Me remuevo entre las sábanas, un olor a café inundó mis fosas nasales y aunque amaba el café no quería ir en busca del proveniente olor.

— Hyung, es hora de levantarse — una dulce voz susurraba y Yoongi se hizo más bolita entre las sábanas hasta que sintió unas caricias en su cabello —. El desayuno está listo, es más rico comerlo ahora.

Abro con pereza mis ojos al sentir las caricias detenerse, me sorprendo al visualizar a aquel pelinegro de bonita sonrisa que conocí el día de ayer.

— Buenos días — de nuevo puedo apreciar su sonrisa, me incorporo sintiendome apenado por las recientes caricias. — ¿No tienes hambre?

— Si...—  murmuro en respuesta tratando de acomodar mi desordenado cabello.

— Está bien, tu cabello es lindo así — sonreiste nuevamente y te fuiste dejándome totalmente confundido.

¿Porqué alguien que acabo de conocer me hace sentirme nervioso y tranquilo a la vez?.

Kim SeokJin, ese es tu nombre, tan hermoso como tú porqué sí, el día de ayer pude apreciar el gran atractivo que este joven posee, de grandes ojos cafés, labios abultados y rojos, mejillas tersas y sonrosadas.

Al bajar al comedor siento un sentimiento tan extraño cuando observo cómo Kim Taehyung le daba comida en la boca a SeokJin.

¿Celos?. Era muy pronto para sentirlos, negué rápidamente y me dirigí a una silla. Además, ellos son mejores amigos.

— Buenos días — todos voltearon a verme y me saludaron a excepción de SeokJin, él ya lo había hecho.

Sonreí de lado y me senté a comer, intenté ignorar lo cariñosos que estaban ambos Kim. ¿Tal vez son pareja?.

Más tarde Jungkook y NamJoon salieron juntos, iban demasiado felices y aunque quería que Jungkook se quedará conmigo no se lo pedí.

— ¿Estás bien? — me exalte cuando su mano se posó en mi frente, parpadee confundido, nisiquiera note cuando Taehyung se había ido.

— Estoy bien — dije moviendo el rostro para quitar su mano.

— Entonces, ¡Vayamos a divertirnos! — exclamó y tomó mi mano.

Lo observé sorprendido. — ¿Qué dices?

— Tae está arriba, no quiere acompañarme a divertirme, pero tú si puedes — sus ojos brillaban y no pude negarme.

No queríamos alejarnos tanto por lo que optamos por solo relajarnos en la piscina que había en la casa.

Me sumergí en el agua esperando por el pelinegro que había ido a ponerse una ropa adecuada. Cuando saque mi cara lo ví parado en la orilla de la piscina, observándome.

Los segundos pasaban y su mirada seguía sobre mí, baje la mía al sentirme nervioso, ¿Por qué me sentía así?.

— ¿Te han dicho que eres una persona muy atractiva? — comentó el pelinegro antes de lanzarse al agua.

— Eso deben decírtelo a ti muy a menudo — susurré con las mejillas rojas. Nunca había sido bueno para devolver cumplidos.

Levanto la mirada al escuchar su estruendosa risa, era única y rara, divertida. Sin querer reí con él.

— Me lo dicen —  respondió sumergiéndose en el agua, salió después de unos segundos acercándose. — Pero que lo diga Min YoonGi es un honor, nunca esperé conocerte en persona por eso me siento muy afortunado.

Me quedo inmóvil cuando su mano sube hacía mi hombro, y acaricia con suavidad.

— S-seokJin... — tartamudeo posando mis manos en su pecho, me deleito con la suavidad de su piel.

— Siempre lo he admirado — su mano se desliza por mi brazo, hasta detenerse sobre mi mano —. Debe ser un sueño que lo pueda tener así de cerca.

No lo pensé dos veces y lo besé. Me apodere desesperadamente de sus labios, haciendo de él un total desastre.

Esperé que se alejara o que me golpeara ante mi atrevimiento sin embargo Seokjin no lo hizo y me correspondió.

¿Qué más podía perder?