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capitulo 9


Los días han transcurrido lentísimo, apenas hace 4 días conocí a Ágatha y le di nombre al chico que vi en la paletería...

 Hablando de la paletería, Carmen y Gustavo han estado algo asfixiantes estos días, algunos empleados del turno de la mañana renunciaron por el poco sueldo que les pagaban y el sitio se ha convertido en un caos total por la falta de empleados.

Anoche cené con mi padre y fuimos a uno de los McDonald's cercanos. Me conocía bien y sabía que me gustaba ir al McDonald's cuando me sentía mal o cuando quería decir algo importante. Así pues, que me llevara a aquel lugar significaba algo importante. Y no me equivocaba en absoluto, porque me pidió que me ocupara de la casa mientras él se iba de viaje durante dos meses. Tenía que resolver algunas cosas en la empresa.

Acepte, a fin de cuentas me hacían falta unas semanas estando sola, para buscar algo de inspiración y organizar los pensamientos que últimamente me habían estado matando lentamente, desde el día en el que Killian me dio su número, me he estado debatiendo y buscando la forma de escribirle sin verme muy desesperada, pues el chico me causaba cierta curiosidad, y me resultaba un libro nuevo, esperado a ser leído.

Llegue a la peletería a las 7:20 aun era temprano cuando mi padre me dejo en la puerta de mi trabajo, creo que nunca había llegado tan temprano en mi vida, excepto el día de la entrevista y el primer día de trabajo.

La camioneta de Gustavo llego unos minutos después, vi como ambos se bajaban de la camioneta y se acercaban a la santamaría para abrir el local.

—Buen día Emma, acaso te caíste de la cama?.– Comento Carmen en un tono burlo.

—Buen día señora Carmen, no, no me caí, me levante súper tempranísimo con muchas ganas de venir a trabajar.– Comente con el mismo tono burlo que ella había utilizado antes.

La verdad es que no había podido dormir nada la noche anterior, me quede leyendo la nueva actualización de Strange por Alex mirez y los capitulos 31 y 32 me dejaron mal, comencé a leer otro libro buscando sentirme un poco mas calmada y Alexander Colbourn decide dejar a Leah, justo después de salir de la casa de Louis, así que mi intento por no desplomarme por situaciones de personajes ficticios, se convirtió en una completa pérdida de tiempo, cuando leí que Leah se comprometió  con Colin y no fue detrás de alex como yo quería hacer y termine despierta toda la madrugada llorando por ellos, así como lo hacia cada que releía Boulevard.

Entré directamente a la cocina, y decidí organizar todo para que no me agarrara el boleo mientras estaba sola, que se fueran la mayor parte de los empleados me dejaba completamente sola en la cocina con más trabajo, y el sueldo no daba señales de que sería aumentado en un futuro cercano.

Escuche algunas quejas provenientes de la recepción, así que me acerque para ver que estaba sucediendo. Al llegar vi a Carmen y a Gustavo discutiendo con un señor uniformado con un distintivo de la Secretaria de Sanidad.

—Ya le he dicho que debe ser un error, ninguno de nuestros clientes ha sufrido reacción alérgica por la comida, aquí respetamos cada uno de los códigos y normas relacionados con la higiene.– Comentó Carmen con tono desesperado en su voz.

Si tan solo supieran...

—Lo siento mi señora, pero debemos cerrar el establecimiento y confirmar nosotros mismos si lo que dicen es cierto.– Dijo el señor, mientras colocaba una banda amarilla, alrededor de la puerta con la frase, "Cerrado, prohibido el paso"

—Pero no haga eso, espanta a la clientela, que no ve?.– Mencionó Gustavo alarmado, al ver el gran letrero con letras rojas que decía "CERRADO POR INCUMPLIMIENTO DE HIGIENE"

Dios, yo quería que dejaran de trabajar tan mal, pero no que los cerraran, ósea nunca estuve de acuerdo con su mala forma de hacer las cosas, pero tampoco es que les deseaba el mal.

El señor no dijo nada mas, y comenzó a caminar hacia la cocina con Gustavo y Carmen detrás de el, me hice a un lado cuando pasaron los tres por el pasillo donde me encontraba y Leidy me llamo para preguntarme si entendía que estaba sucediendo.

—Al parecer quieren cerrar la paletería por la comida.– Dije en voz baja acercándome a dónde ella se encontraba

—Yo escuche que alguien se intoxico por la comida, eso es cierto?.– me preguntó preocupada. – Emma ya mataste a alguien? Yo te dije que trabajarás como mesera, porque eres pésima cocinera.– Volvió a mencionar aún preocupada.

—Que!? No, yo desde que entré he estado cocinando con cosas diferentes y rebuscándome con la comida fresca para evitar esto.– Comenté un poco irritada por el comentario de Leidy.

—Y ahora que haremos? Si cierran la paletería no se que voy a hacer, necesito el dinero de esta semana y de seguro Gustavo y Carmen nos van a pagar si no hasta año nuevo, después de...– Las quejas de Leidy fueron interrumpidas por el sonido de la puerta al ser abierta.

—Buen día.– comentó un señor alto y corpulento mientras entraba por la puerta.

