┊ೃNINETY FIVE. El calor de un hogar !!!

Al aparecer Sabrina no pudo aguantar las ganas de vomitar, jamás terminaría de acostumbrarse a esa extraña sensación que tenía después de aparecerse. Con un movimiento de mano el hizo saber a Remus y Apolo que se encontraba bien.

Cuándo alzó su vista encontró a Andromeda con un bebé en brazos, Sabrina se acercó atónita a ver al niño que dormía plácidamente entre las mantas.

— ¿Es... Es él?— Preguntó con emoción

— Te presento a tu sobrino, Ted Lupin— Dijo Remus con una sonrisa— Será mejor que entremos

— ¿Puedo?— La mujer le entregó el bebé en brazos

Una tierna sonrisa apareció en el rostro de Sabrina al mirar el rostro del niño que tenía mucho parecido a sus padres. Ted fue abriendo sus ojos poco a poco, un sonido parecido a una risa salió de su boca mientras llevaba su pequeña mano al rostro de Sabrina.

— Hola, Teddy— Saludó derramando las lágrimas de sus ojos—. Lo siento, estoy sencible, es muy hermoso

— Serás una gran madrina— Apolo comento sonriendo acercándose a ellos

— Felicidades— Dijo mirando a Andromeda— tiene un nieto muy lindo

— Gracias— La mujer rió—. Que descortés de mi parte, pasen a la sala, les prepararé algo de té

Los dos adolescentes tomaron asiento en la cómoda sala. Sabrina jugaba con Teddy mientras Apolo la miraba con una sonrisa.

— ¿Quieres cargarlo?— Le preguntó mirandolo

— Oh, no, por lo general los niños me odian— Comentó—, siempre lloran cuando los cargo

— Vamos, Teddy es amigable— Sabrina lo animó

Tímidamente, Apolo tomó al bebé en brazos, para sorpresa del chico, el bebé sonreía y estaba tranquilo entre sus brazos. Una sonrisa apareció en el rostro del chico mientras acariciaba en suave rostro de Teddy.

— Me gustaría quedarme más tiempo— Dijo Remus entrando a la habitación—, pero es luna llena y...

— Entiendo— Sabrina lo interrumpió— nosotros estaremos bien

— Estoy muy feliz de volverte a ver— Una lágrima deslizó por su mejilla antes de abrazar a su ahijada.

— Yo también, te extrañé mucho— Enterró su rostro en el pecho del hombre— Ten mucho cuidado

Remus se despidió de su hijo y de Apolo antes de salir de la casa. A los pocos minutos Andromeda llegó a la sala, en la mesa aparecieron distintos aperitivos que se veían deliciosos y olían exquisito. Estaba el té caliento junto a galletas recién horneadas y un pastel de naranja.

— Adelante, coman lo que deseen— Les ofreció amablemente

Ambos compartieron una mirada, no querían parecer desesperados así que tomaron de manera civilizada una taza de té cada quien, Apolo tomó galletas mientras Sabrina se atrevía a tomar una recabada del pastel que pronto deleitó su gusto.

— Remus me dijo que quieres ir a ver a tu madre— La mujer comentó por lo que Sabrina asintió— tienes que saber que si revelo la dirección a más personas pueden correr riesgo— Dijo refiriéndose indirectamente a Apolo quien estaba concentrado arrullando a Teddy

— No se preocupe— Sabrina comentó con una sonrisa—. A él le confiaría mi vida

— De acuerdo— Andromeda asintió—, saldremos al anochecer, así habrá menos riesgo de que nos vean

Los ojos de Sabrina pasearon por la gran mansión frente a ella, era mucho más grande que su hogar y estaba adornada con varios detalles de mármol blanco con unos grandes jardines llenos de distintas especies de flores.

— ¿Dónde estamos?— Preguntó Apolo

— La mansión de los Potter— Andromeda respondió— Aquí vivieron James y Thalía durante su infancia.

La chica giró a mirar a Andromeda que se encontraba detrás de ella, la mujer al ver el cuerpo tenso de la chica le regaló una sonrisa y se acercó a tocar la puerta.

Pasaron varios segundos antes de que la puerta se abriera dejando ver a Thalía con la varita en mano.

— Traigo algo que te puede interesar— Dijo haciéndose a un lado dejando ver a los dos adolescentes que la acompañaban

Su varita cayó de su mano y las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos. Thalía acercó su mano hacia el rostro de su hija y lo acaricio con delicadeza intentando verificar que fuera real y no otra ilusión creada por su mente llena de desespero por recuperar a su hija.

— Mi niña— Lloró abrazándola—, eres tú

— Lo soy— Sabrina le devolvió el abrazo soltando en llanto—, perdón— Sollozó aferrándose más a su madre—, te extrañe mucho

— ¿Te hicieron algo?— Cuestionó tomando su rostro e inspeccionando que no estuviera lastimado— ¿Esas personas te lastimaron?

Quería contarle todo lo que pasó, las largas horas que Graham la estuvo torturando hasta que ella quisiera desear morir. Pero no tuvo el suficiente valor para hacerlo por lo que intento mostrar una sonrisa aunque se asemejaba más a una mueca.

— No, mamá, estoy bien— Sollozó tomando sus manos— Estoy contigo de nuevo— Volvió a llorar abrazándola

— ¡Polo, ven aquí!— Thalía lo atrajo abrazándolo

El chico anonadado aceptó el abrazo de la mujer sollozando en sus brazos, se sentía como un niño indefenso que había sido maltratado y necesitaba ser protegido por alguien. Thalía acaricio el cabello del chico que lloraba con sentimiento cargado de dolor.

