┊ೃEIGTY ONE. Un secreto desgarrador !!!

Era impresionante saber que varias cosas podían pasar al mismo tiempo, mientras Sabrina reía y se la pasaba bien con Theo. A una distancia cercana a dónde ellos se encontraba, Katie Bell había sido hechizada a tal punto de casi terminar con su vida.

Muchos hacian teorías sobre lo que en verdad había pasado o quién la había estado controlando pues bien era sabido que Katie fuera del campo era incapaz de hacerle daño a alguien y los rumores decían que el collar iba dirigido a Dumbledore.

— Fue Malfoy— Harry le dijo haciendo que Sabrina detenga su andar

— ¿Cómo dices?— Exclamó sorprendia

— Fue él— Afirmó una vez más

Los ojos de Sabrina estaban clavados sobre los de Harry quien parecía firme y seguro de que Draco era el culpable de que aquella tragedia haya sucedido. Ella no sabía si creerle, conocía a Draco, a veces llegaba a ser cruel con los nacidos de muggle o con las demás personas pero sin duda no era un asesino.

— ¿Lo... Lo viste?— Preguntó con miedo a la respuesta

— No, pero estoy seguro que fue él.— Harry insistió

— ¿Tienes pruebas?— El chico se quedó en silencio— James, no puedes ir culpandolo solo porque te cae mal, lo que sucedió es grave y esa es una acusación fuerte, Katie casi muere

— Lo sé, pero se ha comportado muy extraño

— ¿Lo has estado espiando?— Sabrina exclamó atrayendo la atención de varios que pasaban por el pasillo

— No... —La chica enarcó su ceja—... De acuerdo, lo he visto en el mapa del merodeador

— No tienes derecho a invadir su privacidad.— Lo regañó

— Puede que esté planeando algo.— Sabrina frunció el ceño ante sus palabras— Hermione, Ron y yo lo vimos en una tienda de muebles, estaba viendo un armario

— ¿Y eso que tiene de amenazante?

— Solo... presiento que planea algo— Dijo insistente, necesitaba que Sabrina le creyera

— Bien, según tu Draco planea algo.— Harry asintió— Te ayudaré a averiguarlo, si planea algo será más fácil que yo mi descubra sin que parezca que tú lo estás acosando

— ¿Lo dices en serio?— Harry exclamó sorprendió

— Si, así tengo una excusa para no ir con el profesor Slughorn— Se encogió de hombros

— ¿A ti también te invitó?— Ella asintió

— Le dirás qué me enferme o estuve haciendo tarea,— Ordenó— pero estaré viendo que hace Draco

— De acuerdo

— De acuerdo.— Sabrina repitió— Esto te costará hacer mis deberes de la casa durante vacaciones

— Thalía no lo permitirá— Harry se burló

— Pero Delphy si— La chica le mostró la lengua como si de una niña pequeña se tratase

Los nervios recorrían el cuerpo de Sabrina, no quería parecer una ex novia loca y acosadora, mucho menos que ahora estaba en algo con Theo pero ella quería ayudar a qué Harry dejara de culpar a Draco.

Aunque en cierta parte también lo había hecho por él, porque en los últimos días lo había visto en un terrible estado, estaba decaído y aislado, parecía estar enojado todo el tiempo. Algo grave le pasaba y Sabrina quería averiguarlo para poder ayudarlo.

Sabía que no era su responsabilidad pero no podía evitar sentirse vulnerable si de Draco se trataba.

— Hola.— Sabrina dio un brinco al encontrarse a Apolo frente a ella

— Hola— Lo saludó sonriente

— ¿A dónde vas?— Preguntó

— Olvide algo en la sala común, luego de ahí iré con Slughorn

— ¿No quieres que te acompañe?— Ella negó rápidamente

— Iré rápido, nos vemos ahí— Se apresuró a caminar cuando vio a Draco desaparecer en la esquina.

Caminaba con sigilo y normalidad intentando mantener un perfil bajo para no levantar sospechas.

Cuándo Draco se detuvo frente a la sala de Menesteres Sabrina supo que en verdad algo planeaba, fuera bueno o malo estaba metido en algo.

Sabrina se apresuró a entrar por la puerta en la que había entrado Draco. La sala de Menesteres estaba muy diferente a como la había visto la última vez en que estuvo dentro de ella

Ahora se trataba de una sala enorme llena de distintos objetos, parecía un almacén gigante con torres de cosas abandonados.

— No deberías de estar aquí.— Sabrina maldijo internamente deteniéndose casi de inmediato en su lugar

En cualquier lugar podía reconocer esa voz que hacia que sus vellos se erizaran y su corazón se acelerara.

— Por lo que sé tú tampoco— La chica habló dando media vuelta para encarar a Draco— ¿Qué haces aquí?

— Eso no te incumbe.— Draco respondió intentando mantener la calma pues estaba alarmado de ver a Sabrina ahí

— Draco, en verdad me preocupo por ti.— Dijo acercándose a él— Te ves muy mal, te has aislado de todos, ¿Qué te sucede?

