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    La estación 9¾
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Mi corazón se aceleró mientras mi piel se erizaba al notar una mirada en mi espalda, mi corazón paro por un momento, pero esas sensaciones fueron remplazadas por nerviosismo y una sensación de cosquilleo, y fue entonces en cuanto lo vi... entre las personas, mirándome fijamente, vi a Mattheo...

Su cara era de confusión y clara satisfacción en cuanto corte el abrazo con Ron.

—Tengo que irme, Lo siento— dije torpemente saliendo de la brecha con rapidez, me topé de frente con Mattheo y fue ahí cuando sentí su respiración en mi rostro que mi corazón se aceleró y la sensación de cosquilleo volvió.

Su mirada iba directo a mis ojos y aunque intento intimidarme yo no me deje, compartí la mirada.

—¡T/n! ¿ Dónde te metiste?— pregunta mi padre interrumpiendo mi juego de miradas con Mattheo

—Lo lamento padre es que...— trate de buscar una excusa rápida. pero mi mente parecía haber dejado de funcionar.

—La encontré mirando unos libros— comenta Mattheo para mi sorpresa ¿Cómo? ¿Por qué me había cubierto?, aunque debo decir que eso me tranquilizó.

—Muévete tenemos muchas cosas que comprar antes de irnos y deja de distraerte por cualquier cosa— reprende mi padre regresando por su camino.

—Hoy por ti, mañana por mi— susurra Mattheo en mi oído con una sonrisa pícara.

El siguió avanzando detrás de mi padre, pero simplemente las palabras no salían de mi boca.

—¡Que no te rastrases T/n Charlotte Malfoy!— regaña mi padre entrando a la tienda de uniformes de Quiddich, detrás de el viene Mattheo el cual me guiña un ojo antes de entrar.

Acelero mi paso con intención de terminar ya y ver a Cédric de nuevo, pero en el proceso topo con un chico.

—Lo lamento no te vi— me disculpo levantando unas cosas que le había tirado.

—No te preocupes yo igual iba distraído.

Fue ahí cuando vi al chico, ese chico con una peculiar y extraña cicatriz de rayo y sus lentes en forma de circulo, era Harry Potter, y no iba solo, iba con el señor que vive a las afueras de Hogwarts, Hagrid, o así todos lo llaman.

—Está bien, no te preocupes— cometo rápidamente —Ya me tengo que ir... adiós—Literalmente salgo corriendo a la tienda donde mis padres.

—¡¿Por qué te demoraste tanto?!— grita mi padre mientras Draco y Tom se median sus uniformes de Quidditch.

—¿T/n estas bien?— pregunta Tom desde la encimera del probador. —Parece que viste un fantasma.

—Algo así— murmuró —Me tope a Harry Potter— declaro con extrañeza.

Cuando "Harry Potter" salió de mi boca todos en la tienda dirigieron una mirada hacia mi, que fue extrañamente familiar.

—¡¿Perdieron algo?!— cuestiona Tom molesto y ellos bajan la cabeza «Temor del apellido Riddle» —¡Métanse en sus asuntos!— dichas estas palabras todos volvieron a lo que hacían como si nada hubiera pasado.

Tom me guiña el ojo y yo le sonrió en forma de agradecimiento.

—¿Harry Potter?— cuestiona mi padre. —¿Estas completamente segura?— cuestiona y yo asiento.

—Si, tenia la cicatriz en forma de rayo como nos habías contado.

Mi padre voltea a ver a mi madre de manera sospechosa y eso aumenta mas mi intriga, y aun mas cuando su mirada fue a Mattheo de manera respectiva, esto si que es interesante y mas lo que YO tengo planeado.

Mi padre no comento nada al respecto solo seguimos comprando las cosas faltantes en lo que se daban las once para que el tren se fuera, aproximadamente a las diez cuarenta y seis todos estábamos en la estación de King's Cross donde la plataforma 9¾.

Mis padres nos abandonaron en esta estación así que Draco, Tom y Mattheo pasaron primero a la plataforma, por mi lado yo me quede pensando en porque Harry Potter entro a Hogwarts este año si se supone es de nuestra edad. 

Mientras mis pensamientos nublaban mi mente, lo vi a algunos metros míos, al parecer Tom ni Drac se percataron de su presencia así que pasaron derecho con Mattheo a su lado, aunque eso no era lo que me importaba... mi mente solo recopilaba lo que mi padre nos había dicho de él, Voldemort el mago tenebroso mas poderoso del tiempo lo había intentado matar y el juego le salió al revés y él había muerto, y Harry Potter solo había tenido una cicatriz como recordatorio de aquel enfrentamiento.

Lo vi pedirle ayuda a un muggle sobre como entrar a la estación «Qué patético» pienso mientras camino hasta él.

—¡Oye tú!— me acero a él, el voltea para verme —El es un muggle... No sabe lo que es la estación 9¾— le hago una seña al señor para que se vaya y eso hace.

—Oh ¿Tu sabes como entrar?— pregunta nervioso.­

­—Si, solo tienes que pasar entre la estación 9 y 10— sonrió —Eso es todo...— mi voz se apaga mientras veo como una familia pelirroja se acerca a la estación, mi atención baja a una pequeña niña la cual supongo es la hermana de Ron.

—Me tengo que ir ¡Mucho gusto!— saludo torpemente m8entras entro a la estación.

Al pasar me topo con algunos chicos y mi atención viaja a uno el cual tiene los ojos verde esmeralda y un mechón de su cabello de color gris, pero rápidamente me topo con los ojos furiosos de mi hermano.

—¿Dónde estabas?— pregunta enojado.

—Lo siento tuve un accidente— volteo mi vista y me encuentro con esos ojos verdes de nuevo, pero esta vez el me esta viendo. Por casi tres minutos lo vi y de un momento el me sonrió, pero un irritado Draco me arrastro con él.