—Buen día, disculpe, en estos momentos no estamos atendiendo.– Comenté con amabilidad mientras el señor se acercaba a la barra en dónde me encontraba.

—Si, lo se, he visto el letrero en la puerta, pero he venido yo mismo a traer estos documentos a los dueños.– comentó señalando un sobre que cargaba en sus manos.– Sería tan amable de llamarlos? Por favor?

—Amigo creo que ha venido en mal momento, están haciendo una revisión por parte de sanidad y los jefes están de mal humor.– Comentó Leidy en un murmuró acercándose a nosotros para que no la escucharan.

El señor estuvo a punto de hablar de nuevo, pero en eso salieron Carmen y Gustavo de nuevo con el supervisor de sanidad junto a ellos.

—Hablaremos con ella para que no se repita, pero por favor, le pedimos discreción.– dijo Gustavo sin percatarse aún de el señor que estaba en recepción, al parecer había sobornado al de sanidad.

—Lo ha sobornado?.– Comentó Leidy en un intento de tono bajo, y el señor de recepción se le quedó mirando al escucharla.

—Al parecer creo que sí.– Comenté igual en mismo tono que ella.

Gustavo y Carmen se acercaron a la recepción junto al de sanidad y en ese momento se percataron del señor que estaba allí, al verlo mis jefes palidecieron.

—Buen día Gustavo, Buen día Carmen, como se encuentra Leonel?.– comentó el señor mirando al de sanidad con tono amable.– Parece que he venido en buen momento.

—Buen dia Oliver, como se encuentra? Dígame en qué puedo ayudarle?.– La voz de Gustavo fue neutra, claramente estaba intentando parecer calmado, frente a la presencia de aquel señor.

—Podemos hablar en su oficina? Tengo algo que comentarle sobre mi cliente.– Comentó el señor con tono sereno, mientras cruzaba la barra y se dirigía a la oficina de Gustavo.

Hubo un silencio completamente incómodo en el ambiente, Gustavo miró a Carmen y seguido comenzó a caminar detrás de Oliver, al parecer este día estaría cargado de muchas sorpresas.

El señor de sanidad se retiró del establecimiento luego de que Gustavo se fuera a su oficina, asegurando que hablaría con su jefe para convencerle de que era un mal entendido.


Media hora después escuchamos como la puerta de la oficina se abría y escuche a Carmen llamándome.

—Emma, puedes venir un momento, por favor?

Me levante del suelo y guarde el celular en mi bolsillo antes de dirigirme a la oficina, no sin antes voltear para ver a Leidy.

—Si no salgo en 20 minutos, dile a mis padres que los amo.– le dije a Leidy antes de seguir caminando por el pasillo.

Al llegar ví a Gustavo sentado en su escritorio, Carmen estaba parada a un lado de el y el señor Oliver estaba sentado en una silla frente a ellos con unos documentos en la mesa.

—Como les decía, mi cliente está pidiendo que cubran los gastos médicos, y que sean totalmente responsable de si la cosa empeora, ya que fue por ingerir comida en este establecimiento o en últimas opciones que se cierre el establecimiento, ustedes deciden cuál les resulta más factible.– comentó Oliver en tono sereno

Ok, la cosa no pintaba nada bien, al parecer había sido grave y hasta denuncia incluida traía.

Gustavo se percató de mi presencia y me hizo seña de que entrara, justo cuando lo hacía Carmen cerró la puerta tras de mi.

—Entiendo Oliver, de todas maneras acá se encuentra la responsable de todo esto, Emma, puedes sentarte un momento, por favor.– Comento Gustavo

Cómo que responsable? No entendía a qué se refería Gustavo con aquello que había dicho.

—Emma, el señor aquí presente es Oliver.– Menciono señalando al señor que se encontraba sentado a un lado de mi.– es el abogado de Jhonny, un cliente que vino la semana pasada a comer aquí, me cuenta Oliver que Jhonny tuvo una reacción alérgica a unas alas de pollo en salsa BBQ que preparaste para el joven hace unos días, y nos están demandado por tú falta de higiene.– Cada palabra que Gustavo decía era peor que la anterior.– necesitamos que te hagas responsable de todos los gastos y que afrontes por favor lo que está sucediendo.– Comencé a sentir mi sangre hirviendo y sentí como el tiempo se detenía a mi alrededor.

Esto no podía estarme sucediendo, no cuando yo era la principal en contra de todas las cosas que ellos hacían y me quejaba cada vez que no me traían materiales para trabajar, debí haberle hecho caso a Jhon cuando me dijo que no debía trabajar en un lugar así.

—Disculpe, no entiendo a qué se refiere con "Tu falta de higiene".– Comenté aún sin poder entender lo que estaba pasando.

—Como escuchas, has estado cocinado cosas rancias y dañadas, además llenaste toda la salsa BBQ de migas de comida y el recipiente tiene mal olor, no puedo entender porque Carmen y yo no nos dimos cuenta de esto hace tiempo.– comentó con tono duro, mientras me fulminaba con la mirada.

Sentí el peso de la mirada de Carmen detrás de mi, y Oliver me miró de forma analítica.

Dios, esto no podía estarme sucediendo...

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