Capítulo 20
Llegó tan rápido como pudo, le pagó al taxista y ni siquiera le importó haberle dado de más. No estaba en condiciones de detenerse a contar el dinero, no cuando estaba desesperado por encontrar a JiMin.
Su corazón latía frenético en su pecho, sus manos sudaban al igual que su frente, sentía que en cualquier momento se desmayaría y sería su fin.
Mierda, si aquella mujer no le dejaba siquiera hablar con JiMin, armaría todo un escándalo.
Tocó la puerta de aquélla casa tan desesperado como pudo, dando golpes y tocando el timbre ruidosamente. Honestamente, le valía si alguien salía molesto a decirle que qué diablos le pasaba.
Cuando la puerta se abrió, el mayor ni siquiera preguntó si podía pasar, ignoró la presencia de la señora Park y comenzó a buscar a JiMin por toda la casa.
—¿Qué crees que estás haciendo? — la mujer parecía impresionada de ver al chico invadir su casa de aquélla forma.
—N-necesito ver a JiMin, realmente necesito encontrarlo.
La mujer le impidió seguir avanzado cuando se puso frente a él y lo empujó de los hombros.
—Creo que es muy tarde para que arregles las cosas — la señora dijo —. Te dejé muy en claro lo que pasaría si lastimabas a mi hijo.
—¡Lo sé! ¡Lo sé! Ni siquiera me interesa aceptar toda la culpa, puede culparme de lo que pasó, no hay problema. Pero por favor, déjeme ver a JiMin.
Suplicó cuál niño tratando de conseguir su dulce favorito. No era su objetivo hacer el ridículo, tampoco le interesaba si se veía como un tonto rogando por ver al menor. Tenía miedo.
—Él fue muy claro conmigo, YoonGi — ella se cruzó de brazos —. Necesita tiempo para pensar las cosas.
YoonGi podía ver cierta duda en la mujer, como si estuviera un poco indecisa en hablar.
—¿Qué cosas?
—No lo sé — se alzó de hombros —. Conozco a mi hijo, es un terco de lo peor, sé que probablemente ambos tuvieron la culpa de lo que pasó, pero tomé mi decisión y él también.
—¿Su decisión? ¿De qué está hablando? — ahora no estaba entiendo nada, y eso le asustaba todavía más.
La mujer parecía complacida con verlo sufrir, pues se tomó su tiempo para analizarlo de arriba a bajo, tal vez estaba apreciando lo terrible que se veía por haber corrido la mitad del camino en busca de un taxi que le llevará rápidamente hasta su casa. Sí, sus piernas dolían y se sentía cansado, sudoroso y frustrado.
—¿Para qué quieres arreglar las cosas con él? Tienes el camino libre, puedes irte y conseguir a alguien más — la mujer le atacó —. Él te obligó a hacer esto en primer lugar, no entiendo por-
—¡Porque lo amo! — exclamó irritado de que aquella mujer no comprendiera lo que sentía por su hijo — ¡Porque estoy malditamente enamorado de su hijo! ¡Quiero casarme con él y vivir juntos! ¿Es tan difícil entenderlo? JiMin me arrastró a todo esto pero yo acepté seguir su juego incluso desde antes de que él hablara conmigo, todo sucedió tan rápido y de un momento para otro, pero yo estuve dispuesto a seguir su mentira porque... porque me gustaba mucho, me gustaba demasiado. Y ese simple gusto fue cambiando poco a poco hasta que descubrí que mis sentimientos eran más profundos de lo que creí, y no pude dar marcha atrás. Lo amo, y no quiero perderlo sólo por una estúpida discusión.
Tal vez su confesión dejó en shock a la mujer, pues está tenía los ojos abiertos en sorpresa al igual que la boca, se veía conmocionada.
Se desespero todavía más cuando parecía que no hablaría nunca.
—Pues entonces si tanto dices amarlo, ve a buscarlo antes de que se vaya — YoonGi se confundió cuando ella habló —. Ahora mismo está tomando un vuelo hacia la Isla Jeju, él necesita aclarar su mente y creí que sería correcto mandarlo a otro lugar para hacerlo. Así que si tanto deseas confesarte, todavía puedes correr.
¡¿Qué?!
Cuando YoonGi escuchó la respuesta de aquélla mujer, se sintió perdido. Como si aquello fuera suficiente para hacerle entrar a en pánico.
Muy bien, no estaba pensando correctamente, no tenía tiempo para pensar, si JiMin se iba por dos días, tres semanas o cuatro meses, no importaba. No había forma de que al regresar su confesión valiera la pena.
