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37

Ignorando si el suelo se ensuciaba o no camine sigilosamente en dirección a la habitación de la que había venido el sonido. No debo preocuparme, tal vez sean Nam o Yoongi o cualquier otro chico, no tiene que ser precisamente...

-¿Dónde estará? -pregunto una voz dentro de la habitación y cubrí mis labios aguantando la respiración.

Esto fue planeado... ¡Esto fue malditamente planeado!

Se que dije que era ahora o nunca pero ese ahora puede esperar un poco más. Gire sobre mis talones y camine apresuradamente en busca de la salida, accidentalmente choque contra la pared golpeándome en el codo y solté un chillido maldiciendo en cuatro idiomas distintos al sentir que se me reseteo el cerebro. sobe el área afectada y de repente el sonido de una puerta abrirse a mis espaldas fue la causa de que olvidará el dolor siendo remplazado por un fuerte escalofrío y lentamente me di la vuelta topandome con el ceño fruncido de JungKook.

-¿Que...? ¿Que haces aquí?
-¡Nada! -contesto y salgo corriendo en dirección a la puerta buscando abrirla con el código sin embargo este no cede- ¡Oh por favor!
-Tiene el código de bloqueo, no podrás abrirla hasta que introduzcas la clave -habla el azabache a mis espaldas por lo que no me queda más opción que darle la cara y colocarme en un posición como si fuera una niña la cual fue descubierta en medio de una travesura- no obstante, eso no responde a la pregunta que te hice -se cruza de brazos dándole un aspecto más voluptuoso y no puedo evitar llevar mis ojos a estos.

Uh... Tu no eres así Akira.

Jugué con mi lengua moviendo el pequeño aro metalico y me cuestione internamente cuando cambiamos de posiciónes, la faceta amable y divertida de JungKook es algo digno de admirar pero su faceta malhumorada y sería... Me permitiría sonrojarme si no fuera que esa actitud está siendo dirigida a mi persona en estos momentos y por ende, me da miedo.

-Jimin me trajo.
-¿Y dónde está Jimin?

Ja, ya quisiera yo saber dónde está ese desgraciado.

Cómo única respuesta me límite a alzar mis hombros de manera infantil y este entrecerró los ojos seguido de suspirar para luego caminar a mi lado provocando que mi cuerpo se tensara inconscientemente pero me calme un poco al ver que se dirigía a la puerta.

A mi mente me llegó la pregunta de que tan terrible fui en mi anterior vida como para que justamente cuando JungKook presiono el primer botón todo el departamento se quedó a oscuras siendo acompañado de un silencio total, señal de que la luz había sido cortada.

-Dime que eso es normal.
-¿En qué realidad alterna eso es normal, Akira?

Ahm... ¿En Venezuela?

Nos quedamos en silencio unos cuantos minutos más y al ver que la oscuridad permanecía en el lugar me di cuenta de que esto iba a para largo.

Genial, excelente, maravilloso, fantástico.

¡Todo lo anterior fue sarcasmo!

Revise mi teléfono y me preocupe al ver que solo le quedaba un veinte por ciento de batería y llore a mis adentros al ver que eso no duraría mucho. Temerosa por la situación actual guarde el aparato en mi bolsillo y me dirigí a la ventana observando el precioso atardecer en todo su esplendor.

Pronto anocheceria y en serio espero que haya una linterna aquí o estaremos en verdaderos problemas, a estas alturas JungKook sigue pulsando botones con desespero intentando fallidamente abrir la puerta como si eso fuera a regresar la luz y agradecí que las puertas en Latinoamérica sea común y corrientes y usen llaves en vez de códigos.

Un momento...

-La llave... ¿No tienes una llave? -pregunto y el azabache deja de hacer lo que esta haciendo para luego mirarme confundido.
-Una... ¿Llave?
-¡Si! Objetivo metálico que se introduce en la cerradura para desbloquearla -obvie- deben tener una de emergencia.
-No he usado una desde hace años pero podríamos intentarlo, el problema es que... No sé dónde está o si existe una.
-Hay que llamar a algunos de los chicos, uno debe saberlo -sugiero a lo que el asiente.
-Tu llama y yo empezaré a buscar.

Inmediatamente él se aleja comenzando con su tarea y yo rezando para que mi celular aguante marco el número de Namjoon con la esperanza de que esté conteste, en lo que espero veo de reojo a Jeon buscar de un lado a otro y empiezo a preocuparme por la ausencia de la luz en el departamento, la poca iluminación que entraba por las ventanas no eran suficientes para darnos una buena vista del lugar, finalmente escucho el repique detenerse y sin dudarlo hablo:

-¿Hola? -creo que noto la angustia en mi voz en demasiada.
-Hola Akira ¿Todo bien?
-¡Si...! No... Verás Nam, Mmm estoy en tu departamento, no preguntes porque, pregúntaselo al coño e su madre de Jimin, estoy con Jeon y digamos que... Ocurrió algo.
-¿¡Que?! -vocifero del otro lado de la linea- ¿¡Pero si están bien?! ¿¡Que sucedió?!

