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Capítulo 03

YoonGi no era bueno diciendo mentiras, de hecho, era terrible haciéndolo, pero trataba de ser convincente cuando la situación realmente lo ameritaba. Por esa razón, pasó toda la noche en vela repasando con JiMin lo que dirían al día siguiente en el encuentro con sus padres.

Conocer a la familia del rubio no le ponía nervioso en absoluto, claro que no, ya los había visto alguna que otra vez, sobre todo porque se llevaban con sus padres, pero había escuchado ciertas cosas de ellos que le ponían curioso.

JiMin hablaba mucho acerca de su familia, nada personal o íntimo, pero sabía que la relación con su madre era complicada. No es que la mujer fuera verdaderamente una villana en la vida de su hijo, pero era dura y poco empática con él. YoonGi había sido testigo (en algunas ocasiones) sobre cómo JiMin se veía afectado por las palabras de su madre.

Y por lo que estuvieron hablando durante toda la noche, se encontró a sí mismo sintiendo un poco de dolor por el menor, porque JiMin le contó acerca de la relación que mantenía con aquella mujer. Su madre era... más difícil de manejar, por lo que hoy tenían que hacer méritos muy grandes si querían convencerla.

Planearon la vida perfecta, tenían la historia del como se enamoraron y quien fue el primero en pedirle al otro ser su novio, también repasaron la pedida de mano y los planes que tenían para su boda a finales de año.

Se casarían por el civil en un jardín de algún hotel cerca de la playa, harían una pequeña cena para sus familias y amigos más cercanos y listo, su mentira concluía así.

Aunque YoonGi no estaba muy seguro de llegar hasta el final, quería ver como terminarían las cosas.

Pero él ya lo sabía.

Porque era inútil fingir que no le emocionaba estar haciendo esto cuando claramente... era todo lo contrario.

Suspirando pesadamente y acomodando el suéter color beige que cargaba, tocó la puerta del departamento del menor, esperando que este abriera para poder irse. Estaba algo inquieto, porque no sabe como van a resultar las cosas, pero le ruega a cualquier deidad existente que todo salga bien.

Cuando la puerta frente a él finalmente se abrió, YoonGi se quedó inmóvil en su lugar sin poder respirar ni emitir sonido alguno. Frente a él se encontraba Park JiMin luciendo malditamente perfecto, como siempre.

No pudo evitar imaginar que así luciría para ir a una cita con él.

El rubio vestía un suéter morado con rayas lila que hacía resaltar su rostro, el pantalón de mezclilla se ajustaba un poco a sus piernas y su piel se podía apreciar a través de las pequeñas rasgaduras que tenía la tela. Reprimió un suspiro y le dio una suave sonrisa para tratar de disimular aquella mirada tan observadora que le dio.

—Creí que sería alguna reunión de gala — murmuró YoonGi — ¿Es demasiado? — dijo, apuntándose a sí mismo para que JiMin evaluará su vestimenta.

—Por supuesto que no — el rubio rió —. En realidad, estoy seguro de que les agradará por fin conocer a alguien que utiliza ropa formal para salir a cualquier lugar.

YoonGi pudo distinguir la burla en sus palabras y sólo rodó los ojos.

—Tengo ropa informal — se quejó —. Pero no es la clase de ropa que quieres usar para impresionar a la familia de tu prometido.

JiMin suspiró dejando de reír cuando YoonGi dijo aquello, porque se había escuchado tan extraño la forma en la que había dicho eso, logrando que un cosquilleo de nervios surcara el estómago de JiMin.

Por dios, ¿qué estaban a punto de hacer?

—Creo que es mejor que nos vayamos antes de que me arrepienta de todo esto y me termine casando con Kim Taehyung. — dijo con desagrado.

YoonGi soltó una carcajada.

—Tranquilo, soy muy convincente — mintió —. Estoy seguro de que puedo manejar a tus padres.

JiMin apreció sus palabras y su seguridad, aquella característica seguridad que sólo Min YoonGi tenía para poder encantar a las personas. No es que él fuera una de esas, pero debía admitir que el mayor era bueno para transmitir confianza, incluso si este se estaba muriendo de nervios igual que él.