Necesitaba encontrarlo ahora mismo y rogarle que no se fuera, que no había nada que pensar y que por favor, regresara a su lado, que estaba equivocado y que lo amaba.
De nuevo, salió de la casa de aquélla mujer sin importarle que sus piernas estuvieran tan doloridas de tanto correr. Cuando llegó al final de la calle, viendo todo el trafico que había, supuso que aún podía tener una oportunidad si llegaba al aeropuerto.
Sin embargo, de un momento a otro, entre tantos carros que se movieron por la calle para avanzar, hubo uno que pasó enfrente de él haciendo que se quedara en Shock.
—Oh, no.
Murmuró antes de comenzar a perseguir el carro en el que aquel chico rubio viajaba. Estaba tan desesperado, que no tuvo tiempo para pensar en tomar un taxi y seguirlo, sobre todo porque sería una perdida de tiempo si se detenía a esperar uno. Así que siguió corriendo, el dolor en sus piernas ya no parecía tan importante ahora que se dio cuenta de que aún estaba a tiempo.
Sentía que en cualquier momento moriría, estaba agotado y no daba para más. Pero no se detuvo.
Fue gracias al espejo retrovisor del carro en el que JiMin viajaba que se dio cuenta de la presencia de YoonGi a varios metros de distancia, todavía lograba distinguirlo a pesar de estar corriendo muy por detrás de ellos.
—¿YoonGi? — murmuró con pánico el rubio, volteando rápidamente para mirar por el vidrio de la parte trasera del carro —. Mierda. Pare el auto, por favor.
El chófer de su madre tuvo que estacionarse a unos metros más de distancia, dejando que JiMin bajara rápidamente del vehículo para poder alcanzar a YoonGi a mitad del camino.
¿Qué diablos hacía corriendo detrás del auto?
—¡Ji-JiMin!— el mayor gritó con el poco aliento que le quedaba.
—¡Dios! ¿Qué se supone que estás haciendo? ¿Desde hace cuanto vienes detrás del carro?— preguntó alarmado cuando el hombre se dejó caer contra su cuerpo, completamente agotado.
—Des-desde hace... desde hace 4 calles... yo... — YoonGi no podía controlar su respiración, se encontraba tan agitado que sentía que en cualquier momento se desmayaría —. JiMin, po-por favor no te vayas, n-no me dejes... yo también te amo y qui-quiero, quiero que-
—YoonGi, necesitas calmarte, no sé de qué estás hablando. Tienes que respirar, por favor.
El rubio trató de calmarlo, poniendo una mano en su pecho y acortando la distancia entre su cuerpo, tratando de darle suaves palmadas al pobre hombre que parecía que en cualquiera momento moriría.
Este se vio obligado a seguir sus instrucciones y decidió que se calmaría para poder hablar, dios mío, había corrido como un loco sin control alguno, no le importó que sus piernas ya no dieran para más. Persiguió el maldito auto durante 4 calles y aún así no se detuvo.
Pero es que no podía hacerlo, no podía dejar ir a JiMin sin antes haber arreglado las cosas. Incluso si se arreglaban, no quería que se fuera.
—¿Por qué estás corriendo como un loco? ¿Qué sucede? — preguntó angustiado al verle tan cansado.
—No quiero que te vayas... — murmuró con la voz ya más tranquila —. Por favor, no lo hagas, quiero arreglar las cosas contigo, no me dejes ahora.
JiMin frunció el ceño confundido.
—¿Irme? ¿De qué diablos estás hablando?— preguntó, haciéndose una idea en la cabeza —¿Quién te dijo que me iría?
—T-tu madre... acabo de estar en tu casa, hablé con ella porque quería arreglar las cosas entre nosotros, y luego ella me dijo que tu... que tu te estabas yendo, que tomarías un vuelo a la Isla Jeju porque necesitabas pensar.
—Ay, no — JiMin cerró los ojos mientras soltaba un suspiro, ahora se veía algo enojado —. Mierda, esa mujer está loca.
—¿Q-qué?
—Que está loca, y deberías aprender a no hacerle caso — le regañó un poco —. Joder, YoonGi. No voy a irme a ningún lado, acababa de salir de la casa para poder ir a buscarte a la empresa de tu familia, yo también necesitaba encontrarte.
Ahora fue el turno de YoonGi de quedarse sin palabras y en shock nuevamente. Eso tenía que ser una jodida broma.
—¿Qué...? P-pero ella...
—Ella te engañó — admitió el rubio —. Dijo eso sólo para molestarte, no voy a ningún lado.
YoonGi no se lo podía creer. Cuando aquélla mujer le dio esa mirada escudriñando todo de él, debió haber visto lo desesperado que estaba, tal vez ella estaba enojada también y quiso vengarse un poco de él.
