(Killian)
—Y este? — escuché la voz de Laila y separé mi vista del móvil, aún cargaba el cabello en una cebolla, se había puesto un jean liso azul claro con un top celeste de tirantes todo le quedaba un poco holgado, se veía bien, si, pero era algo muy formal para ir a una fiesta.
Habíamos llegado hace una hora a buscarla para ir a la fiesta de un amigo y ya se había cambiado como 10 veces de ropa, estaba comenzando a cansarme y si decía de nuevo que se iba a cambiar, me iría solo y ellos tendrían que llegar después en taxi.
—También te queda bien — Comento Daniel en tono cansado mirándola.
Laila miró a Jhonny buscando otra aprobación.
—Te ves muy linda Laila — comentó Jhonny levantando la cabeza del suelo, no se en que momento se había acostado este en el suelo.
—Como me veo Kill? — comentó Laila ahora centrando su vista en mi.
—Te ves bien, pero..
—Pero?..
—Es muy formal para ir a una fiesta, deberías ir así a una cena, no a una fiesta a volverte local con alcohol como siempre haces— mencione volviendo a mirar mi teléfono sin algún interés en el tema.
—Ay no! Entonces no voy — mencionó Laila con voz triste — Es que no se que ponerme, siempre es lo mismo, mejor vayan ustedes.
—Tranquila anda a cambiarte, nosotros esperamos — Comentó Jhonny tratando de tranquilizarla con tono amable.
—Dilo por ti, yo me quiero ir ya — comenté sin despegar la vista de mi teléfono estaba cansado de estar tanto tiempo ahí sentado.
Sentí un cojín estamparse contra mi cara y rápidamente ví a Jhonny con el seño fruncido.
—No seas idiota, más bien ayúdala a que escoja algo.
—Esta bien, ya me levanto a ayudarla, déjame ver que tienes en el closet para que salgamos rapido de aquí.
—Porque están tan de mal humor? — Pregunto Daniel de pronto — Osea tu cara siempre es la misma cara de culo, pero hoy andas más de mal humor que lo normal — comentó mirándome analíticamente.
—Es que por primera vez, han rechazado a Killian Mitchels, y el chico no supera que lo hicieran — Comentó Jhonny soltando una risa.
—Quien lo rechazo? — comentó Laila a un lado de mi curiosa.
—No lo se, no me ha querido contar — comentó Jhonny aún sentado en el mueble
— Necesito que nos cuentes eso, no nos puedes dejar por fuera del chisme — comentó Laila haciendo un puchero.
—No me ha rechazado nadie — comente tajante mirando a Jhonny, lo iba a matar por bocón.
—Pero Jhonny dijo..
—Si no dejas de preguntar, me voy y piden taxi — me queje cortando a Laila de inmediato comenzando a caminar por el pasillo a la habitación de Laila — ¿Qué, acaso quieres que te regale una foto mía? — comenté tajante cuando ví que Laila se había quedado mirándome desde la entrada del pasillo.
Luego de buscar entre el montón de ropa que Laila tenía en el clóset, conseguí algo para que se vistiera acordé a una fiesta y no a una reunión formal.
—Que tal se ve ahora? — pregunté llegando a la sala con Laila a un lado de mi.
—Mierda Laila, ahora sí te ves bien —Comento Daniel sorprendido al verla.
—Definitivamente lo mejor que pudimos hacer fue mandar a kill para ayudarte — comentó Jhonny igual de sorprendido que Daniel.
—Seguros? — pregunto Laila a un lado de mi nerviosa.
—Claro que están seguros, si te elegí la ropa yo, no tengo malos gustos — comenté repasando a Laila de nuevo.
Laila usaba una falda negra corta de cuero ceñida al cuerpo con una pequeña blusita brillante de tirantes que resaltaba su pequeño busto y relucía sus delicadas curvas, le había sugerido que usará una chaqueta de cuero negra, para evitar que se viera vulgar y unas botas de tacón negro, su cabello rubio caía listo hasta la mitad de su espalda.
—Bueno, si es así, entonces ya estoy lista — comentó Laila agarrando su bolso y caminando directo a la puerta...