El problema se multiplicó para ellos cuando se encontraron dentro de la casa de Park, observando las blancas paredes llenas de cuadros adornados en donde en se encontraban fotos del menor con su familia, tenía una fina y delicada decoración que sólo la gente con dinero podía tener. Cuando cruzaron el pasillo principal por toda la casa y llegaron a la puerta que los dejaba en el jardín de invitados, JiMin se paralizó.

Y si este no se hubiera quedado petrificado de su lugar, se hubiera dado cuenta de la forma en que Min YoonGi maldijo en voz baja a su lado.

—Oh, no.

Su familia, toda su maldita familia estaba ahí, desde sus abuelos maternos hasta sus paternos, sus tíos y primos. Y él sólo quiso llorar, llorar y largarse de aquel lugar, mudarse a Australia para ser comido por una araña gigante y así no tener que pasar por esta vergüenza familiar.

—¡Llegaron!— el gritó de su tía Geun llamó la atención de todos los demás.

Las pequeñas gemelas, Haerin y Hanni, fueron las primeras en salir corriendo a su encuentro para lanzarse encima de él.

—¡Tío JiMin!— gritaron las dos niñas.

YoonGi alzó una ceja sugestivamente al escuchar la forma en la que las dos niñas le habian llamado. JiMin las abrazó, aún conmocionado por la presencia de toda su familia en el patio de su casa.

—Niñas... ¿Cómo están? ¿Qué hacen aquí? — preguntó el rubio, dándoles una suave sonrisa, buscando disfrazar su incomodidad.

—Venimos a ver a tu esposo — canturreó una de ellas —. Mami dijo que te casaste.

—Ah...

—¡Yo no dije eso!— el gritó de Karina se escuchó a sus espaldas, asustandolo por completo —. Sólo dije que ibas a casarte, y que, por supuesto, hoy conoceríamos a tu esposo.

Su otra tía, Karina, una mujer de aspecto encantador y sonrisa brillante se encaminó hasta ellos para rodear los hombros del menor y mirarlo emocionada.

—Dioses, no saben lo feliz que estoy —Karina suspiró —. Creí que iba a volverme vieja y jamás iba a verte casándote con alguien, afortunadamente, sigo viva para este suceso.

JiMin rió nervioso, tratando de calmarse rápidamente para que su familia no pudiera notar la manera en que sus manos y cuello sudaban, se sentía atrapado en una habitación de cuatro paredes en donde no había salida alguna.

—Y tu debes ser el afortunado hombre que va a casarse con este pequeño demonio — la mujer miró de reojo al mayor —. Debo admitir que los gustos de JiMin han mejorado.

—¡P-porque no mejor hablamos de gustos otro día! Yo... tengo que presentarles a alguien — gritó, asustado por el simple hecho de que YoonGi escuchara su trágica historia de amor del pasado —. Ven conmigo.

El rubio tomó la mano del chico a su lado, entrelazando sus dedos procurando disipar el sudor y los nervios en su cuerpo, estaba por sentenciar su vida para siempre, debía estar loco. Sus manos juntas se acoplaban perfectamente que YoonGi no pasó desapercibido la forma en la que estás encajaban.

Tragó duro tratando de recordar la razón por la que estaba aquí, no era momento de pensar en lo genial que se sentía tomar la mano de Park JiMin, era momento de fingir.

YoonGi se relajó lo más que pudo, dándoles una suave sonrisa a la familia de JiMin una vez que estuvo lo suficientemente cerca. Sintió un apretón en su mano como indicación de que era momento de llevar a cabo su perfecta actuación frente a su familia.

—Hola, madre — saludo JiMin a la mujer que se encontraba en un extremo de aquélla mesa —. Hola padre, lamentamos llegar tarde.

—Oh, no te preocupes — su madre le sonrió forzosamente —. En realidad, es bueno que hayan venido al final de cuentas, comenzábamos a pensar que te habías retractado de traernos a tu prometido o algo así.

