Ahí estaba, sentado en aquella banca en el parque más cercano al edificio donde vivían sus amigos, esperando por su primo, a quien le había llamado hace menos de media hora para poder reunirse con él.

No le pidió mucho, sólo le dijo que estaría en el parque a tal hora y que lo esperaría para hablar, no escuchó la respuesta de Woozi cuando ya había colgado.

A pesar de que siempre creyó que sería difícil para él, ahora que lo hizo, se dio cuenta de que aquella dificultad siempre fue parte de su imaginación. En el pasado le había afectado mucho todo lo que ocurrió, le hizo sentir tan mal consigo mismo que creo un método de autodefensa, ese método sólo hizo que nunca escuchara a Woozi y jamás se diera la oportunidad de ver las cosas de otra forma.

Sus amigos tenían razón, su madre tenía razón, y JiMin también la tenía.

No podía seguir adelante sin antes haber hablado con el causante de su mayor problema. Iba a escucharlo, no estaba seguro de poder perdonarlo, pero trataría de tener la mente abierta para él. Su molestia con aquel chico iba más allá del engaño y la traición, pudieron haberle contado antes de que él lo viera con sus propios ojos, pudieron ser sinceros y decirle todo, pero en su lugar decidieron besarse en la misma casa donde YoonGi estaba, y fue un golpe duro para él.

Tal vez así comprendería porque JiMin había dicho que entendía las razones de Woozi.

Si se ponía a pensar en el chico, lo único que quería hacer ahora mismo era correr a la cafetería y hostigarlo hasta que por fin le diera una oportunidad de hablar. Aún no estaba seguro de que le diría a JiMin cuando lo tuviera en frente, no sabe si tendría que arrodillarse hasta que sus rodillas no pudieran más, pero la idea parecía tentadora.

Después de algunos minutos esperando, Woozi apareció por su lado izquierdo, caminando con lentitud como si tuviera miedo de acercarse por completo a él. Lo había golpeado más de dos veces, por lo que era entendible.

—Deja de actuar como un niño inofensivo y acércate.

YoonGi se recargó por completo en la banca mientras rodaba los ojos al ver lo ridículamente asustadizo que se veía el chico. Hasta ahora, no lograba causarle compasión alguna, así que esperaba poder escuchar su versión y entenderlo.

—Y-yo... antes que nada, quiero decir que no fue culpa de JiMin, fui yo quien lo buscó, hice exactamente lo que me dijiste que no hiciera — se apresuró a decir el contrario cuando estuvo sentado en aquella banca —. JiMin no tiene culpa alguna, fui insistente y eso sólo provocó problemas con ustedes dos, p-pero no debes enojarte con él, puedes golpearme a mí en su lugar.

Por muchas ganas que YoonGi tuviera de hacerlo, no le hizo caso a lo dicho por su primo y gruñó desesperado.

—Lo que suceda entre JiMin y yo no te interesa — respondió a la defensiva —. No estamos aquí para hablar de eso, así que comienza con tu largo discurso para que pueda irme.

—¿Irte? — Woozi por fin alzó la mirada la verlo.

—Por supuesto, ¿qué creías? ¿qué estaba aquí por gusto? Honestamente, tengo muchas ganas de partirte la cada — YoonGi confesó —. Pero necesito hacer esto.

Woozi se veía sorprendido todavía.

—¿Por qué? ¿Qué te hizo cambiar de opinión?

El pelinegro se quedó callado, recordando a JiMin momentáneamente. Sí, una gran parte de esto era sólo por JiMin, no iba a ser un tonto hipócrita diciendo que realmente era deseo propio el escuchar a Woozi. Todo lo hacía por una sola persona, una persona que deseaba recuperar.

Aunque no sabía si debía recuperarlo, no entendía si aquella discusión significaba que lo que tenían había terminado. Pero aún así, prefería arriesgarse e intentarlo que no hacerlo.

—Digamos que estoy harto de esto — no mentía, sí lo estaba —. Quiero tener una relación feliz con JiMin, y yo... no puedo hacer eso sin antes arreglar este problema teniéndote a ti detrás de nosotros todo el tiempo, y no, no voy a perdonarte, no está entre mis decisiones hacerlo. Así que comienza a hablar para poder acabar con esto.