— ¿Qué está pasando?— Una voz se escuchó desde las escaleras

Sabrina giró encontrándose con Delphy se que acercó casi corriendo a abrazar a su sobrina y llenar su rostro de besos mientras lloraba y repetía «estás bien» una y otra vez.

— Gracias por traerlos— Dijo Thalía mirando a Andromeda que tenía un sonrisa en el rostro

— Remus los llevó a mi casa— Explicó—. Al parecer habían estado refugiándose en donde Bill y Fleur.

— Harry está bien— Sabrina anuncio separandose del abrazo de su tía—, está junto a Ron y Hermione

— ¿Qué están haciendo?— Preguntó Thalía pero Sabrina negó con la cabeza

— No lo sabemos, solo escuche decirle a Bill que era una misión que Dumbledore led había dejado— Explicó

— Tienen que descansar— Delphy sugirió al ver el mal estado en el que se encontraban ambos.

Sus cuerpos estaban muy delgados, su piel pálida y sus ojos carecian de brillo al igual que su cabello. Tenían areolas oscuras muy marcadas bajó sus ojos resaltando el cansancio que tenían.

Sin reprochar ambos chicos subieron las escaleras, Sabrina quería descansar correctamente sabiendo que estaba segura ahí junto a su madre, pero también quería recorrer el lugar, quería conocer donde su madre había pasado su infancia y adolescencia.

— Son solo unos niños— Escucharon la voz de Andromeda—. Han sufrido mucho, estos tiempos les ha arrebatado su felicidad

Ambos chicos se voltearon a ver y siguieron caminando por la gran mansión que estaba repleta de cosas mágicas e increíbles. De las paredes colgaban retratos de dos niños pequeños que bien podrían ser gemelos
Habían fotos de Thalía y James abrazados y riendo, otras donde parecían pelear, retratos de cumpleaños y sus graduaciones de Hogwarts.

También habían fotos de sus abuelos, Sabrina no había podido conocerlos pues habían muerto de viruela de dragón antes de que ella naciera.

— Iré a dormir— Apolo anunció pensando que era correcto darle algo de privacidad a su amiga— Si necesitas algo dime, no creo que pueda dormir —Intento reír

— De acuerdo— Sabrina le sonrió antes de seguir caminando

Las manos de la chica viajaron por la pared permitiendo que la fría textura traspasara sus dedos. Miraba con atención las decoraciones y fotos en el lugar. Hasta ese momento no se había dado cuenta de lo mucho que le hubiera gustado conocer a su tío James. Por lo que Remus y su madre le contaban le parecía un tipo realmente genial, estaba segura que se habría divertido mucho con él.

Llegó a una puerta donde tenía un letrero con el nombre de James. Sintió que invadía la privacidad de alguien, no estaba segura si tenía permitido entrar o aquello enojaría a su madre.

— Entra— La voz de su madre llegó a sus oídos— tienes derecho a conocer más de tu tío

Sabrina le dio una mirada a su madre antes de llevar su mano al picaporte y girarlo. Al entrar vio un cuarto realmente ordenado, en el clóset había varias prendas (para Sabrina su tío tenía mucho estilo), escobas arrinconadas en lo más profundo del ropero y varios posters de jugadores de Quidditch, también había decoraciones de Gryffindor en las paredes.

Al acercarse más vio varias fotos pegadas en la pared, en una habían cuatro niños pequeños riendo en un compartimiento del expreso Hogwarts, al pie de la foto con tinta negra estaba escrito «mis mejores amigos, 1972». Del otro lado estaban los mismos niños pero un poco más grande, Sabrina los reconoció, eran Sirius Black, que tenía pintado con tinta roja una nariz y orejas de perro con el apodo de Canuto sobre su cabeza, a su lado se encontraba abrazando Remus que tenía pintado una luna y unas orejas puntiagudas, llevaba el sobrenombre de Lunático, luego estaba Peter que parecía ser un ratón, el nombre de Colagusano adornaba su camisa blanca y por último estaba James que tenía unos cuernos con el nombre de Cornamenta. Los cuatro reían y se abrazaban, la linda foto llevaba un texto escrito abajo de ella «Los merodeadores, 1976»

— Eran grandes amigos, inseparables— Thalía habló al ver qué su hija inspecciona las fotos

Una sonrisa apareció en su rostro cuando vio una foto peculiar, Thalía y Hydrus posaban sonrientes ante la cámara, estaban en su boda pero detrás de ellos se encontraban Los Merodeadores haciendo gestos hacia Hydrus. Remus sostenía a James que fingía querer atacarlo mientras Sirius sostenía en alto un sartén a punto de golpearlo, Peter hacia muecas graciosas apuntando al esposo de Thalía. Una imagen realmente divertida.

— Toma— Thalía extendió una varita hacia su hija— la encontré tirada el día en que te secuestraron— Sabrina no dudo en tomarla, había extrañado tener entre sus manos su varita. 

— Haremos justicia— Sabrían dijo mirando a su madre con los ojos vidriosos— Por lo que le hizo a mi tío, a mi papá, a todas esas personas inocentes, vamos a derrotarlo— Afirmó muy segura

— Lo haremos— Thalia aseguró tomando su mano