El silencio en el auto camino a la fiesta era algo imposible de lograr. Todos estábamos cantando Stressed out de Twenty one pilots bebiendo una cerveza que Jhonny había sacado de algún lugar de mi auto y encendí un cigarrillo cuando llegamos a la mejor parte de la canción.
El camino a la fiesta se me hizo relativamente lento, entre pasar por alguna licorería a comprar bebidas para la fiesta, y Laila pidiendo que paráramos a comprar gomitas para que le preparará sus tragos con gomitas y para ella comer en el camino por supuesto.
Llegamos a la fiesta y busque un buen lado frente a la casa de mi amigo para estacionar el auto, Jhonny y Daniel bajaron las bolsas con las cosas y caminamos directo a la casa.
El lugar estaba repleto de personas y mi dolor de cabeza se hizo presente al contar mentalmente los tragos que debía preparar esa noche, saludé a unas cuantas personas al pasar por un grupo de amigos y acepte una cerveza que me ofrecieron en cuanto entre a la casa.
Visualice a lo lejos a un ser que bailaba con pasos descoordinados y me acerque al grupo en el que se encontraba para felicitarlo, apenas me vio se acercó a mi y me dio un abrazo.
—Feliz cumpleaños bro — dije apenas me acerque y le di un abrazo—. Que este nuevo año te ayude a conseguir pareja de verdad y dejes de coger con todo palo que encuentres en la calle.
—Ay bebé Gracias— comentó alejándose de mi y saludando a los chicos— Espero, que este año me sirva para conseguirle a Killian alguien chévere para que deje de andar con cualquiera que consiga en una fiesta — todos reímos por el comentario y me acerque a saludar a los demás chicos.
—Que desperdicio — dije mirando a los chicos y comenzaron a reírse de nuevo — ya están ebrios y ni siquiera he preparado los tragos.
—Los tragos!! — mencionó mi amigo — ven, te muestro la barra para que veas todo lo que compre para que prepares las bebidas.
—Compraste lo que te pedí? — pregunté alejándome con el camino a la barra.
—Killian mis Gomitas — me detuve cuando escuché la voz de Laila y recibí la bolsa que me entregaba.
—Para que es eso? — comentó el chico a un lado de mi.
—Son para unos tragos que la niña quiere que le prepare — comenté mirando a Laila.
—Ay, yo también quiero — volvió a comentar el chico.
Mire a Laila esperando que dijera algo, aunque, así dijera que no, igual los iba a preparar, literalmente se había traído todas las gomitas que consiguió en la tienda.
—Bueno, solo para el grupo, del resto más nadie, para que no falten gomitas — comentó Laila haciendo un puchero.
—Como se van a acabar Laila por Dios, si te trajiste casi una caja de gomitas — comenté moviendo la bolsa que tenía en la mano.
—Bueno bueno, no te quejes — comentó Laila riéndose — si quedan gomitas nos la comemos mañana — comentó volteándose y caminando directo a dónde estaban los chicos.
Ya llevaba una hora en barra preparando tragos para los invitados de la fiesta, no sabia en que momento se me había cruzado por la mente la idea de ser el Bartender de la fiesta, aunque no había sido tan mala idea después de todo, varias chicas se acercaban a barra con palabras seductoras para que les sirviera tragos especiales solo a ellas, lo cual me causaba risa por el hecho de que ellas se encontraban con sus respectivas parejas en esta fiesta y les sabía a culo con tal de conseguir "exclusividad".
—Hola disculpa, ¿chico me puedes preparar un trago? ¿o tienes más personas esperando? — comentó una chica de repente y me sorprendió un poco que no llego con el típico "mi amor o papi" que las anteriores chicas decían cuando se acercaban a la barra.
—Dame un momento, y ya te preparo un trago — dije sin voltearme y termine de preparar un caipiriña para una chica que había llegado minutos antes.
Me voltee a barra para entregar el trago y voltee instintivamente a dónde se encontraba la chica que me había hablado.
¡Mierda! Jamás imagine encontrarla a ella aquí, se veía demasiado bien, incluso mejor de lo que yo podía pensar
—Qué haces tu aquí? — pregunto ella al mismo nivel de sorpresa que yo.
—Estoy preparando los tragos, que no me vez? — comenté en tono tajante, viendo cómo se sonrojaba, por lo estúpido de su pregunta.
