┊ೃ THIRTY NINE. ¿Incómodo? Eso creo !!!

-Es nuestro fin ¡Polo nos perdimos!- exclamó Sabrina dejándose caer en el suelo sin importar estorbarle el paso a los que pasaban por el pasillo.

-¡Ah pero la niña quería ir por..!- El chico se quedó en silencio pensando por un momento- ¿Por qué querías que fuéramos?

-Ni yo me acuerdo-Sabrina hizo un puchero

-Vamos, ponte de pié.- Apolo la jaló del brazo para ayudarla a levantarse- Estoy seguro que es por aquí, ya casi llegamos.

-Eso dijiste hace dos vueltas a la izquierda, un camino recto, una vuelta a la derecha y luego a la izquierda luego todo recto bajar un piso subir dos pisos y...

-Está bien pero sé que es por aquí...- Apolo la interrumpió-... tu padre dijo que los lugares estaban a lado del palco del ministerio

-Mis padres pueden estar al otro lado de...¡Oh por Salazar, aquí estás!- Sabrina corrió hacia su padre y lo abrazó -¡No me vuelvas a dejar sola con ese monstruo!- señaló al chico detrás de ella

-¡Fue tú culpa tu querías ir por no sé qué cosa!- Apolo se defendió haciendo reír a Hydrus

-Está bien chicos, vengan es por acá.- Dijo el hombre de traje señalando con la cabeza la dirección contraria a dónde los dos adolescentes iban a caminar.

Hydrus comenzó a guiarlos hasta llegar a un pasillo donde había mucho tráfico peatonal. Ya habían pasado unos minutos y el tráfico no avanzaba

-¡Estamos en el mundial!¡Estamos en el mundial!- cantaban dando vueltas en sus lugares para hacer molestar a las personas.

Apolo llevaba adornos que hacían saber que apoyaba a Irlanda mientras que Sabrina llevaba los colores de Bulgaria

Al dar una vuelta Sabrina chocó con alguien, cuando iba a pedir disculpas supo que el destino la odiaba o tenía algo en su contra. Dio unos pasos atrás para quedar un poco lejos de aquella persona.

Los ojos de Malfoy estaban clavados en los de Sabrina que parecía estar muy incomoda algo que su amigo no desaprovechó

-¡Incómodo!- Apolo Murmuró.

Ninguno de los dos se movía y las personas alrededor no ayudaban mucho, Sabrina fue la primera en desviar la vista encontrándose con unos ojos azules y cabello azabache, Harry Potter iba en compañía de los Weasley.

-¡Doble incómodo!- murmuraron los amigos

-Que bueno verte- Apolo palmeó las espaldas de Draco

-¡Brina, Polo por aquí!- al escuchar la voz de Hydrus sin pensárselo dos veces corrieron hacia el hombre -hemos llegado

-¿Qué fue eso?- preguntó Sabrina viendo acusadora a su mejor amigo

-Tu estás enojada con Draco, no yo- se encogió de hombros

-¡Barbas y bigotes!- se acercó más al oído de su amigo -Puede que las cosas Malfoy no estén bien pero no negaré que con ese traje negro hace que me de calor- se separó de él -cada verano se pone más bueno

-Y a ti cada verano se te alborotan las hormonas- soltó una carcajada -¡Mira los irlandeses!- señaló recargándose sobre el barandal

El equipo de Irlanda salió volando en sus escobas dibujando un duende con fuegos artificiales que comenzó a bailar haciendo que todos aplaudieran por el espectaco.

-¡Ahí están los campeones!- gritó Sabrina al ver a los Búlgaros llegar -¡WOAH! ¡MIRA AHÍ ESTA KRUM!

-No me digas que eres de las locas obsesionadas con él- el chico hizo una mueca

-Por supuesto que no, soy fan de como juega, no de su aspecto de Dios griego- se burló imitando la voz de Regina

El partido inició y los amigos lo disfrutaban totalmente, gritándole a los jugadores y las faltas que hacían, las injusticias y demás.

-Draco está aquí- susurró Apolo acercándose al oído de su mejor amiga -y está mirándote, por favor se discreta si vas a voltear a...

Antes de que pudiera terminar de hablar Sabrina se volteó, siendo nada discreta, a ver al chico sentado unos asientos a lado de los de ellos.

-Disimula aunque sea un poco, mujer- susurró poniendo los ojos en blanco

Y como decía Apolo, el chico la estaba mirando, aunque Sabrina lo haya volteado a ver el seguía con su mirada fija en ella.

Sin saber exactamente que hacer la chica levantó su mano y lo saludó con una sonrisa. El hijo del matrimonio Malfoy se giró hacia sus lados verificando que el saludo fuera para él, cuando vio que si iba dirigido a él levantó la mano y la saludo con una gran sonrisa.

-Creo que en este partido he tenido momentos más incómodos que en toda mi vida- bufó dándose la vuelta y recargándose sobre el barandal

-No es justo, Bulgaria tenía que ganar- dijo Sabrina dejándose caer en el suelo de la tienda

-Concuerdo con Brina- Shadda la señaló

-Irlanda son los mejores- dijo Apolo muy orgulloso

-¡Este chico cada vez me cae mejor!- exclamó Hydrus abrazando por los hombros a Apolo

-Ya me gane al suegro arreglado- se burló el chico

Los dos amigos hacían constantes burlas sobre un matrimonio arreglado ya que todos decían que parecían novios cuando no existía más que un lazo de hermandad entre ellos.

-¡Krum es magnífico en la escoba! Algún día seré como el- exclamó Sabrina soñadora

-Y luego dices que no estás enamorada de él- el azabache puso los ojos en blanco

-Estoy enamorada de sus jugadas que es diferente

Apolo y Sabrina discutían sobre el partido hasta que escucharon gritos.

-¡Vamos a unirnos al festejo de los Irlandeses, Brisy!- El azabache jalaba el brazo de su mejor amiga la cual se negaba

-No son los irlandeses.- Hydrus entró jadeando a la tienda- Tomen sus cosas debemos salir de aquí

Apresurados guardaron las pocas cosas que habían llevado y salieron de la tienda, era un completo caos, personas despavoridas corriendo en distintas direcciones. Casas de acampar prendidas en fuego, humo, gritos.

-Esto es un tremendo caos- exclamó Apolo viendo a su alrededor

-¿A si?- Sabrina habló sarcástica

-¡Tómense de las manos y no se separen!- gritó Thalía

-Vuelvo en seguida necesito ayudar al ministerio- Hydrus beso la cabeza de su hija antes de salir corriendo

-Brisy, toma mi mano.- Apolo ordenó.

Sabrina estiró su mano hacia la de su mejor amigo pero antes de que pudiera tomarla una multitud la arrastró lejos de ellos.

-¡BRISY!¡BRISY NO!¡BRISY!- escucho los gritos desesperados de su mejor amigo

-¡POLO!¡MAMÁ!- gritó asustada -¡AYUDA!¡POLO!

Tropezó con sus pies y cayó al suelo haciéndose un ovillo tratando de cubrirse de los pisotones.

No muy lejos de donde estaba vio pasar a unas personas enmascaradas con antorchas. Ahí comprendió que los mortifagos los habían atacado.

Cuando quiso levantarse alguien golpeó su nuca haciendo que cayera desmayada al instante.