Revisó los comentarios en sus redes sociales y sonrió al ver como la gente estaba sorprendida y feliz de que ellos anunciaran oficialmente que serían padres en pocas semanas.

En ese momento escuchó unos golpecitos provenientes del cristal de la ventana del lado del pasajero, entonces quitó el seguro de las puertas para que su persona favorita ingresara a su auto.

Un cansado Hyungwon se sentó en el asiento del pasajero y lanzó su maletin hacia los asientos traseros, sin siquiera molestarse en quitarse la bata.

Más que resultarle irrespetuoso, le causó ternura así que le pellizcó una mejilla suavemente.

— ¿Qué tal el día de mis amados bebés? — le sonrió y Hyungwon correspondió a su gesto acercándose para dejarle un suave beso en los labios.

Como quien busca un analgésico en medio de un terrible dolor.

— Día difícil, es todo lo que diré... — resopló —  En cuanto al bebé... — se tocó el abdomen y luego levantó su camisa para mostrarle a Wonho la faja emitiendo varias luces — parece que cada día está más activo, seguro está impaciente por salir de allí — una sonrisa tierna se formó en sus rostros.

— Supongo que está casi tan emocionado como nosotros por verlo... — suspiró y dio un nuevo beso en los labios de Hyungwon para finalmente poner sus manos al volante — Y bien... Día de compras ¿no? — Hyungwon asintió alegre y el negó resignado — Aquí vamos...

Esperó a que Hyungwon se pusiera el cinturón y entonces puso el auto en marcha.

Su parte favorita de las salidas juntos, era ese pequeño y corto momento en el que tomaba el volante con su mano izquierda, mientras su mano derecha se unía a la de Hyungwon sobre la faja, para poder sentir los movimientos de su bebé.

Después de un largo día de trabajo, era lo que más le apetecía hacer... Y hacer el amor con su esposo, claramente.

A los pocos minutos llegaron a la enorme tienda para bebés.

Al ver ma fachada del lugar se sintió un poco abrumado por las miles de cosas que habían allí, pero luego de hacer una inspección con la mirada por todo el lugar vio a Hyungwon bajarse del auto con mucha seguridad, como si eso fuera algo normal.

Se quedó muy sorprendido al verlo porque no se había dado cuenta que Hyungwon se había quitado la bata y que portaba una camiseta que se ajustaba a su cuerpo, provocando que la pancita de la faja se hiciera notar en demasía.

Sonrió negando con la cabeza y se bajó del auto para acompañar a su esposo, ni siquiera pensó en decirle algo acerca de las malas miradas que estaba recibiendo, si su Hyungwonnie era feliz, entonces él también.

Sus manos se unieron como de costumbre e ingresaron al enorme lugar plagado de todo tipo de cosas para bebés.

Y ya que aún no habían podido averiguar el sexo de su bebé, entonces se decidieron por comprar cosas básicas, como ropa en tonos suaves, algunos gorritos, calcetitas, juguetes para la cuna y cosas varias.

Su canasta se iba llenando a medida que el tiempo pasaba y Hyungwon parecía muy concentrado buscando las cosas que tenía apuntadas en su lista mental, mientras Wonho lo seguía y lo ayudaba a elegir entre dos cosas.

Entonces Hyungwon miró su reloj.

— Mierda... Vamos a llegar tarde a la cena... — resopló — ya sabes como se enoja tu madre cuando la comida se enfría, es mejor que me ayudes, solo nos faltan dos cosas más...

Wonho miro hacia el carro de compras, de verdad estaba incrédulo de que Hyungwon llevara un seguimiento del progreso de su compra.

— ¿Qué cosas? — se rascó la cabeza resignado, después de pensar por varios segundos en una posible opción de lo que les faltaba y no encontrar nada.

Hyungwon le sonrió tranquilo.

— Un chupete y un biberon... ¿Cuál eliges? —  se quedó expectante esperando una respuesta de Wonho, pues tenían que dividirse el trabajo aunque no quisieran.

— ¿Es malo que halla pensado cosas sucias y que quisiera elegir ambas? — soltó una risita y Hyungwon rodó los ojos con diversión — bueno ya, está bien... Elijo buscar el chupete, supongo que es una opción más fácil porque el bebé lo usará menos...

Hyungwon se encogió de hombros y le señaló un mostrador que había a unos pasos de distancia, mientras el avanzaba ligeramente hacia adelante para ver las opciones de los biberones que habían en otro mostrador.

Wonho se quedó tan ensimismado observando fijamente el mostrador con los chupetes, que no se dio cuenta que había alguien más allí.

— ¿Puedo ayudarle? — él levantó su voz rápidamente al escuchar la voz femenina.

— Eh... Si — se rascó el cuello con nerviosismo — verá, estoy buscando una cosa de esas para mi bebé, aún no ha nacido pero queremos estar preparados con todo esto... — la mujer asintió con una sonrisa.

— Bien, enhorabuena por su bebé... ¿Le gustaría un chupete de látex o de silicona? — Wonho se quedó pensativo, recordando que los condones estaban hechos de latex y que ya suficientes pensamientos raros estaba teniendo acerca de ese aparato.

