❪ capitulo diez ❫
┊ೃ TEN. la curiosidad casi mata al gato !!!
La oscuridad reinaba en el gélido castillo antiguo, Sabrina había salido de su Sala Común cuando ya todos se habían dormido, llevaba la capa de invisibilidad evitando que alguien la viera rondar en los pasillos después del toque de queda. Al dar vuelta en una esquina vio a Ron, Hermione y Harry pasar.
—¿Dónde esta la sala común de Slytherin? —preguntó Harry
—No tengo idea —susurró el pelirrojo
—¿Cómo piensas que le pediremos a Sabrina la capa? —Hermione regañó
— Tampoco tengo idea
Ignorando la conversación, la Sallow siguió su camino hasta llegar a su destino, el tercer piso. Harry le había dado suficiente información para conseguir la piedra filosofal.
Estaba dispuesta a descubrir quien quería robarla, sabía con certeza que el jefe de su casa no era quien quería tomarla.
Llegó a la puerta donde anteriormente había estado investigando con Apolo. Lanzó el hechizo para abrirla y se adentró a la habitación intentando hacer el menor ruido posible. Para su sorpresa el perro de tres cabezas estaba profundamente dormido y a su lado había un arpa tocando una melodía tan serena que causó una tranquilidad inmensa a Sabrina.
Cerca de una de las patas del perro había una escotilla abierta, se acercó hasta ella y miró abajo, no había más que oscuridad y un aire frío saltó de la misma.
—Lumos —trató de ver que había abajo pero no lograba ver nada— ¿Qué es lo qué hay ahí aden..
Resbaló haciendo que cayera dentro de la escotilla soltando un grito aterrorizada. Cerró los ojos esperando el golpe pero nunca llegó, en cambio aterrizó en algo, aparentemente, suave que en pocos segundos comenzó a moverse y enrollarse en su cuerpo causándole dolor ante el apriete.
— Voy a morir, voy a morir ¡Voy a morir! No quiero morir —comenzó a desesperarse— lo bueno de esto es que...¡No hay nada bueno! Nadie sabrá que morí y mi cadaver permanecerá aquí —las lágrimas se acumularon en sus ojos avellana que desbordaban terror.
Dirigió su mirada a la tenue luz que emitía su varita, la planta se apartaba de ella como si tuviera miedo, tan pronto como vio ese detalle comprendió de que la planta se trataba del lazo del diablo.
Con mucho esfuerzo trato de acercarse a su varita para tomarla, era difícil ya que con cada movimiento las lianas se apretaban más a su cintura arrebatándole el aire de sus pulmones, logró tomarla entre sus manos.
—Lumos solem
De su varita salió un gran rayo de luz haciendo que la planta se separe rápidamente y Sabrina caiga al suelo.
Suspiro aliviada al sentir el suelo bajo sus pies, comenzó a caminar por el pasillo cuando escuchó gritos de por donde había estado anteriormente. Siguió caminando ignorando los pedidos de ayuda hasta que escuchó la voz de Harry.
—Genial —bufó y corrió nuevamente a donde se encontraba el lazo del diablo— Lumos solem —conjuró nuevamente
La planta dejó caer a los tres chicos con los que se había encontrado anteriormente en el pasillo, sus miradas mostraban sorpresa y confusión al ver a la Slytherin en aquel lugar.
—¿Sabrina? —dijeron los tres a la vez
—La misma —sonrió
—¿Qué haces aquí? —preguntó Hermione
—Lo mismo que ustedes, supongo —se encogió de brazos—, luego me agradecen
La chica comenzó a caminar, el trío seguía sorprendido porque Sabrina haya estado ahí por lo que no se movieron de su lugar.
—¿Se quedarán ahí toda la noche? —Sabrina cuestionó con un toque de irritación en su voz.
Los tres Gryffindor reaccionaron de inmediato, comenzaron a correr hacia la castaña que se dirigía a otra puerta, en su interior se escucharon aleteos acelerados. Sabrina abrió la puerta y se adentró en ella siendo seguida por Harry.
