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Capítulo 09


—Creo que le gustas.

JiMin rodó los ojos al escuchar la respuesta de Jungkook después de contarle lo que estaba pasando en su relación con YoonGi durante esas semanas, por supuesto, también le contó acerca de la platica que habían tenido ayer después de juntarse con la organizadora de bodas.

Y ahora su amigo no había dejado de darle respuestas como esas.

Esa mañana habían llegado temprano para abrir el local, sacar las flores y limpiar la cafetería, Jeongin se había tomado un poco de su tiempo para llegar más temprano de lo normal, gracias al cielo, el chico ya estaba enterado de la situación entre ambos y se había vuelto otro cómplice más.

—¿Cómo puedes deducir eso con lo que te conté?— le preguntó.

—Porque es demasiado fácil — el chico casi chilló —. Parece ser que eres más ciego de lo que creí, cualquiera notaría la atracción que ese hombre siente por ti.

—Estás mintiendo.

—¡Por supuesto que no! — Jungkook bramó —. Desde que los vi por primera vez en la reunión con tu familia supe que ese hombre estaba coladito por ti.

—Jeongin, dile que no es verdad. — JiMin pidió su apoyo.

El menor se quedó quieto en su lugar sin saber que decir o hacer, porque bueno, él también había notado ciertas cosas desde que YoonGi había comenzado a aparecer casi todos los días en la cafetería.

—Ah... yo... bueno-

—¡Ya! Hasta Jeongin sabe que tengo razón.

—Oh, cállate, Jeon Jungkook.

Ahora se sentía abrumado, no podía ser cierto, Jungkook no podía tener razón. YoonGi y él eran amigos, tenían una relación un poco extraña, pero eran amigos después de todo. Que estuvieran por casarse no significaba lo contrario.

Dios, que estúpido se sentía al pensar en ello.

—Escucha — Jungkook volvió a llamar su atención —. Si ese hombre no sintiera el más mínimo gusto por ti, no se hubiera arriesgado tanto a ayudarte con tu pequeña farsa. ¿Dime quien en su sano juicio se amarraría a alguien de esa forma sin obtener nada a cambio? Hasta ahora que te ha pedido actuar como una pareja, dios mío. ¿Quién se conformaría solo con eso? Cualquier otra persona te hubiera pedido dinero.

—¿Si te hubiera pedido ayuda a ti me hubieras pedido dinero? — le atacó el rubio.

—¡Por supuesto! — exclamó —. Somos amigos, pero sacaría provecho de la situación, yo no hago las cosas gratis.

JiMin le lanzó una mirada acusadora y Jungkook sólo se alzó de hombros.

—Que mal amigo eres.

—Oye — el chico lo señaló indignado —. No soy un mal amigo, te hubiera ayudado porque soy tu amigo, claro, pero seamos honestos, ¿alguien se casaría con otra persona sólo porque sí? Se casarían contigo por dinero, por obtener algo más que sólo unos besos. Es cruel, sí, pero es para que te des cuenta de que YoonGi siente algo por ti.

—Creo que tiene razón — Jeongin habló —, desde que él viene aquí, sólo se aparece para hablar contigo, se sientan en esa mesa y se molestan mutuamente, pero cuando te ve estresado, procura ser cuidadoso con sus palabras y te da tu espacio, se te queda viendo como un bobo durante largos minutos — Jeongin rió al recordar eso —. Una vez lo atrape viéndote mientras tomabas  de su café, se puso nervioso cuando se dio cuenta de que ya lo había cachado.

—Ustedes dos se están uniendo para hacerme sentir mal, ¿verdad?

—¿Por qué querríamos hacerte sentir mal? Queremos que te des cuenta.

JiMin bufó después de que Jungkook le dijera aquello. Ellos tenían un buen punto, uno contra el que no podía pelear, ni siquiera cuestionarse.

YoonGi había aceptado el compromiso con él, el chico realmente iba a casarse con él para ayudarle a deshacerse de Kim Taehyung. Si bien le dijo que haría lo que sea para compensarle, YoonGi no había pedido nada más que actuar como una pareja, comportarse como si fueran una pareja de verdad, y le había robado algunos besos, besos que se habían tornado diferente con el paso de los días.

Nadie se conformaría con sólo besos en una situación así, por lo que YoonGi debía estar escondiendo algo. Tal vez el mayor todavía no se animaba a pedirle lo que realmente quería, tal vez YoonGi sí quería dinero pero le daba pena pedirlo, o tal vez quería esperar un poco más hasta ser esposos, no lo sabía, pero ahora que Jungkook había metido en él la duda, era probable que YoonGi no le haya dicho realmente lo que quiere.

