Cinco
—La persona que me gusta..— guardo silencio, generando intriga, me causaba mucha vergüenza decirlo y que respondiera que yo no podía fijarme en alguien como él.
—Habla, Lara— exige, cruzando una pierna encima de la otra.
—Bueno, la persona es–
Guardo silencio nuevamente de manera inmediata, ya que la trabajadora había vuelto con nuestras órdenes, y un silencio incómodo se adueñó del momento, por varios segundos.
—Gracias— agradece la pelirroja frente a mí, sin observarla, seguía con su mirada fija sobre mí.
La chica hizo una reverencia pequeña y con una sonrisita se retiró, dejándonos solas nuevamente.
—Ahora sí, de mí no te libras, Walker— toma entre sus manos la Coca Cola y da un sorbo.
Sin poderlo seguir ocultando, tuve que decirle qué me ocurría de una vez.
—Quien me gusta es Kim Taehyung.
Abrió sus ojos como platos y casi se atraganta con la bebida luego de escucharme. Tosió antes de recomponerse, tomó aire y volvió a mirarme.
—¿Kim Taehyung?
Asentí lentamente.
—No lo ví venir, honestamente— admite y deja el envase lleno sobre la mesa.
—Lo sé, Gén, es imposible y es inalcanzable para una simple mortal como yo— coloco mis manos juntas, cubriendo mi rostro.
—Primeramente, no lo veas como la gran cosa, pequeña; segundo, tú eres especial y estupenda, no creo que cualquier niño bonito te merece.
Suspiro.
—Gén, me gusta desde hace mucho, no sé cómo sacarlo de mi mente.
—¿Qué es lo que te gusta de él? Ciertamente, si la mayoría de las chicas están coladitas por él es porque posee cualidades sensuales y atractivas, lo sabemos, pero ¿hay algo más que te guste?
Esa pregunta me dejó pensativa, ¿realmente sólo enloquezco por ver un rostro perfecto y hermoso? ¿O tal vez es porque me estuve inventando numerosos escenarios mentales donde yo estoy muy enamorada de él? Lo cual ha generado que actualmente lo vea como una persona caracterizada por mi imaginación, y en realidad nunca he hablado con él.
La mente y sus poderosas habilidades de transformación.
—Y-yo..— tartamudeo, pensando en cómo responder— yo.. sólo.
—¿Has visto algo en particular?— intenta adivinar.
—No, no, no, es sólo que..— respiro— es lindo, sólo eso. Y eso me gusta de él— cierro, intentando parecer convincente.
Ella sólo me observa con las cejas alzadas y parpadea doble.
—Bueno, en ese caso..— baja la mirada a la mesa, pero automáticamente me la devuelve— podría comentárselo a Jungkook, ¿quieres?
—¡¡No!!— rápidamente niego, provocándole un sobresalto por mi inesperada reacción.
—Ey, ¿dije algo malo?— soba su pecho, fingiendo calmar su corazón.
—No, no le digas nada a Jungkook. Si antes sentía timidez al hablar con él ahora estaré peor.
—Por Dios, Lara, Jungkook no va a juzgarte por eso, él te aprecia y lo entenderá. Lo más probable es que se sorprenda, como yo lo hice porque fue algo totalmente inesperado, pero no va a reírse de tí ni burlarse, cosita— me recuerda lo perfecto que es su novio, por milésima vez.
Sé perfectamente que es un ejemplo de hombre, no hay que volver a reiterármelo. Pero bueno, cosas del amor.
—Pero ¿de qué sirve, Lee?
—Podría darte un empujón más cerca, podría hablarle sobre tí, y ahí es cuando entras tú en el juego— propone.
—Génesis..— bajo la mirada hacia mi alimento— Kim Taehyung está comprometido con Kim Jisoo, ¿te suena a algo?— alzo la mirada— y aunque estuviera soltero, igual, nunca se fijaría en mí.
—Nunca digas nunca, amiga— guiña un ojo— no prometo que algo vaya a ocurrir, amor, pero siempre y cuando pueda ofrecerme para darte un empujón te lo daré con gusto.
Luego de tres segundos, sonreí levemente. Génesis realmente es buena elevando ánimos, autoestima, y otras cosas que prefiero no mencionar porque no tienen protagonismo aquí, no sé ni porqué navegó por mi mente aquello. Admito que siento más comodidad al contarle mis cosas a ella, pues siento que Lia y Mica puedes juzgarme instantáneamente, no es que no me guste contarles mis cosas, pero si me dan a elegir me quedo con mi pelirroja.
