-Señorita Walker, ¿puede hablarme sobre la resolución del ejercicio del pizarrón?- llama mi atención el profesor de Matemáticas, mientras yo estaba perdida en mis pensamientos.

Pensamientos que sólo tienen un nombre.

Alcé mi mirada inmediatamente, viendo cómo varios estudiantes estaban mirándome desde sus lugares. Abrí la boca pero no dije nada, ningún sonido escapó de ella.

-L-lo lo siento.. no sé- admito.

El profesor de tez morena chasquea su lengua y hace una mueca torcida, en busca de paciencia.

-Concéntrese, por favor- asentí y él continuó con la clase.

Me encogí en mi lugar y sólo me dediqué a observar hacia el frente, aunque no estuviera comprendiendo absolutamente nada.

De repente unos toques sobre mi hombro detrás de mí llamaron mi atención. Llevé mi mirada hacia una de mis mejores amigas, quien era la responsable de los toques.

-Debiste decir que había que igualar las bases- corrige.

-Lo tendré en cuenta para la próxima- sonrío- gracias Mica.

Micaela es una de mis mejores amigas, al ser extranjera, al igual que yo, es excluida de algunas actividades y mal vista entre muchos estudiantes, nos acogimos mutuamente y noté que era una gran mujer con una personalidad madura, y muy inteligente. Es de tez blanca, su cabello es naranja y liso, lleva un piercing en la nariz y es unos centímetros más pequeña que yo.

-Está bien, para eso estamos las que sí somos buenas en matemáticas- guiña un ojo.

Encendí mi celular para ver la hora, viendo que faltaban tres minutos para acabar la clase de matemáticas, y que comenzara el descanso.

-Falta poco- comento luego de soltar un suspiro cansado y mi amiga vocaliza un asentimiento.

Inevitablemente, él regresó a mis pensamientos. Su mirada, su forma de caminar, sus manías con la boca, su figura.. todo regresó a mi mente.

-No olviden terminar el primer ejercicio orientado, pero sumen los cinco ejercicios del libro, página 86- explica el profesor- estudien, chicos, en poco tiempo ya comienzan los finales.

Y como si estuviera programado, acto seguido sonó el timbre.

-Hasta mañana, alumnos.

-Hasta mañana, profesor- responden al unísono y seguido comienzan a salir del salón.

Me levanto de mi lugar, luego de haber agarrado los libros de texto.

-Espérame, Lara- se queja Mica cuando empiezo a caminar, detengo mi paso para ir a su par.

Saliendo del salón, nos dirigimos hacia los casilleros, donde yo dejé mis materiales.

-Me pregunto si habrán pastelillos en la cafetería, necesito un poco de azúcar para alegrar el día- comenta mi amiga.

-Sí, yo también necesito eso- replico, pero con un tono desanimado.

-Hey, lindura..- la observo- ¿ocurre algo?

Luego de soltar un suspiro me decidí a responder su interrogante, pero fuimos interrumpidas por una tercera persona.

-¡¿Cómo están esos ánimos, perras?!- indaga escandalosamente nuestra mejor amiga detrás de nosotras.

No pude evitar contagiarme con su buena energía.

-Hola, Gén, ¿cómo vas?- saludo.

Génesis es nuestra otra amiga, también extranjera y excluida. A diferencia de mí es más impulsiva y no tiene miedo a expresarse. Es pelirroja, posee un undercut que oculta cuando suelta su cabello. Tez clara, con un piercing en el lado derecho de la nariz y otro en la lengua, también varios tatuajes visibles. Tiene todo el estilo de una mujer ruda de películas de gángsters. Pero la típica jefa de baja estatura que todos respetan.

-De puta madre, amigas- sonríe ampliamente.

-Eso es lo que te causa tu novio, de seguro- comenta Mica con una sonrisa.

-Es que el amor es tan.. hermoso- suspira suavemente- mi hombre es tan jodidamente perfecto.