—Ah, si, disculpa — comentó apenada.
—¿Qué quieres tomar Emma? — pregunté acercándome a ella.
—No lo se, una cerveza puede ser.
—Me pides un trago y lo único que se te viene a la mente es una cerveza? — comenté con ironía — A ver, ¿Lo quieres fuerte? o ¿te gusta más, un poco suave?— pude notar como sus mejillas comenzaban a teñirse de rojo nuevamente.
—Q-Que? A que te refieres? — comentó sorprendida por lo que dije.
—El trago Emma, que más puede ser? — la mire obvio y vi, como se terminó la cerveza que le quedaba en un trago largo.
—Ah si, el trago, claro... eh — hizo una pausa como si intentará buscar algo en sus recuerdos — Hay una bebida que se llama, monjo, manjo..
—Mojito? — comenté en tono serio y comenzando a sentir el cansancio de la noche, necesitaba salir de aquí rápido y terminar de disfrutar la fiesta con los chicos.
—Si! Ese mismo, quiero ese, seria mucho pedir que me prepares uno? — comentó un poco entusiasmada.
—Ok, ya te sirvo — dije volteándome y buscando los limones para hacer el Mojito cubano.
Le entregué la bebida luego de unos minutos y pude ver qué Emma quería decirme algo, pero Laila se acercó de repente a la barra y le dedicó lo que ella creía, era una de sus mejores miradas, causándome risa por lo celosa que Laila podía ser conmigo y los chicos, siempre se quejaba diciendo que debíamos buscar algo bueno y no algo de momentos, Emma solo bajo la mirada y se despidió para luego retirarse de la barra y perderse entre la multitud.
Ya había pasado como 2 horas dese que había dejado la barra llena de tragos para que todo el mundo se sirviera y agarrara a su antojo, había salido fuera de la casa y me encontraba con los chicos fuera jugando algo que Laila había propuesto en algún momento de la noche.
Escuchamos el sonido seco de un disparo justo en el momento en el que la música hacia el cambio a la siguiente pista, y seguido a eso, un fuerte grito nos saco a todos del pasmo en el que nos encontrábamos, los chicos y yo, recogimos algunas cosas y fuimos directo al interior de la casa mientras que todo el mundo que se encontraba dentro de la casa comenzó a salir y a irse del lugar, cerré la puerta detrás de mi en cuanto entre y pude escuchar a lo lejos el sonido de una sirena de policías y otro disparo, solo habíamos quedado los dos grupos que estábamos afuera juntos.
—Que mierda sucedió — comentó Jhonny entre el susto y la incertidumbre de lo que había ocurrido.
—Hubo un disparo, de seguro han matado a alguien — comento Daniel aún con dudas de lo que había ocurrido.
—Hay que nervios, me siento mareada, no puedo afincar bien el pie, miren lo inestable que estoy, será que me dispararon a mi? — comentó Laila con drama.
—No te han disparado a tí Laila, solo estás parada en el desnivel del suelo, da un paso adelante y estarás estable — comenté serio para evitar que la dramática de Laila comenzará a gritar por su vida.
—Bueno bueno, no lo se, al menos estamos todos aquí seguros, pero están todos bien? — comentó mi amigo asustado mirando a todos — ¡Mierda Los chicos! — pareció recordar de pronto y no supe a quienes se refería.
—Cuales chicos? Si estamos todos aquí — comenté sin comprender.
—Yo invite a unos amigos del trabajo, pero no sé que se hicieron — comentó nervioso — saldré a buscarlos, deben haberse quedado afuera — comentó y comenzó a salir a la puerta de la casa.
—Espera, afuera no ha quedado nadie, todo el mundo se ha ido, deben estar aquí en algún lado de la casa — Comenté deteniéndolo antes de que saliera.
—Sera? — comentó dudoso — Es que yo conozco a Leidy y esa niña cuando pasa algo es medio loca — comentó aún nervioso.
—Seguro, es más, subamos a la terraza, si están en el piso de arriba los veremos camino a la terraza.
—Es enserio Killian? — dijo Laila detrás de mí en cuanto agarre dos cervezas de la nevera.