Ay... Creo que lo asusté.

-No, nada malo solo... Se fue la luz y estamos atrapados por eso te estoy llamando, para saber si de casualidad no existirá una llave o algo por el estilo que nos ayude a abrir la puerta -explico esperando por una respuesta que no llego- ¿Namjoon?
-Uh... Eh... Sobre eso...
-¿Si? -le ánimo a seguir.
-Si existe una llave pero... ¿Recuerdas la vez que perdí mi pasaporte?

Silencio.

Cerré mis ojos haciéndome la idea de lo que ya sucedio y con ello mis esperanzas de salir de aquí hoy se fueron volando por la ventana junto a mis ganas de vivir.

-Yah... Lo he pillado.
-Pero puedo llamar al personal del edificio, ellos deben tener una copia solo dame unos segundos ¿Vale?
-Esta bien, gracias por tu ayuda -respiro y llevo mi diestra a mi pecho aliviada al saber que todavía teníamos oportunidad de salir de aquí.

Colgué la llamada alegre de que podría irme de aquí y evitar está situación. Necesito un poco más de tiempo para pensar en mis palabras.

-¡Buenas noticias! -exclamo yendo en dirección a JungKook quien se encuentra encima de la isla, al verme detiene su búsqueda- No hay llave pero Nam dijo que llamara al personal del edificio para que nos abran.
-Que alivio... Ya estaba pensando que nos tocaría estar aquí hasta que la luz regresara... Aunque eso no suponía problema para mí, de hecho -murmura esto más para si mismo y puedo pillar el porque lo dice.

Dejando de lado la emoción de nuestra casi liberación del lugar recordé porque no queremos estar en un mismo lugar precisamente y me reproche por comportarme como si tuviéramos la confianza para hablar solo porque sí. Regañandome por mis adentros decidí volver a la sala y sentarme en el sillón a esperar a que vengan a abrir la puerta. Es lo que debo hacer, esperar e irme de su espacio en cuanto tenga la oportunidad.

Mire la ventana a mi derecha permitiéndome observar el cielo desde mi posición percibiendo cómo se escondían los últimos rayos del sol para así darle paso a la noche, sintiendo curiosidad me acerque al marco y me asome por este observando que en definitiva, el edificio y unos cuantos cercanos a este se encontraban en penumbras delatando que la falla no solo era en este piso, nuevamente regrese al sofá y mire la hora en mi móvil, ya eran las siete de la noche y mi preocupación aumento al ver que le quedaba el tres por ciento a la batería.

Los minutos pasaron y sentí la angustia apoderarse de mi cuerpo cuando el personal del edificio nunca llegó.

-Esto no puede estar pasando -murmuro cubriendo mi rostro con mis manos- Necesito irme.

Desesperada trato de llamar a Nam con lo poco de batería de mi teléfono y maldigo en silencio en cuanto al primer tono este se apaga. Pensando en una solución me levanto y camino a ciegas por el lugar buscando la habitación de el azabache que se había desaparecido hace rato, reprimo un gimoteo de dolor cuando tropiezo con algún mueble y sigo adelante, extiendo mis manos para apoyarme en la pared terminando por colocarlas sobre algo duro y las retiró rápidamente al darme cuenta que era su pecho.

-¿J-Jeon? ¿Si eres tú verdad? Tú y no un Chamuco en medio de la oscuridad.
-¿Que es un Chamuco? -inquiere iluminando el pasillo con la linterna de su teléfono.
-excelente, tu móvil sigue vivo, llama a Nam o al personal del hotel para que nos saquen de aquí -ignoro su pregunta y directamente le ordenó que hacer a lo que solo respondió con una mirada inexpresiva.
-¿Y el tuyo?
-Ya se ha muerto, por supuesto.
-oh... -fue lo único que dijo y miro a otro lado tocando el lobulo de su oreja con la punta de sus dedos y frunzo el entrecejo percibiendo cuál puede ser su respuesta- si, bueno... No tengo saldo y sin wi-fi activo mi teléfono no es más que una bonita linterna.

Acaricie mis sienes con estrés pidiéndole al señor paciencia porque si me daba fuerza soy capaz de ahorcarlo, alzando la mirada le hable:

-¿Que clase de billonario no tiene saldo en su móvil?
-Olvide recargar ¿Ok? No pensé que me quedaría sin luz ¿Sabes? Yo no vengo de un país tercemundista cómo tú -separe mis labios indignada por sus palabras.

¿¡Como se atreve a...?!

-Gracias, de dónde yo vengo si se nos va la luz no nos quedamos atrapados en nuestros hogares ¡Ya que nosotros si usamos llaves! -contraataco molesta y con el orgullo en alto me doy la vuelta caminando importandome poco si vuelvo a golpearme con algo.

Llevo tu luz y tu aroma en mi piel
Y el cuatro en el corazón.






...

