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10

Mire fijamente como mi madre se maquillada frente a un espejo mientras parloteaba sin parar los que serían mis "deberes". Cerré mis ojos por un momento contando mentalmente para no dejarla calva aquí mismo y renunciar en esta empresa de una vez por todas. Maldita sea ¿que parte de que soy una fotógrafa no entienden? Soy fotógrafa ¡fotógrafa! No soy la estúpida asistenta a la cual puedes ordenarle deliberadamente lo que tiene que hacer ¿porque coño no me deja en paz y se dedica a acosar a JungKook? He notado que le gusta hacerlo, si lo hiciera me haría un enorme favor en la vida joder.

— ¡por cierto! Akira, recuerda anotar mi cita en el spa, este rostro no se mantiene joven por obra del espíritu santo —ordena otra cosa y evitando con todas las ganas del mundo romper el lápiz anotó rompiendo parte de la hoja en el proceso.

—me pagarás ¿verdad? —mascullo de mal humor mirándole de reojo.

—si, debería hacerlo porque pobrecita.

Contando nuevamente en lo que respiraba inhalando y exhalando, gracias al creador, terminó su maquillaje por lo que pudimos dar inicio a la sesión de fotos finalmente. Durante todo este rato trate lo más posible comportarme y no hacer ninguna maldad aunque bastante tentada estuve. No quiero sonar cruel pero no creo que está colaboración sea suficiente para que el grupo se mantenga vivo, tengo entendido que en los últimos años los grupos de esta empresa han ido decayendo y el único que está empezando a agarrar fama es bangtan no se que por lo que no le halló lógica a la sesión, sin embargo, yo solo me aseguro de cumplir con mi trabajo. Al terminar la sesión me despedí del grupo por mera cordialidad en lo Aika iba a los vestuarios para cambiarse, yo por mi parte me senté en el suelo dedicándome a mirar las fotografías sintiendo malestar al ver las expresiones de mi madre.

Definitivamente a esa mujer le gustaba acaparar la atención.

De repente, sentí que unas manos se posicionaron sobre mis ojos impidiéndome ver, en otro tiempo me hubiese molestado pero por esta vez se la perdono porque ya no deseaba ver fotos de mi madre, instantáneamente sentí una respiración en cuello y poco después le escuché susurrar en mi oído:

— ¿adivina quién soy? —inquirió y juro que blanquee mis ojos por tal pregunta.

— Eres... Jimin —afirme como si estuviera totalmente segura de mi misma.

— exacto... Soy Ju- espera ¿qué? ¡No! ¡yo no tengo manos de bebé!

— vale... ¿Taehyung?

— ¿qué? —quita sus manos devolviéndome la vista en lo que se sienta frente a mí con una expresión de indignación— ¡Soy JK! ¿cómo es posible que no reconozcas mi preciosa voz?

— estoy acostumbrada a que me hables de una manera aniñada carente de madurez —me excuso— que vengas de repente a hablarme al oído con un intento barato de voz sexy no me ayudará a reconocerte —explico sonriéndole con malicie y sé que por la manera en la que arrugó su nariz supe que había captado el mensaje— da igual ¿qué haces aquí?

— ¿No es obvio? He venido a-

— ¡Kook! —le llamo mi madre desde la puerta y el mencionado bajo la mirada susurrando palabras de lamento hacia sí mismo.

— ¿porque a mí? —se pregunto en lo que se levantaba y por simple inercia yo también lo hice en lo que Aika llegaba a nosotros colocándose en medio de los dos.

Que no se note que te interesa.

— ¡me da mucho gusto verte!

— ¿sí? —creo que a él no.

— ¡claro! De hecho, iba a buscarte a ver si tenías algo de tiempo libre, como verás soy una chica nueva aquí en Corea — ¿chica?— estaba pensando en inscribirme en un gimnasio pero todavía no cuento con la ropa adecuada, internet dice que a ti te gusta el ejercicio y por eso pensé ¿porque no? Así que quería preguntarte si no me acompañabas para ayudarme a ver qué ropa me puede ayudar a ejercitarme de manera cómoda y ¿quién sabe? Tal vez... Comprar otras cosas —dice esto último de manera sugerente y tosí falsamente para disimular mis ganas de reír.

En lo que te has metido Jeon, Ja, Ja, Ja.

— ¿O-otras cosas? —pregunta después de tragar saliva— ¿pero cómo quieres que te ayude? Los colores que yo uso son negro, blanco, negro y más negro.

Ja, yo también uso esos colores.

— eso da igual —resta importancia aferrándose su brazo arrastrándole consigo— confío en que me ayudarás muy bien.