Aunque las cuatro somos mejores amigas, Mica y Lia son muy unidas, pero no quiero decir que se trata de algún tipo de favoritismo, ya que, en ocasiones, nos mezclamos; un día soy de Mica, en la noche de Lia y en la madrugada de Génesis, así de bien es nuestra amistad.
—Gracias por escucharme, Gén— me mira— realmente estoy agradecida.
Chasquea su lengua y ríe antes de responder.
—¿Qué pasa, linda? Para eso somos amigas, y de las buena ¿eh?— alza ambas cejas de manera traviesa.
—Ya, basta, no hagas eso.
—Sabes que si no fuera esposísima de Jungkook estaría contigo, ¿no, hermosa?— comienza a susurrar cosas.
—Lee, ya— detengo una vez más y ella sólo ríe, aparentemente bromeaba, con amigas como las mías nunca se sabe, y menos con estas malas influencias— esas drogas te están haciendo daño, amiga— opino sacrásticamente y bebo del zumo.
—La droga en mí eres tú, bebé— canturrea divertida.
—Cántale esa línea a Jungkook a ver si se enamora porque conmigo no te va a funcionar— río ante su actitud graciosa.
—Te haces la dura pero sabes que conmigo caes.
—Ustedes todas están muy locas— niego con la cabeza y observo el alimento.
—Soy la loca que te ayudará a conseguir algo con Kim Taehyung, recuerda eso— alza su bebida y sonríe.
—Ciertamente— susurro y asiento.
—Basta de charlar y comienza a comer, por favor— pide— el chisme está excelente pero podemos continuarlo en tu casa.
Sonrío negando con la cabeza y con el pan entre mis manos no dudo ni un segundo en darle un mordisco, sintiendo inmediatamente el inmenso placer de comer algo sabroso.
Mi amiga imitó mi acción y ambas comenzamos a degustar de nuestros pedidos. Hasta que una notificación proveniente del celular de la contraria llamó nuestra atención.
—Gén, tienes un mensaje— alerté apenas ví de lejos cómo el dispositivo se encendió de repente.
Soltando la comida, tomó entre sus manos el celular y leyendo abrió los ojos de más por un momento.
—¿Qué ocurre?— indago al ver su rostro.
—Es Micaela— mira hacia todos los lados, buscando algo— dice que nos está viendo.
¿Pero Mica ahora quiere jugar un rol de psicópata o qué?
—Quizás sólo esté de broma, ¿sabes?
—O no.
En ese preciso momento una llamada telefónica nos alertó. Mi amiga sin esperar un segundo, levantó la llamada poniéndolo en altavoz.
—¿Viéndome desde dónde?
—Mira hacia afuera.
Ambas dirigimos nuestras miradas hacia la entrada, y vimos cómo se acercaban Lia y Mica, caminando al mismo paso.
Quedando perplejos por la acción del dúo de chicas, sólo nos dedicamos a observarlas hasta que dieran con nosotras, no demoraron ni quince segundos en entrar.
—Tú puedes trabajar como agente del FBI, lo sabes, ¿no?— opina Gén, sin quitarle la mirada de encima a la responsable de la llamada.
—¿Cómo supieron que estábamos aquí? ¿Nos persiguieron?— indago, y Lia niega mientras ríe levemente.
—Si dejan el location encendido las van a violar— responde la contraria— Además, aquí quien tiene derecho a hacer las preguntas soy yo, ustedes tienen derecho a guardar silencio.
—Definitivamente puede trabajar en el FBI— susurra la pelirroja a mi lado y río bajito.
—¿Cómo se atreven a venir al centro comercial solas?
—Queríamos comer algo, no exageres, mujer— defiende mi contraria.
—¿Si saben que también nos da hambre en la institución?— toma asiento, agarrando una silla de otra mesa y colocándola en la nuestra, Lia imita su acción.
—¿Y ustedes dos cómo mierda salieron?
—Yo soy buena de agente como también de criminal— sonríe y toma la carta en sus manos.
—¿Ustedes estaban hablando de algo íntimo?— indaga Lia, lo cual logró que nos viéramos fijamente por varios segundos.
—No— respondemos al unísono, haciéndola entrecerrar sus ojos sospechando, mientras Mica seguía leyendo el menú, muy distraída.
Noto cómo Génesis escribe algo desde su celular, como un mensaje de texto y luego apaga el dispositivo. Instantáneamente una notificación me hizo llevar mi atención hacia mi teléfono, viendo un mensaje de la chica que tenía frente a mí. Sonreí levemente, mientras negaba una vez más con la cabeza, para luego apagar el celular y actuar como si nada.
Novia pelirroja:
Ahorita vamos a tu casa, nuestra conversación queda pendiente. P.D: voy a casarme contigo, amor.
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