Hora número tres, minuto catorce con veinte segundos sin luz, el ente humano masculino alias el dientes de conejo y yo, gatitoemodark98 llegamos al acuerdo, bueno, yo lo dictamine así, que cada quien trabajaría por su propia cuenta aunque no estuvo muy de acuerdo, de mi lado, logré ubicar a duras penas la que alguna vez fue mi habitación y decidí guardar mis cosas ahí mientras esté atrapada aquí, por el lado de dientes, este no se ha dedicado más que dar vueltas por la casa aprovechándose de su alta tecnología alias el teléfono con el cual puede iluminar su territorio y evitarse accidentes que a diferencia de mi, no cuento con esa ventaja, desde mi posición puedo observarlo revisar en la cocina buscando algún alimento fresco con el cual comer y aliviar el hambre ya que no se le ocurre preparar algo en su cocina de alta tecnología.

Spoiler, no hay luz.

-pobre alma en pena -opino disfrutando de mis Doritos los cuales estaban guardados en mi bolso.
-Podrías ayudarme en vez de solo mirar -protesta desde su sitio y yo trago mi comida relamiendo mis labios para eliminar todo rastro del alimento.
-¿Y desde cuándo se supone que trabajamos en un mismo equipo? Porque yo no estaba enterada, creí que su majestad no se juntaba con plebeyos cómo yo.

¿Sigo ofendida por lo que dijo? Si.
¿Sigo estando cagada por su presencia y me comporto como estúpida para lidiar con la ansiedad? ¡Por supuesto que sí!

-¡Oye! Si es por lo del país tercemundista me disculpo si quieres pero esto es serio, debemos sobrevivir hasta que alguien llegue.
-por supuesto que lo sé, no asumas que no estoy desasosegada -me levanto de mi puesto y camino hasta la cocina procurando mantener una distancia aceptable.
-¿Que carajo es eso?
-Angustiada, aturdida, preocupada como quieras llamarlo ¡Deja eso! - le llamo la atención al ver que estaba sacando comida congelada de la nevera.
»No piensas sobrevivír de eso ¿O si? -Inquiero mirando con horror la gran cantidad de hielo alias comida en sus manos, él se encoge de hombros totalmente despreocupado.
-No es que se pueda hacer mucho, señora exigente.

Coloque ambas manos en mi cadera golpeando constantemente el suelo con la suela de mi zapato, el cual no me había quitado desde que llegue.

Mierda, que falta de respeto la mía, estás perdiendo tu toque Akira.

Todo por culpa del desgraciado que tengo a un lado que no ha hecho más que cegar mis sentidos con su presencia abrumadora.

Me di una bofetada mental obligandome a concentrarme, no puedo permitir que el encierro me afecte la mente, debo buscar una solución a nuestros problemas, si el personal del edificio no puede ayudar, no nos queda más remedio de aguantar aquí hasta que los chicos o alguien más llegué. Una vez que me retire los zapatos y los dejé en la entrada camine velozmente de regreso a la cocina, le arrebate de las manos la comida y la guarde nuevamente en la nevera obteniendo un reproche por parte de mi único compañero en el departamento el cual ignore deliberadamente. Tome el teléfono, alias nuestra única iluminación en el sitio y mire detalladamente la cocina mirando la forma de hacer que está funcionara, porque únicamente eléctrica no debe ser, note que estás tenían perillas aparte unos cuantos botones.

-¿Han usado estás alguna vez? -pregunto sin siquiera voltear.
-No, la encendemos con un botón y configuramos la temperatura.

¡Bingo!

Busque en mi antigua habitación mi bolso y de este saque un encendedor ya de regreso encendí un trozo de papel y girando la perilla acerque este y la hornilla se encendió de inmediato.

-¡Felicidades! Tu cocina puede funcionar sin luz -aplaudo orgullosa de mi misma- ahora cocina -me hago a un lado dejándole el camino libre- ¿Que esperas?
-Crei que lo harías tú.
-A menos que quieras morir intoxicado no te lo recomiendo.

Suspirando se resignó, yo me senté en un asiento junto a la isla observándolo cocinar, JungKook se había arremangado la camisa hasta los codos y se había colocado un delantal rosa el cual era de SeokJin que tenía escrito "besa al cheff" dándole un aspecto gracioso.

"Te podrás reír pero en el fondo quieres obedecer a lo que dice en el delantal"

Mordí mi labio apenada de mis propios pensamientos reprendiendome por tenerlos.

Cuando le dije a JungKook que cocinara creí que haría algo sencillo con lo cual quedáramos satisfechos por el resto de la noche sin embargo me percate de que esto iba para largo cuando ví que empezaba a mezclar azúcar, huevos con leche entre otras cosas más en un tazón y me golpeé la frente psicologicamente por sus acciones.

No hay luz y él... ¿Se pone creativo en la cocina?

Me obligue a mantener la boca cerra y por otra parte simplemente me recosté sobre la isla cruzando mis brazos sobre esta y apoye mi cabeza permitiéndome descansar y ¿Porque no? Desde mis más oscuros pensamientos, disfrutar la vista.

Desee por un momento tener mi camara o que mi teléfono todavía conservará algo de batería así que, hice una fotografía mental captando el momento guardandolo en mis recuerdos y una pequeña sonrisa se dibujo en mis labios mirándolo ser tan dedicado y meticuloso con algo tan simple como hacer una cena.

