Capítulo 11
—Mamá, ¿por qué pareces tan angustiada? — JiMin le preguntó a la mujer a su lado.
—No estoy angustiada — la mujer suspiró con fuerza, inclinándose para tomar la taza de té que tenía sobre la mesa —. Sólo estoy un poco preocupada por tu padre.
—¿Qué sucede con él? — volvió a preguntar, ahora con un poco de preocupación.
La mujer lo miró a los ojos y sin querer le demostró aquella intranquilidad que tenía desde hace mucho.
—JiMin... — la mujer no sabía como decirle las cosas, pero prosiguió —. Tú padre y yo queremos que vuelvas para asumir tu puesto como jefe de la empresa, él no está dispuesto a dejarle la empresa a alguien más, incluso si está persona es tu esposo, él quiere que seas tú quien te quedes con ella.
El chico abrió los ojos sorprendido. No se esperaba aquellas palabras, sobre todo porque desde hace algún tiempo ya habían dejado en claro que JiMin renunciaría a cualquier beneficio sobre la empresa, pero ahora, nuevamente salía a la luz el mismo tema.
—Pero mamá... ustedes saben que tengo mi propio negocio.
—No estoy pidiendo que dejes tu cafetería — la mujer se veía más calmada —. Sólo quiero que reconsideres volverte heredero de la empresa nuevamente. Puedes seguir con tu cafetería y florería, pero nosotros estaríamos más tranquilos si eres tu quien maneja la empresa.
—Pero YoonGi también puede hacer un buen trabajo.
—No dudo que el chico pueda hacer un buen trabajo, pero es cuestión de familia.
JiMin asintió, bien, lo entendía. Pero sinceramente, él ya no se veía trabando en una empresa de tal magnitud sólo para su familia, ya lo había dejado claro, eso no era lo suyo, vivir en su oficina, abarrotado de papeles y tortuosas reuniones no era lo que quería en la vida.
—De acuerdo — JiMin suspiró —. Entiendo su punto, pero... no puedo hacerlo, ustedes básicamente viven en la empresa, pasan casi todo su tiempo ahí, yo no quiero eso. No soy esa clase de persona, ya se los había dicho.
La mujer pareció resignada cuando su hijo dijo aquello. JiMin no se arrepentía de nada, no quería regresar por obvias razones, no era lo que deseaba y no le harían cambiar de opinión, incluso si regresar significaba tener la vida asegurada.
YoonGi también podía hacer un buen trabajo.
—Por favor, confíen en YoonGi. Estoy seguro de que él puede ayudarles. — insistió de nuevo con lo mismo.
—YoonGi ya tendrá que hacerse cargo de su propia empresa — murmuró la mujer —. Será difícil para él manejar ambas al mismo tiempo.
—Puede que sí — JiMin dijo, bajando la mirada con algo de pena —. Pero confío en él.
—La última vez que me dijiste eso, nada salió bien.
El rubio se sintió avergonzado. Parecía que su madre nunca soltaría lo que sucedió hace años, en parte era entendiste, pero si tanto les gustaba recordarle la mala decisión que tomó cuando conocí a Kang Jisung, ¿por qué querían dejarle la empresa a él?
—Oye — JiMin ignoró las palabras de su madre — ¿Y si le dejan la empresa a Hoseok?
Tan pronto como dijo aquello se arrepintió, pues su madre le volvió la mirada completamente disgustada.
—¿Cómo puedes decirme eso? — ella le regañó —. Hoseok no tiene ningún derecho sobre la empresa.
—Mamá, él también es parte de la familia.
—No, no lo es — la mujer lo miró enojada —. Te recuerdo que al igual que tú, decidió dejar a la familia de lado e irse con alguien que le hizo la vida imposible, él sólo decidió su camino, ¿por qué tendría que darle la empresa a alguien que no es de nuestra familia?
—Mamá, que papá haya sido un incompetente y te haya engañado no significa que el hijo ilegítimo tenga que sufrir las consecuencias de las estupideces que hizo papá.
—Hoseok tomó su decisión.
—Fue una mala decisión — JiMin se apresuró a decir —. Tomó la decisión incorrecta, pero por favor, las cosas pueden cambiar si hablan con él.
—¿Y crees que algo cambie para bien? — la madre de JiMin se veía frustrada —. No creas que he olvidado lo que intento contigo, el muy bastardo, creyendo que podría obtener algo de ti.
