Capitulo 29
-¿Crees que puedes bajar sola, o debo llevarte cargada? - pregunta Leidy frente a mi.
-Puedo sola -comente mirándola -Y si no puedo, me arrastró como un gusanito, antes de dejar que me cargues.
-¿Qué estás insinuando? - pregunto mirándome, antes de bajarse del carro.
-Sabes bien, que eso no terminaría bien, no darías el primer paso, cuando ya ambas estamos en el suelo.
Agarre mi manta y mi celular y salí del auto, me acababan de dar el alta y mi padre había ido por mi al hospital para llevarme a casa.
La sensación de seguridad me invadió por completo al estar parada frente a mi casa, había extrañado estar aquí.
-Bienvenida a Casa - dijo mi padre a un lado de mí.
-Gracias - comenté mirándolo y poco a poco sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas.
Creo que necesito una buena dosis de llanto para dejar de querer llorar por todo.
-Ay no, no vas a comenzar a llorar de nuevo - se quejo el - Voy a tener que cambiarte el nombre, ya no serás Emma, si no Llori-llori - mencionó riendo.
-¡Hey, eso no es justo! - me queje- Es solo que, han pasado muchas cosas y quiero agradecer que estoy viva, si me hubiese muerto que sería de mi, ahora?
-Con todo el dolor de mi alma, tendría que vender tus libros y todas las cosas que coleccionas, quien sabe, si por una de tus pinturas viejas, me hago millonario- mencionó riendo, y mi cara de horror fue todo un chiste para el, ya que comenzó a reír más fuerte.- Vamos llori, entremos, pediré pizza -dijo, y comenzó a caminar en dirección a la casa.
Al entrar, pude ver qué todo seguía igual a como lo recordaba, la gran sala, los muebles por los que peleé con mi padre y el mal gusto de Nina en la decoración, me sentía en paz.
Amaba estar en este lugar.
Camine en dirección a la puerta trasera en cuanto escuché una música a bajo volumen del otro lado, abrí la puerta y los vi a todos.
Los chicos estaban allí con un pequeño cartel de Bienvenida.
En cuanto salí, todos caminaron hacia mí y me abrazaron dándome la bienvenida a casa.
La tarde transcurrió tranquila entre actualizaciones de sus vidas.
Daniel y Leidy, había dejado de hablarse luego de la última vez que salimos todos, me había percatado de eso, hace un tiempo, pero nunca le había preguntado el porque, ahora necesitaba preguntarle que había sucedido, para poder entenderlo mejor, así que esperaría que estuviera a solas con ella para poder preguntarle.
Laila, había estado trabajando con su padre en la empresa, Jhonny había conocido a una chica hace unas semanas y no le había dicho a nadie, hasta hoy, todos quedamos sorprendidos por eso, y Killian, bueno, no sabía nada de el, no mentira que me entristeció un poco el hecho de no verlo aquí, por un momento al ver a los chicos aquí, piense que el también estaría, pero al pasar el tiempo me di cuenta de que no estaba aquí.
—¡Emma! Que bueno verte de nuevo — dijo Nina saliendo al patio junto a sus hijos — Me alegra saber que estás bien — comenta acercándose a mí, con los brazos extendidos —Quise ir a verte en el hospital, pero tu madre estaba ahí, sabes cómo es ella, estaba a punto de armar todo un show y preferí irme, antes de que lo hiciera.
—Gracias por estár al pendiente — comenté abrazándola — Y, disculpa lo de mi madre, a veces suele ser un poco cerrada con algunos temas, ya sabes.
— Si, sin conocerme se ha creado una idea errónea de mi — comenta mientras nos separamos.
—Hola Emm — dijo Megan a un lado de su madre — Ten, te traje un pequeño regalo, espero te guste — comentó tendiendome una pequeña bolsita.
—Gracias Meg, no era necesario — tome la pequeña bolsita en mis manos y Saludé a Darío y a Hugo que estaban de pie al lado de ella.
Vi a mi padre salir y acercarse a nosotros, con un pequeña sonrisa en su rostro, solo que, por más que intentaba disimular, la sonrisa solo estaba presente, pero no llegaba a parecer del todo sincera.