Woozi aún seguía un poco sorprendido por las palabras del mayor. Aunque sabía que una parte de eso debía ser mentira, tal vez había sido obligado. La razón que sea no le importaba, era un avance que YoonGi haya decidido escucharlo.

Cuando YoonGi escuchó toda la historia, creyó entender porque JiMin había dicho que las razones de su primo eran buenas. Si bien no sabes cuando será el día en que te enamores, ni la persona, ni el momento, eres consciente de lo mucho que puedes avanzar contra el amor. Woozi tomó la mala decisión de no apartar sus sentimientos aunque sabía que Jeonghan tenía pareja, fue un tonto imaginando que el daño sería mínimo cuando Jeonghan dejara a su pareja, porque era ajeno a la otra persona. Sin embargo, YoonGi tuvo que sufrir por culpa de ambos y eso fue lo que más les daño a todos.

—Así que... ¿todo fue bien? — YoonGi se atrevió a preguntar.

Realmente no quería saberlo, pero tenía que hacerlo sólo para dejarse en claro algo a él mismo.

—Después de lo que pasó... decidimos separarnos por un tiempo, él no estaba cómodo con lo que había sucedido, y yo tampoco estaba bien. Así que nos separamos por al menos un mes, después de eso, volvimos a encontrarnos, como si fuera obra del destino — Woozi se veía tímido —. Creímos que tal vez esto era lo nuestro, que aunque te causamos mucho dolor, no teníamos porque alejarnos, entonces pensamos que lo correcto era buscarte y pedirte perdón, hablar de forma honesta porque los dos sabíamos que lo que hicimos fue terrible.

—Oh... — YoonGi no quiso preguntar en donde estaba Jeonghan ahora, sólo quería dejar el tema atrás —. Bueno, supongo que las cosas suceden por algo.

JiMin había aparecido en su vida después de haber experimentado un mal amor, en definitiva, las cosas sucedían por algo. El destino le hizo una mala jugada a todos, Woozi se enamoró  de su pareja de aquel entonces y lo lastimaron demasiado, logro superarlo poco a poco a pesar de que el rencor seguía ahí. Luego, conoció a JiMin y comenzó a sentir que el amor era complicado en muchos aspectos.

El juraba estar enamorado de Jeonghan, juraba haberlo amado como nunca lo había hecho, pero eso era una tontería. Jeonghan y él no estaban destinados a estar juntos.

Tal vez las cosas sucedieron así para que JiMin y él se encontrarán.

Quería pensar en eso.

—YoonGi, por favor. Lo siento mucho, todo lo que hice fue una estupidez y odié demasiado hacerte sentir mal — el chico se veía arrepentido —. Mi propia familia me dejó de lado, tu madre fue la única que me apoyo económicamente y emocionalmente, y estuvo mal, porque ella debía estar apoyándote a ti, no era mi intención que esto sucediera, sólo...

—Cállate, en serio — YoonGi le pidió —. Si decidí escucharte fue porque ya era suficiente de todo esto, de tenerte detrás de mí queriendo arreglar las cosas. No hay nada que arreglar, hace mucho que me hice la idea de que Jeonghan realmente te amaba más a ti que a mí, porque si fuera lo contrario, nunca te hubiera dado paso para iniciar lo que tenían. Sí, tuve mucho rencor e inseguridad, todavía lo tengo, pero quiero dejarlo ir. Eso no significa que nuestra relación será igual que antes, no voy a perdonarte todavía. Sólo... necesitaba esto para poder dejarlo atrás.

Woozi escuchó esas palabras y supo que no había en que YoonGi pudiera perdonarlo, no al menos hasta después. Así que cuando el pelinegro se levantó de su lugar y se fue, no lo siguió. Al menos había obtenido lo que quería, ser escuchado y pedir disculpas, incluso si estas no fueron aceptadas, estaba bien así.

[ 🍒 ]

Ahora no sabía como sentirse.