—Jamás haría eso — el rubio le dedicó una sonrisa —. Estoy realmente feliz de presentarles a YoonGi.

—Bueno, nosotros ya lo conocíamos ¿recuerdas?— esta vez fue su padre quien habló —. Pero estoy encantado de que estés aquí, chico.

El pelinegro asintió en forma de agradecimiento.

—Debo decir lo mismo — YoonGi habló —. Llevaba algunas semanas queriendo contarle esto a mis padres, por supuesto, también a ustedes, pero JiMin es... algo especial.

YoonGi le lanzó una rápida mirada llena de burla, haciendo que el menor rodará los ojos.

—Sí, ya lo creo, después de todo es nuestro hijo, sabemos como es — la mujer habló —. Oh, por cierto, alguien también fue invitado a esta reunión, me pareció una falta de respeto que tampoco le hubieras contado de esto a tu mejor amigo de la infancia.

JiMin se quedó helado en su lugar después de la mención de su amigo, había olvidado ese pequeño detalle, ese pequeño pero demasiado importante detalle.

—A-ah... ¿Qué? Pero... ¿Cómo qué invitaste a...

—¡Park JiMin! — aquel grito tan varonil que salía de la boca de su mejor amigo cuando estaba enojado le hizo pegar un salto en su lugar, logrando apretarse todavía más al cuerpo de YoonGi.

—Jungkook — el menor susurró cuando dio media vuelta y observó al chico —. Oh dios.

Cuando el tipo avanzó hasta ellos para cortar la distancia, este tomó a JiMin de los hombros para comenzar a moverlo frenéticamente.

—¡¿Cómo es posible que no me hayas dicho que ibas a casarte?!— gritó el pelinegro —. Soy, literalmente, tu mejor amigo de toda la vida y no me dijiste absolutamente nada.

JiMin quería llorar.

—Y-yo... bueno, no era algo que tenía planeado — tragó con dificultad después de estabilizarse en su lugar -—, es decir, sí, lo teníamos planeado — le dio una rápida mirada al hombre a su lado —. Pero quería asegurarme de que era lo correcto.

Jungkook paso de prestarle atención a él para desviar su mirada directo al hombre que estaba a lado de su amigo. JiMin sintió un increíble pánico cuando Jeon entrecerró los ojos hacia YoonGi. JiMin lo conoce muy bien, sabe que su amigo es demasiado listo como para tragarse este cuento, su madre todavía es un poco más fácil de burlar, pero Jungkook... dios, Jungkook incluso sabe el color de su ropa interior desde que eran unos niños.

No había forma de engañarlo, y eso le daba miedo.

—Oh... — susurró Jeon hacia el mayor —. Ya veo porque no me dijiste.

JiMin no supo como interpretar esas palabras, así que simplemente las ignoró. Desvió su vista un instante para poder pedirle ayuda a YoonGi con la mirada, pero este ya se encontraba viéndolo de manera extraña.

—Así que... eres el hijo de los Min — la voz de su abuelo paterno llamó la atención de YoonGi, quien inmediatamente puso toda su atención en sus abuelos.

Por otro lado, Jungkook vio la oportunidad perfecta para poder tomar de la mano a su mejor amigo y tirar de él hasta la casa, diciéndoles rápidamente a sus padres que tenían asuntos de mejores amigos que arreglar. JiMin no dijo absolutamente nada en el transcurso que tomaron hasta su antigua habitación.

Había olvidado como se sentía estar en su casa, después de haberse mudado no había vuelto a su hogar, él visitaba a sus padres de vez en cuando y muchos de sus encuentros eran fuera de la empresa o en su lugar de trabajo. No es que extrañara su casa, pero ahora de sentía diferente, nostálgico y arrepentido, como si haberse mudado no fuera la mejor opción.

Mientras caminaban por el pasillo hasta su habitación, JiMin sólo podía mirar el agarre que Jungkook tenía entre sus manos, apretando de él con algo de fuerza mientras este caminaba con la mirada firme. JiMin sabe que está en tremendos problemas, porque su mejor amigo lo conoce muy bien.

