┊ೃEIGHTY TWO. Fiesta navideña !!!

El dolor de la noticia que Draco le había dado había sido tan grande que Sabrina se olvidó por completo de Apolo. Su mejor amigo que odiaba a los Mortifagos, no podía estar con él sin sentir culpa por saber Draco llevaba la marca tenebrosa en su antebrazo.

Quería decirle pero sabía que no le pertenecía a ella contarle aquello.

— Creí que harías las pruebas para unirte al equipo de quidditch.— Apolo comentó mientras caminaban al estadio para ver el juego de Slytherin contra Gryffindor.

— No, prefiero jugar en casa con mamá y Harry.— Se limitó a responder

Harry, también había estado ignorando a su primo por los últimos días, todo hubiera sido más sencillo si se hubiera negado a ayudarlo a averiguar qué es lo que Draco ocultaba y vivir en la ignorancia. A Sabrina le parecía más fácil creer que la había dejado de amar a enterarse de la cruda y cruel realidad.

Pero no podía volver en el tiempo o borrar su memoria (bueno, claro que podía hacerlo pues vivía en un mundo lleno de magia) ahora tenía que vivir sabiendo eso y no podía seguir más con la impotencia de no poder hacer nada para ayudar a Draco que cada día empeoraba físicamente y emocionalmente, se veía realmente cansado.

Por suerte, Harry no le insistía mucho a Sabrina pues ella le dijo que le tomaría tiempo ya que no se hablaba con él ni tampoco Apolo.

Sabrina estaba metida en un verdadero lío.

— ¿Estás bien?— Apolo preguntó al ver a su amiga decaída— Sueles dejarme sordo después de cada partido donde Slytherin participa y esta vez nos van ganando por mucho, debo admitir que Weasley es muy bueno, ¿Crees que haya hecho trampa?— Sabrina soltó una leve risa

— Estoy bien, solo estoy cansada de todo.— Admitió a lo que Apolo borró la sonrisa

— Si quieres podemos irnos.— Sabrina asintió

Juntos bajaron las gradas y volvieron al castillo.

La noche había caído y se podía ver a los Gryffindor paseando por los pasillos con una gran felicidad en sus rostros pues habían ganado el partido contra Slytherin gracias a Ron Weasley.

Sabrina decidió ir hacia los jardines para tener un poco de tranquilidad pues sentía que su mente estaba hecha un desastre total. No podía apartar a Draco de su mente. Apolo y Theo insistían en que algo le pasaba pero ella seguía negándolo.

— ¡Sabrina!— Alguien exclamó detrás de ella.

— Profesor Slughorn, que sorpresa encontrarlo por aquí.— Dijo la chica tras dar media vuelta

— Solo estoy dando un paseo nocturno.— El hombre comentó— Fue una lástima que no pudieras ir a la reunión, espero que te encuentres mucho mejor

— Si, Madame Pomfrey hace milagros.— Dijo con una sonrisa

— Espero que puedas asistir a mi fiesta de navidad, puedes llevar un acompañante si gustas, estaré esperándote ahí— el Profesor dijo sonriente

— Por supuesto que asistiré, con mucho gusto, profesor— Sabrina le sonrió de vuelta

— Nos vemos ahí, Sabrina— Dijo antes de retirarse

La chica volvió a tomar asiento en la banca donde se encontraba anteriormente alzó su vista hacia el cielo de dónde caía nieve blanca, sus ojos viajaron hasta la torre de astronomía donde Draco se encontraba recargado sobre los barandales.

Seguía sin creer que el chico fue oficialmente un mortifago, que estuviera planeando matar a Dumbledore. ¿Debería avisarle a alguien? Si lo hacía probablemente enviarían a Draco a Azkaban y Sabrina no quería eso para él.

Cuando la mirada de Draco se unió con la de Sabrina, el chico supo que después de todo eso la perdería definitivamente. Pero era lo mejor, ella no merecía sufrir lo que él, ella merecía ser feliz, que importaba si no era junto a él.

Entonces dio media vuelta dejando atrás a Sabrina.

Sabrina se envía enojada con Harry por haber invitado a alguien más a la fiesta de Slughorn, la chica realmente había querido ir con él. Pero su primo ya había invitado a Luna cuando ella le ofreció ir juntos.

Su segunda opción fue Apolo pero como era de esperarse ya había invitado a su novia, Hannah. Entonces no le quedó otra opción más que invitar a Theo, no quería que se sintiera abrumado o incómodo de estar en aquella fiesta.

— ¿Seguro que quieres ir?— Le preguntó por décima vez mientras se acercaban al lugar del evento— Puedo ir sola, no tienes que sentirte obligado

— ¿Y perderme la oportunidad de acompañarte esta noche?— Theo negó— Te ves hermosa

— Gracias— dijo sintiendo sus mejillas arder.

Entraron al lugar donde habían varias personas alegres disfrutando de pláticas, comida y de la buena música que había.

— Supongo que no será tan malo como pensé.— Sabrina dijo observando el lugar

— Sabrina, que gusto que hayas venido.— Slughorn dijo acercandose a la pareja— Creí que vendrías con el señor Eisenhower

— Un pequeño cambio de planes.— Sabrina le sonrió

— Ven, déjame presentarte a algunos conocidos de tu padre

Sin darle tiempo de hablar Slughorn arrastró a Sabrina lejos de Theo, la chica giró hacia su acompañante disculpándose con la mirada pero él solo le sonrió u se dirigió a la mesa de aperitivos junto a Blaise que iba acompañado de Regina.

A decir verdad a Sabrina no le disgusto platicar con esas personas, muchos habían conocido a Hydrus durante sus años de Hogwarts y le contaban a las mejores anécdotas que pasaron juntos o como era durante esos años. Sabrina estaba fascinada con la imagen que habían creado de su padre durante su adolescencia, por lo visto había sido un chico muy genial y divertido.

— ¡Quítame las manos, asqueroso Squib!— Alguien entró quejándose, se trataba de Draco quien iba jalado por la oreja de parte de Flinch

— Profesor Slughorn,— El hombre habló— Acabo de descubrir a este chico merodeando en un corredor de arriba , dice haber sido invitado a su fiesta pero se ha extraviado.

— Está bien, está bien.— Draco lo interrumpió— Intentaba colarme, ¿Contento?

Sabrina sintió como alguien llegaba a su lado, Apolo la miraba con el ceño fruncido. De pronto todos los músculos de la chica se tensaron pensando que de alguna manera había leído su mente y descubierto el secreto que sabía de Draco.

— Yo lo acompañaré afuera.— El profesor Snape se acerco hacia el rubio

— Ciertamente, profesor— Dijo Draco sosteniéndole la mirada a Snape

Poco después ambos se retiraron del evento. Sabrina alzó su vista hacia Apolo que la miraba aún.

— Ha estado muy extraño, deberíamos hablar con él— Sugirió

— Quizá deberíamos dejarlo, —Sabrina comentó— no podemos ayudar a alguien que no quiere ser ayudado.

— ¿Sabes algo que yo no sé?— Le preguntó pues conocía demasiado bien a Sabrina como para saber que algo ocultaba.

— Hablé con él, intenté ayudarlo pero el rechazó mi ayuda.— Le contó girando a verlo, no era la verdad completa pero si era cierto lo que le decía

Apolo observó a su mejor amiga, conociéndola de varios años, sabía que no le estaba contando toda la verdad. Si ella no se lo decía lo averiguaría de alguna manera pues también conocía a Draco y sabía que estaba metido en algo grave.