Me senté de nuevo con los chicos y les presente a los hijos de Nina, sin necesidad de forzar tanto las cosas todos entraron en ambiente rápido, excepto Leidy y Megan, desde que las conocía a ambas nunca cruzaban más de dos palabras, ninguna de las dos se toleraba en realidad.
∆
—Entonces, ¿eres tú la que está encargada del Spa? — Pregunto Darío frente a mí con una cerveza en la mano, quise tomar una, pero todos me regañaron y a cambio me dieron una botella con jugo de manzana.
Dios, me siento como la niña pequeña del grupo.
— Tu madre me ha pedido que este al pendiente de todo, así que técnicamente, sí, soy yo la que está encargada — dije, dándole un sorbo a mi juguito.
—Pero, ¿no se supone que tú también deberías estar al pendiente? — le pregunto Hugo a Megan — A claro, es que con la vida tan desastrosa que tienes, ni siquiera yo confiaría en ti para eso.
Un silencio denso nos rodeo a todos, luego de que Hugo dijera eso, Megan solo se dedicó a mirarlo con expresión sería y luego se aclaró la garganta para hablar.
— ¿Vida desastrosa?, Ja, esa la lleva Darío andando de fiesta en fiesta, yo solo disfruto de mi vida como se me place, no le estoy haciendo daño a nadie, ¿ O sí?. — Comentó Megan — Pero claro, que vas a saber tu de disfrutar algo, si ni siquiera amigos tienes, es normal Hugo, mejor limitate a respirar y mantener la boca callada, siempre se te ha dado bien eso.
—Megan ya, pára — dije en voz baja, lo suficientemente para que ella pudiera oírme.
—¿Qué? — dijo volteando se a mirarme —Claro, cuando hablan de Megan todo el mundo tiene derecho a opinar como si fueran perfectos, pero cuando Megan habla, siempre termina siendo grosera y debe callarse.
—Sabes que no es así, siempre te he defendido, solo digo que no es el momento para iniciar con una disputa, solo ignora los comentarios que no te gustan y ya, no hay necesidad de seguir respondiendo y avivar más el fuego — comenté tranquila.
—Si me pusiera a ignorar todos los comentarios que hacen, te aseguro que viviría sorda.
Estaba a punto de responder cuando mi celular comenzó a sonar, ví el nombre en la pantalla y sentí como mi corazón comenzó a latir apresuradamente.
—Hola princesa — dijo apenas conteste.
Una pequeña sonrisa se dibujo en mis labios al oírlo.
—Hola.
—¿Cómo estás?, espero que los chicos no te estén volviendo loca.
—Bien, y no, están tranquilos — comenté — pensé qué... —No sabía si era buena idea decirlo, pero aún así lo hice — Bueno, más bien, espere verte aquí junto a ello.
Un silencio inundó la llamada, verifique el celular de nuevo para ver si se habia colgado la llamada, pero no.
—Sí, perdón, mi padre me ocupo con algunas cosas — mencionó — pero, quiero compensarlo, ¿te parece?
—¿Cómo...
—No preguntes, solo alístate y espérame, iré por ti en media hora.
—¿A dónde iremos?
—Sin preguntas, solo alístate —volvio a decir.
—¿Como sabré que ponerme?, no me has dicho a dónde iremos.
—Te verás hermosa con lo que te pongas, así que solo confía en mí, si?... Te veo en media hora —. Dijo y colgó la llamada.
Mire a los chicos un momento antes de disculparme y subir a mi habitación, tenía media hora para salir y cero información de a donde iría, así que tocaba improvisar algo rápido.
Me di una ducha rápida y busque en mi closet algo decente para ponerme, ví un jean bota ancha que había comprado hace un tiempo con Leidy en el centro comercial y decidí ponermelo, escogí una blusa de cuello, sin mangas y me la coloque, me gire para verme al espejo y, sí, me gustaba como se veía, el Jean se ajustan a mi cintura y caderas y quedaba más ancho y suelto en las piernas, la blusa blanca, combinaba con el pantalón y mis botines deportivos, pero, después del accidente, me habían quedado muchas marcas en los brazos y algunas en el rostro.
La doctora me había dicho que se irían borrando con el pasar de los días, pero aún se notaban, así que busque mi chaqueta deportiva y me la coloque, me senté en la peinadora y me coloque un poco de base, para cubrir algunas marcas, al cabo de unos minutos ya tenía un maquillaje decente con el que no se me vieran tantas marcas.