Mire detalladamente cómo JungKook me miraba suplicante gritando un "ayúdame" de manera insonora y yo por simple maldad moví mi mano despidiéndome dedicándole una sonrisa llena de malicie y este hacia una expresión ofendido. Nunca dije que fuera una buena amiga además, la última vez que le ayude se quejó de mis tácticas estratégicas así que no, esta es mi venganza por no valorar mis efectivos métodos para salir de apuros. Gracias al honorable sacrificio de Jeon pude disfrutar de una tranquila tarde en lo que me dediqué a editar las fotografías tomadas el día de hoy, teniéndolas listas al final del día. Una vez terminado el horario de trabajo regrese a casa de muy buen humor, tanto que hasta me tomé el gusto de intentar cocinar, cosa que nunca hago pero vamos, nunca me había sentido tan tranquila en toda mi vida, me deshice de dos pájaros por un tiró, definitivamente le haré manipulación mental a JungKook para que se fije en mi madre y se olvide de mi.

He dicho que ya no me desagrada tanto su presencia pero eso no significa que me agrade tampoco, sólo me limito a tolerarle de una manera ya no tan ácida, vuelvo y repito, soy educada... Hasta cierto punto.

Al día siguiente mi paz sorprendentemente siguió, no vi a Aika por ninguna parte ya que hoy no había alguna clase sesión fotográfica, en cambio me puse a terminar los últimos detalles de las fotos dejándolas listas y entregando mi trabajo sintiéndome complacida conmigo misma. A la hora del almuerzo me encontré a Jimin quien me pidió que le acompañara a almorzar en la sala de descansos de bangtan, en esta se hallaban Taehyung y Hoseok así que mientras nos dedicábamos a comer nuestras comidas, los chicos me comentaron que el día de hoy habían librado, sin embargo, ellos tres habían venido para saber cuándo empezarían a grabar las voces para las canciones y de paso practicar un poco más la coreografía, una vez que ya habíamos terminado me insistieron en que me quedara un rato más bajo la falsa excusa de que me extrañaban, me preguntaron cómo me estaba yendo con Aika a lo que yo sin ningún ápice de vergüenza dije que del asco.

Es la verdad.

En lo que ellos seguían comentando lo que habían hecho, nos sentamos en un sillón, Jimin a mi derecha revisando las redes sociales, Hoseok a mi izquierda descansando y Taehyung había optado por quedarse de pie sólo para colocarse a mis espaldas dedicándose a juguetear con mi cabello y por un momento pensé ¿desde cuándo se han vuelto así? Cuando nos conocimos, hace tan sólo unos pocos meses, solían mantener las distancias conmigo sin romper la barrera de compañeros de trabajo pero últimamente me hablaban con más confianza confundiéndome por completo ¿acaso Jeon tendrá algo que ver? Por cierto...

— ¿dónde está JungKook? —pregunte importándome poco lo que ellos pensarán.

Inmediatamente los tres me miraron y por un momento pensé si fue buena idea preguntar por su paradero, Jimin guardo su teléfono dedicándome una sonrisa pícara respondiéndome a mi interrogación.

—debe estar escondido en alguna parte, tal parece que su cita obligatoria no salió del todo bien.

Ya me lo imagino.

Pobre pero su sacrificio no será en vano, colocare un "fingiré que te extrañaré" en su tumba, es lo más honorable que nunca he hecho por una persona, debería sentirse feliz. No pude seguir pensando en decoraciones para su tumba cuando la puerta retumbó seguido de escuchar unos taconazos en el suelo y poco después ver a mi madre pararse frente a mi cruzándose de brazos mirándome con odió.

— ¿ahora que hice? —inquirí imaginándome que si está aquí es porque según ella, yo hice algo.

— ¡Todo! ¡Eso hiciste!

Perdón pues, respondí mentalmente preparándome para otra de sus escenitas, mi paz había durado mucho...






*JungKook*

Caminé por un largo y oscuro pasillo sintiéndome confundido y un poco temeroso, avancé un poco más y en el fondo se hallaba una puerta como de un vestidor, esta puerta se abrió y poco después vi a una mujer salir para luego apoyarse junto a la puerta de manera sensual luciendo una lencería en su cuerpo causando que mis mejillas se sonrojasen por lo que desvíe la mirada tratando de no mirarle, sin embargo no pude debido a que la mujer sujeto mi rostro con ambas manos obligándome a observarle encontrándome con su mirada lujuriosa.

—ayúdame a quitarme la lencería, Kook~ —canturreo de manera lenta y sensual acercándose más y más.