Pagaría por ver esta escena más seguido en mi vida.

No me di cuenta de que me había perdido en mis pensamientos si no hasta que lo ví colocar un plato frente a mi lleno de tostadas con crema batida acompañado de fresas y arrugue un poco la nariz al ver a mis enemigas mortales modelar en mi cara su estrecha relación con la crema.

Ya me encargare de ustedes más tarde.

Por parte del azabache este cerro la nevera para luego colocar dos bebidas no me pregunten de que, para cado uno y luego se sentó a mi derecha permitiéndose degustar su creación. Imitando sus acciones lleve un bocado a mi boca y cuando sentí su sabor quise llorar no obstante, me contuve por mi dignidad.

No me juzguen pero llevo meses sin probar una comida decente, básicamente desde que me fui de aquí. Aika no es muy buena cocinera que digamos y yo ni se diga por lo que nuestros desayunos diarios son insipidos y de poco gusto, el resto de la comida que comemos lamentablemente para mí adolorido bolsillo son pedidos a domicilio por lo que probar nuevamente comida es motivo para ponerme sentimental.

-en año y medio que te conozco nunca te había visto tanto disfrutar una comida.
-¿Tanto se nota? -pregunto sin prestarle atención realmente.

Mueran estúpidas fresas, no las quiero en mi sistema, muevo el tenedor apuñalandolas una y otra vez riendo silenciosamente de forma maquiavélica por el sufrimiento de estas hasta que una mano sostiene mi muñeca deteniendo mi tortura para luego tomarlas todas con el cubierto y llevarselas a su plato.

-No había terminado con ellas -digo con reproche.
-y no lo ibas a hacer -contesta llevándose una de las mencionadas a sus labios y tragó saliva con dificultad viendo la similitud del color de la misma con sus belfos.

Espantando cualquier pensamiento oscuro tome de mi bebida topandome con un sabor bastante dulzón agradable al paladar, relamiendo mis labios pregunte:

-¿Que es esto?
-Esto, Akira, es un manjar de dioses, la bebida más deliciosa que nunca más volverás a probar en tu vida -yo alzo la ceja por su exagerada explicación- es leche de banana... Mi favorito -confiesa desviando la mirada a su plato y me relaje en mi puesto al entenderlo todo.
-Yah, no tiene nada de malo -hablo levantándome de mi asiento para luego tomar mi plato y luego el suyo procediendo a lavarlos- Está bien que disfrutes de las cosas que te gustan considerando la clase de dietas a las que te ves obligado a llevar.

Me seco las manos y tras dar un "buenas noches" fui a mi antigua habitación, cerré la puerta y me deje caer sobre el colchón deleitándome con la sensación de comodidad que me ofrecía mi cama. Cuando me fui de aquí, deje algunos muebles que son de mi pertenencia, entre ellos mi cama, esto debido a que Aika ya tenía una habitación de invitados amueblado en el departamento por lo que no podía llevarme mis cosas al no haber espacio y ahí recordé nuevamente que debo encontrar otro sitio donde vivir porque no deseo permanecer mucho tiempo más con mi madre porque uh... Es muy incómodo cuando SeokJin va a visitarla.

Me estremecí con solo pensar en las largas noches en las que no podía dormir a causa de esos dos.

Iugh.

Alejando esos malos recuerdos me acomode buscando la posición más ideal para poder dormir.

Los minutos pasaban y con ellos mi agotamiento aumentaba sin embargo, hacía un calor tan terrible que me sentía asfixiada obligandome a dar vueltas en las sábanas sin parar y cansada de lo mismo me tumbe en el suelo respirando aliviada al refrescarme un poco, si mi teléfono siguiera vivo hubiera tomado el atrevimiento de tomar una ducha fría que erradicará toda suciedad de mi cuerpo.

Aunque... Podría hacerlo, la luz no es necesaria, pase cuatro días sin electricidad alguna vez, tomar un baño a oscuras no es nada para mí. Sigilosamente me asome por el marco de la puerta deslumbrando el baño a unos cuantos pasos de aquí, más a lo lejos estaba la habitación de JungKook además de estar en penumbras. Salí de mi dormitorio y camine de puntitas hasta el baño y entre a este riéndome traviesa sutilmente.

Si Akira quiere una ducha, Akira tendrá su ducha.

Agradecí que el agua siguiera funcionando y coloque a llenar la tina, mientras esto pasaba espíe rápidamente la sala de estar verificando que ahí estaba el pelinegro jugando con su teléfono así que no me preocupe y regrese al baño, cerré la puerta y rezando para que un Chamuco no me salga en el agua, me despoje de mi ropa y ya libre de esta entre a la tina permitiéndome hundirme dentro de esta cerrando mis ojos gustosa al sentir que el calor había desaparecido.

Un rato más tarde me estaba secando el cabello con una toalla mientras otra cubría mi cuerpo pensando en que podría ponerme, la ropa intima no era opción y no pensaba dormir con pantalón de jean, sería terriblemente engorroso.

Ah, no me arrepiento.

