❪ capitulo doce ❫
┊ೃ TWELVE. vacaciones con los eisenhower !!!
Como lo habían prometido Draco y Sabrina pasarían una semana en la casa de Apolo, la emoción había perseguido a la niña por los días de vacaciones qué pasó junto a sus papás los cuales disfruto al máximo con ellos.
—¡Estrellita, ya llegaron por ti! —gritó Hydrus desde al pie de las escaleras
La niña, muy emocionada, bajo corriendo las escaleras arrastrando su baúl ganándose un reto de su madre que aún alistaba unas cosas de Sabrina para su estadía con los Eisenhower.
— Pórtate bien, Estrellita —su padre plantó un sonoro beso en la cabeza de su hija
—Yo siempre lo hago —sonrió de manera inocente
Ambos caminaron hasta la entrada donde ya los esperaba Thalía platicando animadamente junto a una mujer muy linda al parecer de Sabrina, era joven y tenía cabello largo y ondulado de un negro radiante, su piel bronceada por el sol hacía resaltar sus ojos azul electrizante, llevaba un vestido ajustado a su figura bien trabajada y unos zapatos altos que relucían sus piernas largas, Apolo tenía una gran similitud a su madre sobretodo en esa sonrisa llena de seguridad que siempre mostraba.
Sabrina quedó desconcertada al ver a su madre en la entrada puesto que hacía unos segundos se encontraba en su habitación pasando la lista de cosas.
La niña corrió a abrazar a sus amigos, hacía dos meses y medio que no los veía y en verdad los había extrañado, no se había dado cuenta de aquello hasta que ellos la rodearon con sus brazos recibiéndola con suma alegría.
—Nos vas a asfixiar —se quejó Apolo con un deje de broma en su voz.
—Lo siento —dijo Sabrían entre risas
—También te extrañamos, Brisa —Draco le sonrió
—Pórtate bien, no le des problemas a la señora Eisenhower —dijo Thalía acariciando la mejilla de su hija
—Claro que no, mami —ella sonrió—. No me extrañen
—No tienen porque preocuparse, estoy segura que se portarán bien —la mujer dio una sonrisa
Thalía y Hydrus asintieron, abrazaron por última vez a su hija antes de cerrar la puerta.
—Así que tú eres la famosa Sabrina Sallow, estaba emocionada por conocerte, mi hijo me cuenta tantas cosas de ti que si no lo conociera diría que te alaba
Draco soltó una risa ganándose una mala mirada del chico azabache, Sabrina sonrió enternecida al saber que su amigo le contaba de ella a su madre.
—Mamá, me avergüenzas —dijo Apolo que intentaba tapar su rostro rojo detrás del cuello de su suéter de lana.
—Eres más bonita de lo que Apolo te describió
—Gracias —Sabrina sonrió con las mejillas rojas
—Por supuesto que si, mi amiga es la más linda de todas- Draco pasó su brazo por los hombros de Sabrina
La mansión de los Eisenhower era más bonita de lo que Sabrina se imagino, había variedad de plantas mágicas por todo el jardín y por dentro una decoración excéntrica algo moderna para la época.
— Siéntanse como en casa niños, si necesitan algo llámenme —la mujer anunció con una sonrisa radiante.
— Gracias, señora —dijeron Draco y Sabrina a la vez con educación.
—Díganme Shadda, me hacen sentir vieja y no lo soy —soltaron una risa a la vez— Apolo muéstrales dónde dormirán, los elfos llevarán sus cosas a sus habitaciones, lo que sea que quieran también pídanselo a ellos siéntanse como en casa
Después de eso Shadda salió de la sala de estar dejando a los niños solos que miraban a detalle la decoración extravagante del lugar.
—Vengan vamos a donde se quedarán
Apolo arrastró a sus amigos hacia el primer piso donde había un pasillo extenso con varias puertas, en dos de ellas estaban escritos los nombres de Sabrina Sallow y Draco Malfoy.
—¿Son para nosotros?¿Habitaciones para nosotros? —exclamó la chica con una notoria sorpresa en el rostro.
— Si, mamá insistió, yo no —se apresuró a decir—. Les ayudo a desempacar y vamos al jardín
Sabrina entró a la habitación y se sorprendió al ver cómo estaba decorada, parecía que era especialmente para ella. Las paredes estaban pintadas de un celeste con detalles blancos, los muebles igual eran blancos, habían un par de decoraciones de Quidditch en la pared y libros de distintos géneros sobre la repisa.
