que el otro ceda.

Pero es que los dos somos orgullosos, no nos culpen.

—vale, está bien —acepto que tiene razón— aun así debemos buscar la manera de que la decoración este al gustos de los dos, lo básico seria combinar algunos colores, como uno claro y uno oscuro algo así como un…
—rosa y blanco/ vino y plateado —decimos al mismo tiempo causando que ambos nos observáramos como si el otro fuese un bicho raro.

Si, a esto me refería.

—El rosa no cuenta como un color oscuro —le reprocho con recelo.
—el plateado no vale como un color claro —responde con el mismo tono.

Inhalo y exhalo antes de hablar.

—Jeon, te amo pero no puedo compartir tu opinión en este instante.
—opino lo mismo, creo que para esto no puedo contar con tu ayuda —yo enarco ambas cejas observándole ofendida ¿está diciendo que tengo mal gusto?
—perdón? ¿No necesitas mi ayuda? —Pregunto incrédula— te recuerdo que mi trabajo, aparte de tomar fotografías también tengo que diseñar y con ello saber trabajar con las distinta variedad de tonalidades de colores.
—lo sé, pero eres fotógrafa, tu especialidad no es el diseño gráfico ¿te recuerdo la portada del primer álbum de Love Yourself? —dice un tanto irónico.
—Combinar más de un color es difícil —me defiendo.
—exactamente, opino que para esto debería encargarme yo ya que, soy el que tiene más experiencia en el área.

Se los dije.

—Muy bien, chico dorado, encargate tu del asunto, yo iré a esperar en el auto —finalizo girando sobres mis talones para caminar directamente a la salida.

No me considero dramática, sin embargo me molesta cuando dudan sobre mis habilidades.

Solo yo puedo hacerlo.

—Yah... Akira, no te vayas —intenta tomar mi mano pero me suelto inmediatamente — eres una orgullosa.

“tú también lo eres” quise responderle.

—¿En serio no me vas a hablar? —Como era obvio no le contesté a lo que él chasqueo la lengua— no digo que no puedas hacerlo es solo que hay que considerar la opinión de ambas partes.
—¿Cómo tú consideraste la mía?
—No es lo quise decir —inmediatamente lo miro entrecerrando mis ojos.
—Claro...
—¿Que quieres que haga? Nunca te he visto usar ropa de color en todo el tiempo que llevo conociéndote.
—Sera mejor que tomes fotografías a lo que tengas que fotografiar y nos vayamos, creo que es hora de que regreses a casa —dictamino ignorando sus palabras a lo que resopla molesto.
—¿Es en serio? —nuevamenten no le respondo— bien, cómo quieras.

Cuando JungKook estacióno el auto me miró esperando a que yo dijese algo, tal vez que no lo mandara a casa o algo al respecto pero en estos momentos el orgullo me puede más por lo que solo me baje después de susurrar un adiós a su persona.




Al final no supe que sucedió, tanto SeokJin como mi madre vieron todas las opciones que se les fueron enviadas mas no me dijeron nada al respecto, solo comentaron que ya veríamos el resultado final y que no me preocupe pues, no tendría que lidiar con el tema nunca más. En estas últimas dos semanas me dedique a trabajar sin distracción alguna, según palabras de Rey ya pronto las chicas harían su debut finalmente, por otra parte no he trabajado mucho con bangtan ya que han estado ocupados con sus presentaciones por lo que me he dedicado a realizar ciertas sesiones fotográficas con los niños de TXT, ya que me cumplieron la petición de trabajar con ellos, lo sorprendente es que están más cuerdos que los de Bangtan por alguna misteriosa razón. Con Kook bueno… no hemos hablado primeramente porque no hemos tenido el tiempo de hablar y segundo, a pesar de que tenemos dos años conociéndonos me di cuenta nunca intercambiamos números de teléfono, es irónico ahora que lo pienso. Anoche fue la despedida de soltera de mi madre, fue lo más horrible que haya vivido en toda mi asquerosa vida, había tipos mostrando sus abdómenes por todas partes vestidos con distintos uniformes, las chicas nos habían acompañado y hasta el sol de hoy sigo dudando como logran colar a Yoonie en lugares no aptos para su edad pero da igual, en resumen fue algo terrible a mi gusto, lo importante es mi madre se divirtió así que, después de una gran noche de felicidad para algunos y sufrimiento para mi hoy llega el gran día. Por obligación de Aika he tenido que comprar un vestido, pelee, discutí pero igualmente ella gano con la excusa del “es mi boda” “mala hija” “hazlo por la galleta que seguro le entraran ganas de hacer hijos” y al final estoy aquí frente al espejo, envuelta en un vestido color vino tinto ajustado hasta la cintura y la falda suelta que me llegaba dos dedos sobre la rodilla, botines de tacón del mismo color del vestido porque ni loca me pongo las otras bestias mortales, unos arcillos y cadena de plata, no me dejaron usar mi piercing hoy y por el maquillaje, también obligado, me limite a polvo, delineador y esa cosa brillante que le ponen a los labios, según Aika se llama “Brillo labial” ya saben… cosas de gente que les gusta usar eso.

