— Una probada más de tus labios —jadeó —¡Sólo para traerme de vuelta!...

NamJoon siguió la petición del rubio, inclinándose para besarlo, mientras sus caderas se movían en un lento vaivén que le robaba el aliento a SeokJin.
Dejó que su cuerpo se fundiera en deseo junto con él otro.
No se olvidó de besar cada rincón de la suave y perfumada piel de SeokJin, volviendo a repetir la acción en los puntos claves del cuerpo bajo suyo. Ambos se perdieron en el mundo que ellos alguna vez habían creado, suspiraron y se entregaron tomando lo que él otro les daba hasta agotarse, hasta sentirse en plenitud.

—¡Oh cariño!, Déjame amarte.

Susurro en su oído cuando ambos tocaron el cielo, abrazados por el éxtasis y la burbuja de amor que se formaba en ellos por última vez.