—Hoseok sólo estaba jugando — el menor comenzaba a irritarse —. Él nunca me hizo nada, jamás intentó nada conmigo. Sí, él se fue y dejó a la familia por irse con alguien que no lo amaba, estoy seguro de que sufrió mucho, pero todavía hay tiempo para que regrese y recupere su lugar en la familia, él podría hacer un gran trabajo.
—Será mejor que dejemos esta conversación hasta aquí.
Su madre se veía cansada con el simple hecho de discutir acerca de Hoseok.
—Bien — JiMin escupió, tal vez se sentía un poco dolido porque su madre ni siquiera podía considerar a su medio hermano —. Pero que quede claro que no me voy a hacer cargo de la empresa, si quieres a alguien, entonces llama a YoonGi, si no confías en él entonces tendrás que pedírselo a Hoseok. Y si aún no das tu brazo a torcer, entonces no tendrás quien te ayude con la empresa.
La mujer no despegó su mirada de la taza que tenía sobre la mesa.
—Ahora tengo que irme, todavía tengo algunos asuntos que atender acerca de la boda — el chico le dedicó una última mirada a su madre —. Te veo luego, mamá.
JiMin era consciente de que haberle pedido a su madre que considerará a Hoseok como futuro heredero de la empresa, ocasionaría algunos desacuerdos. Hoseok había dejado la familia hace mucho tiempo, casi por las mismas fechas en la que él conoció a Jisung, el chico había huido de la familia debido a que nadie aceptaba su relación con un hombre mayor que él, le terminó quitando dinero a la familia y se fue para nunca más regresar.
Ellos no lo sabían con exactitud, pero eran conscientes de que aquel hombre sólo haría sufrir al chico. Además de que, semanas antes de que se fuera, corrieron extraños rumores acerca de que Hoseok había querido propasarse con él, lo cual fue una completa estupidez que su madre creyó.
Su mamá no odiaba a Hoseok, simplemente le había dolido enterarse hace años que su esposo había tenido una aventura con alguien más, dando paso a quien sería su hijo ilegítimo, también le había dolido que Hoseok se comportará tan hostil y rebelde con todos en la familia, cuando ellos sólo trataban de aconsejarle acerca de lo peligroso que sería involucrarse con un hombre mayor.
Aún no saben quien había inventado aquel rumor de que Hoseok había intentado algo con él, pero tenía un odio desagradable por aquella persona quien quiera que hubiera inventado tal cosa.
Por supuesto, su madre siempre sería una persona testaruda y orgullosa, por lo que considerar a Hoseok de regreso no estaba en sus planes, pero JiMin podía ver cierto anhelo en ella. Así que mantendría viva la esperanza por ahora.
Parece que su familia corre con una pésima suerte, primero Hoseok huyendo con un mal hombre y luego él confiando en un estúpido que le causó muchos problemas. Estaban condenados.
Hasta hora, lo único realmente bueno que había llegado a su vida, era YoonGi.
Exagerado tal vez, pero desde que conoció al chico las cosas habían sido un poco menos pesadas, tal vez porque el mayor tendía a desestresar sus días haciéndole bromas y molestándolo. Resultaba extraño como YoonGi había mejorado un poco su estado de ánimo, como hizo la diferencia entre un antes y un después.
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—Dios mío, voy a matarlo — gruñó Jungkook por tercera vez en el día cuando descubrió a Taehyung intentando coquetear con otra de las clientas —. Ha estado aquí desde la mañana y no ha parado de coquetear con las personas, algunos salen corriendo después de que se les acerca.
JiMin quiso reír pero evitó hacerlo. Taehyung se había vuelto el cliente habitual del lugar, por muy extraño que parezca, al tipo le gustaba estar en la cafetería pasando el tiempo, aunque los tres tendían a ignorarlo y hacerle comentarios pasivo-agresivos cuando él los molestaba, al chico parecía no importarle, eso o era masoquista.
—Ignoralo, suele hacer eso para sentirse mejor consigo mismo — dijo el rubio —. Ahora, sólo necesito que me ayuden a elegir entre el color dorado o color vino.
—Dorado. — dijeron Jeongin y Jungkook al mismo tiempo.
—Vino. — la voz de TaeHyung a sus espaldas le hizo pegar un salto.
—¿A ti quien te llamó? — preguntó Jungkook a la defensiva.