—Que? — comenté sin comprender porque se estaba quejando.
—Estamos preocupados por los chicos que faltan y tú vas a agarrar más cervezas?.
—Vamos a la terraza no? Allí arriba podemos seguir bebiendo — comenté encogiéndome de hombros y Vi como Jhonny y Daniel se acercaban también para agarrar dos cervezas cada uno.
—Chicos, es enserio? — volvió a quejarse Laila.
—Killian tiene razón — comentó Jhonny pasando a un lado de mí —. Y como todo el mundo se ha ido, capaz ellos también se fueron.
Escuche unos gritos, en cuanto termine de llegar a la terraza, los Laila y los chicos habían subido primero y yo me estaba debatiendo en si debía pedir que hicieran un ascensor en esta casa.
Al llevar vi a un pequeño grupo de tres personas, una de las chicas salió corriendo a los brazos de mi amigo y la reconocí inmediatamente en cuanto estuve a corta distancia de ella y se volteo hacia mi.
Cuando estuve cerca de ella en la barra no pude detallar bien su apariencia y ahora la tenía a unos pasos de distancia y me permití apreciarla de pies a cabeza.
lucía un impresionante vestido rojo de tirantes que ayudaba a definir su esbelta figura, ligeramente ajustado, lo que permitía que se marcará cada parte definida de su cuerpo. Llevaba un escote en forma de "V" que le daba un toque sensual que dejaba al descubierto sutilmente su clavícula, y marcaba sus bonitos senos de manera sutil, el vestido le llegaba hasta la mitad de sus muslos, mostrando unas torneadas piernas, llevaba unos tacones a juego con el vestido que alargaban aún más sus piernas, su cabello estaba suelto y algo despeinado con pocas ondas, en las puntas.
—Chicos, les presento a killian, Laila Jhonny y Daniel, ellos son unos amigos del Colegio, de seguro deben haber visto a Killian en barra mientras estaba preparando los tragos y a Laila de seguro la vieron bailando encima de la mesa — Comento Luigi presentándonos a el pequeño grupo que estaba en la terraza.
Amigo mío, déjame decirte que ya conozco a una de las chicas.
—Y ellos son Leidy, Mario y Emma, amigos y vecinos desde hace algunos años, además también llegamos a trabajar juntos —Dijo Luigi, terminando de presentar a los chicos.
—Hola, Emma — dije inmediatamente acerándome a ella para tenderle mi mano. — Es un gusto conocerte, de nuevo.
—De nuevo? — pude escuchar a los chicos decir detrás de mi, incluyendo al imprudente de Luigi.
—S-si, ya nos habíamos conocido antes— respondió Emma, luego de unos minutos, sin soltar aun mi mano.
∆
—¿Pero ni siquiera podemos escuchar un poco de música? siendo solo nosotros mismos, mire exactamente 10 personas y todos somos de por acá mismo, así que terminaríamos temprano y luego cada quien se iría a su casa — Continuo Luigi intentando convencer a el oficial que había llegado luego de los disparos en la casa de al lado.
—Joven, me gustaría ayudarlo, pero no podemos dejar que continúe con la fiesta, lo que ha ocurrido con el vecino y su esposa, ha sido un intento de homicidio por parte de ambos, los demás vecinos están cansados y nerviosos por lo que ha ocurrido y lo mejor que podríamos hacer es evitar molestar a los demás — comento el viejo y regordete oficial de policía.
—Porque aquí no pueden existir oficiales como los de España o los de las películas de Netflix — comenta Laila en tono bajo para que el oficial no la escuche.
—Cual es la diferencia entre los de allá y los de aquí? —Comento el tal Mario a un lado de ella.
—Que con los oficiales de allá, no tendría ningún problema en cometer muchos delitos, esos tipos son divinos.
—Los de aquí también son divinos, están como a ti te gustan los hombres Laila, gordos, calvos y con más deudas existenciales que vida, ideales para que los mantengas — comenté en tono burlón y todos comenzaron a reírse por el comentario, Laila me dio una mala mirada pero pude ver cómo una pequeña sonrisa se dibujaba en su rostro mientras me mostraba su dedo medio.
