CAPÍTULO TRES
1996 ; mijoo y taehyung

—... me gustan mucho sus ojos. Ah, ¿No son los más lindos del mundo? Y tiene esa sonrisa… ¡Yah! —chillaba sobre su cama mientras patalea nerviosa. Sus propios pensamientos la hacen ruborizar.

—Yubin, ¿Qué le ves a ese idiota? ¡Es tan feo! —giró los ojos, volviendo la vista a su libro. No entiende a su pobre mejor amiga, aquel chico de cabello castaño y lunares por el rostro no es más que un idiota, sus notas son bajas y apenas asiste a clases, no entiende que le ve a una persona que probablemente ni siquiera asista a la universidad. Debería darle vergüenza.

—Kim TaeHyung es el chico más guapo de la escuela, y si no lo ves es porque estás ciega.

MiJoo iba a seguir su pelea, hasta que una tos falsa hizo que se detuvieran.

—¡Ejem! Es obvio que el más guapo soy yo. —respondió Hoseok, acostado en la punta de la cama con una tira de mangas sobre sus manos.

—¡Cállate! —la pelinegra le aventó una almohada— Dices ser mi amigo, pero ni siquiera me consigues una cita con él.

—TaeHyung es un chico difícil, nunca lo he visto con ninguna chica.

Eso era cierto, aunque Kim TaeHyung es uno de los muchachos más populares de la escuela desde primer año por su gran 'belleza' –la cual MiJoo no hallaba en ninguna parte– nunca se le había visto con una novia, o siquiera cerca de una chica con intenciones románticas. ¡Y vaya que los rumores corren! Si él se acercará en lo más mínimo a una, todos lo sabrían enseguida. Pero no sucede, es eso lo que mantiene a su amiga con su ambición intacta, pues supone que el destino se pone a su favor al dejar a un chico tan reservado como él.

Hoseok es su amigo desde que forman parte del equipo juvenil de la escuela, el capitán, o sea Kim, suele hablarle pero no son realmente cercanos. Park JiMin y Min YoonGi son sus principales mejores amigos, con quienes se junta en todo momento para su holgazanería. Aquellos dos muchachos asisten al club de audiovisuales, son los encargados de la radio estudiantil y de la música en los eventos.

Son guapos.

MiJoo giró los ojos y expulsó aire retenido, estaba algo cansada de oír de TaeHyung. En la escuela todos hablan de él, de sus partidos, de lo guapo que es. Y afuera, Yubin no se detiene ni un segundo, alucina con estar a su lado, le comenta sus planes a futuro como si ella estuviera dispuesta a dejar todo por ser amada... y su esposa.

La Park se levanta de la cama, y camina al escritorio de la habitación; se sienta allí con su libro e ignora la discusión que transcurre.

—¡... MiJoo! —escuchó su nombre en lo alto.

—¿E-Eh? —reaccionó levantando la vista.

—¿Qué dices?

—Que sí. —su respuesta fue clara, aunque no sabía de lo más mínimo de la pregunta. Sus amigos se observaron entre sí y sonrieron.

—¡Bien! Lo haré el lunes en la escuela.

—Espero no te acobardes. —el chico dijo— La última vez lo llamaste y corriste con tus mejillas rojas.

—F-Fue una vez, ahora podré pedirle una cita porque ya llevamos tiempo de conocernos. Será más fácil.

—Sí tú lo dices…

Oh, con que era eso. YuBin quiere pedirle de una vez por todas una cita a su amado capitán, la castaña envió sus más sinceros ánimos, pese a no creer posible que eso suceda. Una de dos, o ella se acobarda, o el Kim la rechaza.