Sujete mi ropa doblada en una mano y con la que me quedaba libre abrí la puerta, caminaba tranquilamente por el pasillo cuando una luz me iluminó a mis espaldas por un momento me tense más no le di importancia y seguí caminando.

Podría intentar dormir sin ropa, solo tengo que cerrar la puerta.

-¡¿Te duchaste en la oscuridad?! -exclama desde su sitio a lo que yo gire mi rostro lo suficiente para verle.
-No, me morí y lo que estás viendo es mi fantasma paseando por el pasillo, en vez de preguntar "¿Dónde están mis hijos?" Diré ¿Dónde está mi ropa? -segui caminando hasta el cuarto y me detuve al darme cuenta que la luz seguía alumbrandome, cansada me gire- ¿Que?
-Yo... Iré a tomar una ducha, tu puedes usar de mi ropa... Si quieres, claro, así dormirás más cómoda -ofrece haciendo ese gesto de tocar sus orejas que he visto en anteriores ocasiones.
-Lo tomaré en cuenta -retomo mi camino y él imita mis acciones porque puedo escuchar una puerta cerrarse más atrás.

Deje mi ropa a un lado de mi bolso y me encamine rápidamente al dormitorio de Jeon, por un momento pensé que estaría aquí por la luz proveniente de esta sin embargo estaba vacía y el sonido de agua desde el baño delató que había decidido dejar su teléfono. Llena de curiosidad me encaminé hacia su armario observando que podría "quedarme" o lo más parecido, considerando las tallas que usa JungKook.

Esto es tan raro, varias veces llegué a tomar ropa suya sin su consentimiento, ropa que de hecho, aún conservo pero ahora que estoy aquí y puedo escoger lo que quiera sin temor a que me diga algo al respecto se siente diferente. Tome una camiseta sencilla ya que eso era lo de menos, si fuera por mi la camiseta sería más que suficiente más no puedo usar eso gracias a la ausencia de bragas en mi vida.

Y no, no tomaré algo de su pertenencia en ese aspecto.

Está no es esa clase de historia, gracias.

Finalmente encontré unos shorts que si mal no calculo me deberían quedar un poco más abajo de las rodillas, da igual. Aprovechando que JungKook seguía en el baño solté la toalla y me coloque la camiseta después los shorts y luche unos minutos con el cordón tratando que este se ajustará lo más que pueda a mi cadera, al lograr mi cometido célebre y guarde la toalla en su respectivo sitio, al ya haber cumplido con mi misión de vida por el día de hoy pensé en que podría hacer.

No quería volver a mi habitación todavía o moriría de calor nuevamente, de repente la suave ventisca procedente de la ventana del dormitorio llamo mi atención. Me acerque a está y cerré mis ojos sintiendo la brisa acariciar mi piel, la posición en la que se encontraba la ventana permitía que entrara todo el aire, al contrario a la mía que tenía la mencionada de otro lado, podía ver la luz que emitía la ciudad desde aquí y me pregunte cuando arreglarían la falla.

Experimentando el cansancio mire la tentadora cama a mis espaldas y siguiendo mis instintos me acosté boca abajo sobre ésta percibiendo la suavidad de las sábanas y un sutil olor de estás mismas llamando mi atención, asegurándome de que sigo siendo la única aquí hundi mi rostro en la almohada aspirando el olor soltando un suspiro de enferma enamorada al reconocer el aroma.

Es un aroma de Gloria, es divino, es... Es...

"Es el olor de él"

Me ergui en mi sitio nerviosa y me senté en posición de indio sobre el colchón, acaricie las sábanas hasta arrugarse entre mis dedos y a mi mente llegó un recuerdo.

El recuerdo de la noche la cual fue la causante de todo.

Inconscientemente toque mis labios reviviendo la sensación de sus los suyos sobre los míos, los jadeos involuntarios, el contacto de su tersa piel en mis dedos y su traviesa lengua al conocerse con la mía. Cubrí mis mejillas al sentirlas acalorarse y mordí mis labio inferior buscando borrar esa memoria de mi mente.

Estoy mal de la cabeza.

Me sobresalto al sentir el rebote que da la cama cuando JungKook se acuesta llevando su teléfono en manos y llevo una mano a mi pecho aliviada de ver qué está vestido.

Estamos bien... Lo que no está bien es que yo siga aquí.

Pero no quiero morirme de calor...

-Podemos esperar aqui si quieres, la que era tu habitación nadie la utilizaba precisamente por ser la más calurosa y ahora sin luz debe ser un completo horno -comenta sin siquiera dejar de mirar la pantalla.
-No deseo invadir tu espacio de esa forma -el se encoge de hombros.
-Es tu decisión.
-Tambien la tuya -me apresuró a contestar y él deja de mirar la pantalla dirigiendo sus ojos hacia a mi.

Divertido con la situación niega antes de seguir con lo suyo.

-Olvidemos las incomodidades por está noche ¿Si? Tu ansiedad me da ansiedad.

