Vide real: Capítulo 9
Pov Lay
—¡¿Cómo es posible?!— estaba demasiado alterado y él no solía ser así.
—Respira por favor.— la voz calmada de Sehun lo hizo callar, cosa que me hizo gracia.
Solo que no me reí, Suho estaba empezando a engañarse y no era bueno alterarlo más.
Por más de que las cosas no hayan salido como esperábamos, ya no teníamos de otra.
Era solo aceptar que el escritor ya no quiso seguir y dejo la historia a medias, nosotros solo hicimos nuestro trabajo y ya.
Solo que era comprensible los enojos y sobre todo las molestias que nos provocaron, semanas de trabajo duro e incluso las desveladas, no era justo.
—Por cierto, ¿cómo es que aceptaron tales papeles?— Luhan preguntó desde los asientos traseros del auto.
Teníamos una hora de haber recogido a Suho, cómo a ellos los graban a parte, tuvimos que movilizarnos hasta el otro lado de donde realmente vivíamos.
No era necesario ya que cada quien tenía auto, sin embargo, pensamos que el estar reunidos los cuatro nos ayudaría a desahogarnos.
Y creía fielmente, que estaba funcionando demasiado bien.
—Mm, bueno.— Suho empezó. —Mas que nada por lo rara que era...— aclaró su garganta. —No me mal entiendan, es solo que al leer las descripciones de cada personaje, a mi realmente me llamó la atención el del omega con senos.— luego dejó escapar una risita. —Y ni qué decir de sus partes femeninas y masculinas, fue algo impactante para mí.— suspiro. —La historia era buena y en cierta manera me recordó a lo que yo viví hace muchos años.
Yo sabía a qué se refería.
No existía ningúna necesidad de sentir pena o tristeza por lo que vivimos en el pasado, fuimos presos de su familia al igual que en la historia.
Tampoco era necesario mencionar todos los problemas que pasamos, para que después de cinco años de noviazgo nos dejarán en paz por completo.
La noche nos estaba consumiendo demasiado rápido, incluso se sentía el cansancio en el aire, todos necesitábamos recuperar esas horas de sueño que dejamos de lado.
—Fue divertido ayudarte a ponerte esas cosas.— Sehun comenzó a reírse por lo bajo. —Te veías curioso.
Le creía, yo vi como amamantó falsamente a esa linda bebé en el hospital, fue tanta mi impresión que muy en el fondo quería que fueran de verdad.
—Callate, que no fue fácil adaptarme a llevar eso encima por tantas horas.— en su voz se podía notar la diversión, así que no dudaba para nada de que pronto comenzara a reírse.
Pronto llegaríamos a nuestro hogar, aunque fuera algo alejado estábamos contentos con ello, incluso Luhan y Sehun vivían a unas casas de la nuestra.
—¿Y tú?— parpadee varias veces para poder enfocar mejor. —¿Cómo te fue con el personaje?— la pregunta era buena, Suho me estaba observando y los demás guardaron silencio.
—No lo sé.— respondí con toda la sinceridad del mundo. —Es cómo si de verdad estuvieran contando partes de nuestra vida privada, pero en otras circunstancias.— negué. —A nosotros también nos costó poder estar juntos.
—¿En serio?— Luhan preguntó en voz baja. —Creí que habían tenido un comienzo de lo más lindo, ya saben sin problemas y esas cosas.— soltó una pequeña risita.
—La verdad es que no.— Suho respondió por mí. —Mis padres no aceptaban a Lay, solo por ser chino.— bufó. —Creían que nuestra relación no duraría nada y más por el simple hecho de que Lay, no tenía una vida estable.
Con toda la precaución posible, di la vuelta a la derecha, tenía hambre así que pasaremos a un restaurante de comida rápida, para pedir algo y así llegar a nuestro hogar a cenar.
No podíamos dejar que nuestros estómagos trabajarán con nada, era peligroso y por supuesto muy malo para la salud.
—¿Por qué lo dices?— ahora fue el turno de Sehun para preguntar.
—Lay tenía una beca para solo estudiar...
—Tuve que hacerme responsable de todo, ya que la beca no me aseguraba comida o algún techo donde dormir.— continúe. —Los primeros días fueron horribles, me duchaba en los gimnasios e incluso comía en la cafetería, ya que daban dos comidas al día yo aprovechaba porque eran gratis...— eran unos tristes recuerdos, incluso me dolía pensar todavía en el desprecio que tuve que pasar, solo por ser de otro lugar. —Casi no dormía, y lo poco que podía, lo hacía en la biblioteca.— poco a poco me fui acercando al autoservicio, se me antojaba una hamburguesa así que agradecía internamente que vendieran en ese lugar.
—Yo no sabía de su existencia, hasta que me tocó trabajar en equipo con él.— Suho siguió con nuestro relato de amor. —Yo no era nuevo, pero sí tuve muchos problemas solo por ser el hijo de la presidente.— suspiro. —Vivía rodeado de personas ignorantes que solo me hacían cosas malas. Así que cuando me tocó trabajar con Lay pensé que todo mi mundo se acabaría, él se veía como el típico chico malo.