Observo sorprendida el enorme salón donde se llevaría a cabo la boda.

—increíble —expreso caminando por el lugar.

Tanto discutimos Koo y yo para que al final mi madre y SeokJin terminaran escogiendo por una combinación de un vino oscuro y un blanco salmón tan claro que unos ojos mortales y corrientes dirían que es blanco, para decorar cortinas y manteles, las rosas siendo parte de la decoración de los centros de mesas y un enorme candelabro de cristal alumbrando el sitio por completo pero lo que más me llamo la atención fue el pelinegro vestido en traje color negro completamente que se encontraba en el fondo observando el lugar seguramente pensando lo mismo que yo. Sin dudarlo voy en su dirección hasta estar lo suficientemente cerca y toco su hombro causando que él se gire frunciendo el ceño al instante para luego abrir sus ojos más de lo común al reconocerme y me rio porque sé que no se esperaba verme de tal manera, ya somos dos.

—ya sé que soy genial pero no es motivo para que te quedes sin palabras, Jeon —el niega para sí mismo antes de finalmente hablar.
—Lo siento pero, me acabo de dar cuenta que es más sorprendente verte a ti en vestido que la decoración que han escogido la parejita —siento su brazo rodear mi cintura acortando la distancia un poco más entre nosotros— además de que, la última vez que te vi tenías el cabello más debajo de los hombros teñido de ese fuerte color azul y que ahora te veo castaña y el cabello más arriba de los hombros, tengo que aprovechar y pedir un deseo ¿No crees? —inquiere con diversión y me acerco más hasta rodear su cuello con mis brazos.
—El otro día has dicho que te gustaba mi cabello castaño y pensé que podría complacerte —murmure solo para nosotros dos observando cómo se relame los labios.
—Que tengas el cabello corto me trae recuerdos pero admito que me gusta tu estilo —sonrió satisfecha por haber logrado mi meta.
—opino lo mismo, admito que tienes algo que me hace caer en tus encantos —Koo suelta una pequeña risa coqueta.
—Lo sé —responde con arrogancia—estoy consciente que cada vez que me visto de esta manera te es inevitable no reaccionar a mis atributos físico, pero tranquila cariño, no me molesta, con gusto te complacere todas las veces que quieras.
—¡Hey! Se me separan —vocifera alguien a nuestras espaldas y nos alejamos al ver que son los demás chicos los que vienen y es Hoseok quien ha gritado— los quiero ver a dos metros de distancia, ya sé que quieren hacer hijos pero hoy no —nos reprende como si fuese nuestro padre pero falla en el proceso.
—si —le sigue Yoongi fingiendo ser una madre preocupada— tengan decencia por favor —Hoseok asiente dándole la razón— váyanse a un baño y asegúrense que no los pillen, la técnica es no hacer tanto ruido —se ríe cuando recibe un empujón por parte de Hobi.
—Esa no era la idea, Yoongi, cuando SeokJin nos abandone ¿Quién corregirá a estos niños? —le pregunta Hobi con cierto dramatismo a lo que el anterior mencionado se encoge de hombros en señal “a mí no me mires”.
—Vamos a dejarle el papel de mayor a Nam —opina Tae— es el integrante del grupo al que más respetamos.
—No sería muy diferente a antes —murmura el más alto por lo bajo.
—oigan la conversación esta interesante pero los demás invitados están llegando y como que nos están mirando raro —menciona Jimin señalando disimuladamente a nuestro alrededor— lo mejor será que nos sentemos.