¿Cómo que mi...? No busques discutir Akira, más bien debo celebrar que no moriré horneada en la otra habitación. Intentando ignorar la presencia del chico a mi lado me acomode en el colchón y cruce mis dedos sobre mi pecho dedicándome a mirar al techo.

Tal vez... Si me siento ansiosa.

Jugué con mis dedos y opte por cerrar mis ojos dejando estos descansar después de este largo día. Estaremos bien, la electricidad volverá y estaremos libres de este encierro, solo debemos aguantar hasta que todo pase.

-Es curioso ¿No? -habla de repente y noto como la iluminación desaparece en toda la habitación- Nos hemos estado evitando por todo estos meses y ahora nos vemos obligados a convivir en un mismo espacio de nuevo.

¿Curioso? Yo lo llamaría premeditado y si pudiera darle un rostro al culpable sería un chico de labios gruesos y de sonrisa coqueta llamado Park Jimin.

-Si bastante curioso, por lo menos podemos convivir en un mismo sitio sin matarnos o gritarnos cómo otras personas.
-No soy una persona que exprese mucho sus molestias, tengo que llegar realmente a mi límite para que eso suceda y tú por tu parte, temes mucho a decir lo que piensas, podrás ser muy inexpresiva de rostro pero más sensible de lo que aparentas.
-¡Oye! Me exhibiste -Demasiado diría yo...- ¿Cómo puedes saber eso? Nunca mencioné nada al respecto.
-Es cuestión de observar y analizar, te conozco más que lo piensas.
-Mas yo no a ti... -susurre percatandome de ésto.

Tanto tiempo conversamos de cosas tan triviales y comunes que nunca me di cuenta que no sabía mucho sobre él, he podido notar cierto gestos o actitudes que tiene y otras cosas que le gustaban cómo otras no, pero nunca supe nada de su vida personal, no conozco sus miedos e inseguridades y ahora no puedo saber si es que fui tan mala amiga que jamás me di cuenta de ello o él es cerrado en ese aspecto de su vida.

Probablemente un poco de ambas.

-Eso se resuelve hablando -continua sacándome de mis pensamientos- la mejor manera de conocerse es esa, hablando.
-¿De que sirve a estas alturas? ya todo está arruinado -digo con pesimismo.

Hoy puede que conversemos pero mañana todo volvería a ser igual ¿De que sirve entonces hacerlo? Lo único que haría será volver las cosas más incómodas. Me estremecí al sentir el toque sus manos sobre las mías quise retirar estás inmediatamente sin embargo él me lo impidió deslizando las suyas realizando un recorrido por mis brazos hasta lograr rodearme y atraerme a su cuerpo estrechandome contra su pecho y respire profundo escuchando el suave latido de su corazón por lo que me atreví a acurrucarme contra él.

-No pienses en lo que podrá suceder hoy o mañana, solo... Disfrutemos el momento -dijo en un susurro acompañado de una gentil caricia en mi cabello.

No sé cuánto tiempo pasamos en esa posición lo único que sé es que este podría ser mi lugar favorito en toda mi vida, en el calor de sus brazos recibiendo mimos de su parte, a mi mente llegaron todas esas ocasiones en las que nos quedabamos conversando hasta altas horas de las noches, bromeando y riendo o solo en silencio con la simple compañía del otro, añore de vuelta todo eso, quiero sentir de vuelta el cariño que siempre me ofreció y yo nunca noté.

Que tonta fuí.

A estas alturas te das cuenta de ello, Akira ¿En serio?

¿De que me serviría hablar del tema con él? Esto lo estaba haciendo por nuestro ambiente profesional, para acabar con toda incomodidad ¿Porque diantres esperaría yo otra cosa? Todo esto... Me confunde, no puedo evitar pensar en lo que puede suceder, soy una persona un tanto paranoica en ese aspecto, constantemente me preguntó que consecuencias pueden tener mis acciones, no soy de tomar riesgos, soy precavida con mis decisiones no obstante, respete su decisión de no quererme en su vida y aunque tiempo después ilusamente trate de hablarle el me rechazó ¿Porque ahora sí? Siente pena por mi ¿Es eso? Ahora que Rey y yo estamos distanciadas ¿siente que debe ser amable conmigo? Él mismo lo dijo, me considera una persona que teme mucho decir lo que piensa aunque esto última sea un poco cierto, me causa algo de frustración y me hace pensar en si los sentimientos que él decía sentir por mi eran amor o solo pena por mí.

Rey se acercó a mi por ese motivo ¿Porque él sería diferente? Solo me cuidaba porque veía que yo no podía ser capaz de hacerlo por mi propia cuenta pero está bien, se lo agradezco a ambos y finalmente gracias a los dos he aprendido a que debo hacerlo yo misma.

Pensé en las palabras que dijo Jimin horas atrás, por esta ocasión le obedecere y me dejaré llevar. Acomodándome en mi sitio rodee su cintura con mis brazos acortando la mínima distancia que nos separaba y cerré mis ojos, si está será la última vez que estemos así entonces lo disfrutaré lo más que pueda.

Ya es momento de que cerremos este ciclo de incomodidad, sin importar lo que suceda mañana, yo seguire adelante.