— No te puedo decir.— Se mantuvo firme, sin embargo, no pudo mirar a Sabrina a los ojos

— ¿Por qué? ¿Qué es lo que te tiene tan mal? —Insistió, en verdad quería ayudarlo

— ¡Porque me vas a odiar cuando lo sepas!— Alzó la voz sorprendiendo a Sabrina

— A lo largo de estos años hiciste cosas que fueron motivo suficiente para odiarte pero no lo hice.— Se acercó a él hasta que sus cuerpos casi estaban juntos— Estas semanas he intentado odiarte pero no puedo porque te sigo amando— Admitió pin pensarlo

— Es que no lo entiendes.— La voz de Draco se quebró— Estoy jodido, no quería arrastrarte conmigo, mierda...— Las lágrimas comenzaron a caer sin previo aviso—... entraste a mi vida sin saber que te haría daño, Brina, te amo más que a nadie y no quiero hacerte daño, tienes que alejarte de mi

— ¡Es que ni siquiera me diste una razón lógica!— Sabrina exclamó exasperada— ¿Fue por qué me uní al ejército de Dumbledore? ¿Por qué te di esas pastillas vomitivas para poder escapar de la oficina de Umbridge?

— No, Brina, esto es más grave que unas malditas pastillas— Draco exclamó— Estoy realmente jodido

El mundo de Sabrina había vuelto a caer en cuanto sus ojos se posaron en el antebrazo descubierto de su ex novio mostrando la marca tenebrosa, la chica no podía apartar su mirada de Draco quien se había mostrado más roto que nunca.

— ¿C... cómo?— Las palabras no salían de la boca de la chica, había entrado en shock sintiendo un remolino de emociones que no podía controlar— ¿Por qué?— Sollozó sintiendo el llanto llegar

— ¿Crees que tenía opción?— Draco respondió con voz llorosa pues su llanto no se detenía

— ¡Quizá si!— Exclamó enojada

— ¡Amenazó con matar a mis padres!— Bramo enojado— ¡No sabes lo que es capaz de hacer!— El chico no quiso mirarla— Vete ahora que puedes, por favor, Brina, no quiero que te hagan daño.

Algo en el interior de Sabrina se removió, aún tenía muchos sentimientos encontrados y no sabía cómo reaccionar, lo primero que hizo fue lanzarse hacia Draco y abrazarlo fuertemente, como si su vida dependiera de ello y el rubio por más que se resistió no pudo, terminó derrumbandose una vez más frente a Sabrina escondiendo su rostro en el cuello de la chica soltando varias lágrimas.

— Lo siento, lo siento tanto, Brina.— Sollozó sin separarse de ella— Perdón por no estar cuando más necesitabas de mi, por tratarte mal, no te merezco, tu eres tan buena

— Draco, basta.— Sabrina ordenó abrazándolo más fuerte

— Termine contigo porque sabía que me odiarias, no quería que cuando te enterarás y siguiéramos juntos pensaras que estabas defraudando a tu papá.— Ella se quedó en silencio mirándolo con atención— Se lo mucho que significaba para ti y lo siento, él no merecía lo que le pasó

— No, y tú tampoco mereces eso.— Sabrina señaló el antebrazo del chico— Puedes... Puedo ayudarte a escapar, a encontrar un lugar donde no te encuentre ni a ti, ni a Cissy

— ¡Sigues sin entenderlo!— Exclamó frustrado— ¡Tengo que matar a Dumbledore o él me va a matar a mi!

El aire escapó de los pulmones de Sabrina, jamás había pensado que se encontraría en una situación así, Draco estaba metido en una gran aprieto, estaba roto y desesperado. Sabía que el chico no era un asesino, no tenía la suficiente maldad para arrebatarle la vida a alguien.

— Debe haber alguna manera de salir de esto... de qué no hagas eso... yo... Yo puedo ayudarte— Se ofreció

— ¡No!— Draco elevó la voz pasando sus manos por si cabellera rubia— No vas a involucrarte en esto, no es tu problema, solo aléjate de mi en verdad no quiero que te pase nada, por favor

Ni en aquel momento podia odiar a Draco, aún sabiendo que se había unido oficialmente a los mortifagos ella no podía odiarlo. Una parte de ella estaba consiente de que no habia sido por voluntad propia, prácticamente lo habían obligado y no era su culpa.

— No quiero alejarme de ti, Draco.— Sabrina susurro recargando su cabeza en el pecho del chico

— Tienes que hacerlo.— Dijo separandola de él con un gran dolor en el pecho— Te amo, pero no puedo dejar que te hagan daño

— Draco— Ella insistió

— Prométeme que no te entrometeras en esto.— Pidió— Prometemelo —Sabrina negó repetidas veces con la cabeza

— No puedo hacer promesas que no cumpliré— Las lágrimas resbalaban por sus mejillas y sus ojos comenzaban a verse rojos e hinchados

— Tendrás que alejarte de mi.— Dijo— Lo siento, Brina.— Él depósito un último beso en su frente antes de dar media vuelta y perderse entre las grandes pilas de cosas antiguas.

Las piernas de Sabrina fallaron tirándola al suelo, sentía un gran hueco en su pecho. Las lágrimas no paraban de salir y su respiración irregular la hacia sentir que se ahogaba.

Ella había creído que no volvería a sufrir de una manera tan grande pero ahí estaba tirada en el suelo con el corazón roto otra vez.