—Nadie, pero es el color que yo hubiera elegido en nuestra boda. — le guiñó un ojo a JiMin.
—Gracias al cielo no nos vamos a casar — murmuró —. Como sea, entonces queda dorado.
—¿Acaso yo no estoy dentro de los invitados? — Taehyung dramatizó —. Soy el ex prometido, quiero ir aunque sea a tirar los pétalos de camino al altar.
—Eso lo hacen los niños. — dijo Jeongin ganándose una mirada amenazadora de parte de Taehyung.
—Bueno, respondiendo a tu pregunta, lamentablemente sí, tú y tu familia están invitados a la boda — develó JiMin importándole muy poco si sonaba grosero —. Y el color es para elegir la decoración.
—Oh... — Taehyung pareció pensarlo un poco —. Entonces creo que el vino sigue siendo un buen color.
—Por supuesto que no — bramó Jungkook —. El día que vayas a casarte, por favor, deja que tu pareja decida todo sobre la boda.
—¿Por qué son tan malos conmigo? — Taehyung hizo un puchero que muy pronto fue suplantado por una sonrisa traviesa — ¿O acaso estas insinuando eso para casarte conmigo?
—¡En tus sueños! — exclamó Jungkook —. No, no, ni en ellos me casaría contigo, ugh.
Mientras ambos peleaban acerca de una futura boda, JiMin corrió a responder el mensaje que Karina le había enviado, también la contactó para hablar acerca de las invitaciones que se estarían repartiendo la siguiente semana. Estaba apresurado y emocionado, puede que todo esto iniciará como una mentira piadosa, puede que no sea fan de los matrimonios arreglados, pero siendo honestos, él había elegido y ante los ojos de todos, YoonGi y él se amaban, por lo que no eran un matrimonio arreglado.
Su celular comenzó a sonar tan pronto como dejó de pensar en YoonGi, y tal vez lo manifestó puesto que la persona que le llamaba era aquel hombre.
—Hola, ¿qué pasa? —saludó al mayor.
—¿Estás ocupado ahora mismo? — preguntó el contrario —. Hoy salí temprano del trabajo, pasaré a comprar algo de carne y verduras para hacer una lasaña, ¿te agrada la idea? Puedo comprar algunas cervezas también, si quieres.
JiMin sonrió encantado como si aquella simple idea le agradará por completo, y así era.
—Me parece bien — le respondió —. Pero espera un rato más, podemos ir juntos a comprar las cosas, ¿te agrada la idea?
—Me encanta la idea.
JiMin sintió el calor subir a sus mejillas, agradecía que no estaba frente a YoonGi o el tipo no dejaría de burlarse de él por sonrojarse siempre que le dice algo así.
—Está bien — susurró algo apenado —. Entonces nos vemos en un rato.
—Por supuesto, te envío mensaje.
Colgó luego de despedirse de aquel hombre y por largos segundos, no supo que hacer o decir exactamente. Las cosas habían cambiado desde que ambos se tumbaron en la cama y no precisamente para dormir, aquel día seguía reflejándose en su mente tantas veces al día que su corazón se volvía loco cuando pensaba en ello.
Le avergonzaba un poco recordar todo lo que habían hecho, la forma tan desvergonzada en la que se habían enredado en la cama, la manera en que YoonGi le había tocado, haciéndole alcanzar el clímax en tan poco tiempo. La forma tan dulce en la que repartía besos por su rostro y aquellos besos llenos de deseo que le daba hasta dejarlo sin aliento.
Oh, y si había algo que decir acerca de aquello, era que le había encantado haber sido tratado de aquélla forma. YoonGi lo manejó a su antojo tanto como quiso, desde tomarlo del cuello y masturbarlo exitosamente, hasta dejarle jadeando y agitado con todo su semen escurriendo por la garganta.
Había sido tratado de forma muy peculiar, algo dulce pero también un poco sucio. Y no le había disgustado para nada.
Se apresuró a terminar sus pendientes con la organizadora de bodas y luego ayudó a sus amigos con algunas cosas de la cafetería, para después salir de ahí diciéndoles que cerraran si después de las 7 de la noche ya no tenían ningún cliente.
Quedó de encontrarse a YoonGi dos cuadras antes de llegar al supermercado más cercano a su cafetería, la tarde estaba cayendo y para ser verano todavía, seguía haciendo un poco de frío. Metió sus manos en los bolsillos de su cardigan y esperó a que el semáforo le dejara pasar.