Todos nos sentamos en nuestros respectivos puestos a esperar a que diera inicio a la ceremonia, te preguntaras ¿Dónde están las chicas? Algunas no han llegado y otras serán damas de honor porque quisieron e insistieron en serlo ¿Por qué no estoy en esa lista? No Thanks suficiente tengo con usar vestido. Al cabo de unos minutos llego un nervioso SeokJin quien nos saludó y nosotros le ofrecimos nuestro apoyo y ánimo hasta que llego el gran momento cuando vimos a Aika llegar sonriendo de una manera que nunca había visto, en ese instante comprendí que el amor que ellos se tienen es real y por primera vez en mi vida sonreí sintiendo felicidad por mi madre pensando que después de tantos años encontró el amor, nuestra relación nunca fue la mejor, hoy en día mi madre se sigue comportando como esa amiga mala influencia sin embargo,  eso no evita que le desee lo mejor.
Unas horas más tardes ya todos se encontraban celebrando por los nuevos recién casados, se habían dado discursos y ya teníamos a una Emily con un ramo de flores puesto que, fue ella quien lo atrapo y obviamente no perdieron la oportunidad de tirarle pullitas a ella y a TaeHyung quienes meses después era de esperarse que tuvieran algo. Me encontraba sentando presenciando a los demás divertirse en la pista de baile mientras esperaba que JungKook regresara con las bebidas porque, a pesar de que no soy fanática de bailar y de hecho, no me gusta, lo he hecho hoy, solo por él y admito que no me ha Sido desagradable siempre y cuando sea con su compañía.

—Disculpa… —oigo que alguien me llama a mis espaldas así que me giro para encontrarme con una mujer mayor de unos cincuenta y tantos años, vestida con mucha elegancia.
—si ¿necesita algo? —pregunto confundida, no la había visto nunca hasta ahora.
—No quiero parecer entrometida pero… de casualidad ¿Eres hija de Aika? —susurra de manera que solo nosotras podemos oírlo y frunzo el entrecejo preguntándome porque quiere saber eso.
—Lo soy ¿algún problema? —inquiero cruzándome de brazos, sospechando quien puede ser esta mujer, veo que ella imita mi posición pero a diferencia de mí, ella sonríe con ¿felicidad? Eso es raro.
—¡me hieres, Akira! —dramatiza llevándose una mano a su pecho— ¿¡acaso no quien te causa pesadillas a base de historias de amor?! —ahí todo se detiene.

Esperen… ¿Historias de amor? Solo una persona en esta vida me leía esa clase de historias cuando estaba pequeña… abro mis ojos más de lo común al notar que la mujer frente a mi tiene rasgos parecidos a los de mi madre, parecida a mí y le miro sorprendida sin poder creerlo, después de tantos años… mi abuela está aquí.