—Chicos, los oficiales dicen que no podemos estar aquí reunidos — comentó Luigi mientras caminaba hacia nosotros mientras los oficiales se iban — La cosa al parecer termina aquí, me hubiese gustado muchísimo que esto fuera hasta el día siguiente y que mañana pasáramos el día en una piscina, pero dadas las circunstancias creo que solamente será hasta las — saco el móvil del bolsillo y miró la hora — 4:15 de la madrugada
—Y si nos vamos a otro lugar? — Propuso Guille uno de los amigos de Luigi, y todos estuvieron de acuerdo — pero en mi casa no puede ser, el dueño del piso me correrá inmediatamente si hago una fiesta allá.
—Ok, nos vamos, pero a dónde? Si acabas de decir que en tu casa no se puede— pregunté con obviedad — a mi casa ni loco los llevo, le dará un infarto a mi padre si llego a las 4 de la madrugada con gente a la casa para hacer una fiesta.
—En la mía tampoco se puede — comenta Daniel a un lado de mí —. Mis padres me echaran de casa a penas llegué con visita.
—Conmigo no cuenten, ustedes quieren seguir bebiendo y yo no voy a limpiar el desastre de nadie — dijo Jhonny apenas lo miramos a el.
—A mi me encantaría, pero mis padres llegaban hoy en la noche de viaje y deben estar ya dormidos por la hora — dijo Laila.
—Mi apartamento es muy pequeño y no cabemos todos —comento la amiga de Emma.
—Yo no he pagado el alquiler y si hago una fiesta se seguro terminan de echarme — dice el tal Mario y todos nos volteamos a verlo.
—No has pagado el alquiler aún? —pregunto Luigi asombrado.
—Si ni siquiera me han pagado los 3 meses que me deben? Además no he conseguido otro trabajo — se excuso Mario.
—En dos meses no has conseguido trabajo? — en esta ocasión fue Emma la que hablo — cómo puede ser? Si yo dejé de trabajar y al día siguiente ya tenía trabajo.
—A ti nunca te va a faltar trabajo, tus padres son muy alcahuetas, siempre tienen trabajos que hacer y tienes trabajo donde quieras, incluso puedes irte a Venezuela a trabajar con tu padre si quisieras — hablo Leidy de pronto.
—A bueno, sí, buen punto, pero igual, eso no justifica nada, Mario si quieres puedo hablar con mi padre y te puedo conseguir...
—Listo, ya se a donde podemos ir— dijo Luigi de pronto, cortando a Emma en su intento por conseguirle trabajo a su amigo
—A donde? — preguntaron Guille y Marck, el otro amigo de Luigi.
—Iremos a casa de Emma — dijo Luigi y solo pude ver la cara de asombro de Emma.
—Porque a mi casa?.
—Tu padre está de viaje y vuelve en un mes, nadie te va a correr ni dirán nada, tu padre siempre te dice que si, a menos que le digas que te lanzaras por un puente, claro. Además tienes habitaciones de sobra y podremos quedarnos todos — dijo Leidy y todos miraron a Emma, esperando una respuesta.
Vi como su cuerpo se tensaba un poco y mordía sutilmente su labio inferior, estaba nerviosa.
—Vale está bien, pero no sé comprará más alcohol, nos bebemos lo que quede y luego dormimos, mañana podremos hacer una sopa o carne asada cuando nos levantemos — comentó Emma mirando a Leidy.
—Tranquila, no hace falta más, aún quedaron las botellas de champagne, cervezas y varias botellas — dijo Luigi y a Emma casi le dio algo.
Encendí un cigarrillo mientras veía como los chicos entraban a la casa y buscaban las cosas que habían dentro, para comenzar meterlas en los dos autos que estaban frente a la casa.
Emma estaba parada a un lado de mi sin moverse, estaba haciendo un poco de frío, así que me quite la chaqueta que cargaba y se la coloque en los hombros, con ese vestido de seguro se estaba congelando.
Ella volteo a verme y me dedico una sonrisa seguida de un «Gracias killian.»
¡Mierda! el sonido de mi nombre en sus pequeños labios envío un pequeño escalofrío a mi columna vertebral, si me hubieran dicho que escucharla pronunciar mi nombre con dulzura se iba a sentir tan bien, jamás lo habría creído.
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