—¿Te gusta? —preguntó Apolo detrás de ella— Yo le dije a mamá como la decorara
La castaña se giró y abrazó a su amigo por el cuello soltando varios chillidos.
—Me encanto —dijo al separarse de él
Estaba alegre de que su amigo conociera tan bien sus gustos en tan poco que se llevaban conociendo.
—Te esperamos en el jardín —Sabrina asintió
Con ayuda de un elfo doméstico la chica colocó su ropa y artículos de higiene personal en el guardarropa que había.
Después de agradecerle a la criatura, bajó las escaleras admirando las fotos colgadas en las paredes, se detuvo en una que le llamó la atención, estaban Apolo junto a su madre y un señor, que suponía Sabrina, parecería ser su padre.
En la foto los tres sonreían abrazándose, volteándose a ver de vez en cuando pero nunca borrando la sonrisa.
—Era muy lindo ¿No? —dijo una voz a su lado haciendo que Sabrina se sobresalté
—Disculpa, no era mi intension entrometerme —la niña se apresuró a hablar cuando vio a Shadda a un lado de ella.
— No te preocupes, linda —la mujer le sonrió con suavidad—. Argus el padre de Apolo ¿No es atractivo?
—Si, bueno, es atractivo... Apolo se parece mucho a él —sonrió
—Parecían copias exactas —Shadda sonrió nostálgica
—Le molesta si preguntó ¿Qué le pasó? —murmuró con algo de pena
— Tal vez no sea la indicada para contártelo, Apolo te lo contará cuando se sienta listo
Sabrina asintió insatisfecha y se giró para ver la fotografía nuevamente. Apolo nunca había hablado de su padre, la niña pensó que debió de haberle pasado algo terrible como para no nombrarlo.
—¿Por qué nos obligas ver esto, Brisa?— Apolo se quejó mirando hacia la televisión muggle que su madre había comprado hacía pocas semanas.
—Porque es lindo —la chica recargó su cabeza en el hombro de Draco
Sabrina había obligado a sus amigos a ver una película de amor cosa que les desagrado completamente a sus amigos.
—¡Esto es una tortura!
—Claro que no- opinó Draco -ya veremos cuando estes enamorado Pollito
—Aparte te dejaste sobornar así que no te quejes —dijo Sabrina cerrando los ojos intentando descansar sobre el hombro de su amigo rubio
—Oye tú querías ver la película... no te duermas —Apolo estiró el párpado de su amiga
—Basta —se quejó Draco dándole un manotazo alejándolo de la niña
—Eres un salvaje —se quejó Sabrina sobando su ojo.
—No es justo, ustedes están juntos muy acaramelados mientras yo debo soportar esta tortura solo- Apolo se cruzo de brazos
Gracias a que las luces estaban apagadas ninguno pudo ver las mejillas sonrojadas de ambos chicos. Ninguno se quejó por el comentario que había hecho Apolo.
—Deberíamos agregar a otra chica al grupo, así hay igualdad y no tendré que ser el tío soltero buena onda
—Callate, Polo —se quejó Draco golpeándolo en el brazo
—Me rehuso— Sabrina se incorporó inmediatamente y giró hacia el pelinegro—, no dejare que una vieja arpia venga y se adueñe de ustedes, ustedes son míos, no de otra niña —Sabrina se cruzo de brazos
—Pero...
—¡No!¿Te lo digo en español? Noh
—Entonces no se comporten como una parejita frente a mi —Apolo atacó cruzando sus brazos sobre su pecho
—No lo hacemos —Sabrina intento excusarse
—Claro que si
—Como sea yo me voy a dormir —Intervino Draco y comenzó a subir las escaleras
—Ve a dormir con tu novio y deja a tu mejor amigo solo- dijo Apolo indignado
Sabrina se levantó del sillón y comenzó a caminar. Al ver eso Apolo la miró confundido
—¿A donde vas?
—A dormir con mi novio- se encogió de hombros
—¡Traición!¡Deshonra!- gritó señalándola -creí que era tu favorito- hizo un puchero
Sabrina camino hacia él y se volvió a sentar a su lado.
—Si lo eres —se acercó a su oído—, no le digas que dije eso.
—¡Si lo escuche!- gritó Draco desde algún lugar de la casa haciendo reír a los dos que estaban en la sala
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