Topkapi
1558

Hasret había planeado todo a la perfección, nadie además de su fiel sirviente sabía de el.

-Madre.-Su hija interrumpió sus pensamientos.

-¿Que sucede? Hanzade.-Cuestionó al verla nerviosa mientras sostenía algo.-¿Que tienes ahí?

-Fui a pasar la tarde con mis primas, Esmahan, Sha y Ayse...-Habló un poco apenada.-Ellas estaban buscando joyas en el cuarto de Nurbanu y...

-¿Y?-Se acercó a ella extendiéndole su mano.

-Encontraron este anillo, ellas no lo sabían pero yo si.-Aquel era el objeto más precioso que alguna vez pudieron ver.

-El anillo de la Sultana Hurrem.-Lo tomó.-Así que Nurbanu lo ha robado.

-Iremos hablar con ella... Necesito que me ayudes, hija.-Habló.

-Haría lo que sea por ti, madre.

-Sin duda habrá una discusión después de esto, así que quiero que trates de calmar las cosas invitando a tu tío a una cena.

-¿Una cena?

-Confía en mi, hazlo.

Una sonrisa se posó en sus labios antes de hacerle un ademán con la cabeza a su hija quien la siguió sin rechistar, no fue mucho el tiempo que debieron caminar para notar a Nurbanu preocupada a más no poder.

-¿Acaso esa cara de rata pálida que tienes es porque buscas algo?-Hasret levantó la voz sobresaltandola.

-No metas tu nariz en mis asuntos.-Gruñó.

-Es una pena... Pude haberte ayudado a encontrar ¿Quizás esto?-Soltó sus manos levantando una.

-¡Ese es mi anillo! ¡¿Como te atreves a tomarlo?!

-Era el anillo de la sultana Hurrem, Nurbanu.-Apartó su mano quitando el anillo de su vista.-No importa cuanto actúes, siempre dejas en evidencia tu falta de cerebro... Crees tener todo bajo tu control pero no es así, siempre seré superior a ti, maldita bastarda.

-¡Insolente!-Intento abofetearla pero su rostro cambió a penas vio a Selim llegar.

-¿Que sucede aquí?-Gruñó.

Hasret lo reverenció.

-¡Está mujer me a robado el anillo que la sultana Hurrem me regalo antes de morir!

-¡Miente!-Hanzade intervino.

-La sultana lo único que te hubiera dado sería la muerte más dolorosa.-La castaña continuó.

-¡Suficiente! Hasret, cuida tus palabras.

-Cuide de las acciones de Nurbanu, una sultana no debería mentir ni robarle a los fallecidos, Allah conoce los pecados de todos y a su mujer solo la limpiara el infierno...-Habló sin miedo a lo que pudiese ocurrir, lo cual sería nada.

¿Con que excusa le harían algo? ¿Diciendo que ella había tomado la posesión sentimental más valiosa de la Haseki del Sultán? Sería muy tonto hacerlo.

-Con su permiso.-Se despidió.

-Disculpe a mi madre, tío.-Hanzade se reverenció.

-No, tú no tienes porque disculparte en su nombre.-Selim la interrumpió.

-Déjenme compensar este mal momento, haré que mi madre devuelva el anillo que la sultana le regalo a Nurbanu... Los invito a comer esta noche, no quiero que nuestra familia discuta luego de pasar una tragedia.

-Iremos.-Nurbanu no dejo hablar a su esposo.-Quiero mi anillo devuelta lo antes posible.

Hanzade le sonrió y se inclinó ante ella, no debía hacerlo pero sabía que eso elevaría el ego de la mujer y la haría caer más fácilmente.

⋆ ━━━━━━ ♛ ━━━━━━ ⋆

Todo estaba listo, Hasret temblaba de los nervios mientras terminaba de peinar su cabellos con Emin Aga repitiéndole la mala idea que era hacer eso.

-Emin, llegó la hora.-Hizo oídos sordos a sus pedidos por detenerse.

-No estoy seguro de esto Sultana, usted podría morir... Y la sultana Hanzade ¿Ella sabe de esto?

-Emin, nadie puede saber de esto, ni siquiera mi hija... Es muy joven para entenderlo.

Le dió un pequeño frasco con aquel líquido mortal.

-Sobreviví a la ira de Allah una vez, puedo hacerlo de nuevo... Envenena nuestras comidas, confía en mi.

-Sultana...

-No repliques, solo confía en mi.

-Nunca dudaría de sus palabras.

-Recuerda, la mitad del frasco para Selim, cinco gotas para mi y el plato de Nurbanu no deberá tener nada.

El Aga sujetó la mano de su sultana temiendo perderla por sus acciones.

-Llegue aquí poniendo mi vida en juego más de una vez, mi príncipe llegará al trono y nadie podrá meterse en eso.-Dio un suave apretón calmándolo.-Una vez me dijiste que siempre me serías fiel, hasta que llegue a lo más alto... Estamos por llegar allá, no me decepciones, no ahora que estamos tan cerca de lograrlo.

Emin beso la mano de Hasret antes de colocarla en su frente suplicándole a Allah por la vida de ella.

La hora había llegado y la comida estaba lista, ahora era el trabajo de Emin pasar desapercibido para cumplir con su trabajo mientras que Hasret iba de la mano de su hija.

-Si haz venido aquí en nombre de mi hermano, déjame decirte que no va funcionar.-Selim gruño tan pronto vio a la mujer.

-Solo quiero la paz entre nosotros, príncipe... Voy a devolver el anillo de la sultana Nurbanu.-Enseñó un pequeño joyero.

No tuvo más remedio que dejarla pasar, ahí ya estaba Nurbanu con sus cuatro hijos teniendo una sonrisa victoriosa en su rostro.

-Adelante, siéntense.-Nurbanu habló.-Que traigan ya la comida.