—De todos modos — Jeongin volvió a hablar — ¿No volviste a lo mismo de lo que estabas huyendo? De igual forma vas a casarte.

JiMin soltó una risita.

—No, Innie. El compromiso no me da miedo, no le huyo a esto, le huyo a Kim Taehyung — respondió —. Lo has visto con tus propios ojos, es un... agh, me estresa sólo pensar en él. No podría casarme con él sabiendo la clase de persona que es.

—Bueno, tienes razón — el más chico se recargó sobre la barra del mostrador — ¿Y por qué no le preguntas la verdadera razón por la que aceptó ser tu esposo de mentira?

—Porque... no, eso me da... vergüenza — se cohibió pensando en eso — ¿Qué tal si me dice que por lastima? ¿Qué le daba tristeza verme en esa situación?

—Agh — Jungkook gruñó en su dirección —. Se me olvidaba que eres un dramático de primera al que le gusta darle vuelta al asunto hasta el final.

—¡Bueno ya! Le voy a preguntar que es lo que realmente quiere — JiMin exclamó —. Necesito saber que no sólo se conforma con mis besos, eso sería... patético.

—¿Por qué es patético? — Jungkook se puso a la defensiva en automático — ¡Escúchame bien, Park JiMin! No puedes despreciarte de esa forma, lo tienes prohibido, el que alguien vea tus besos como una forma de pago debería hacerte sentir bien, le gustas a alguien lo suficiente como para no obtener solo el dinero, que es lo que mayormente prefieren.

—Por favor, tú y yo sabemos que sólo quieren mi dinero.

Jungkook suspiró frustrado.

—YoonGi no es él, así que no pienses eso — el chico se acercó a su mejor amigo para abrazarlo por los hombros —. Kang Jisung es un idiota, estoy seguro de que ya está muerto y no puede importarme menos. Confío en que YoonGi es diferente y créeme cuando te digo que le gustas.

Aunque el rubio ya no dijo nada más, se negaba a aceptar todavía las palabras de Jungkook. Era poco creíble para él que YoonGi realmente tuviera algun interés en su persona, digamos que tiene un bajo autoestima, tiene miedo y no se ve a sí mismo estando dentro de los estándares del pelinegro, así que sí, se le hace un poco ridículo.

Después de platicar un poco más con ambos chicos y que llegara el momento de abrir el local, de la pasó trabajando en general. Jungkook no era su empleado, pero al chico le gustaba quedarse ahí porque se aburría estando solo, así que durante unas largas horas estuvieron limpiando el lugar, acomodando ciertas cosas que a JiMin comenzaba a no gustarle, atendieron clientes, ayudaron a los chicos de la cocina con los postres y a preparar las bebidas.

JiMin ama su trabajo, puede que sus padres vean algo muy insignificante el tener una cafetería como esta o una florería. Pues para ellos era considerado un trabajo muy banal, tal vez porque sólo eran lugares poco concurridos para las personas.

Pero en general, JiMin amaba esta clase de lugares.

Era su propio negocio, su hogar, era algo que él mismo había hecho y de lo cual era dueño, se sentía feliz teniendo esto en su vida.

Para cuando la tarde cayó y el sol comenzó a esconderse, la puerta de la cafetería se volvió a abrir anunciando la llegada de un nuevo cliente, Jeongin estuvo a punto de decir su típico saludo de bienvenida, pero se calló al instante cuando YoonGi alzó la mano al aire para indicarle que no lo hiciera.

El chico rió por lo bajo y lo saludó de forma respetuosa como siempre, puede que ahora ese hombre sea el futuro esposo de su jefe, al quien le hablaba con toda confianza porque él se lo había pedido, pero YoonGi era mayor que él y lo trataba con respeto, así fuera esposo de JiMin o no.

Cuando hombre entró, se dio cuenta de que venían dos personas más con él.

—Bienvenidos, ¿van a querer ordenar algo? — preguntó a YoonGi, quien buscaba por la cafetería seguramente a JiMin.

—Yo no quiero nada — el pálido dijo — ¿Ustedes van a querer algo? — le preguntó a los otros dos chicos.

Tan pronto como ambos hombres se acercaron, Jeongin comenzó a sentirse chiquito en su lugar. Dios mío, ¿acaso todos ahí debían ser tan atractivos? Uno de los hombres era alto, más que YoonGi y delgado, con hombros fuertes y un pecho ancho, se veía ejercitado, estaba vestido de negro de la cabeza a los pies con un largo abrigo, su piel morena parecía deslumbrar su bien formado porte, y el otro era todo lo contrario en estatura, era bajito pero no tanto, tal vez sólo un poco más bajo que YoonGi, pero tenían unos bíceps increíbles, la playera negra que llegaba se ajustaba a su piel dejando en evidencia sus brazos y aunque se veía muy grande en masa corporal, su cintura era delgada, no tanto pero lo suficiente para detallar la manera en la que se ejercitaba.

