┊ೃ SEVENTEEN. clases con lockheart !!!

—Espero que el heredero de Slytherin limpie a la escuela de los sangre sucia —dijo Malfoy

—No entiendo porque tenemos que ir a las clases de Lockhart lo único que aprendemos es sobre "lo maravilloso que es" —Apolo se quejó

Los tres caminaban hacia el gran comedor donde se llevaría acabo una clase especial de Defensa Contra las Artes Oscuras. 

—No entremos —sugirió Sabrina con una gran sonrisa.

—Tienes que ir a clases —Draco la jaló del brazo obligándola a entrar al salón.

—Pero no a las de Lockhart —fingió un llanto exagerado mientras se dejaba caer de manera floja sobre el sureño del rubio que la arrastraba.

Cuando entraron al Gran Comedor vieron que varios chicos de distintas casas ya estaban ahí, en el centro había una tarima del largo de la habitación.

Los tres chicos caminaron y se abrieron paso entre los alumnos para poder quedar enfrente y tener una mejor vista.

—Lo único que pudo salir de su boca son estupideces —se quejó Sabrina

Lockhart se quitó su capa y la aventó hacia el alumnado, tres chicas la tomaron emocionadas soltando grititos, entre ellas estaba Regina que había imputado a una Ravenclaw que de igual manera había querido tomar la prenda del hombre pero terminó en el suelo.

—Insisto ¿Qué le ven? —susurró Apolo con desagrado.

—El profesor Snape se ofreció a ayudarme en esta demostración, no se preocupen, su querido profesor no será lastimado —dijo el hombre egocéntrico

—Es más probable que Snape le haga daño- Apolo rodó los ojos a lo que Sabrina asintió

—¡Expelliarmus!

El profesor Lockhart fue expulsado hacia atrás después de que Snape lanzara aquel hechizo, tras unos segundos se escuchó como el cuerpo de Lockheart caía fuertemente en el suelo.

Sabrina y Apolo soltaron una fuerte carcajada mientras los demás murmuraban preocupados, Lockhart se levantó y sacudió su ropa

—Excelente idea utilizarlo pero lamento decirle, Profesor Snape, que era demasiado obvio que lo que quería hacer, si hubiera querido evitarlo sería sencillo— dijo caminando hacia Snape

—Quizá sea prudente enseñarles a los alumnos a bloquear encantamientos enemigos

—¡Ponga en su lugar a ese..! —Apolo colocó su mano en la boca de Sabrina antes de que siguiera hablando y soltara una palabrota, varios en la sala la voltearon a ver, incluso los profesores en la tarima.

—Eso que está en la cara de Snape ¿Es una sonrisa?- preguntó Apolo sorprendido

—Un intento, eso parece

—Una pareja voluntaria, —el rubio paseó su vista por la ola de niños— Potter, Weasley, suban —ordenó Lockhart

Harry subió la tarima pero antes de que el pelirrojo pudiera hacerlo Snape habló.

—La varita de Weasley causa estragos sugeriría un elemento de mi propia casa, —sin dudarlo miró al rubio entre Apolo y Sabrina—Malfoy

Los dos amigos del nombrado abrieron la boca sorprendidos por la elección de Snape que claramente no era una casualidad.

—A Snape si que le gusta ver el mundo arder- susurró Sabrina

Draco fue el primero en lanzar un encantamiento que hizo que Harry saliera lanzado hacia atrás varios metros.

—¡Muy bien, Malfoy! —gritó Apolo aplaudiéndoles a su amigo que sonreían burlonamente hacia el de lentes.

Pero Sabrina no dijo nada sólo miró preocupada al Potter recostado en el suelo rogando por que se levantara o no estuviera lesionado.

Harry se levantó y ahora fue Draco quien salió volando hacia atrás quedando a los pies de Snape.

—Eso debió doler —Apolo murmuró

Snape obligó a Draco a levantarse, el rubio lanzó un hechizo de una serpiente, el animal se deslizaba por la tarima asustando a todos los niños presentes que se apartaban cuando la serpiente pasó por sus lugares.