Debería ser lo correcto.



-Lo siento.


Fueron esas simples palabras suficiente para captar toda mi atención y abrí mis ojos solo separándome unos pocos centímetros para poder verle lo poco que la débil iluminación de la ciudad nos permite a través de la ventana.

-¿A que viene eso?

¿No debería ser yo quien... Lo haga?

-Debo hacerlo ¿Sabes? Estuve pensando en lo que dijo tu amiga y por muy ofensivo que haya sido... Tiene razón, nuestra discusion fue muy estúpida e hice un drama demasiado tonto por algo que ni tenía que ver conmigo.

A mi mente llegaron los reproches de Yoongi sobre mi situación final y creo que él tenía razón, solo era cuestión de tener la conversación, sin dramatismo, alcohol, gritos o personas de por medio, solo eso, hablar y ya.

-No fue culpa, tu solo querías advertirme de lo que está sucediendo realmente, fui yo la que no te creyó, la culpa es mía por así decirlo.
-pero eso no era motivo para cortar relación contigo, a lo mejor debí quedarme callado y esperar a que tú te dieras cuenta sola y seguir apoyándote como lo haría un amigo.

No... Definitivamente hubiera sido peor, si JungKook hubiera guardado silencio habría complicado más la situación, en ese entonces no le creí por lo descabellado que sonaba pero si descubría que él se había enterado y no me lo hubiese dicho presiento que yo reaccionaria peor.

Todo sería muy diferente y probablemente está conversación ni siquiera estaría sucediendo.

Yo no lo hubiese aceptado.

-No lo habria tolerado -menciono sintiendo un poco molestia- creo que prefiero más como se dieron las cosas que de esa forma, es mejor que fuera así, si te quedabas callado... Tus sentimientos saldrían más heridos -el nego.
-daba igual de todas formas -le quita importancia.
-No, no da igual -digo con firmeza- son tus emociones de lo que hablamos, tu también eres un ser humano que siente ¿Cuántas veces me dijiste que debía preocuparme primeramente por mi misma? Tu también tenías que hacerlo y lo hiciste, no importa si nos distanciamos, no tienes que cuidarme JungKook, no debes sentir lastima por mí.

Decidí alejarme y romper con todo contacto porque la situación lo ameritaba, me molestaba en que pensara más en lo que podría haber sucedido conmigo que con él, no quiero que las cosas sigan así.

-Tal vez lo mejor es que continuemos distanciados, no quiero causarte problemas -sacudo mi cabeza a ambos lados rechazando esa idea.
-¿Porque asumes que lo hago por lastima hacia a ti? -murmura de repente sentándose sobre el colchón- si me mantuve contigo ese tiempo fue porque así lo quise, si hice lo que hice fue por lo quise ¡si no te di el número del maldito personal de este edificio fue porque fue mi jodida decisión y porque quería tener la oportunidad de arreglar las cosas contigo! No asumas que todo fue por lástima, nunca sentí eso por tí. Acaso no se te pasó por la cabeza que si lo hice fue por qué, no sé ¿Te quería? ¿Me gustabas? ¡¿Tan imposible se te hace?! -exclamo en su puesto.
-¡Si! Perdóname pero nunca experimente eso y resulta que mi primera relación fue por un juego tonto de celos que terminó fallido Pero ¿¡Que podía esperar?! ¡Solo mírame! Nunca me considere una belleza exótica o alguien que siquiera pudiese ser amada JungKook, tengo una actitud de mierda y un vocabulario terrible, no soy la clase de chica que le presentarías a tu familia, no me veo de esa forma ¡Perdóname entonces por ser despistada y haberme dado cuenta tarde que tal vez siempre tuve sentimientos por el que considere mi mejor amigo!-vocifere molesta moviendo mis manos en el aire con exageración.

Él chasqueo la lengua incrédulo.

-Vaya ¿Tal vez tengas sentimientos? ¿Es amor o te sentiste muy aburrida sin mi estos meses ahora que ya no tenías a Jimin? Discúlpame por no creerte, hace poco estabas diciendo que yo me acerque a ti por lástima ¿Cómo confiar en tu palabra? No voy a desvalorar tus palabras porque todos tenemos inseguridades pero por favor ¡Te he dado una jodida carta en la que exprese explícitamente que me gustabas! ¿Y que hiciste? -pregunta irónico y yo apreté mis puños con rabia.
-No me acerque a tí porque así lo pediste -masculle entre dientes perdiendo la paciencia.
-¡Lo hice porque estaba molesto! ¡No confiaste en mí y preferiste quedarte con una versión sin siquiera preocuparte en ver qué tan verídicos eran los hechos! Si te pedí eso es porque mi corazón no toleraria pensar en que tal vez esa "química" que existía entre nosotros no eran más que suposiciones mías ¡Soy humano y también tengo inseguridades!

Santo cielos, dije que sería sin dramatismo y gritos pero aquí estamos.