—¿Abuela? —murmuro con duda a lo que ella sonríe antes de extender sus brazos en mi dirección.
—ven aquí pequeña —dudosa me acerco sin embargo me detengo justo antes de corresponderle.
—¿Por qué no regresaste? —Inquiero sin moverme de mi sitio— nunca volví a saber de ti abuela, no sabes lo mucho que te extrañe —confieso sintiendo mis ojos humedecerse y noto como ella suspira con pesadez antes de bajar sus brazos al ver que yo no me acercaría hasta obtener una explicación.
—Esa Aika… siempre estuve en contacto con ella desde que me fui —responde en un tono de reproche— Nunca me dejó hablar contigo por sus tonterías e inmadurez, estuve trabajando duramente para construir una vida para todas nosotras en Japón y cuando lo logre regrese a Latinoamérica a principios de 2017 pero vaya sorpresa me lleve al darme cuenta de que ya no estabas ahí ¿sabes? Me sorprendí bastante cuando Aika me comento que estabas aquí, en corea trabajando para una empresa y que después de tantos años ustedes tenían una relación de madre e hija mediamente normal porque por lo que me ha contado mi hija, el tiempo que han pasado juntas no han sido cosas muy típicas de hecho —me mira con picardía y yo desvió la mirada avergonzada recordando el día del spa y las aguas termales— pero me siento feliz, gracias a ti Aika ha cambiado, las últimas veces que conversábamos ya no eran reclamos o exigencias ¿Sabes? Ya podíamos poder hablar tranquilamente de nuestro día, desde que supe que estabas aquí he querido venir pero ugh, el trabajo no me da mucho tiempo libre.
—Si, se podría decir que Aika ha moderado su nivel de egocentrismo y a tener un poco más amor al prójimo o que se yo.
—hablando de amores… creo que me contaron por ahí que estas saliendo con un chico —canturrea con diversión y yo niego con nerviosismo.
—Abuela Asuka… —susurro sonrojada por su actitud.
—¿Akira? —no puede ser.
—Hablando del rey de roma —comenta mi atrevida abuela.

Observo a mi chico quien nos observa con confusión a ambas mientras que sostenía en sus manos dos copas de alguna bebida que desconozco. No me importa que tan guapo y sensual sea con su cabello largo, sigue siendo tierno.

—Hola, Koo —saludo aceptando la copa y dándole un sorbo bajo la atenta mirada de ambos y sé que debo hablar cuando escucho a la mayor carraspear disimuladamente por lo que inhalo y exhalo aire antes de hablar— JungKook ella es mi abuela, Asuka Sakurai —casi me rio por la expresión que puso el mencionado al oír la palabra “abuela”— y bueno abuela, él es Jeon JungKook mi… casi novio por así decirlo —ella alza una ceja sospechando que puede significar las últimas palabras.
—Es un placer conocerla, señora Sakurai  —se inclina en un ángulo de noventa grados y mi abuela niega.
—No seas tan formal niño, solo llamame Abuela —le resta importancia— también es un placer conocer al chico que se ha ganado el corazón de mi nieta dime hijo ¿Que tan insufrible es mi nieta? —pregunta y yo la miro ofendida por sus palabras.
—más o menos —hace un gesto con la mano— fue más la Friendzone que sufrí que el rechazo, Akira podrá ser lista en muchas cosas pero el amor no es una de esas cosas, se tardó bastante en reconocer que no puede vivir sin mí  —se señala a sí mismo.
—¿disculpa?  —¿lenta? ¿Soy lenta? No, no y no.
—No me mires así, es verdad —me mira de forma acusadora y me preparo para una larga y muy inmadura discusión sin embargo la risa de mi abuela mata todos mis planes.
—Veo que se están divirtiendo, eh —Aika llega junto a SeokJin— ¿Qué te ha parecido el reencuentro?
—¡¿Por qué nunca me dijiste que mantenías contacto con mi abuela?! —le reprocho con algo de enojo y ella se encoge de hombros.
—Nunca me preguntaste —juro que si no la respetara por ser mi madre ya le habría agarrado por las greñas— ¡cierto! —exclama acordándose de algo-— príncipe mio, te presento a mi madre, Asuka Sakurai, madre él es Kim SeokJin.
—Mamá para ti —le aclara antes de que Jin pudiese decir algo— es un placer —le extiende la mano y Kim no duda en corresponderle dándose así un apretón de manos.
—Lo mismo digo, es un honor saber de quién viene toda ese carácter que se traen Aika y Akira —Asuka se ríe a lo que yo alzo ambas cejas con incredulidad.

Hoy es el día de rianse de Akira ¿O que?