Estaba de vuelta en su edificio, pasó dos días desde la pelea que tuvo con JiMin y se aisló en el departamento de sus amigos, ese día se había enfrentado a su primo y escuchó su versión de los hechos.

No podía perdonarlo, pero lo comprendía.

Esos dos se habían enamorado mutuamente, así como él se había enamorado de JiMin. Porque estaba casi seguro que si hubiera estado en la misma situación que ellos y fuera JiMin de quien se hubiera enamorado en aquel entonces, habría caído bajos sus encantos sí o sí.

Aunque eso no justificaba el dolor que le hicieron sentir, una parte de él había agradecido que ambos siguieran juntos. No había nada más patético en el mundo que arruinar tu relación más duradera o familiar por alguien con quien sólo estarías un par de noches y luego dejarse.

Eso le hubiera causado más rencor.

Como sea, ahora se encontraba de pie frente aquel departamento que tantas veces había visto en los últimos años. Todavía recuerda como fue la primera vez que vio a Park JiMin entrando al pasillo en donde a partir de ese día sería su vecino. El chico salió del elevador con dos cajas en sus brazos y un bolso en el hombro, mientras batallaba por mantenerse firme ya que el tacón de sus zapatos se había dañado.

Aquel día fue inolvidable, ver a JiMin con una camisa beige, abierta del pecho hasta la mitad, mostrando sus clavículas, portando unos pantalones poco ajustados y acampanados, seguido de aquellos zapatos que juraba eran de diseñador con el pequeño tacón roto.

Todavía recuerda como le ayudó, se burló un poco de él y ahí comenzó su increíble relación de molestarse mutuamente.

Aunque ya se conocían desde antes, tener al chico rubio siendo su vecino y jugandose bromas casi siempre que se veían, era diferente, sabía que había algo más por iniciar entre ellos. Algo que YoonGi tenía muchas ganas de hacer.

Quería invitarlo a salir, ser amigos y luego pasar al coqueteo indirecto para después animarse a pedirle una cita, verlo todos los días hasta que por fin se volvieran algo. Sí, YoonGi pensaba a futuro, sobre todo porque era la primera vez que alguien llamaba tanto su atención desde lo que había pasado con Jeonghan.

Después de largos segundos, se ánimo a tocar la puerta del departamento, sus nervios crecieron cuando escuchó pasos al otro lado y se sintió todavía más nervioso cuando no fue JiMin quien abrió la puerta.

—Hola, ¿se te ofrece algo?

El tipo al otro lado era esbelto, su cabello largo y negro caía sobre sus hombros, su rostro era atractivo con mandíbula definida, no traía playera, dejando al descubierto su increíble cuerpo delgado pero bien trabajado. Sólo tenía unos pantalones de chándal cubriendo sus piernas mientras sostenía una lata de cerveza en la mano.

YoonGi temió lo peor por un segundo.

Hasta que escuchó otra voz de fondo, una voz un poco más profunda que claramente venía de otro hombre.

—¿Hyun? ¿Quién es? — se escuchó al otro chico en el departamento.

—Ehh... no lo sé — el tipo frente a él exclamó — ¿Quién eres?

—Vengo a buscar a Park JiMin, este es su departamento, ¿no? — preguntó confundido.

Claramente recuerda que JiMin decidió seguir manteniendo su departamento por cualquier cosa, se lo había dicho el mismo día que se mudó al suyo. Creyó que si ese seguía siendo su departamento a pesar de vivir con él, podía encontrarlo ahí.

—Oh, ¿hablas del antiguo propietario? — preguntó el chico, recibiendo un asentimiento del pálido —. Él ya no tiene este departamento, de hecho, mi pareja habló con él hace un mes para poder llegar a un acuerdo de que nos dejara el departamento.

—¿Qué? — YoonGi preguntó inconscientemente sin poder creérselo.

—Sí... — el alto hizo un puchero —, espera un segundo — se volteó a duras penas para poder gritar —. Lix, cariño, ¿puedes venir un momento?

Después de que el chico le hablara a quien YoonGi supone es su pareja, un chico de cabello rubio y de baja estatura aparece en su campo de visión.

—¿Sucede algo malo? ¿Qué pasó? —se apresuró a preguntar.

