Si Camino rápido no me ven, si camino rápido no me ven, si camino rap.. Me detuve en seco al verlo parado frente a mi con cara de pocos amigos...

—Buen día Emma, llegando tarde de nuevo?– Dijo Gustavo al verme poner un pie dentro de la peletería.

"Miércoles, ¡Creí que si caminaba rápido no me verían!"

—Buen día señor Gustavo, ¿cómo está? ¿Qué linda camisa lleva hoy, es nueva? Ese color le sienta muuy bien, la señora Carmen se enamorara de nuevo cuando lo vea vestido así- Trate de decir un lindo cumplido, intentando que olvidará mi hora de llegada.

—Ay gracias Emma, sí, es nueva, me la regaló mi hija el fin de semana pasado, de seguro a Carmen... Espera, sé lo que intentas, y esta vez no funcionará conmigo.

Su rostro cambió de una linda sonrisa por el cumplido a una mirada de pocos amigos por mi impuntualidad.

—Has vuelto a llegar tarde, no puedo seguir tolerando ese comportamiento, necesitamos a alguien que cumpla y que sea totalmente responsable con su trabajo, lamentablemente si esto vuelve a ocurrir tendré que buscar a alguien más para que sea tu reemplazo.

Para mí la impuntualidad era uno de mis mayores defectos, siempre que debía llegar temprano, ocurriría algo totalmente random y no me permitiría llegar temprano. Algunas veces me quedaba dormida en el bus o olvidaba el desayuno y me tocaba devolver.

—Esta bien, prometo que será la última vez, no volverá a ocurrir.– Dije mientras me dirigía a los cubículos para ponerme mi uniforme de trabajo.

—Eso espero.— Dijo luciendo molesto mientras se dirigía a la salida de la cocina, por un momento pensé que ya no tendría que recibir mas regaños u ordenes y que el día avanzaba lento sin tener que hacer nada, pero me di cuenta que no seria así, al verlo detenerse en la puerta y dirigiendo su vista hacia mi de nuevo —Lavas, pelas y picas las papas que están en la cesta, son 7 kilos, luego las metes en agua y no olvides ponerle vinagre al agua para que duren la semana completa, recuerda que no se puede perder nada.

—Lo hare en cuanto termine con el Mise en Place, y, señor Gustavo una pregunta, si me trajo la nueva salsa BBQ? La que esta en el freezer no se puede utilizar, le comente a la señora Carmen el fin de semana, que esa salsa tiene restos de alitas, y ya no se puede utilizar por lo contaminada que esta.— Pedí a todos los Dioses que me escuchara por primera vez y cambiará la bendita salsa y la manera de cocinar.

—Ah si, Carmen me comentó, pero Emma, ya hemos hablado lo suficiente de esto, yo no te pago para que me digas que hacer y que no, te pago para que hagas lo que te digo.

—Pero..

—Pero nada, una salsa nueva implica pérdida.— Dijo abriendo el freezer y revisando el recipiente de la BBQ— Mira, esto esta intacto aun, botar esta salsa es perder dinero, y nosotros no estamos aquí por perder dinero, estamos donde estamos porque hemos sabido administrar nuestro dinero y no malgastar ni escuchando consejos cuando no es necesario.

"Sera, intentando intoxicar a todas las personas que vienen a comer aquí."

—En fin, esta bien, seguiré trabajando con ella hasta que usted me traiga la nueva salsa, no se preocupe.

—Eso espero, y no quiero más quejas recuerda que estas aquí para cocinar, no para quejarte, termina rapido, por favor, está comenzando a llegar la gente y debes cubrir hoy a Claudia, aviso esta mañana que se enfermo y no podrá venir.

Claro que está indispuesta, si ayer ella sola se bebió hasta el agua del florero...

Nota mental: Matar a Claudia por no avisarme antes que iba a faltar hoy.

—Ok, termino y salgo a cubrir mesas. – murmure entre dientes viendo como mi súper querido jefe se largaba de la cocina, con el temperamento de los mil demonios.