Y él no puede ocultarle la verdad a Jeon.

Cuando llegan a su habitación, JiMin siente aquel miedo de haber hecho todo mal, porque sabe que lo que está haciendo no es correcto, y sabe que Jungkook le va echar en cara todo eso.

—Antes de que digas algo — JiMin habló primero cuando estuvieron dentro de la habitación a puerta cerrada —. Necesito que tengas la mente abierta para esto.

El más alto entrecerró los ojos mientras se cruzaba de brazos, recriminandole con la mirada.

—Oh, por supuesto — Jungkook rodó los ojos —, pero primero necesito que me digas la verdadera razón por la que no me dijiste absolutamente nada de tu compromiso — el chico parecía seguir creyéndose aquello, y JiMin tuvo ganas de golpearlo — ¿Acaso ya no soy tu mejor amigo? ¿Por qué no me enviaste aunque sea una carta o algo?

—Jungkook... — el rubio suspiró su nombre, tratando de hacerlo calmarse antes de seguir hablando, cuando el pelinegro observó a sus ojos viendo aquel característico brillo de culpa, Jeon supo que ando andaba mal —... No es verdad.

—¿Eh?

—Nuestro compromiso... — dijo, dándose media vuelta para evitar mirarlo —. En realidad no estamos comprometidos.

Entonces una lágrima se escapó de sus ojos, borrandola rápidamente con la palma de su mano para que su amigo no viera sus lágrimas.

—JiMin — el chico lo llamó, caminando hasta él para posicionarse frente a él y tomar su rostro entre sus manos —. JiMin... deja de llorar, ¿qué sucede?

—Es que... — el rubio tiró su rostro lejos de su alcance y rompió a llorar de nuevo —. Cuando llegue y vi a toda mi familia aquí reunida sólo por un compromiso falso, me hizo sentir tan mal, porque sé lo mucho que mis abuelos han querido verme con alguien, sentando cabeza y viviendo feliz. Ahora ellos han de creer que YoonGi y yo seremos felices toda la vida, cuando esto es... sólo una estúpida farsa.

—De acuerdo — Jeon tomó sus manos con cuidado —¿Por qué hiciste esto?

—Porque mis padres querían casarme con Kim Taehyung y yo... no quiero casarme con un tipo como él, sabes lo que opino de los compromisos arreglados, no me gustan, los detesto — respiró con fuerza para calmarse —. No tuve otra opción más que decirles que ya estaba comprometido con alguien, pero esta persona tenía que estar a su altura, o tal vez ser un poco superior a ellos para que no pudiera objetar nada, la primer persona que se me vino a la mente fue YoonGi, es millonario, atractivo y sus padres son amigos de los míos y tienen mucho dinero, son básicamente lo que mi madre siempre a admirado. Así que... lo creí correcto.

Su corazón y su cerebro no pudieron aguantarlo por mucho, se sentía atrapado en su propia mentira y no quería llevar las cosas tan lejos, pero tampoco deseaba ser obligado a casarse, porque por mucho que tratara de convencer a sus padres y se pusiera reacio a su acciones, ellos nunca cederían a dejarlo en paz.

Sin embargo, su familia ahora estaba enterada del compromiso, sus abuelos estarían encantados con YoonGi porque el tipo es el hombre ideal para cualquier persona, las gemelas le tomarían cariño porque es encantador y divertido, sus tías quedarían complacidas con él porque es muy respetuoso y amable, y sus padres, dios, sus padres probablemente quedarían satisfechos por el simple hecho de que es Min YoonGi.

—¿Kim Taehyung? —murmuró Jungkook recordando al hombre —¿El tipo guapo del que me enviaste una foto?

—Podrá ser guapo, pero es un-

—Sí, me lo dijiste, un idiota hecho y derecho — el alto soltó una risita  poniendo uno de sus tatuados brazos por los hombros de JiMin —. Sin embargo, volviendo al tema principal de todo esto... ¿Estás de broma?

—¿Qué?— preguntó el rubio completamente confundido por si pregunta.

