❪ capitulo sesenta y nueve ❫
┊ೃSIXTY NINE. Pánico !!!
Los TIMOs habían comenzado, para su mala suerte de Apolo lo habían sentado muy alejado de Sabrina y no podría recibir ayuda de su amiga en caso de no saber la respuesta de alguna pregunta.
La chica estaba muy concentrada en su examen, le parecía sencillo, no estaba nerviosa ni siquiera con la mirada penetrante que Umbridge le daba.
Un sonido en las afueras del Gran Comedor llamó la atención de todos haciendo que apartaran sus vistas del examen en su pupitre y voltearan a la puerta a donde se dirigía Umbridge notoriamente molesta.
Cuando abrió la puerta unas chispas se posaron frente a su cara para después estallar como fuegos artificiales. Varios miraban confundidos pero Sabrina las miró con una gran sonrisa, sabía perfectamente de quienes se trataba.
No tardó mucho tiempo para que Fred y George entraran volando en sus escobas y con un movimiento de varita lanzaran todos los exámenes al aire. El salón se llenó de explosiones de colores y exclamaciones de asombros.
Sabrina se junto a Apolo con una gran sonrisa para deleitarse con los fuegos artificiales que había. Uno de los gemelos lanzó una bomba y de ella salió un fuego artificial en forma de dragón que comenzó a perseguir a Umbridge
—¡Eso es!¡CORRE, PERRA, CORREEE!- gritó Apolo aplaudiendo fuertemente
Los gemelos Weasley salieron volando en sus escobas seguidos de la multitud de niños que se encontraba en el salón.
Al salir todos aplaudían y vitoreaban a los pelirrojos, una W de fuegos artificiales se formó en el cielo. Sabrina aplaudía contenta por el acto que hicieron sus, ahora, amigos.
Entre la multitud pudo ver cómo Harry caía lentamente al piso, la preocupación invadió a Sabrina por lo que dejó de sonreír y aplaudir para acercarse rápidamente a él.
—¡James, James!- lo llamó pero parecía no oírla
El chico había entrado en una especie de trance, el sonido a su alrededor parecía haberse apagado. Hermione se acercó a los dos chicos en el suelo.
—¿Qué le pasa?- preguntó hacia Sabrina
—No lo sé.— susurró Sabrina sacudiendo a Harry— ¡Harry!— Chilló
—¡Hydrus!¡Sirius!
Ante la mención de su padre la confusión en Sabrina incrementó.
—¿Qué hay con mi papa?- preguntó sacudiéndolo al ver que no respondía -¡JAMES QUE HAY CON MI PAPÁ!- gritó sacudiéndolo más fuerte
—Están en problemas- un terrible nudo en su estómago se formó con la simple idea de saber que su padre estaba corriendo peligro
Ayudó a levantar a Harry y junto a Ron y Hermione salieron corriendo hacia el castillo.
—Harry ¿estás seguro?- pregunto Hermione cuando Harry les contó lo que había visto
Voldemort estaba torturando a los dos hombres, el miedo de Sabrina se convirtió en pánico.
—¡Los vi! Al igual que con el señor Weasley, he soñado la misma puerta no recuerdo donde la había visto
Les explicaba Harry mientras subían apresuradamente las escaleras.
Para entonces Sabrina había dejado de escuchar, temía por el como se encontraba su padre. Salió de sus pensamientos cuando chocó con alguien, era Hermione.
—Lo siento- murmuro
—¿Qué tal si Voldemort sólo está torturándolos para atraparte?- Sabrina frunció el ceño
—Mi padre también está ahí, no pienso dejarlo con...no voy a abandonarlo
—Tampoco dejare que Sirius sufra mas- dijo Harry antes de entrar a la oficina de Umbridge
Después de que todos ya habían entrado caminaron hacia la chimenea para utilizar la Red Flu.
—Alerten a la orden de esto
—¿Estás loco? Vamos contigo- dijo Ron
—¡Es demasiado peligroso!
—¿Cuando te va a entrar en la cabeza? Estamos juntos en esto- Hermione se agacho para quedar a la altura de Harry
—Además, mi madre me dijo que no te dejara hacer algo estupido...al menos no solo- dijo Sabrina cruzándose de brazos
—¡Eso es cierto!
Los cuatro chicos se sobresaltaron al escuchar la voz de Umbridge a sus espaldas
—Este quería ayudar a la chica Weasley- Draco entró a la habitación con Neville haciendo que Sabrina maldiga internamente
En el despacho de Umbridge ya se encontraban también Luna y Ginny. Todos eran sostenidos por los Slytherin, incluso Sabrina.
—Ibas a ir con Dumbledore, ¿No?- pregunto hacia Harry
—No
—Mientes- la de rosa abofeteó al de lentes
Sabrina iba a ir para defender a Harry pero Draco la tomó fuertemente del brazo.
—¿En qué estabas pensando?- susurró Draco
—Tiene a mi padre, tengo que ir por el- dijo con un hilo en la voz
—¿Quién lo tiene?- pregunto Draco frunciendo el ceño. La chica se mantuvo en silencio -Escúchame bien, sea lo que sea que estén tramando olvídalo, no voy a dejar que te arriesgues otra vez
—Draco...pero es mi padre- el chico negó, algo molesta Sabrina dirigió su mirada de vuelta a Umbridge
—¿Qué es un Canuto?¿Qué está escondido?¿De qué habla, Snape?- insistió Umbridge hacia el profesor parado en la puerta el cual Sabrina no supo en qué momento había llegado
—Ni idea- dijo Snape antes de salir no sin antes darle una mirada a Sabrina
—¡Bien! No me dejas ninguna alternativa como es una cuestión de seguridad del Ministerio...la maldición cruciatus te hará hablar
—Usted es una...- antes de que Sabrina pudiera hablar la mano de Draco se colocó en su boca
Sabrina lamió la palma de la mano del chico el cual la apartó haciendo una mueca de asco y limpiando la saliva en su túnica.
—¡Dile Harry!- todos voltearon a ver a Hermione -Si no le dices tú le dire yo
En la cara de todos había una gran confusión.
—¿Decirme que?
—El arma secreta de Dumbledore- la sorpresa y confusión en las caras de todos era más que notoria
Después de eso Umbridge junto a Harry y Hermione salieron del despacho dejando a los demás chicos al cuidado de los Slytherin.
Draco tenía su mirada sobre Sabrina, había cierto toque de enojo en su mirada. El chico le había vuelto a decir que no se le ocurriera hacer algo tonto pero la chica se mantuvo firme ante su decisión.
—¡Pídeles los dulces que están en el escritorio!- susurró Sabrina bajando la cabeza para que no se dieran cuenta que estaba hablando
—¿Qué?- pregunto Ron sin entender a lo que se refería
—Los dulces de la mesa- el chico la miró confundido -sólo pídeselos
—Oigan...- el chico alzó la mano
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