De repente me desperté gritando horrorizado abrazándome a mí mismo a modo de consuelo intentando olvidar lo anterior vivido.

Joder que ha sido un sueño...

Me deje caer en la silla en la que me encontraba cerrando mis ojos soltando un suspiro, ayer no fue un buen día. Luego de haber sido traicionado por Akira, Aika me llevo a un centro comercial con el propósito de comprar su anhelada ropa deportiva y al principio estuvo bien, pude controlar mis nervios y ayudarle sin embargo... Todo empeoró. Cuando mi tarea finalizó, la pelirroja me llevo a distintos sitios alegando que era para pasar el tiempo, a este punto del viaje ya me sentía un poco incómodo más lo que me remató fue el hecho de que Aika me pidió que la acompañara a comprar lencería, intente negarme pero ella insistió diciendo que era normal y que no me preocupada así que como un tonto la acompañé pero al final... Los actos del sueño se hicieron realidad.

Me abrace a mi mismo al sentir un escalofrió recordando lo sucedido, definitivamente estaré traumado el resto de mi vida.

No soy inocente, eso lo sé y tampoco negaría que cuando tuviese pareja por supuesto que me gustaría verle a esa persona utilizando tales prendas, pero a esa mujer no ¡No! Nunca creí decir esto pero... ¡Estoy muy chiquito para ella! Lo peor del caso es que cuando me hizo tal pregunta me alejé inmediatamente diciéndole un ¡No! Que admito que exprese con demasiada fuerza y tal parece que no le gustó mi reacción porque no se puso nada contenta, me cuestiono porqué y me quedé en blanco porque vamos, soy educado y no quería decirle que es porque siento que está muy mayor para mí porque joder ¿cuántos años de diferencia son? ¿Doce? No, no, no eso es mucho pero no quería decir eso y pos bueno... Creo que la cagué porque inconscientemente le grité en plena crisis que me gustaba más ver a su hija en sólo ropa íntima que a ella en lencería.

Eso no mejoró la situación, claro que no lo hizo, en fin, al ya no saber más que hacer decidí hacer una graciosa huída.

Hoy vine a la empresa porque si me quedaba en casa los chicos se seguirían burlando por mis tristes aventuras así que ahora estoy aquí, escondido en la oficina de Akira esperando a que algún día llegué pero se está tardando.

¿Por qué?

Al aburrirme de esperar decidí salir de la oficina para ir a la sala de descansos, si no me equivoco, Taehyung, Hoseok y Jimin vinieron hoy a curiosear el proceso del álbum por lo que deberían seguir en la empresa. A medida que me iba acercando podía escuchar una voz gritar molesta comenzando a preocuparme causando que caminará más lento cada vez que daba un paso, de repente fui reconocimiento la voz y algo en mi me dice que la he cagado realmente.

¿Porque Akira no ha vuelto a su oficina? ¿Porque Aika no me ha acosado hoy?

Sin dudarlo acelere nuevamente hasta llegar a la sala de ensayos, abrí la puerta cautelosamente para no llamar la atención, lo primero que vi fueron a mis tres amigos, Taehyung y Jimin se le veían incómodos y confundidos y a Hoseok con el ceño fruncido mirando fijamente la escena que se estaba desarrollando. En el medio de la sala pude ver a las dos Sakurai, una frente a la otra, Aika se veía muy molesta con las manos colocadas en la cintura sin parar de reclamarle a su hija por sus supuestas acciones no cometidas, por el lado de Akira está solo se limitaba a mirarla de brazos cruzados con una expresión de total seriedad.

—Lo volveré a preguntar, Aika ¿porque es mi culpa?

— ¡arruinaste mis planes maldita sea! Si no fuera por ti ya le tendría donde quiero.

—vuelvo y repito ¿porque es mi culpa? —Inquiere nuevamente— yo no he hecho nada, de hecho apoyo tu "enamoramiento" por él, pero si lo has traumado es porque lo has traumado, ya no se puede hacer nada —le explico de manera burlona dedicándole esa sonrisita que aprendido que usa cuando algo le causa gracia, específicamente las desgracias de los demás.

—Je ¿te crees muy lista, verdad? Lo único que quieres es sólo desentenderte de tus problemas ¿No? Eso es lo que siempre has hecho toda tu vida —inmediatamente la sonrisa de la pelirosa se desvanecio lentamente— pues no puedes Akira, lo que nos ha pasado ha sido por ti, si tu padre me dejó fue por ti, dime niña lista ¿de quién fue la culpa? ¿Porque siempre nos dejaban solas? —escupió tales palabras llenas de veneno causando que Akira bajara la mirada por un momento para después mirar a otro lado.