Sonrío débilmente, a veces envidio su suerte de tener una persona tan hermosa y buena a la vez. Pero no dejo de sentirme bien por mi amiga, su felicidad construye la mía.

-Eso es genial— contesto y continúo guardando mis cosas.

Un corto silencio invade el momento, hasta que Génesis vuelve a hablar.

—Bueno, que está Lia esperándonos en la cafetería, vámonos, anda— anima, para apurarme.

Asiento y guardo todo más rápido para así desplazarnos de lugar.

| 사랑 증상 |

—¿Por qué demoraban tanto?— pregunta Lia, con un tono impaciente.

Lia es como la bebé entre nosotras, tiene lo explosivo de Génesis y a la vez la paciencia de Mica en ocasiones. Está de más destacar que es otra extranjera, y la última en unirse al club de las acogidas, pero muy bien recibida. Es de tez clara, ojos grandes, cabello castaño oscuro y delgada de cuerpo.

—Échale la culpa a Lara, demorando en el casillero— señala Génesis.

No dije nada cuando ella me fulminó con la mirada.

—No me gusta estar sola en la cafetería, ¿tengo que recordarles lo mal que la pasamos aquí?

—¿Alguien te molestó?— rápidamente indaga la pelirroja.

Lia rueda los ojos.

—Las de siempre— mira hacia la puerta.

Eso atrajo las miradas de las restantes y de varios en la cafetería. Pues por ésta venían entrando cuatro de las más populares en la institución.

Y de paso, las cuatro chicas más molestas de la escuela; desde que llegamos no nos dejan en paz.

Lalisa Manoban, la bailarina más popular de la institución educativa, codiciada por un número de chicos, aunque algunas chicas también se le hayan insinuado. Una chica bonita, innegable, pero la palabra "natural" no la define. Es superficial y le interesa mucho las situaciones económicas ajenas. Ella es extranjera también, debería ser rechazada igual, pero al unirse al grupo pasó a ser directamente popular.

Jennie Kim, coreana, pero estudió un tiempo en América. Popular por razones desconocidas porque hasta ahora no ha presentado ningún talento. Es de corta belleza y personalidad seca, engreída y parece gustarle mucho el bullying.

Park Rosé, otra extranjera, al igual que la primera mencionada, pero como ocurrió en el primer caso logró acoplarse rápidamente y alcanzar la popularidad por sus dotes de bailarina, no tan buena como Lalisa pero se defiende. Es una chillona engreída que finge sentir asco por la baja clase, como ellas mismas dicen.

Kim Jisoo, la más popular de la institución. Con dotes de actuación y un rostro verdaderamente hermoso alcanzó el primer puesto de la popularidad en el lugar. Coreana, no podía ser rechazada. Ella es una chica sarcástica, que finge sentir compasión por el contrario pero termina burlándose del débil.

—Las venenosas entrando por la puerta— comenta Mica.

—¿Cómo se dicen llamar éstas payasas?— intenta recordar Génesis, mientras da un sorbo de una bebida energizante, pero con un tono de aburrimiento y desinterés— ah, ya recordé— asiente— "Pink Venom"— abre comillas con sus dedos y agudiza su voz de manera burlona, haciendo referencia a la voz chillona de Rosé.

—Atención chicas, pónganse condón— comenta Mica con un tono de emoción.

—¿Y eso ahora a qué viene?— pregunto riéndome.

—Porque se viene el equipo de Baloncesto— señala disimuladamente la entrada, y nuevamente regresamos nuestras miradas allá.

Ciertamente, los chicos más guapos del lugar si no estaban preparándose para convertirse en futuros artistas, eran parte del equipo de la escuela.

Aunque en el equipo eran cinco miembros, nuestros ojos estaban puestos en cuatro de ellos.

