┊ೃ EIGHTY. Un nuevo comienzo !!!

La primera salida a Hogsmeade había llegado tan pronto como la nieve cayó sobre los terrenos inmensos de Hogwarts.

Sabrina mentiría si dijera que no se había sentido sorprendida cuando Theodore la invitó a una cita a Hogsmeade, ni siquiera había dicho una salida como amigos, no, era una cita oficial y a decir verdad la Sallow se sentía nerviosa.

- ¿Una cita?- Apolo exclamó con sorpresa cuando su amiga le contó- Wow... Eso es... ¡Tienes que aprovechar! Theo es muy agradable

- Lo sé pero...

- Si piensas que estás traicionando a Draco olvídalo, ustedes terminaron, eres libre de hacer lo que quieras con tu vida- Apolo le comentó- ¡Podríamos tener una cita doble!

- Me gustaría, Hannah en verdad me agrada pero es mi primera cita con Theo y sería mejor que fuéramos solos ¿No crees?- El Eisenhower asintió repetidamente

- Genial, me contarás todo de como te fue cuando regreses.- la señaló con el dedo índice 

- Por supuesto- Sabrina le sonrió- Creo que ahora sí tengo permitido tener novio.- Bromeó recordando lo que su padre siempre le decía.

- No tienes permitido tener novio hasta que yo muera- La voz de Hydrus resonaba en su cabeza

Intentaba hacer bromas constantemente para ocultar su dolor, ¿Le dolían sus bromas? Claro que sí, pero sabía que Hydrus a veces también bromeaba sobre las tragedias que le ocurrían y Sabrina creía que así podía sentirse menos mal.

- Jamás se enteró que andabas con Draco.- Apolo comentó borrando su sonrisa

- No, pero fue mejor así -Dijo Sabrina pues conocía muy bien a su padre como para saber que Draco no le agradaba del todo.

- Suerte.- Apolo le susurró antes de irse pues Theo iba llegando a la puerta del castillo.

- Hola- La saludó con una sonrisa

- ¿Qué tal?- Le devolvió el saludo pero el Nott se acercó a depositar un beso en su mejilla sorprendiendola- ¿A dónde quieres ir?

Theodore le ofreció su brazo por lo cual Sabrina aceptó gustosa entrelazandolo con el suyo permitiendo que el calor corporal del chico la ayudará a calentarse un poco ya que hacia frío en extremo.

- Podemos ir a las tres escobas- Sugirió

- Si eso quieres- Sonrió

Durante el camino hacia la taberna platicaron sobre los gustos que tenían en común o Sabrina le contaba alguna anécdota feliz que tenía con Hydrus.

Entraron al local soltando risas, Sabrina estaba tan concentrada en las bromas de Theodore que no se dio cuenta que alguien se encontraba frente a ella.

- Oh, lo siento- Se disculpó

Al alzar su vista se encontró con la cabellera rubia de Draco y esos ojos grisáceos que por años la habían hipnotizado por fin la volvían a ver.

Quería preguntarle cómo se encontraba después de anoche, sin embargo, las palabras no lograban salir de su boca.

Pero Draco no dijo nada, ni un gesto le dirigió, al menos no a ella. En cambio Theodore recibió una mirada furiosa se parte del rubio antes de que saliera del local dando un portazo llamando la atención de todos.

- Lo siento por eso- Sabrina dijo volteando a ver a su acompañante

- No tienes porqué disculparte.- Theo le dijo acercándose a ella- No es tu culpa que se comporte como un idiota -Una pequeña sonrisa apareció en los labios de Sabrina

- ¿Qué van a querer?- Preguntó una mesera acercándose a ellos con una sonrisa llena de amabilidad

- ¿Cerveza de mantequilla?- Sabrina asintió- Dos cervezas de mantequilla y un pastel de zarzamora- Theodore pidió

El chico le hizo una seña para que Sabrina lo siguiera a una de las mesas más alejadas. En la esquina tomaron asiento en las bancas de una mesa, uno a lado del otro, pronto llegó su orden de bebidas y agradecieron a la mesera.

- ¿Ya te acordaste que significa el rosa de las pinturas?- Sabrina preguntó tras darle un sorbo a su bebida

- Creo que es felicidad.- Theo le respondió

- Estoy muy segura que el amarillo es felicidad.- La chica hizo una mueca burlona

- ¿Lo crees?- Theo cuestionó con una sonrisa divertida

- Si, si, muy segura.- Sabrina siguió burlándose

- ¿Si, lo crees?- El chico siguió bromeando

Un exclamó de sorpresa salió de la boca de Sabrina al sentir algo sobre su rostro, Theodore reía con diversion mirando a la chica a su lado quien tenía crema batida en su rostro.

- ¡Eres un tramposo!- Chilló

- ¿Acaso estábamos jugando?- Theodore se burló ganándose una mirada fulminante de parte de Sabrina- Déjame ayudarte

Rápidamente tomo la servilleta de tela que estaba frente a él y delicadamente la paso por el rostro de Sabrina limpiando los rastros de crema batida.

Sabrina podía sentir la mirada intensa que Theodore le estaba dando, podía apreciar el lindo físico que tenía el chico, sus ojos avellana tupidos de largas pestañas, su piel lisa y pálida hacia contraste con sus ojos y tenía una cejas pobladas. Inconscientemente llevo su vista hacia sus gruesos labios rosados que estaban entreabiertos.

- ¿Quieres besarme?- Nott preguntó con un tono bromista al percatarse que la vista de Sabrina estaba sobre sus labios.

- ¿Qué?- Sabrina cuestionó sintiéndose nerviosa y llevando su vista de vuelta a los ojos del chico

- Quieres besarme- Está vez afirmó su comentario

- No, no, es decir... no- Ella balbuceó nerviosa tomando su distancia con el chico Nott.

- ¿No?- Theo enarcó sus cejas a lo que Sabrina negó con la cabeza- Porque yo sí.

Aquello tomo por sorpresa a Sabrina, en general, Theodore siempre lograba sorprenderla (de buena manera) con sus comentarios y acciones, le impresionaba el hecho de que era directo y no intentaba esconder las cosas.

Por supuesto que Theodore no ocultaría sus sentimientos hacia Sabrina, él jamás se imagino sentirse atraído hacia ella pero los sentimientos surgieron cuando menos se lo espero y cuando se dio cuenta ya era tarde para cambiarlos. Se había enamorado de Sabrina Sallow cuando la chica estaba en el punto más alto de su relación con Draco Malfoy. Es por eso que el Nott decidió alejarse durante su quinto año de ella, pensaba que de esa manera sus sentimientos se irían pero solo los intensificaba con cada día que pasaba.

Ver a Sabrina vulnerable y decepcionada de la imagen perfecta que ella tenía de Draco, hizo que Theodore aprovechará la oportunidad para acercarse a ella y lograr conquistarla.

Tal parece que lo estaba logrando, pues Sabrina no podía negar que sentía cierta atracción hacia Theodore. Era un chico atractivo que la comprendía muy bien, con él compartía varios gustos de los que podía hablar sin cansarse. Era realmente agradable.

Con nervios y adrenalina recorriendo sus venas, Theodore se atrevió a cortar la distancia que los separaba uniendo sus labios en una sintonía delicada pero apasionada.

Sabrina se separó rápidamente. Pensaba que eso estaba mal, que estaba traicionando a Draco. Entonces las palabras de Apolo resonaron en su cabeza recordándole que podía hacer lo que quisiera con su vida.

A los pocos segundos se atrevió a volver a unir sus labios con los de Theo decidida a iniciar de nuevo dejando atrás lo que tuvo con Draco.