Está bien, todos tenemos inseguridades, él está renuente a aceptar mis sentimientos pensando que tal vez estos no fueran tan verdaderos sin embargo está asumiendo cosas que no son, porque a pesar de que e insinuado que sus sentimientos a mi persona sean a base de lastima eso no quita que estén ahí, no negué que fueran ciertos pero por favor, en estos momentos es más lo que estoy enojada que lo que estoy cuerda como para aclarar puntos.

Si él quiere ponerse a la defensiva yo también puedo jugar el mismo juego.

-¡Maldita sea! Te busque y preferiste mantener las distancias, si no me gustaras no estaríamos aquí -señalo a nuestro alrededor- ¡Dijiste que la discusión fue estúpida pero aún me acusas por ello! Eres un dramático ¡Lo único que te pasa es que estás dolido! -le provoque con toda la intención de hacerle enfadar.

Al escucharme su rostro se formó una expresión de cabreo que no había presenciado nunca antes, la vena de su cuello se marcó resaltando en su piel y estoy segura de que si contaramos con buena iluminación, podría ver su rostro rojo por la ira, ahí supe que entonces había llegado a su límite.

-¿¡Cómo te atreves a...?!

Ni siquiera le dejé terminar cuando me abalance contra su cuerpo y alejando todo vergüenza en mi ser, sujete sus mejillas y estampe mis labios  los suyos tomándolo desprevenido, sentí que los músculos de su cuerpo contratensarse por completo pero lo ignore, él quería que le demostrará lo que siento y es lo que haré, le enseñaré que Akira Sakurai puede tomar riesgos de vez en cuando. Poco a poco fue cediendo y sus manos se posicionaron en mi cintura repartiendo caricias en lo que correspondía al movimiento de mis labios sobre los suyos dejándose llevar por la situación. Cuando senti que era suficiente me separé y sonreí satisfecha al dejarlo sin palabras.

-Que sepas que esa "química" que decías sentir entre nosotros no era del todo mentira, no sabré mucho del tema pero sé que lo que siento por tí es completamente real.

Quise burlarme de él, mostrarle que estaba equivocado respecto a lo que pensaba sobre mí y disfrutar de mi victoria pero me di cuenta que tal vez eso debería esperar cuando la emoción fue remplazada por temor cuando sujeto la parte trasera de mi cuello con fuerza antes de fundirnos en un beso húmedo con exceso de agresividad y sentí que se me nublaron los sentidos por completo.

Oh santos cielos.

Me aferre a sus hombros y cerré mis ojos dándole la bienvenida a su lengua dejándo que está tentara a la mía a seguirle el ritmo sacandome un gemido ahogado en cuanto succionó esta para luego retirarla y dedicarse a mordisquear mi labio inferior jugando con el pequeño aro metálico que adornaba este. El agarre en mi nuca se fue soltando y sentí sus manos deslizarse hasta mi cintura acercándome a su cuerpo permitiéndome sentir el calor proveniente de este acompañado del fuerte latir de su corazón. Poco a poco sus besos fueron tornándose más delicados y dulces hasta no ser más que una simple caricia en la que dejaba pequeños piquitos sobre mis belfos.

—No hace falta decirlo, pero me gustas, nunca me acerque a tí porque sintiera lastima, si lo hice es porque siempre me llamaste la atención aunque tarde un poco en darme cuenta de ello —confiesa— además, tú sabes que no suelo rodearme de chicas.
—Lo sé, me han dicho por ahí que le tienes pánico a las mujeres —bromeo a lo que él hace un mohin no muy contento con mi respuesta.
—Puedo ser muy atrevido cuando lo quiero ¿No quieres que te enseñe? —insinúa rozando nuestros labios de manera juguetona y yo desvío la mirada siendo presa del calor en mis mejillas.


No sé en que me momento la vergüenza y timidez fue desapareciendo poco a poco entre ambos o cuando la ropa empezó a sobrar, lo único que recuerdo fue la sensación abrazadora por la temperatura en el aire, las caricias que empezaron a subir de tono y las manos traviesas de ambos explorando y conociendo el cuerpo del otro llevándonos a un camino sin retorno, podía sentir el toque de sus labios en la sensible piel de mi cuello lastimandola con sus dientes aliviando poco después el dolor con las caricias que me proporcionaba su húmeda lengua, sus dedos limpiando las lágrimas que se escaparon sin permiso al unir nuestros cuerpos por primera vez llevándose consigo mi pureza, mis manos aferrándose a él halando su cabello cegada de la placentera sensación en la que nos vimos envueltos en una acalorada situación en el que la único resonancia que se escuchaba en la habitación eran los jadeos y suspiros de ambos acompañado del sonido húmedo de la piel a causa del constante movimiento de sus caderas.

Me di cuenta de lo que había sucedido cuando una fuerte sensación electrizante recorrió todo mi cuerpo y clave mis uñas en su piel murmurando su nombre en un suspiro sintiendo mi cuerpo adormecido por la liberación de tensión en mi cuerpo.

La conversación no estaba del todo terminada sin embargo, con lo que ya habíamos hablado el día hoy había sido suficiente para dejar ciertos puntos claros, ahora ambos podíamos estar seguros de que el sentimiento era mutuo.



Continuará 😳


6764 palabras 👍

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