—Ven, subamos al auto. Necesitamos estar en un lugar tranquilo.
Tomando la mano del mayor entre la suya, tiró de él para poder llegar hasta el auto en el que venía.
[ 🍒 ]
Y como YoonGi lo había dicho, se tiró de rodillas frente a JiMin cuando estuvieron en aquel departamento que compartían juntos, ni bien habían entrado en aquel lugar y se habían sentado en el sofá para poder hablar de forma tranquila, YoonGi ya se encontraba tirado en el piso y tomando las manos del rubio entre las suyas.
—¿YoonGi qué estás haciendo? — con el pulso acelerado, JiMin lo detuvo tratando de empujar sus hombros para indicarle que se levantara.
—Necesito pedirte perdón.
—¿Estás loco? — JiMin preguntó, todavía conmocionado por tal acción —. No necesitas arrodillarte.
—JiMin.
—No, no — el menor puso la mano en su boca para detenerlo —. Quiero hablar yo primero, así que cállate un segundo.
JiMin presentía lo que YoonGi le iba a decir, pero no quería escucharlo, quería ser él quien se lo dijera.
—P-pero...
—Se acabó. Esto, lo que teníamos, se terminó — el chico habló rápidamente sin darle opción a YoonGi de interrumpirlo —, le dije a mis padres la verdad, les conté que yo te había arrastrado a todo esto sin siquiera considerar como te sentías, que lo había hecho sólo por mi propio beneficio y no pensé correctamente en ti. Así que se terminó está mentira — JiMin tomó sus manos con cuidado, mirándolo a los ojos en todo momento —. Me gustas, YoonGi, ya te lo había dicho pero creo que no fui lo suficientemente claro, me gustas y no por todo lo que pasó entre nosotros, no por el sexo, me gustas porque descubrí lo fiel y leal que eres, porque aceptaste ayudarme en esta estúpida farsa incluso si eso no te beneficiaba de ninguna forma, nunca te quejaste, me ayudaste con los planes de la boda, me cuidaste y jamás me diste la espalda. Por eso, te quiero conmigo, está vez no como una mentira.
El mayor se quedó sin aliento una vez más, estar escuchando aquellas palabras le hizo sentir de muchas maneras.
—Lo siento, perdón por haber pensado primero en mí que en ti — JiMin volvió a hablar —. Ni siquiera te dejé elección alguna cuando ya te había involucrado en todo esto, no fui consciente de lo mucho que podías estar en contra.
YoonGi negó rápidamente.
—No, no estaba en contra — respondió, todavía arrodillado frente a él —. Yo no estaba...
Fue como si su lengua le hubiera fallado en aquel momento, pues no podía articular ninguna palabra. Todavía sentía nervios a pesar de que se había preparado para esto, para confesarse, para decirle como se sentía. JiMin se le había adelantado y toda la valentía que sentía segundos antes para hablar, ya no estaba.
—Yo... tenía todo un discurso preparado para ti — YoonGi confesó —. Pero ahora no sé cómo decirlo.
El rubio rió bajito y acarició la suave mejilla del pelinegro frente a él.
—Sólo dilo... — le ánimo —. Lo que sea que digas, lo aceptaré.
Se quedó en silencio durante algunos segundos, tragando con dificultad mientras se preparaba de nuevo para decirle todo lo que sentía. Ya había escuchado las palabras de JiMin, eso le hacía sentir más tranquilo, pero ahora momento de confesarle la verdad, y de alguna manera eso le ponía nervioso.
—Te amo, estoy tan profundamente enamorado de ti que sentía que me volvía loco cada vez que no podía decírtelo — por fin habló — cuando te conocí la primera vez quedé fascinado, siempre llamaste mi atención desde el inicio, cuando por fin te mudaste a mi edificio, creí que tendría alguna oportunidad para invitarte a salir. Pero no fui lo suficientemente ágil como para hacerlo, había algo que me lo impedía. Hasta que recibí esa tonta llamada de mi padre reclamando sobre nuestro casamiento y del por qué no le había dicho — soltó una suave risa, mientras seguía mirando al chico a los ojos —. Y lo admito, me tomó por sorpresa y no tenía pensado aceptarlo, quería decirle la verdad después de la llamada, pero luego creí que... esa sería una buena forma de acercarme a ti poco a poco con la intención de obtener un poco de tu atención, quería acercarme a ti de forma diferente y vi esa mentira como una oportunidad. Me di cuenta de que estaba enamorado de ti al poco tiempo, porque pasar todos esos días a tu lado fue suficiente para darme cuenta de que mis sentimientos por ti eran más grandes de lo que imaginé.