A veces me preguntaba cómo fue que acepte trabajar en un lugar con tanta falta de higiene y tanta contaminación en la cocina, y luego recordaba que después de la ruptura con Mateo mi ex, me encontraba desesperada por encontrar trabajo y salir de su vida lo más rápido posible.

Definitivamente mis padres han sido muy pacientes conmigo en este trabajo, he trabajado desde los 14 en restaurantes siendo ayudante de cocina junto al papá de mi hermana, Jhon es Chef desde hace años y es uno de los más reconocidos en la ciudad, por lo tanto cada evento en el que debía estar siempre estaba yo como su mano derecha ayudándolo, y cuando se enteró de como era trabajar en la Paletería casi me desheredan por permitirlo.

Termine de acomodar las papas y dejé todo listo para comenzar a recibir pedidos, Salí de la cocina y me dispuse a hacer de mesera, Definitivamente Claudia me debía un favor gigantesco.

La tarde transcurrió entre atender mesas junto a Leidi y correr a la cocina a preparar los pedidos para luego enviarlos a cada mesa con Leidi.

                                     ∆

20:15pm definitivamente un día de estos voy a morir de cansancio por trabajar en esta Paletería, los días en los que quisiera que llegara tanto trabajo para no pensar nada y poder llegar a casa solo durmiendo son los días más flojos, pero hoy que pedí a todos los Dioses que fuera un día tranquilo, es uno de los días más movidos que ha tenido la Heladería.

El dolor de cabeza y el cansancio me están matando lentamente, y Gustavo junto a los gritos de Carmen no me están ayudando en nada.

—Emma, ven rápido! .– Grita Leidi desde su puesto en caja, fui de inmediato pensando que había sucedido algo malo. Al llegar la veo pintando sus uñas de un rosa Barbie –Puedes ayudarme? Acaba de llegar una mesa pero no puedo atenderla, me voy a estropear las uñas, puedes, puedes, puedesss? Juro que te debo una, plisss.– Dijo haciéndome pucheros.

—Dame tu comandera, deje la mía en la cocina, quiero salir de aquí rápido, pero me ayudarás a limpiar la cocina hoy antes de salir, no hay excepciones.– Dije mientras agarraba un lapicero de la caja y salía a atender la última mesa de la noche, para poder salir corriendo de la paletería lo más rápido posible.

—Buenas noches, mi nombre es Emma y seré su mesera la noche de hoy, aquí tienen el menú, que les gustaría pedir?.– Dije mientras me colocaba al lado de un grupo de tres chicos y una chica.

Todos, excepto uno de los chicos vieron el menú y pidieron sus comidas, jugos y postres, adoraba cuando los clientes pedían todo de una vez, me ahorraba mucho tiempo y podía terminar de organizar sin tener que ensuciar más cosas luego porque cambiarían de opción.

Observé al último chico, esperando su respuesta para poder irme a la cocina a preparar todo.

Para ser honesta, no lo había detallado antes, resultaba ser bastante atractivo a simple vista, y fácilmente podría ser el prototipo ideal para cualquier chica, tenía el cabello un poco largo y lacio ondulado, pero no descuidado, era de contextura delgada, alto, de tez trigueña.

Mierda! Con brazos así, para que pedir un collar.

En sus brazos se marcaban muchas de sus venas, algo que a mí en lo personal me resultaba muy atractivo.

No me di cuenta que me había quedado embobada en el chico, hasta que sentí un pellizco en mi brazo derecho y Vi a Leidi de pie junto a mi.

—Disimula un poco que te gustó el chico y cierra la boca que se te va a meter una mosca.– Comencé a sentir el calor en mis mejillas mientras sentía como el color poco a poco comenzaba a dejar mi cuerpo por la pena.

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Notita de la autora: Holiii, Este oficialmente es mi segundo capítulo. Espero que les esté gustando como va la historia le pongo mucho amor y ánimo a este lindo proyecto, espero les guste, voten por el, y dejen sus comentarios para saber que les está gustando el libro...

Nos vemos en el siguiente capítulo...