—Buenas tardes joven Hoseok , es una emergencia —se escuchaba del otro lado de la mira telefónica.

—¿Qué pasó?

Hoseok se encontraba acariciando a la bola de pelos que estaba en sus piernas, el conejito se hallaba durmiendo cómodamente y soñaba que tenía muchas camadas con el castaño.

—El celo se le adelantó a uno y bueno —se escuchaba nervioso —. Hay varios gatos que han intentado ingresar a la mansión y negrito quiere apare-rearse. Dijo que me aruñaría si no lo sacaba del cuarto donde lo encerré. Por favor joven venga, usted es el único que puede calmarlo —sonaba preocupado.

—Salgo ahora de la casa —dejo a bolita de pelos en la cama y se levantó buscando las llaves de la casa y auto —. No abras la puerta y coloca esa fragancia que te dio Chanyeol, ayudará a bajar el aroma y que lleguen más gatos.

—Está bien joven.

—Y ¿Cómo está…

—Tranquilo, no se da cuenta del celo de su hermano, es más dice que huele feo —eso tranquilizó al castaño —. Justo ahora esta a mi lado dándose un baño con su lengua, ¿cierto copito? —se escuchó un ruido y luego maullido —. Miaauuu.

—No tardaré, llamaré a Chan para que vaya.

—No se demore por favor.

—¿Y mis caricias? —Kook abrió los ojos y encontró a Hoseok dando las vueltas por la habitación. Movió su colita y se desperezó, bajó en brincos a su habitación. Regresó cambiado y listo para acompañar al castaño.

—¿A dónde vas?

—¿A casa de mis padres?

—Te acompaño —no preguntó.

—No puedes, hay un híbrido en celo —colocó la mano en el pecho musculoso de Jungkook —. Es un omega y tú puedes reaccionar a su olor.

—No reacciono ante ningún olor que no sea el tuyo, solo tu puedes hacer que mi cosito se levante solo con mirarme —apuntó abajo y ya estaba levantándose.

En vez de enojarse por solo pensar en eso, Hoseok sonrió con ternura y beso la nariz. —Vamos, ponte el collar y una chaqueta.

Llegaron a una mansión con un jardín el triple de grande del que poseía Hoseok en su casa, Jungkook quedó embobado pensando como sería correr en su forma animal por todo ese espacio verde. Se quedó en una grande sala esperando a Hoseok.

—No tardo, espérame por favor —pidió dando un beso en los labios.

Miró un gato muy bonito blanco y muy peludo —casi como el— pero sus ojos eran azules. Llevaba un collar que decía copito, lo acarició. El quería tener con quien jugar y con ese gatito podría hacerlo.

—¡Que no entiendes que quiero una polla en mi trasero! —gritó —. ¿Me puedes dar la tuya Hoseok? —pidió arrimándose al castaño —. Apestas y ya veo que tienes una marca. Eres un muerde almohadas como yo lo seré.

—Cálmate, Chanyeol dijo que buscaría pura raza para ti.

—Que busque que tenga buena polla. Mira mi agujero late por ser llenado.

Hoseok no vio, cerró los ojos con fuerza. Escuchó unos golpes en la puerta. —Ya llegó el joven Park con unos gatos —dijo el mayordomo.

—Por favor, debes de estar en tu forma animal para que los veas y elijas —el híbrido negó —. Vamos Yoongi, hazlo por mi —pidió haciendo ojitos lastimeros.

Hoseok salió con un gato negro en sus brazos a la sala, ahí estaba Chan con algunos gatos muy bonitos. Jungkook llevaba en sus piernas al gatito blanco de ojos azules y le sonrió al castaño. Se levantó y le habló al oído. —¿Podemos llevarlo a casa? Quiero jugar con él —pidió haciendo puchero.

—Espérame y hablamos después Jungkook —besó la mejilla del híbrido.

—Hola negrito, mira a cual gato quieres para aparearte —dijo el doctor.

El gato negro se soltó de los brazos de Hoseok y caminó con elegancia por cada uno, estaba muy caliente quería aparearse rápido. Los gatos lo miraron y empezaron a soltar sus dotes de conquista.

—Hey, yo puedo darte muchos mimos —propuso uno.

—Yo puedo cazarte muchas ratitas —intentó convencer otro.

—Yo puedo follarte bien con mi verga —comentó seguro el último gato.

Yoongi lo miró, era un gato grande de varios colores, lo rodeó para ver si era cierta y pero en su forma animal no podría ver nada.

—Vamos a mi cuarto a follar, pero si me decepcionas te castro —mostró su garra bien afilada.

Jungkook seguía con el gatito blanco en brazos mientras besaba la cabeza castaña de Hoseok. Le gustaba esa casa, quería quedarse ahí, al menos podría jugar con copito.

Los gatos se fueron caminando con gracia, mientras Chan guardaba a los dos restantes para marcharse pero se escucharon unos gritos.

—¡SII, HOY FOLLO! —asustó a los presentes. —¡TAPENCE LOS OÍDOS PORQUE GRITARE CÓMO UN MALDITO GATO EN CELO!

Jungkook se dio cuenta que era un híbrido y que quizás el gatito que tenía en sus brazos también lo era. Con más razón le gustaba esa casa.

Nota:

Ojalá las ideas de  terminar mis historias llegaran así de rápido como escribí esta. Viene una segunda parte, de Yoongi con alguien más. Espero que les haya gustado esta pequeñísima historia de híbridos Fluff que hice, necesitaba una soft JungHope para que mi corazón esté tranquilo.

Lo que más duele de todo esto, es que sus hermosos y ocurridos comentarios se perdieron.