Los ojos de JiMin tenían un brillo único que hizo a YoonGi sentirse mucho mejor al mirarlos.
—Lamento haberte tratado así, lamento haberte dicho que tus sentimientos no eran válidos y que estabas confundido, fui un idiota — YoonGi suspiró —. Yo te amo, y quería decírtelo desde hace mucho, pero no fui capaz de confesarme ante ti como hubiera querido. No quiero rendirme contigo y dejar que eso nos arruine.
El rubio soltó una suave risita, extendiendo sus brazos para pasarlos por el cuello de YoonGi dejarle un beso en su frente, aquel acto ocasionó que el pelinegro cerrará los ojos para disfrutar de aquel beso.
—¿Eso significa que me perdonas? — preguntó el pálido.
—Eso significa que somos pareja — murmuró con cariño —. También te amo, YoonGi.
Todo el cuerpo del mayor tembló debido a aquellas simples palabras.
JiMin había dicho que lo ama.
Inclinándose sobre él, junto sus labios en su hambriento beso que les robó el aliento a ambos. Volver a sentir aquellos esponjosos y preciosos labios que portaba el menor era lo mejor de toda su jodida vida. Amaba tenerlo de nuevo, amaba sus labios y estarlos besando una vez más era como tocar el cielo.
—Gracias por todo — YoonGi dijo cuando se separó un par de centímetros, dejando un poco confundido al menor —. Hablé con Woozi, más que hablar, sólo escuché lo que dijo y pude entender porque le habías dado la razón.
JiMin sintió un leve pánico en aquel momento. Los recuerdos de la discusión pasada volvieron a él y temía que YoonGi malinterpretara todo de nuevo.
—Yo... cuando yo dije eso, no quería decir que es algo que yo te haría.
— Lo sé — YoonGi murmuró —, ahora entiendo lo que quisiste decir, soy consciente de que también me sentiría igual si te hubiera conocido antes. Si él ya no está conmigo es por algo, no era la persona indicada en mi vida — se irguió en su lugar para capturar la barbilla del rubio entre sus dedos —. La persona indicada eres tú.
Las mejillas del chico se tiñeron de rojo y desvío la mirada después de sentirse avergonzado por aquellas palabras. YoonGi era realmente cursi cuando se lo proponía.
Volvió a tomar entre sus dedos aquella bonita barbilla para dejar un beso en su mejilla, un largo beso que hizo que JiMin se sintiera feliz de estar ahí en ese momento.
Luego, sus labios volvieron a encontrarse cuando el menor ya no pudo resistirlo más, había extrañado a YoonGi en estos pocos días que pasaron alejados. Lo quería de vuelta, quería abrazarlo y besarlo hasta el cansancio.
El beso se tornó fogoso en cuanto el rubio decidió abrir sus boca para poder jugar con su lengua en medio del beso. Sostuvo a YoonGi de los hombros mientras esté llevaba sus manos a su cintura y lo apretaba hasta pegarlo a su cuerpo, el beso siguió su camino, convirtiéndose en uno acaladorado y sucio cuando los chasquidos fueron más notables y los jadeos llenaron la habitación.
YoonGi se separó un poco del menor, todavía con sus manos apretando su cintura, bajó sus labios para morder con lentitud aquel bonito y delgado cuello.
—Yoon... — JiMin jadeó ante aquel suave y escalofriante acto.
—¿Qué sucede? — preguntó fingiendo demencia.
Las mejillas rojas de JiMin, su pecho subiendo y bajando mientras tenía aquella mirada suplicante escarbando en su ser, le hizo saber que el chico ya estaba envuelto en una nube llena de deseo.
Pero JiMin no respondió, hizo todo lo contrario a darle una respuesta. Se movió en el sofá hasta montarse encima del mayor, pasando sus manos detrás de su cuello mientras volvía a besar sus labios con descaro, haciendo que YoonGi entendiera el mensaje escondido entre sus besos y el movimiento incontrolable en sus caderas cuando se restrego contra su regazo.
Iba a volverlo loco.
[ 🍒 ]
Voy a tomarme mi tiempo para escribir el siguiente capítulo, quiero y necesito hacer un smut que me deje satisfecha a mí también, sé que todos dicen que les gusta como lo escribo, pero yo siempre he sentido que le falta algo más. Aún así, prometo no tardarme mucho. 🥲
En fin, de una vez hago la advertencia de que el siguiente capítulo si contendrá al menos la mayoría de las prácticas sexuales del BDSM, o al menos las más famosas.
Gracias por leer. 💗
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