Lo observé por unos instantes, solo para darme cuenta que sus ojos estaban en mí, pero no era solo eso, el amor que desprendían llenaban cada espacio de mi ser, una sonrisa surgió de mis labios, porque sí, yo lo amaba demasiado y eso se podía notar a kilómetros.
—Luego se enamoraron.— Sehun comentó con una pequeña risita.
—No era tan fácil.— murmuré. —Tuve que pelear con su padre.
"Hola, buenas madrugadas, ¿en qué puedo ayudarle?"
Sonreí, era mi turno de pedir comida, los mire a todos para que me dieran su orden, una vez lo hicieron baje más la ventanilla y me acerque al altavoz.
—Serían cuatro hamburguesas, las papas y de igual manera cuatro refrescos grandes.— espere paciente a qué me aceptarán el pedido.
—Mi madre estaba en contra de que tuviéramos un choque cultural así de grande.
Pude escuchar a Suho, era increíble como después de muchos años nosotros estábamos juntos y muy felices.
"Pase a la ventanilla."
Puse el auto en marcha después de haber escuchado eso.
—¿Realmente pasaron por eso.— Luhan preguntó con sorpresa.
—Sí— Suho le respondió. —Nos veíamos solo entre clases y cuando salíamos a comer, poco tiempo después nosotros empezamos a salir más, hasta que un día de invierno, Lay fue a mi casa y hablo con mis padres.
En mi mente, aquellas imágenes se reproducían cómo si fuera una película a blanco y negro, la primera sonrisa e incluso el primer beso que nos dimos.
—Muchas gracias.— le sonreí al chico que me dio las órdenes, poco a poco se las fui pasando a Suho, para después cerrar la ventanilla y así emprender nuestro viaje de nuevo.
—Hunnie, nada que ver con nuestra historia de amor, ¿te das cuenta?— su tono de voz era carente de felicidad, así que por curiosidad los mire por el espejo.
Ambos se estaban sonriendo como dos adolescentes enamorados, era bueno ver eso y más cuando estábamos saliendo de un último rodaje.
Eran agotadores, nuestros cuerpos ya no podían más y hasta ahora no entendía cómo es que ellos lograron sacar el trabajo adelante.
Luhan era actor y no solo eso, él se encargaba de peinarnos a todos en el set.
Sehun aparte de ser actor y cantante, también sabía maquillarnos, por lo tanto él se encargaba de todos los rostros.
Suho era un hermoso modelo y actor, cosa que era igual de cansada.
En cambio yo solo era actor y llevaba las empresas de su familia.
Por más de que intentarán decir que lo hacíamos como hobby, era mentira. Nosotros luchamos en nuestra juventud para lograr estar en lo más alto y creía fielmente que esa era una de las mayores razones por las que la familia Kim me aceptó como esposo de Suho.
Un chico que llegó sin nada a un lugar como lo era Corea, dónde todos lo miraban de manera extraña solo por ser chino y no tener donde dormir o comer.
Aquel joven que hizo uso de todos sus talentos para lograr ser un adulto responsable y sobre todo con dinero.
Ese era yo.
Y estaba orgulloso de tener todo lo que alguna vez quise.
Ya no existía aquel chico pobre que no podía comunicarse bien con los demás, solo por ser chino. Todo cambio, aunque costó demasiado, ahora podía decir también, que me casé con el hombre más hermoso y bueno del mundo.
Su familia millonaria ahora me adoraba y yo estaba feliz por cómo se dieron las cosas, valió la pena aquel golpe que le di a su padre, incluso cada segundo que tuvimos a solas.
Porque sí, confiaron en mí.
Un joven lleno de aspiraciones, que se mudó solo para cumplir sus sueños y terminar con buenos estudios.
Todo mejoró, el destino hizo de las suyas, nos dio una vida plena y llena de amor.
Amaba con toda mi alma a Suho, daría lo que fuera por él y si alguna vez se repetía mi historia, claro que aceptaría ser el protagonista, por qué sabía, que todo saldría excelentemente bien.
Nuestro encuentro no fue como un cliché de novela, y era gracioso por qué aquel joven pobre que llegó a Corea se convirtió en el esposo perfecto y con mucho dinero de alguien que siempre estuvo para él y ahora lo ama con todo su corazón.
[•••]
Muchísimas gracias por haber leído hasta el final, estoy realmente emocionada por haber terminado esta maravillosa historia. Puede que no haya sido como realmente se planteó, pero estoy orgullosa de cómo se dio todo al final.
Se que quizá pudo verse medio revuelta, pero también era parte de la magia.
Por ahora me despido, quizá en el futuro venga un capítulo extra, aún no es seguro, pero de verdad que lo tengo en mente.
De nuevo muchas gracias por darle amor y mucho apoyo a este bonito LayHo✨
¡Nos vemos en octubre con dos nuevas historias!
¡Hasta pronto!✨
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