—Jamás había visto aquellos pájaros —comentó Hermione viendo las criaturas que aleteaban
—No son pájaros son llaves —dijo Harry—, apuesto a que una de ellas abre esa puerta
Había una gran escoba ahí, Ron y Hermione se acercaron a la puerta mientras Harry y Sabrina analizaban la situación.
—Esa llave —señaló Sabrina—, la que tiene el ala rota— Harry se quedó mirando la escoba sin subir en ella- ¿Qué esperas?
— No es tan simple
— Si Snape la atrapó con esa escoba ¿por qué tú no? —dijo Ron
Sabrina rodó los ojos ante la mención del Profesor Snape, se esforzaban mucho por querer culparlo.
— Si no lo haces tú lo haré yo —dijo Sabrina ya desesperada
Harry tomó la escoba y al instante todas las llaves aladas se acercaron a atracarlo.
—Eso complica las cosas —dijo Ron
—¡Apresúrate, Potter!
—Atrápenla —lanzó la llave desde la altura, Hermione la atrapó en el aire y trató de abrir la puerta torpemente.
—¡Rápido! —gritó Ron
Lograron abrir la puerta y se metieron rápidamente antes de que las criaturas aladas los atacaran.
—¿Esto es un cementerio? —preguntó Sabrina al ver la habitación con grandes figuras, estaba muy tétrico todo, oscuro, polvoso, producía un gran eco y la temperatura hacia bajado.
— No es un cementerio, es un tablero de ajedrez —Ron apuntó con una alegría discreta.
—Ahi está la puerta- señaló Harry
Los cuatro caminaron hasta ahí pero los peones les impidieron el paso cruzando sus lanzas.
—Tenemos que jugar para pasar, cada uno tome un lugar, tenemos que jugar todos
—¿Por qué tendría que hacerlo? —preguntó Sabrina
— Si no lo hacemos todos no lograremos pasar
Sabrina rodó los ojos y se acomodó en el puesto de la reina, el trabajo en equipo no era su fuerte.
—No creerás que esto es como el ajedrez mágico real ¿O si?
—Oye tú.. —Ron ordenó— G5
El peón se movió a donde había ordenado el pelirrojo, en cuanto llegó al lugar, el peón blanco lo atacó destruyéndolo por completo
Los cuatro niños se quedaron perplejos, si Ron hacía un mal movimiento sobre ellos. Esa sería su muerte asegurada.
Pieza tras pieza, movimiento tras movimiento iban acercándose a poder pasar a la siguiente puerta.
— Lo entiendes ¿verdad Harry?, una vez que me mueva la reina me atacara y tú podrás atacar al rey
—Ron, ¡RON NO! —gritó Harry
—No lo hagas, debe haber otra forma
—No, Harry debe continuar, no debo ir yo, ni Hermione, ni Sabrina. Debes ir tú
—Mucho show, ¡apurate! —gritó Sabrina
La pieza de la reina blanca se acercó al caballo de las piezas negras destruyéndolo por completo y haciendo que el pelirrojo caiga al suelo.
Sabrina hizo una mueca de dolor por la forma en la que había azotado el pelirrojo contra el suelo.
—¡APURATE HARRY! —gritó Sabrina
—¡Jaque mate!
Así fue como pudieron pasar a la siguiente prueba. Hermione se quedó con Ron.
—No me importa lo que digas, iré contigo —Sabrina comenzó a caminar
Al entrar encontraron un gran espejo y enfrente de él había alguien que podían distinguir
—¿Profesor Quirrell? —preguntó Harry
—Te dije que no era Snape —susurró Sabrina hacia el chico a su lado
Sabrina se había aburrido de las palabras del maestro y quería irse de ahí pero no iba a dejar a Harry solo, aunque le parecían aterradoras las palabras con las que se expresaba. Después de todo era un farsante, apuntó todas las pruebas para que desconfiaran de Snape y no de él.
—¡Aproxímate Potter!- ordenó Quirrell
—¿Estás tonto? No vayas- Sabrina lo tomó de la mano para impedírselo
—Deshazte de ella- ordenó una voz misteriosa
Antes de que Sabrina pudiera reaccionar algo la sacó volando haciendo que aterrice en el suelo y su cabeza se golpee contra el pavimento de las escaleras.
—¡NOOO!- escuchó antes de caer inconsciente
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