— Silicona... Supongo — sonrió nervioso y la mujer asintió tomando algunos del mostrador acercándoselos a Wonho.

— Tenemos de varios modelos y estilos en cuanto a estética, pero creo que es importante que elija primeramente si desea que tenga una forma fisiológica o anatómica... — la mujer le sonrió tranquila y él se quedó inexpresivo.

¿Qué seguía luego? ¿Tendría que decidir entre frenar la tercera guerra mundial o encontrar la cura contra el cáncer?

Suspiró un poco molesto, sentía que estaba perdiendo el tiempo, así que se dedicó a observarlos, iba a llevarse el que se mirara bonito, ese siempre funcionaba.

Estaba observandolos más de cerca, cuando una nueva voz lo sacó de su ensimismamiento y también de sus casillas.

— ¿Es una puta broma verdad? — vio claramente donde una mujer empujaba con fuerza a Hyungwon, quien parecía estar desprevenido ante la acción, porque dejó caer un hermoso biberón al suelo por la fuerza empleada — ¿Qué cojones pinta este espécimen aquí? — le gritó a una de las empleadas y Hyungwon no sabia que decir.

Se acercó a toda prisa sintiendo que echaba humo por las horas y tocó a la mujer.

— Disculpe ¿él le hizo algo? — la mujer lo miró con desprecio.

— Ah, tú eres el otro marica... Ya decía que no podía montar tremendo show él solo... — miró a Hyungwon con odio — ¿Qué demonios finges? ¿Te crees mujercita por usar una almohada debajo de tu camisa? ¡Eres un maldito hombre y jamás podrás tener hijos! ¿Acaso piensas parirlo por el culo? —le señaló el abdomen con burla y Hyungwon se tocó el abdomen mientras sus ojos se humedecian.

Wonho notó la acción y agarró el antebrazo de la mujer que lo había señalado, mientras las empleadas estaban asustadas intentando traer a alguien de mayor rango para que arreglara el asunto.

— Mira tú, como quiera que te llames... Él es mi esposo y no un simple marica como nos llamas... — se rió sarcástico — Y no creas que voy a quedarme de brazos cruzados viendo como una perra infeliz viene a llamarlo "espécimen" por amar a su hijo que esta por nacer — la mujer puso una mueca de dolor al sentir que Wonho estaba usando muchísima fuerza sobre su mano, estaba asustada — así que por favor, cierra la puta boca y déjanos ser felices con nuestro bebé, que te aseguro que es mucho más amado y deseado de lo que tú lo has sido y lo serás en toda tu puñetera vida — entonces la soltó empujándola, provocando que ella retrocediera tres pasos.

Se giró y se encontró con un triste Hyungwon sollozando con la cabeza gacha y el biberón en la mano.

Entonces se acercó, le limpió las lágrimas con los pulgares y le sonrió para calmarlo.

— ¿Ese es el que elegiste? — Hyungwon asintió, entonces lo puso dentro del carrito, tomó uno de los chupetes y también lo depositó allí.

En ese momento el gerente del lugar se encargó de sacar a la mujer de la tienda e intentó disculparse con ellos, pero Wonho estaba muy molesto y Hyungwon muy triste.

— Señor, le agradezco su interés en dar una disculpa, pero lo único que quiero es que facture todo esto, pagar por ello, irme a mi casa y cenar con mi familia... Así que le agradecería si se da prisa, porque mi Hyungwonnie ya ha tenido muchos malos ratos en este día... — Wonho lo miró fijamente mientras abrazaba a Hyungwon quien aún seguía soltando un par de lágrimas, entonces el hombre asintió y se dio prisa.

Cuando todo estuvo preparado, volvieron al auto y Hyungwon no podía parar de llorar, entonces Wonho suspiró triste de verlo así.

— Hyungwonnie... — antes de encender el auto, le acarició el cabello — no te tomes personal las palabras de una persona infeliz...

Hyungwon sollozó y levantó su mirada.

— ¿Tú crees que soy un "espécimen"? — volvió a sollozar y Wonho se llenó de ternura.

— En realidad creo que lo eres... — él lo miró triste y asintió, entonces Wonho lo besó con suavidad — eres ese tipo de espécimen único en la tierra capaz de hacer que mi pecho se rompa por culpa de mis frenéticos latidos cada vez que te veo... — Hyungwon sonrió levemente — eres el tipo de espécimen tan increíblemente hermoso, inteligente y genial capaz de hacer que cualquier persona, sin importar su género, tenga envidia de ti... — la sonrisa de Hyungwon se ensanchó y abrazó a Wonho.

— El tipo de espécimen obeso que intentó conquistar al chico más cool del salón con una frase boba... — Wonho sonrió.

— El tipo de espécimen capaz de darme las mayores alegrías de mi vida, capaz de enamorarme cada día y capaz de hacer que que mi vida cobrara sentido... Mi Hyungwonnie... Te amo tanto...

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Publicando a las 12 de la noche porque si

Xdxd

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