Aún seguía sintiéndose un poco mal por la conversación que tuvo con su madre, sobre todo cuando hablaron acerca de Hoseok, no podía evitar extrañarlo de nuevo. No muchas personas sabían de él, puesto que JiMin no quería dejar en evidencia lo que su padre hizo, pero al final de todo algún día las personas se darían cuenta y no habría forma de huir de eso. JiMin quería a Hoseok de vuelta, porque ahora ellos eran la única familia que el chico tenía.
Sólo esperaba poder contactarlo pronto para hablar con él.
Sus pensamientos se dispersaron cuando al otro lado de la calle, pudo ver a YoonGi esperando por él. El chico parecía llevar un rato viéndolo, pues sus ojos de encontraron tan pronto como JiMin le prestó atención, sus mejillas seguramente ya estaba coloradas por el poco frío que sentía y tal vez se pintaron todavía más, YoonGi se veía realmente atractivo, el hombre tendía a vestir de negro, ya sea de forma casual o muy formal, pero siempre llevaba algo negro.
Y ese color lo hacía todavía más atractivo.
[ 🍒 ]
—Sabes, comienzo a creer que Taehyung está interesado en Jungkook.
La respuesta que YoonGi le dio hizo a JiMin quedar en shock por unos segundos, luego procedió a golpearlo.
—No digas eso, estarás condenando a Kookie con tus palabras.
—¿Qué? — el mayor soltó una risita —. Yo sólo digo que por lo que me has contado, intuyo que Taehyung está comenzado a ir a tu cafetería porque sabe que ahí estará Jungkook.
—Dios mío — JiMin se quejó — ¿Crees que a Jungkook le interese?
—Bueno, no lo sé, puede ser — YoonGi se alzó de hombros —. Puede que no, recordemos que la razón por la que a ti no te gusta es exactamente la razón por la que Jungkook aborrece su presencia en la cafetería.
—Mmm — JiMin respondió por lo bajo —. Oh, por cierto, un compañero de trabajo me pidió que te preguntara algo acerca de tu amigo, uh... ¿Changbin?
—Sí, ¿qué con él?
YoonGi dejó de buscar entre el refrigerador el queso que utilizaría para la lasaña para prestarle atención.
—Bueno... — JiMin se veía algo apenado —. Él quería saber si... uh... Si Changbin tenía pareja o algo así.
YoonGi se quedó callado por unos segundos.
—¿Fue Jeongin?
—¡N-no! ¿Por qué sería él? — preguntó tratando de hacerse el tonto.
No pondría en evidencia a su menor, sobre todo si corría el riesgo de que Changbin tuviera pareja.
—Uh, que mal — respondió el contrario —. Porque no, no tiene pareja y de hecho Changbin también pareció interesado en él, pero ya que no fue Jeongin quien preguntó, entonces-
—Olvídalo, sí fue él.
YoonGi soltó una leve carcajada al ver lo rápido que JiMin había caído, no había mentido acerca del interés que su amigo tuvo por el menor de todos, pero quería jugar un rato con JiMin. Al parecer el chico era muy fácil de persuadir.
—Deja de reírte de mí — el rubio le golpeó en las costillas, haciendo que se quejara —. Sólo estoy tratando de ayudar a mi bebé.
—Pues parece que a tu bebé le están comenzando a gustar personas con 5 años de diferencia.
Mientras caminaban hacia una de las cajas para pagar con todo lo que ya tenían, YoonGi recordó que había olvidado algo más para la cena. JiMin se ofreció a tomar las cosas que él tenía para que regresara, así sus brazos pronto quedaron llenos mientras esperaba a que YoonGi regresara.
La fila no era tan larga, sólo había cinco personas delante de él así que podía soportarlo. Sin embargo, parecía que la fila avanzaba muy lento debido al sistema de pago.
Se distrajo mirando todo a su alrededor mientras pensaba en lo que harían una vez que llegarán a casa, prepararían la cena y luego beberían un poco mientras disfrutaban de esta, y probablemente...
No, no, debía dejar de pensar en que volverían a hacer algo como eso.
Aunque no iba a negar que quería tomar la iniciativa, sólo era su calentura hablando por él. No se iba a hacer el tonto diciéndose a sí mismo que desde aquella vez no había quedado con ganas de más, tal vez fue la forma en la que YoonGi hizo las cosas, pero había querido experimentar un poco más.