Luego de unas cuantas horas la fiesta había llegado a su fin, la mayoría se había quedado en un hotel cercano porque no estaban los suficientemente sobrios como para conducir, otros como mi madre y Jin se habían despedido para emprender camino hacia el aeropuerto puesto que, estarían en su luna de miel, estaba mi abuela quien estaba en un hotel ya que ella vivía en Japón pero se quedaría unos días, a pesar de que le dije que podía quedarse conmigo sin embargo ella se negó diciendo cosas como “aprovecha y llevate a tu chico que no tienen a nadie que les corte el romance” así que guiñándome el ojo se retiró dejándome muy avergonzada por tales comentarios y como estaba sola JungKook se vino conmigo a casa a acompañarme solo espero que no se esté tomando muy en serio el comentario de Asuka.

Solté un leve jadeo cubriendo mis ojos sin poder aguantarlo más.

—Koo… —le lloriquee como la cobarde que soy para estas situaciones.
—tu puedes Akira, será rápido ¿vale? —yo niego.
—sabes que no me gusta, Jeon, termina con esto —le suplico a lo que oigo como el suspira seguramente pidiendo paciencia.
—Solo aguanta, pronto terminara la tortura —susurra antes de besar mi mejilla— ¿sí? —yo asiento preparándome mentalmente para lo siguiente.

Mi cuerpo se tensa en el momento que siento como recorre mis piernas con sus manos hasta llegar a mis caderas donde reparte caricias en un intento fallido de darme calma y sin poder soportar más busco su rostro atrayéndolo a mí juntando nuestros labios siendo correspondida al instante por Koo quien no pierde la oportunidad morder mi labio inferior sacándome un pequeño quejido. Admito que para estos momentos él es que suele tomar el control al yo ser una cobarde que se cubre el rostro a penas tiene oportunidad de hacerlo, al separanos noto que me mira sonriendo mostrándome el pequeño aro de plata alrededor de su labio.

Ese hijo de…

Me había quitado el piercing.

—ya puedes mirar —dice haciéndose a un lado permitiéndome observar mi reflejo en el espejo y casi lloro al ver mis bonitas piernas dentro de unos shorts— ¿Qué tal?
—Te dije que no me gusta —no dudo en decir lo que pienso al respecto.
—al menos lo intente ¿Por qué diantres accedes a usar faldas pero shorts no? Cuando fuimos a la playa usaste shorts —cuestiona a lo que yo me encojo de hombros.
-Las faldas que uso no son precisamente como las que las mayoría de las chicas de aquí usan y corrección, use pantalones cortos, no shorts  —el asiente entendiendo el punto— ¿Ya puedo deshacerme de esta cosa?
—Si, que más, al cabo que ni gaste dinero en eso.
—Lo puedo usar cuando esté en casa, para salir no.

Busque en el armario la ropa que suele dejar aquí cuando se queda por las noches, al encontrarla no dudo en deshacerme de los shorts para después ponerme una camiseta, seguido de ir hasta la cama  acostándome a su lado dedicándome a hacerle trenzas en el cabello para distraerme un rato.

—¿es en serio? —pregunta incrédulo.
—Si, estoy aprendiendo a hacer cosas más productivas con mis manos.
—Yo te podría enseñar a hacer con tus manos otras cosas que son igual de productivas —sugiere alzando su comisura derecha en una sonrisa ladina.
—Agradezco tu oferta pero no, gracias, si fueras otra persona tal vez diría que si pero como eres tú el que me lo propone.
—Yah ¿Tan mala imagen tienes de mi?
—JungKook, desde que te conozco me has lanzado insinuaciones sin siquiera ser amigos, ahora que salimos no hay nada que te detenga de querer cometerlas.
—Tu puedes detenerme, el problema es que nunca lo haces así que, en mi defensa yo solo estoy cumpliendo con el rol de satisfacer las necesidades mi reina —alzo una ceja al oírle.
—¿Reina?
—claro, no me tratas como esclavo todo el tiempo pues —inmediatamente le doy un zape en la cabeza.
—¡Eso es mentira!
—¡Siempre lo haces!
—¡Claro que no!

Penúltimo Capitulo
Continuara.

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