❪ capitulo treinta y tres ❫
┊ೃ THIRTY THREE. Miradas de smor !!!
Harry y Sabrina se encontraban platicando en las cocinas, el chico le había pedido a su amiga que se vieran en aquel lugar, ya era de noche y los pasillos estaban solos.
Hacia diez minutos que habían llegado y ninguno había dicho una palabra, sólo comían a gusto los dulces que había llevado Sabrina de su compra en la excursión de aquel dia.
—Sirius era su amigo y los traicionó, ¡Los traicionó Brinny!¿Puedes creerlo?- gritó con furia
—Bueno... –Sabrina abrio la boca sorprendida por la confesión de Harry– yo...no lo sé
—Encima de todo es mi padrino.— Sabrina soltó un exclamó de sorpresa– Cuando este frente a mí lo mataré, él mató a mis papás.
La chica colocó una mano encima de la de Harry y le dio un apretón demostrándole su apoyo.
—¿Eso es lo qué quieres? James, no creo que a tus padres les hubiera gusrado ver que guardes tanto odio hacia una persona.– Dijo con suavidad– Mucho menos querrían que te conviertas en asesino
—Pero el...- la chica lo interrumpió
—Si, probablemente el te quito una oportunidad de tener una vida feliz pero no quieres matarlo y arruinar más tu vida de esa manera
Harry bajo la cabeza y una lágrima solitaria se deslizó por su mejilla, Sabrina tomó la cabeza de su amigo entre sus manos y limpió las lágrimas con delicadeza.
—Al parecer si eres buena dando consejos- dijo el ojiazul sonriendo
—Muy en el fondo- Sabrina hizo una mueca
—Tú...¿Te volviste a enojar con Malfoy?
—¿Por qué crees que estoy enojada con el?- enarcó una ceja
—Bueno, ya no los he visto juntos, ahora sólo estás con Apolo o con Regina y Pansy
Si Harry se había dado cuenta de ese pequeño detalle probablemente toda la escuela lo sabía ahora. Era cierto que ya no se les veía en los pasillos juntos, ni en las clases tampoco, ahora era muy raro verlos en el mismo lugar.
—Si, bueno nos enojamos por una tontería- se rasco la nuca
Harry no lo sabía pero le habían dicho que era una tontería, pues indirectamente por él se había peleado con Draco y Sabrina se reía internamente por lo que había dicho.
—¡Remus tenemos que hablar en este instan...oh!
Sabrina había entrado al despacho de Lupin sin haber llamado a la puerta anteriormente, para su mala suerte ahí se encontraba Harry, las mejillas de la chica se tornaron rojas de la vergüenza mientras que Remus se reía de la niña.
—Adelante, pasa.– Dijo el hombre.
—¿Qué es lo que hacen?- se sentó en las escaleras
—Le muestro a Harry el encantamiento Patronus y parece que lo ha logrado
—Quiero ver- corrió hacia el chico esperando a que lo hiciera
—Será otro día, Harry debe descansar ahora
—¡Bu! Que aburridos
—Harry me dio gusto enseñarte ahora si no te molesta parece que Sabrina necesita algo—
—S-si– dijo confundido por la actitud de ambos -nos vemos
El chico salió del despacho, la chica caminaba viendo detalladamente las cosas que había en el lugar.
—Me gusta tu despacho...es muy tu- sonrió
—Supongo que gracias- ambos soltaron una risa
Se sentaron donde anteriormente habían estado sentados Harry y Remus; Sabrina se giró hacia el hombre buscando las palabras correctas para hablar.
—¿Y bien?¿Qué es tan urgente?
—¿Por qué nunca me dijiste que tú eres...- pausó sin poder terminar la oración -ya sabes, tú...
—¿Qué yo que?- preguntó con una sonrisa
—Tú eres un...- aulló
—¿Qué?- Remus frunció el ceño sintiéndose desconcertado.
—Vamos se que me entendiste
—¿Desde cuándo lo sabes?– Cuestionó borrando la sonrisa
—Desde la clase del Boggart, lo termine de entender cuando Snape nos dejó el trabajo de investigación de hombres lobo
—Espera, ¿Snape que..?
—Si, cuando te sustituyo en clases
Lupin susurró algo que fue ilegible para Sabrina la cual solo lo miró confundida.
—Creo que por obvias razones no te dije, no era necesario
—Pero...bueno tienes razón, no ha cambiado nada
—Yo creía que al decirte me tendrías miedo y te alejarías de mi, no soportaría que en mi vida no hubiera una pequeña mocosa- Remus bromeó y revolvió el cabello de Sabrina
—Por cierto, buen trabajo con llamarme así frente a Potter, ¿Ahora que creerá?- soltó una carcajada
—Luego me arreglo con el- metió la mano a su bolsillo -¿Chocolate?
Sabrina aceptó gustosa el caramelo.
—¿Tú y el chico Malfoy están peleados?
—¿Acaso toda la escuela lo sabe?- bufó dejando caer su cabeza sobre sus rodillas
—Es Hogwarts ¿Qué esperabas?- soltó una risa
—Algo así, lo llame idiota por burlarse de Harry, prácticamente nos peleamos por culpa de Potter, aunque él no lo sepa
—¿Entonces quien fue el idiota de la pelea?- enarcó una ceja
—Quiero creer que él
—Viendo como trata a Harry puedo pensar en muchas cosas
—No cuando lo llegas a conocer realmente- una pequeña sonrisa se asomo en la cara de la castaña
Claro que Remus no pasó desapercibido ese gesto.
—Tú no tienes la necesidad de defender a Harry.- Sabrina lo miró con una ceja enarcada -Esta bien tal vez si un poco
—¿Debería disculparme primero?- se quejó
—Podrías hacerlo y si el chico te importa tanto deberías hacerlo, aunque no me causa gracia que estés muy junta a él pero si te hace feliz- pellizcó su mejilla -y si el no acepta tus disculpas ven a mi y me lanzo un crucio
—Gracias- Sabrina se lanzó a abrazarlo soltando una risa -ser sobre protector no se te da bien
Como de costumbre en clase de adivinación, Apolo y Sabrina se sentaron al fondo del salón en la mesa más apartada. A ninguno de los dos le gustaba esa materia.
—Me parece que la clase está ahí- señaló a la profesora -no en esos cabellos rubios platinados
—¡Es tu amigo!- se quejó la chica
—Lo mismo le digo de ti cuando se te queda viendo en los pasillos así que puedes estar tranquila- Sabrina rodó los ojos divertida -deberían de dejar de mirarse desde lejos deseando estar juntos y arreglar su maldito problema de una vez
—Eso trató pero mi orgullo se verá afectado en el proceso- dijo la chica
—¡Abran sus mentes, vean el futuro!- Apolo comenzó a hacer círculos con las manos sobre la bola de cristal
—¿Qué haces?- dijo entre risas
—¡Veo!¡Veo!- soltó un grito idéntico al de la profesora Trelawney -Draco está con otra chica, si no te apresuras Sabrina, te robaran a tu hombre- imitó la voz de la profesora cuando hacía sus predicciones
—Eres un tonto- soltó una risa
—En serio dejen de mandarse miraditas de amor, sabemos que se desean, se anhelan, dejen de hacerse del rogar y bésense de una vez- alzó la voz atrayendo miradas de todos en la sala -¡Y ustedes que me ven!
Sabrina dirigió su mirada al chico rubio sentado unas mesas adelante de ellos, le regaló una sonrisa que fue devuelta por el chico. Había un avance, ahora tenía que perder su orgullo y pedirle perdón.
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