Park Jimin, no sólo deportista, también bailarín contemporáneo. Posee talento, tanto en la cancha como sobre el escenario. Un chico bastante atractivo y tentador, de tez clara, cabello oscuro, cejas perfectas, ojos pequeños, y labios voluminosos. Además posee una figura perfecta, un cuerpo bastante ejercitado. Aún así, es el segundo más bajo del equipo, midiendo 1.75cm.

Suspiros comenzaron a escucharse cuando se adentró en el lugar, seguido de los demás.

—Es tan perfecto— comenta Lia, desvanecida. Ella siente una inmensa atracción por este chico.

Min Yoongi, se comenta que éste chico posee muy buenas manos, no sólo por el deporte, también por su habilidad para tocar el piano, y pues.. no puedo asegurar lo demás que comentan sobre él. Un chico guapo y sensual, de cabello rubio, facciones pequeñas y ojos oscuros. Quizás no tenga la misma condición física de los demás miembros del equipo, pero aún así es muy buen jugador, y el más bajo del equipo, midiendo 1.74cm.

—Algún día, no pierdo la fé— murmura Mica, sin quitarle los ojos de encima.

Jeon Jungkook, una persona que es buena y talentosa en todo lo que se le presente; canto, baile, deporte, matemáticas, pero sobre todo arte y pintura, es sencillamente perfecto. Tiene un hermoso rostro, combinado con un cuerpo ejercitado que termina de derretir a las chicas del lugar. Tez blanca, cabello morado corto, un piercing en una de sus cejas, tatuajes, y facciones pequeñas. Midiendo 1.79cm es el tercero más alto del equipo.

—Mi hombre— habla la pelirroja, viéndolo fijamente. Éste al conectar su mirada con la suya sonrió y se acercó a nosotras.

Génesis no hablaba en broma, ella es la única afortunada de ser la dueña de aquel chico tan codiciado y perfecto.

Llegando a ella, la saludó con un beso en los labios, eso logró hacer callar a las chicas por un momento.

—¿Cómo estás, amor?— susurra aún cercano a su rostro.

—De maravilla, hermoso— sonríe como una boba enamorada.

—¿Cómo están, señoritas?— nos saluda atentamente.

—Muy bien, Kook, gracias— responde Mica por las tres— ¿tú?

—Perfecto— vuelve a mirar a Génesis— ¿les molesta si me la robo un rato?— indaga curioso.

—Ah, acabamos de llegar— se queja Lia, ganándose un golpe en el hombro de Mica.

—Claro que no, Jungkook, toda tuya— responde adecuadamente.

Éste sonríe.

—Gracias, ¿nos vamos?— le pregunta a ella, ganándose un asentimiento— hasta luego, chicas, se cuidan— dice y se levantan para irse.

—Adiós, ustedes también.

—Hasta luego, amores— despide ella, antes de salir del lugar.

Pero antes de que éstos salieran, otro miembro iba entrando, no pude quitar mis ojos de la puerta por un instante.

Kim Taehyung, el amor platónico de media institución educativa. Y ¿cómo no? Al igual que los demás miembros del equipo, no sólo era dotado en el deporte, sino tenía otros talentos llamativos, pero que en ocasiones prefería reservarse, poniendo de ejemplo sus cualidades como actor. Un chico de rostro perfecto, tez clara, cabellos negros y medio ondulados, ojos rasgados y facciones pequeñas. Un miembro que no le gustaba mostrar su cuerpo con frecuencia, igual de reservado de Yoongi, aunque los ojos de águila confirman que han visto buenos atributos. Él nunca ha rozado conmigo ni una palabra, aparte de que soy extranjera y una sombra para él, está comprometido con Jisoo.

—Imposible— comento en un susurro, sin dejar de verlo. Y sí, imposible, imposible que una figura popular y codiciada se venga a fijar en una chica como yo, sin ninguna cualidad especial.

¿Que quién es el chico que me desconcentra en clases y conversaciones casuales? Sin duda alguna, Kim Taehyung.