Jeongin dejó de mirarlos cuando se dio cuenta de que los dos tipos le habían pedido algo pero él no les prestó atención. Avergonzado volvió a pedirles que por favor le repitieran su pedido.

—Jeongin — YoonGi llamó su atención — ¿Está ocupado?

—Ah... está en la cocina con Jungkook — le respondió — ¿Quiere que lo llame? Hasta donde sé no estaban ocupados.

—Está bien, voy a esperarlo.

El chico asintió y observó cómo los tres hombres tomaban su lugar en una mesa. Sin tardarse tanto comenzó a realizar los pedidos de los otros chicos mientras que le avisaba a JiMin rápidamente que YoonGi había llegado.

El rubio salió poco después por la puerta de la cocina para poder encontrarse con una bola de tres hombres sentados muy cómodamente en sus respectivas sillas. YoonGi no mentía cuando le dijo que sus amigos parecían unos mafiosos, y que si llegaba a verlos de sorpresa ahí, que no se asustara.

—Se supone que debías estar aquí desde hace una hora — JiMin llamó su atención cuando se acercó a la mesa que compartía con sus amigos.

—Te envié miles de mensajes diciéndote que llegaría tarde, pero ni siquiera los viste.

—Es porque no tengo mi celular a la mano todo el tiempo. — dijo a la defensiva.

—Ustedes sí que parecen una pareja de esposos — uno de los hombres habló —. Y eso que apenas van a casarse.

—JiMin, este es Namjoon y él es Changbin, son mis amigos y quienes serán mis acompañantes en el altar —habló YoonGi señalando a cada uno —. Hay otro más, pero no pudo venir.

—Oh — JiMin los miro a ambos para poder saludarlos correctamente —. Mucho gusto, estoy feliz de conocerlos.

—Igualmente — habló Changbin —. Estoy feliz de saber que YoonGi está por casarse.

—Sí, aunque es irreal. Jamas habíamos escuchado de ti o sobre qué tenía alguna relación, lo cual es raro. Pero si él dice que van a casarse, está bien por mí. — dijo el otro hombre y JiMin pudo percibir un poco de burla en sus palabras.

Sí, definitivamente el tal Namjoon sospechaba algo, pero podía hacerse la idea de que YoonGi no le había dicho la verdad.

—Bueno... lo teníamos bien guardado — el rubio rió bajito.

—No le hagas caso a este imbécil, está enojado y disgustado porque apostamos que el primero en casarse se llevaría 10 mil dólares de cada uno, y está un poco enfadado de no ser el primero.

JiMin soltó una leve risa al igual que los otros tres.

—¿Apuestan tanto dinero? ¿Acaso ya no saben que hacer con él?

—Algo así — Namjoon suspiró —. La gente con dinero se vuelve loca.

El rubio le dio la razón. Por cortesía, JiMin les presentó a Jungkook y a Jeongin, quienes también serían sus acompañantes en la boda, aunque este último ni siquiera lo sabía puesto que JiMin se lo sacó de la manga en aquel segundo.

—Cuando YoonGi nos contó acerca de que su prometido tenía su propio negocio, no creímos que se refería a la una cafetería y florería.

Changbin observó los alrededores, mirando maravillado todo.

—Sí, creímos que se refería a alguna empresa o algo así.

—Bueno — JiMin carraspeó con algo de pena —. Mi familia es la de la empresa, yo soy más de negocios pequeños.

—Al novio de Namjoon le gusta mucho las flores y el café, tal vez puedas traerlo un día para que se conozcan. — habló YoonGi en dirección a su amigo.

El moreno le sonrió aceptando, su novio no era una persona muy sociable, pero estaba seguro de que ese lugar le gustaría.

Debido a que ya era tarde y la cafetería no tendía a tener muchos clientes al caer la noche, cerraron el lugar para sentarse a la mesa y convivir entre los 6, mientras hablaban acerca del lugar de la boda y la fecha, también sobre los trajes que llevarían los acompañantes de los novios y un sinfín de cosas más que hicieron a JiMin sentirse un poco emocionado.

Le gustaba hablar sobre bodas, como ya lo había dicho, no le huía al compromiso, tal vez le daba un poco de pánico, lo normal, pero le gustaba estar hablando sobre su boda, y la verdad es que no era nada desagradable.