—Perdón...

— ¿Perdón? —Pregunta incrédula— ¡Un perdón no cambia el hecho de que haya estado sola toda mi vida!

—¡si ese es el caso... entonces debiste haber abortado, nos hubieses hecho un favor a las dos! —y sin más que decir se alejó con rapidez para irse.

Al pasar por mi lado intente sujetarle la muñeca para detenerla sin embargo se soltó de mi agarre mirándome de reojo para después seguir con su camino y cuando quise ir detrás de ella fue Aika quien me detuvo.

—Déjala ir, Kook, a lo mejor se lo piensa y decide acabar con el sufrimiento de los dos —dice de manera despectiva acabando con mi paciencia.

— ¡¿Cómo puedes ser así?!

— ¿disculpa? —pregunta mirándome con el ceño fruncido.

—No puedes reprocharle a Akira por una simple estupidez, ella no tiene nada que ver con el tema, si debías reclamarle a alguien era a mi —inmediatamente la pelirroja suelta una pequeña risita llena de sarcasmo.

—si las has mencionado ayer es porque debe de estar involucrada en el asunto, además no le he dicho nada que ella no sepa, para nadie es un secreto que todas mis desdichas han sido única y exclusivamente por su culpa así que sigue mi consejo, no tengas hijos, lo único que hacen es arruinarte la vida.

—Definitivamente a ti no se te pueden decir las cosas de manera bonita — niego para mí mismo.

A esta mujer le falta madurez en muchos aspectos de la vida, no vale pena siquiera intentar discutir.

»Lo único que te voy a decir es que te la hubieras pensado dos veces antes de haberle abierto las piernas a cualquier idiota que te mirase bonito porque si no lo sabías también existe algo llamado condón, te hubieses ahorrado todas las "desdichas" que tú dices y deberías por lo menos agradecer que tuvieras una hija que te acompañará durante todos esos años.

— ¡¿Cómo se te ocurre...?! —trata de protestar pero le interrumpí antes de siquiera intentarlo.

—Es la verdad, y si he huido de ti no es porque me guste Akira, es sólo que no deseo salir con una mujer que podría ser mi madre así de simple, no estoy interesado en una solterona que lo único que está es desesperada en encontrar a alguien que satisfaga sus deseos sexuales con la vaga esperanza de sentirse joven.

Ni siquiera me moleste en observar su expresión o ver si los cotillas de mis amigos seguían aquí, en estos momentos más me interesa encontrar a la emo de mi amiga.

— ¡Eres un iluso! —Le escuche exclamar a mis espalda— de todas maneras ella ni siquiera se fijará en ti.

¿Que tiene que ver eso con el tema? Akira ni siquiera me gusta, solo somos amigos, claro que esto último ella no lo sabe.

Al salir de la sala de descansos fui hasta la oficina de Akira con la vaga esperanza de encontrarle sin embargo esta estaba totalmente vacía, me acerqué a los baños y le pregunté a una chica que iba saliendo si de casualidad ella estaba ahí pero su respuesta fue negativa. Al quedarme sin ideas de donde más podía buscar opté por la última opción y posiblemente la que debí escoger al principio.

Toque la puerta del departamento de Akira esperando respuesta de su parte sin embargo no contestó aún así volví a tocar, no se escapara de mi tan fácil.

— ¿qué haces aquí? —pregunto desde el otro lado de la puerta adivinando que era yo.

—he venido a verte ¿no? Déjame entrar.

— ¿y si no quiero? —inquiere a lo que yo sonrió.

—No era una petición —pronuncio y poco después Akira me abre la puerta permitiéndome observar su apariencia.

Sus ojos estaban rojos y su cabello un poco desarreglado. Esta se hizo a un lado dejando que yo entrará y no pude evitar captar un olor a tabaco e inmediatamente la mire de reojo a lo que ella también me devolvió la mirada.

— ¿qué? —inquiere a lo que yo niego restándole importancia.

Independientemente de donde provenga ese olor no le diré nada, probablemente se enojaría conmigo y no he venido a esto. Al estar la puerta cerrada caminé curioseando con la vista todo a mi alrededor, Akira no es una persona de tener muchos muebles y no me sorprende, probablemente todo su interés y dinero se lo llevó su habitación, sitio donde debe invernar como la chica de complejo gatuno que es y mis teorías fueron ciertas, al llegar a su habitación esta tenía una cama lo suficientemente grande como para que en esta pudiera dormir una familia completa o en este caso, los siete de Bangtansoyeondan, como no me ha dicho nada camino hacia esta dejándome caer y casi lloro.

¡Es demasiado suavecita!