Tal vez se animaría a hacerlo él mismo.
—Disculpa, ¿necesitas ayuda?
Por muy extraño que fuera, se volteó debido a que la voz se le hizo un poco familiar, pero cuando vio a la persona que le estaba hablando, no supo descifrar quién era. Aunque se le hacía algo conocido, no tenía ni la menor idea.
—Ah... no, no te preocupes — respondió rápidamente —. Estoy bien.
—¿Seguro? — el hombre parecía mirar todo lo que traía entre sus brazos cuidadosamente —. Parece pesado todo lo que traes ahí.
Cuando aquellos volvieron a enfocarse en su mirada, JiMin pudo ver cierto parecido en...
Oh.
—Estoy bien, en serio. — respondió tratando de ser amable.
El chico pareció pensarlo, a pesar de que JiMin trató de verse convencido, el hombre casi no le creyó. Y cuando él estuvo por volver a hablar, alguien más lo hizo.
—¿Woozi? — YoonGi preguntó abrumado, como si no pudiera creer a quien se había encontrado.
—YoonGi... — el chico retrocedió algo nervioso cuando vio al mayor.
JiMin no supo como actuar, así que simplemente se quedó quieto en su lugar, esperando a que el momento de tensión bajara. Él no sabía mucho sobre el primo de YoonGi, pero como este nunca le comentaba nada y no se presentó a la reunión con su familia aquella vez, supuso que algo no andaba bien.
YoonGi lo observó durante un par de segundos, después, trató de disimular su incomodidad y ayudó a JiMin con las cosas.
—Lamento haberme tardado — dijo, sosteniendo gran parte de lo que habían comprado, poniendo todas estas en la caja para pagar una vez que tuvieron el camino libre —. No encontré lo que estaba buscando.
—Oh... podemos ir a la siguiente tienda. — JiMin le sonrió calidamente.
Para el rubio fue evidente que YoonGi estaba tratando de ignorar al chico detrás de ellos.
—YoonGi... — volvió a escuchar la voz de aquel chico —. YoonGi.
El hombre a su lado seguía sin voltearse, simplemente se dedicó a pagar las cosas que habían comprado y tomaron las bolsas llenas de productos para salir de ahí. Pero nuevamente, aquel chico volvió a hablar.
—¡Mierda! ¡Te estoy hablando! — exclamó el chico cuando se dio cuenta de que YoonGi iba a irse sin siquiera verlo.
El pelinegro se quedó callado y dejó de caminar tan pronto como escuchó el grito de su primo. JiMin no sabía que pasaba, no estaba enterado de nada, y ahora sólo tenía una gran curiosidad.
El mayor parecía calmarse después de unos largos segundos y se dio media vuelta para mirar al otro chico.
—Tú y yo no tenemos nada de que hablar — le dijo de forma fría —. Creo que la última vez quedó muy claro todo, así que por favor, no hagas un escándalo.
—P-pero...
—Pero nada — está vez YoonGi se veía un poco más enojado —. Te recuerdo que tu estas muerto para mí, así que por favor, no hagas ninguna estupidez.
YoonGi volvió a retomar su camino, está vez tomando la mano de JiMin para llevarlo con él, evitando así que Woozi volviera a llamar a alguno de los dos. JiMin podía sentir lo tenso que estaba el cuerpo del pálido, incluso si sólo estaba tomando su mano, podía sentir que aquel encuentro no debió ocurrir por alguna razón.
No entendía la razón por la que YoonGi había actuado así, y aunque quería saberlo, también quería darle su espacio al mayor. Pero verlo así de enojado y alterado después de hablar con su supuesto primo, sólo le hizo tener miles de dudas y unas tremendas ganas de abrazar a YoonGi hasta hacerle sentir mejor.
Cosa que hizo cuando el mayor y él se detuvieron en una parada de autobús.
Se aferró a su cuerpo esperando no ser rechazado, tratando de darle calor y apoyo a pesar de no decir nada, sólo quería hacerle saber que estaba ahí para él. Cualquier preocupación se vio opacada cuando el mayor lo rodeó de la cintura para aceptar su abrazo.
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Sé que debe haber muchas dudas, pero pronto todo se resolverá, después de todo, ¿qué es un fanfic sin drama? Espero que les haya gustado, nos leemos luego. 💗
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