Un gran estruendo se escuchó se escuchó en todo el departamento. Estruendo que hizo al pelirosa despertar de su sueño reparador. Con pesar y sin apuro alguno retiró la mascarilla que se había puesto antes de dormir, se tomó el tiempo de terminar su rutina y salió de la habitación.

Cuando entro a la cocina se encontró con la imagen de Namjoon tratando de arreglar la batidora.

–¿Qué haces? –preguntó acercándose al menor

Namjoon dio un respingo del susto y volteo con lentitud hacia SeokJin, esperando encontrarse con su mirada enojada.

–Lo siento. –susurro– quería llevarte algo de comer a la cama. Siempre quise hacer eso, pero soy un torpe con la cocina. –contó frustrado.

SeokJin sonrió con ternura y abrazo a su novio. Recorrió sus hombros, cuello y rostro con besos, para hacerlo sentir mejor, sabía que a su novio le encantaba sentirse mimado, por él.

–¿No estas enojado? –preguntó entre suspiros por los besos húmedos en su cuello, apretó el agarre que tenia en su cintura.

–Namie –susurró dejando un último beso, en su mejilla– Sí me enojara por cada cosa que rompes, moriría joven. Además, Te amo así, no niego que me gustaría esos detalles, pero lo compensas con nuestras citas espontáneas en cualquier parte del mundo.

Namjoon sonrió mostrando sus hoyuelos.

–¿Solo me amas por los viajes?

–Mmm... Sí.

–Pues amamé más –susurró dejando besos en su cuello– Por qué después de hacerte mio tendremos que hacer las maletas.

Namjoon tomó a su novio entrebrazos y volvieron a la habitación. Lo deposito sobre la desordenada cama con lentitud sin alejarse sus dulces labios. Dejó besos, chupones y paseo sus lengua por todo el cuerpo de su Hyung, mientras este solo jalaba sus cabello y pronunciaba su nombre entre gemidos.

Los dedos que anteriormente estuvieron dentro de los rosados labios de Seokjin, se adentraron en su interior con lentitud para prepararlo. Se sintió enloquecer cuando los largos dedos rozaron ese punto.

–Nam –llamó incontables veces –Besame, quiero sentirte.

Ambos se besaron con pasión entre mordidas brutas que llegaron a agrietar sus labios. El mayor apretó a Namjoon contra su cuerpo cuando llegó al orgasmo manchando su vientre y el NamJoon.

–NamJoon, te quiero dentro –jadeo cuando el mencionado saco los dedos de su interior –Entra ya. –ordenó.

Apesar de ser el de abajo, Jin siempre era el que llevaba el mando de todo y el no era más que un subordinado cumpliendo cada placentero orden de él amor de su vida.

Se adentro con lentitud, abriéndose paso en el interior de Seokjin quien tembló del placer y cuando menos lo pensó, se encontraba embistiendo con rapidez y brutalidad dentro del pelirosa, quien jalaba de sus cabellos buscando agarrarse de algo. Sin duda amaba lo precioso que se veía Jin con los ojos llorosos, labios entreabiertos gimiendo su nombre y su cuerpo brillando por el sudor que la actividad física que estaban ejecutando.

–Te ves tan precioso y tan mio –susurró en su oído. –Te amo.

Jin apretó al contrario contra su cuerpo tratando de sentirlo mas cerca, buscando sentir tu calor y aroma a Manzana.

–Ya llego –susurró.

–Hagamoslo al mismo tiempo. –susurró dejando una mordida en su hombro.

Aceleró sus embestidas y ambos llegaron al orgasmo. Namjoon no fue capaz de salir de la calidez que sentía en el interior de su novio y este no se quejó, acarició sus mechones mojados por el sudor, siendo ahora él, quien correspondía al "te amo" del menor.

–¿Dónde iremos? –preguntó después de varios minutos.

–No iremos tan lejos. –susurró dejando besos en su cuello. –Iremos a la isla de Jeju.

Jin soltó un jadeo cuando su novio salió lentamente de él y se acomodó a su lado, dándole la oportunidad de ahora el recostarse en su pecho.

–Me encanta como me mimas siempre con estas sorpresas. Espero que cuando nos casemos no dejes de hacer esto.

Namjoon acarició su espalda.

–Trataré de no hacerlo.