Pasaron al menos 8 días desde aquel encuentro, Yoongi salía del castillo cada noche para buscar a aquél chico, pero parecía una misión inútil.

—¡Te juro, madre, yo sé que él existe!— Aseguró Yoongi—. Ah, no seas tonto, hijo, nadie vive a las afueras del castillo—.

Entonces, el rey llegó, irrumpiendo en la cocina en donde estaba su familia—. ¡Claro que vive alguien a las afueras!, mira, hijo. Cuando yo era apenas un príncipe, había una familia que se negaba al reinado de mi padre, ellos vivían en la misma cabaña en donde te encontramos hace una semana. En sí, al parecer el nieto de esa familia sigue viviendo ahí, pero nunca lo encontramos en casa, y necesitamos que se ajuste a nuestro reinado—. Explicó pacientemente su padre—. Yo puedo traerlo, padre. Yo lo conozco, sólo denme una oportunidad—. Yoongi intentó persuadir a su padre; obviamente lo estaba haciendo para salir a buscar a aquel bello joven que tanta curiosidad le causaba.

—Ah, está bien, después de todo , nadie lo ha podido encontrar.

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Eran las 9 de la noche, yoongi vestía un traje simple de un azul poco llamativo, encima, una capucha de terciopelo rojo cubría su espalda y cabeza. Sus botas de cacería estaban manchadas por un barro fresco, había llovido a cántaros hace no mucho, ahora, una espesa neblina inundaba el bosque que delimitaba el reino con el exterior, conocido como "tierra prohibida".

—¿Hola?, ¿Hoseok, estás ahí?— llamaba Yoongi incesantemente—. Y-yo sólo quiero volver a verte... ¡AHH!, ugh, ahí estás—. Hoseok apareció repentinamente con la sacudida de un arbusto alto, un poco antes de llegar al lago en donde se vieron aquella noche del baile real.

—Bonjour, príncipe Yoongi.

Es real. ¡Yoongi sabía que su precioso amado era real! Ahora nada podría apartarlo de su lado...

Cualquier falta ortográfica háganmela saber de inmediato.

A  mi amor, monse. 

@hoseokteamoflaco