CAPÍTULO DOCE
2023 ; joe y jungkook

Con los exámenes de mitad de año cerca, Joe se hallaba sumamente nerviosa, no solo por tener que estudiar y sacar buenas notas, más bien el recuerdo de su acto de traición la tenía noche tras noche pensando en lo mucho que le gustó, y en cómo desearía ser una mejor persona para arrepentirse. Mina la invito a su casa esa tarde de domingo, pensó que sería la única. Al llegar fue sorprendida por el par de caras conocidas, entre ellas, JungKook con una expresión distraída observando cualquier parte de la habitación menos a ella que recién llegaba, siendo la última. Así se conformó el grupo de estudio, alrededor de una mesa baja sobre la alfombra de la habitación. Mina, NamJoon, Yeo Sung, JungKook y Joe. Las cinco personas que solían reunirse desde hace años, cuando eran más pequeños que en ese momento y que se reían por cualquier estupidez.

Al parecer, la Kim no era muy buena fingiendo estar concentrada en los libros de texto, porque un mensaje había llegado a su teléfono treinta minutos después de que llegara. Era NamJoon, quien escribía con disimulo: 'No pareces bien.' la conoce mejor de lo que podría imaginar, tal vez ya sabía todo antes de que confesara con sus dedos temblando: 'Besé a JungKook en la fiesta.' por fin lo había dicho, ¡Lo confesó!

Levantó la cabeza al mismo tiempo que el moreno, quien con su boca abierta reprimió un jadeo. Honestamente, sospechaba de algo, desde que Joe subió con el Jeon al segundo piso ninguno podía verse la cara, eso le había llevado a querer descubrir todo. Sorprendido pasó a ver a Mina, quien resolvía algunos ejercicios de matemática con la ayuda de su novio, el perfecto muchacho atleta que jamás se ha metido en problemas. Demonios, ellos ni siquiera parecen discutir seguido.

Volvió a escribir: 'No le cuentes a nadie más. Sé que sucedió cuando ambos habían tomado, así que no pasa nada, mantengamos el ambiente tranquilo.'

Joe Sang respondió con un nudo en su garganta: '¿No soy una mala amiga?'

NamJoon suspiró, y apagó la pantalla de su móvil, volviendo a leer. Angustiada la castaña se levantó dejando el libro con el que tapaba el uso del celular, nadie le dio mucha importancia cuando dijo que iría a buscar agua. Salió de la habitación bajando las escaleras de la lujosa propiedad y fue a la cocina, allí mismo abrió el congelador tomando una botella de agua descartable. 

—Pensé que ibas a estudiar. —una voz a sus espaldas la hace dar la vuelta. El pelinegro se encuentra allí, más cerca de lo que es correcto, viéndola como un depredador a su próxima víctima.

—Es lo que hago.

—Usabas el móvil. —acusó.

—Veo que estás pendiente de lo que hago. —ella sonrió, y él chasqueó la lengua levantando su comisura en una traviesa sonrisa. Rápidamente y sin darle explicaciones, la acorraló contra la mesada.

—No juegues conmigo, Joe Sang. —sus rostros se acercan, es la nada amable sensación a inmoralidad que la salpica cuando se convence de que no hay más nada que hacer, pues sus extremidades se rindieron a lo fácil, dejaron que él tomara las riendas. Igual a un débil peón en su trampa.

—No juego a… —sus palabras fueron dejadas al aire cuando la poca distancia que los separaba se hizo inexistente, pasó a ser tomada con suavidad por sus manos contra la mesada. Sus labios chocaron en un baile lascivo que ninguno de los dos quería terminar.

opinión de la autora ; si fuera mina, le daría a joe sang unos buenos golpes jiji