Después de despedirse cada quien y separarse, los últimos que quedaron completamente solos fueron JiMin y YoonGi, quienes desde luego se irían juntos.

—¿No les dijiste la verdad sobre el compromiso? — preguntó el menor, terminando de cerrar con seguro todo el local.

—No lo creí necesario — YoonGi se alzó de hombros —. Además, quería ganarme esos 10 mil.

Escuchó sus palabras y el menor soltó una risita burlándose de él. Por supuesto, quería el dinero.

—¿Por qué no me sorprende? — murmuró sin querer, mientras seguían caminando por la banqueta.

Esperaba que YoonGi no hubiera escuchado sus palabras, pero por supuesto que lo hizo, después de todo no fue tan silencioso.

—¿No te sorprende qué? — preguntó el hombre a su lado — ¿Acaso crees que realmente me importa el dinero de la apuesta?

—Eso fue lo que dijiste — JiMin le respondió, siguiendo su camino sin siquiera desviar la mirada —. Dijiste que querías el dinero, bueno, ya lo tienes asegurado.

—No fue intencional... — YoonGi se apresuró a responder —. No quise decirlo de esa forma, sí, quería ganarles la apuesta y por eso no les dije que era una farsa, porque... ya no lo es, ¿verdad? Ahora es real.

JiMin guardó silencio durante largos segundos, todavía no le miraba a la cara, pero podía sentir como el mayor buscaba su mirada a su lado.

—Eso no quita que... que hayas dicho que querías ganarles la apuesta — ¿estaba siendo dramático? Sí, tal vez un poco, pero no le importaba, era un tema que ya había hablado con Jungkook hace rato y era doloroso —. Es real porque me lo pediste así, pero... seguimos siendo una mentira.

—¿Y qué se necesita para ya no serlo?

—¿Perdón? — JiMin por fin lo miró, deteniéndose.

—¿Qué es lo que quieres para que esto ya no sea una mentira? — ahora YoonGi se veía algo frustrado —¿Yo no puedo querer ganar una apuesta contra ellos pero tú si puedes ignorar nuestro acuerdo? Te lo dije, seríamos reales, y ahora estas diciendo que seguimos siendo una mentira.

—¡Es porque eso somos! —exclamó sintiéndose frustrado —. No hay amor entre nosotros y no sentimos nada comparado a eso, no hay una bonita relación, ni ninguna mierda. ¿Por eso aceptaste desde un inicio todo esto no? Porque ya tenían una apuesta de más de 20 mil dólares. Si tanto dinero quieres, yo puedo dártelo, así dejas de pensar en él dinero de esa apuesta.

YoonGi lo miró sorprendido.

—Pero no quiero tu dinero... — YoonGi suspiró —. No me expresé bien, no lo dije en serio.

—¿A sí? Porque yo te entendí perfectamente bien.

—No — YoonGi se calmó —. No entendiste, yo... lo dije de broma, honestamente no me importa el dinero de la apuesta, ni siquiera recordaba esa apuesta hasta hoy que la volvieron a mencionar.

—Yo no te veo muy convencido — JiMin se cruzó de brazos —. Hasta ahora... realmente no he creído ninguna de tus palabras, dices que lo único que quieres a cambio es ser como una pareja real, pero no es verdad. Hay algo más y piensas que no me doy cuenta, y si es por el dinero, por la empresa de mi familia y todo eso, entonces quédatelo, me importa una mierda.

JiMin sabe que cuando se case con YoonGi, el mayor será quien tome su lugar en la empresa de su familia, debido a que él renunció a esta para poder irse a vivir lejos de su familia.

Pero YoonGi no dijo nada, porque JiMin tenía razón, había algo más y no era sólo lo que ya le había pedido.  Quería algo más pero tenía miedo de que JiMin saliera huyendo, que JiMin pensara de él como un anormal y le tuviera miedo.

Si bien no todos estaban enterados de sus extraños gustos, cuando lo hacían, estos salían corriendo asustados porque temían el daño que YoonGi les pudiera hacer (aunque nunca les hacía nada). Y por eso razón, también temía que JiMin se sintiera igual.

Quería mucho más que sólo besos y tomar su mano, que sólo fingir ser una pareja de prometidos. Lo quería todo, su cuerpo, su piel. Quería ver su preciosa piel expuesta para él, tendido en la cama o sobre el comedor de la cocina, abierto para él, sumiso y entregado sólo por él.

Pero no estaba seguro de que JiMin fuera a aceptarlo. Y no quería arriesgarse a perderlo.





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Si hay errores me avisan, gracias por leer. Recuerden la clase de contenido que hay en este fanfic. ⚠️💗

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