–Oye –escucho el peliazul – deja eso y préstame atención.

Apago la pantalla de su teléfono y corrió a abrazar a su novio, quien habría estado preparando algo de comer para ambos.

–Nam y Jin fueron de viaje otra vez –dijo con un puchero en sus labios, que fue besado por Jungkook.

–¿De nuevo? –Lo llevo a sentarse a la mesa–

–Sí –afirmó.

–¿Quieres que salgamos de viaje? –el peliazul lo miro confundido– Lo digo porque siempre te andas quejándo de sus viajes.

Taehyung trago y apretó los labios. Jungkook no era alguien muy romántico que digamos, eran escasos lo momentos donde el realmente le decía cosas cursis o planeaba algo romántico. El era algo más espontáneo y directo, sin rodeos, pero eso sí lo mimaba mucho y era alguien de mucho contacto, no podía mantener las manos alejados de él. Era algo que le gustaba, pero el era alguien más de palabras, afirmaciones de amor hacia su novio y sin duda le encantaría que Jungkook sacara su lado más cursi y no lo malentiendan el no se sentía menos amado por eso, pero sin duda ese tipo de detalles le harían muy bien a su corazoncito.

–Aún no hemos hecho eso –balbuceo

–Tengo una cabaña en la provincia de Gangwon.

–¿En serio?

– Sí –confirmo– en el condado de Yeongwol. –Tomó un trago de su jugo de naranja– Podemos ir la próxima semana. Son las mini vacaciones de Yoongi y Han ya comenzará con sus prácticas dentro de unas semanas, así que se está preparando.

–Me encantaría. –acepto Taehyung con una sonrisa. –Siempre quise ir a conocer Yeongwol.

Jungkook sonrio y tomó sus manos sobre la mesa.

–Me parece, perfecto. Así mi regalo de los 6 meses, tendrá más impacto.

–Eres un encanto. –se levantó de la mesa para dejarle un beso en los labios.

–Lo sé.

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E

l ahora rubio reprimió un gemido cuando sintió unas manos entrar bajo su camiseta y jugar con sus pezones.

–El rubio te queda tan jodidamente bien –susurró su novio.

Los besos húmedos del contrario le hicieron soltar suspiros encantados. Llevo sus manos hacia atrás hasta dar con el miembro ya semi erecto del tatuador, donde dejo un apretón, ganándose un gruñido del dueño.

–Kook, te necesito rápido. –susurró cuando esté empezó a desabrochar sus pantalones.

–Todo lo que mi rubiecito quiera.

Jungkook lo desvistio con facilidad y lo preparó con paciencia mientras besaba su cuerpo. Con lentitud se adentro en él, como si fuera la primera vez, para luego comenzar con embestidas que llegaron a tocar su punto, haciéndolo ver estrellas. Taehyung solamente enterraba sus uñas en su espalda y jalaba de sus mechones negros.

El orgasmo llegó arrasando con toda la energía de sus cuerpos y manchando estos como prueba.

Jungkook apretó el cuerpo del rubio contra el suyo, tratando de recuperar el aliento.

–Quizás podamos hacerlo en la orilla del mar. –pronunció Taehyung luego de largos minutos de silencio.

–Lo quieres ahí –susurró, acariciando la curvatura de su trasero.

–Sí –aseguró –es una fantasía que tengo.

Jungkook sonrio y besó la frente de su novio.

–Haremos lo que tu quieras. Es nuestro aniversario. Te mimare todo lo que pueda.

Taehyung sonrio y abrazo más a su novio. Sintiéndose dichado de tener a Jungkook consigo y anhelo seguir cumpliendo más días, meses, años y hasta décadas con él.

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