—El señor quiere saber sobre el otro propietario.

—Oh.

¿Señor? En otro momento pudo haber puesto cara de ofendido, pero no estaba para ponerse a pelear con aquel tipo por haberle dicho señor, aunque claramente ya no era un adolescente, ni mucho menos un joven.

—Bueno, el otro propietario nos dejó este departamento hace un mes — contestó el rubio —. Al inicio fue un poco difícil convencerlo, parecía querer mucho el departamento, pero luego aceptó. No sabíamos por qué, le pregunté porque soy un entrometido, no voy a negarlo, y me dijo que en un par de meses se casaría con alguien, así que ya no necesitaba más el departamento.

Ahora fue el turno de YoonGi de quedarse mudo. Por supuesto, la jodida boda estaba por ser dentro de un mes, tal vez dentro de tres semanas y él lo había olvidado por completo.

—¿Por qué? ¿Necesitaba verlo? — preguntó con una pizca de emoción.

—No... bueno, sí. Vivo justo enfrente, él se mudó conmigo pero conservaba este departamento porque era un hombre precavido — murmuró lo último —. Como sea, ¿sólo les dijo lo de la boda?

—Mmm sí, me dijo que como iba a buscar una casa para vivir con su futuro esposo, entonces ya no tendría que preocuparse por el departamento.

Bien, estaba jodido. ¿En donde mierda lo encontraría?

—Muy bien, muchas gracias.

Tan pronto como se despidió de ambos chicos se dio media vuelta y comenzó a correr por el pasillo. Tomó las escaleras en vez de esperar por el elevador, buscó en su bolsillo su celular y llamó interminable veces a JiMin.

Pero este nunca respondió.

Se alarmó todavía más al darse cuenta de que no había forma de contactarlo a menos que respondiera sus llamadas o contestara sus mensajes, porque si no estaba en su departamento, ¿entonces en dónde?

Quería tomar un taxi para llegar a la cafetería, pero el trafico era horrible. Así que con la poca cordura que le quedaba a causa de su desesperación, decidió que ocupar sus piernas sería mejor opción por ahora. Corrió tanto como pudo para poder esquivar personas y no ser atropellado por los carros al cruzar las calles.

Su corazón se sentía agitado, demasiado a ser verdad, sentía el sudor bajar por todo su cuerpo y seguramente tendría muy mal aspecto por haber corrido demasiado, pues cuando entró como loco en aquella cafetería, todos se le quedaron viendo raro.

—¿YoonGi? — Jungkook fue el primero en verlo, ya que se encontraba hablando con Jeongin.

—A-ah... maldita mierda — suspiró a duras penas, tratando de recobrar el aliento.

—¿Qué te sucedió? Parece que hubieras corrido todo un maratón. — la desagradable voz de Kim Taehyung también se escuchó al otro lado de la barra.

—Yo... Yo necesito... necesito hablar con JiMin — argumentó con dificultad —. P-por favor, déjenme verlo, necesito arreglar las cosas con él.

—B-bueno... — Jungkook suspiró rendido —. No pienso ser la piedra en tu camino, porque sé que habrá alguien más que lo será.

YoonGi no entendió, y quiso no hacerlo cuando cayó en cuenta de lo que Jungkook quería decir, sólo para que después comprobara sus sospechas diciéndole que estaba en casa de su madre, que JiMin había ido a visitarla para hablar con ella.

Fue ahí cuando YoonGi recordó las palabras de aquella mujer, la que le dijo que si llegaba a dañar a su hijo, lo apartaría de él sin oportunidad de disculparse. Y de nuevo, se encontró a sí mismo corriendo como loco por las calles de Seúl, buscando la forma más rápida de llegar a la casa de los Park.

No podía dejar que lo separaran de JiMin sin arreglar las cosas.

[ 🍒 ]

No tenía pensado actualizar otra vez, pero considero que ya es momento de darle fin a la historia. Así que disfruten estos últimos capítulos.

Ahora bien, no se asusten bebés, no habrá más drama de por medio. De hecho ya se viene la reconciliación.

En fin, bye bye. 💗