Así no provoca despertar nunca, escuche el carraspeó de la pelirosa por lo que inmediatamente la observé encontrándonos cruzada de brazos con una ceja alzada.

—si querías dormir podías haber ido a tu departamento, tu también tienes una habitación propia.

—sí pero acabo de descubrir que me he enamorado de tu cama ¿cómo le hacemos? —le contestó empleando un tono relajado.

No es un secreto para nadie que Akira tiene una imagen de mi que le hace pensar que soy un chico tonto e ingenuo, y si, puede que sea un poco tonto pero ingenuo no soy, sin embargo si esas actitudes son las que le distraen entonces no tengo problema con comportarme como un estúpido si eso le hará olvidar el mal rato. Al ver que no estoy dispuesto a levantarme se resignó y decidió sentarse en la orilla del colchón manteniendo las distancias pero como era obvio la sujete por los hombros tumbándola a mi lado mientras los dos forcejeábamos hasta que logre atraparla entre mis brazos dando por ganada la batalla y por consecuencia ella me mirara con su característica expresión de odio hacia mi persona.

—suéltame, Jeon JungKook— es la primera vez que pronuncia mi nombre completo y con eso se que vamos por buen camino.

—Nop —niego contestándole infantilmente— he venido a que me cuentes tus inseguridades.

—Ni que fueras mi psicólogo, idiota —me insulta y yo la apretujo un poco más acortando la distancia entre ambos.

—Pues este idiota no te dejará libre hasta que le cuentes tus inseguridades —digo recibiendo una queja de su parte.

Pobre, no está acostumbrada al contacto físico.

— ¿que queréis saber? —habla finalmente demostrando que se ha resignado.

— ¿por qué Aika es tan... Ella? —indago moderando mi vocabulario.

— ¿tan agradable? ―asiento a su pregunta― porque arruine su vida perfecta de ensueño, sencillo.

—Esa no es la verdad —rechazo su respuesta.

—es la única que conozco, madre se enamora de un ente masculino, ella y el ente realizan el método de reproducción humana y nace otro ser, el ente masculino se niega a criar al pequeño ente y abandona madre, al vernos afectadas por la crisis, abuela decide regresar a su país natal dejando a madre y al pequeño ente solas y el pequeño ente crece recibiendo todo el odio por su madre hasta que no aguanta más por lo que estudia y trabaja duramente hasta poder irse lejos con el propósito de conseguir paz, habéis visto como termino eso —se encoge de hombros desinteresadamente.

Más sencillo no lo podía explicar, su actitud es el resultado de la infancia que debe haber tenido y por ello es de esa manera tan ácida con todos.

››Si sigues apretujándome de esa manera moriré de asfixia —expresa sacándome de mis pensamientos.

—Lo siento —digo obteniendo que ella me mirase como un bicho raro.

—no te disculpes solo suéltame y...

—no es eso Akira, si tu madre llegó e hizo lo que hizo hoy fue por mi culpa —ella niega.

—fueras hecho o no hecho algo de todas maneras ella hubiera buscado la forma de hacer la escenita, si Aika no llama la atención no es Aika, así que no te preocupes, vuelvo y repito, es mi culpa por haber arruinado su vida.

— ¿¡porque la cagas?! —le reprochó de manera juguetona recibiendo una sonrisa maliciosa de esas que suele emplear.

—porque yo nací cagando vidas, es parte de mi esencia natural, cuando me muera pediré que plantean un árbol de mandarina en mi tumba.

— ¿para qué te la sigan pelando? —inquirí adivinando sus intenciones y por la pequeña risita que sólo puedo confirmar que sí.

—Ahora suéltame, lo de que podía morir de asfixia no era mentira y ahí sí sería tu culpa —ignorando ese detalle seguí.

—necesitas más amor propio mi amargada Akira.

Al decir eso algo me iluminó la mente, algo que podía causar su odio pero que sería efectivo y divertido y creo que ella también pensó lo mismo porque su mirada ya está profetizando muerte sobre mi vida.

—Dilo y estás muerto —advierte.

No le tome importancia así que acercándome un poco más, invadiendo su espacio personal susurre.

—Lo-Ve Your-Self —dije con toda la malicie del mundo.

Como era de esperarse por el resto de la noche mi pelirosa amiga desconocedora de nuestra amistad se dedicó a insultarme a intentar liberarse de mi agarre pero fallo, eso era obvio, al resignarse se durmió y fue ahí cuando la solté, luego me levanté mirando a mi alrededor preparándome para activar la bangtan señal y entrar manos a la obra.

Moriré por lo que haré pero valdrá la pena.

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