—¿Qué si es una broma? Porque... joder, los vi desde adentro de la casa por la ventana cuando llegaron, se aferraba a tu mano como si fuera a morir, y la forma en la que te miraba a cada segundo... te juro que-

—No, no, YoonGi es... sólo un amigo, somos vecinos y me conoce bien, pero no hay más.

—Ah... de acuerdo, haré como que te creo — Jungkook recibió un empujón de parte del rubio —. Bien, bien, pero no puedes negar que el tipo debió haber aceptado por algo.

Recordando las palabras que YoonGi le dijo la noche anterior, se sumergió en sus pensamientos pensando acerca de lo que le pediría a cambio.

—Bueno, él dijo que me pediría algo, pero no me dijo de qué se trataba — respondió, mordiendo su labio inferior mientras pensaba —. De todos modos, ya está involucrado en esto por mi culpa, su padre lo llamó el mismo día que dije esa mentira y YoonGi como buena persona me ayudo a encubrirlo todo.

Jungkook alzó una ceja.

—¿Cómo buena persona? Nadie es buena persona a cambio de nada — dijo analizando la situación —¿Lo conoces bien?

—Bueno, no conozco mucho de él más que a su familia, que maneja una parte de la empresa de sus padres pero tiene otro negocio junto con sus amigos, aunque no sé mucho sobre este negocio. Es amable pero también un cretino cuando realmente se lo propone, me colma la paciencia muchas veces pero también me da buenos consejos cuando estoy estresado y es... bueno, es atractivo.

—Entonces... ¿sólo atractivo? — le dio una rápida sonrisa.

—¿Qué estás queriendo insinuar?— JiMin exclamó.

—Nada, nada — rió por lo bajo —. Pero se me hace demasiado extraño que haya aceptado a ayudarte sin nada a cambio, digo, cualquier persona te hubiera puesto sus condiciones tan pronto como le pidieras hacerse pasar por tu prometido o incluso no hubieran aceptado. Pero él aceptó tan pronto como se lo pediste.

—Él es... — ¿Cómo era él? —. Bueno, es considerado, supongo.

Jungkook rió divertido al ver la forma en que su amigo parecía no captar sus palabras.

—Bien, sigue pensando eso — dijo, caminando hasta la puerta de la habitación para indicarle que debían salir —. Y no te preocupes, sabes que tu secreto está a salvo conmigo.

JiMin rodó los ojos y siguió a su amigo sin haber salido por completo de la habitación.

—¿Qué quieres decir realmente con qué siga pensando eso? No entiendo, ¿debe de haber algo de malo con YoonGi?—preguntó completamente perdido.

El tatuado suspiro como si estuviera harto de la actitud tan inocente de su amigo, aunque no estaba seguro de si JiMin era inocente o estúpido.

—Amigo, lo que trato de decir es que te prepares — lo abrazó por los hombros para susurrarle —. Porque estoy seguro de que ese hombre tiene planes de amarrarte a la cama y quitarte la virginidad.

—¡Jeon Jungkook!— JiMin gritó para luego apartarlo de su lado de un golpe, escuchando las carcajadas de su amigo.

Cuando salieron al patio exterior nuevamente entre risas y regaños por parte de JiMin, se encontró con la imagen de un Min YoonGi siendo apresado por ambas gemelas mientras hablaba animadamente con su abuela paterna.

Y por un segundo, se le vino a la mente la imagen que su amigo le había dicho, con él amarrado a la cama mientras Min YoonGi lo tomaba con fuerza entre sus piernas.

Sacudió la cabeza rápidamente, queriendo golpearse por estar pensando en ello.

Jesús, Min YoonGi no podía ser así, no, no. Lo veía ahora, sentado hablando pacíficamente con su abuela y siendo amable con las gemelas y no podía ver a un hombre queriendo aprovecharse de él.







🍒


Estoy pensando seriamente en que clase de fetiches o prácticas bdsm voy a poner. 🤔
¿Tienen alguna en particular que sea su favorita? Honestamente no sé mucho de eso pero trataré de hacer mi mejor trabajo.

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