Me di una vista por última vez en el espejo en cuanto ví la hora, ya debería estar por llegar, si no es que ha llegó.
Todo está bien, lucia deportiva, pero casual, así que no estaría tan fuera de lugar a donde sea que fuéramos.
Baje las escaleras directo a la sala y Vi a los chicos sentados en la sala junto a mi padre, Leidy fue la primera en verme.
—Diablos amiga, ¿se puede saber a dónde vas? —pregunto sorprendida.
—Te ves hermosa — mencionó Laila a un lado de ella.
—Luces decente, a comparación de como siempre te vistes— dijo Megan, provocando que todos voltearan a verla.
—¿Cuál es tu problema? —Se quejo Leidy — a comparación de tí Emma siempre se ve bien, no como tú, ¿que diablos cargas puesto?... ¿El mantel de tu abuela?
— Ya, cállense las dos —Dijo Laila de pronto — ¿Qué no ven acaso que están arruinando el momento?
Estuve a punto de decir algo pero Nina me interrumpió al entrar a la sala.
—Pero que linda te vez — coloco la charola que traía en la pequeña mesa y se sentó junto a mi padre —. ¿Vas a salir?
—Si —comente un poco apenada.
No era la primera vez que salía con el, pero si la primera vez que le pedía permiso a mi padre para hacerlo.
Cositas.
—¿Y a dónde irás?, siendo sincera no creo que sea buena idea, hace unas semanas tuviste un accidente por andar de fiesta, ¿No?.... —se giro hacia mí padre esperando una respuesta de él — ¿No le dirás nada?... Luis, sinceramente no creo que sea buena idea todo esto de salir o al...
—Estara bien — dijo mi padre de pronto —. Saldrás con Kilian, ¿cierto? — pregunto.
—Si, me ha invitado a salir — comenté.
—¿A dónde irán?.
—No me ha dicho nada, solo me ha dicho que vendría por mi.
Nina estuvo a punto de decir algo, pero el timbre de la puerta sonó en el momento justo, así que camine hacia ella para abrirla.
Killian estaba de pie detrás de la puerta, con un ramo de rosas en la mano, mi corazón comenzó a martillear con fuerza y una sonrisa se dibujo en mis labios.
Lucia increíble hermoso, llevaba puesto un pantalón jean, con una playera blanca y una chaqueta deportiva, ni en los Miles de escenarios en mi mente me hubiese imaginado que estaríamos vestidos iguales, sin siquiera acordarlo.
Hubiéramos querido estar de acuerdo y nunca lo hubiésemos logrado...
—Te bañaste — mencionó riendo, y no pude evitar reírme por su comentario —. Estás hermosa.
—Gracias, tu igual, luces bien —comente con una sonrisa.
—Ten, te traje esto, se que te gusta el arte, y cuando lo ví, pensé en tí—extendio las rosas hacia mí.
Acepte las rosas y lo invite a pasar, mientras el se adelantaba a saludar a los chicos, me permití oler las rosas, no sabía porque la mayoría de las chicas cuando les regalaban rosas, se tomaban el tiempo de apreciar su aroma, para mí, era la primera vez que alguien lo hacía, el aroma de las rosas, mezclado con su perfume, definitivamente se volvería una de mis combinaciones favoritas.
Cerré la puerta de la entrada y me acerque a ellos, sentí la mirada pesada de Megan, pero preferí ignorarla por completo, Leidy y Laila se levantaron de inmediato y se acercaron a ver el ramo.
Eran seis rosas, con un pequeño dibujo de la Noche Estrellada de Vang Gogh y una pequeña dedicatoria.
"Aunque tengamos miedo, intentemos lo que para nosotros creemos imposible y te prometo que vamos a querernos por encima de ello."
*******
Hola holaaaaa, ¿cómo están?
Espero que se encuentren bien, perdonen tanta demora, he estado algo ocupada con temas del Spa (para las que no saben, soy dueña de un Spa de uñas), algunos temas de salud y se me había hecho casi imposible terminar de editarles los capítulos.
Pero lo prometido es deuda, aquí tienen otro cap de esta hermosa historia.
Cuéntenme en los comentarios que tal les pareció el capítulo, quiero leerlos..
No sé olviden de votar y portarse bien, los amo.
Att: Chris.
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