—Mira que bonita- exclamó Sabrina señalando al animal

—Déjalo Potter, yo me encargo de esto —Snape se acercó hacia la serpiente

—Yo me encargo de esto —Lockhart intervino— ¡Alarte Ascendare!

La serpiente salió volando a muchos metros por encima de ellos retorciéndose en el aire.

—Que le caiga en la cabeza a alguien, que le caiga en la cabeza a alguien- ánimo Sabrina -que desgracia- dijo al ver que cayó sobre la tarima -le hubiera caído en la cabeza a...

Unos siseos no dejaron terminar la frase de Sabrina, al alzar la vista vio a Harry acercándose lentamente hacia la serpiente, parecía que la alentaba para que atacara a Justin un chico de Hufflepuff que estaba justo enfrente del reptil.

—¿Está hablando...

—Pársel —Término Sabrina la oración de Apolo

—Es el heredero de Slytherin —el Eisenhower susurró con una notoria sorpresa al igual que todos.

—Por favor ¿Cómo ser ese bruto va a ser el heredero de Slytherin? —Draco protestó entrando a la sala común después de que la clase terminara.

—Hay una buena razón —dijo Apolo entrando detrás de él

—Habla Pársel.—Sabrina aportó— Todos lo vieron Draco

—¿Y eso qué? —el rubio se sentó en el sillón

—¿Y eso qué? —repitió Sabrina con ironía— Salazar también lo hablaba

—Te creíamos más inteligente, Malfoy —dijo Apolo sentándose a lado de su amigo

—San Potter no puede ser el heredero, solo es una simple coincidencia —siguió negando

—Si tú lo dices —Sabrina se encogió de hombros sentándose frente al sillón donde se encontraban sus amigos.

— Cambiando de tema fue genial cuando lanzaste a Potter— Apolo lo halagó chocando las palmas con el rubio que sonreía orgulloso

—Exceptuando el hecho de que también te hizo volar —se burló Sabrina con la vista en su libro

—Me agarró desprevenido— Draco intento excusarse.

En ese momento entraron Crabbe y Goyle con un montón de comida en brazos, Sabrina se levantó de su asiento y caminó con una gran sonrisa hacia ellos.

—¿Lo trajeron? —los chicos asintieron nerviosos— ¡Benditos sean! Cuando termine el banquete necesito otro de estos ¿pueden conseguirlo? —ambos asintieron

Feliz de tener un bote de helado, Sabrina corrió de vuelta con sus amigos. Comenzó a comer cucharadas de su postre, Apolo intentó meterle el dedo pero recibió un manotazo de la castaña.

—Consíguete el tuyo- abrazo más a ella el bote

El banquete de navidad dio inicio recibiendo a los alumnos con un cálido aroma a canela y la comida caliente sobre las mesas. Aquel año Sabrina decidió quedarse en Hogwarts junto a sus otros dos amigos, querían experimentar lo que era pasar la navidad ahi.

Al entrar al Gran Comedor, Sabrina vio a Harry, Ron y Hermione sentados algo apartados de los demás integrantes de su mesa. Se dirigió hacia ellos y se sentó a lado  de Hermione que miró expectante a la Slytherin.

—Así que...estoy frente al heredero de Salazar Slytherin —habló con sorna mirando fijamente a Harry con una sonrisa

—Yo no lo soy —el de lentes intentó defenderse

—Todos lo saben o al menos lo sospechan, vaya quien lo diría...el heredero de Slytherin quedó en la casa de Gryffindor, que deshonra- Sabrina soltó una risa

—En verdad Brinny, yo no soy el heredero y tampoco ataque a la señora Norris, ni escribí eso en la pared— habló desesperado

—Bueno haré como que te creo, James, además de que escribir algo con sangre es muy sadico para ser tú, ¡Mírate! Tienes cara de matar a ni una mosca —la castaña apretó la mejilla de Harry que hizo una mueca de dolor ante su brusquedad.

—Basta —dijo entre risas

Sabrina lo dejó en paz y giró hacia Hermione que estaba a su lado.

—Me entere de lo qué pasó con Malfoy, —dijo refiriéndose al cómo la había discriminado por sus padres— sólo ignóralo, puede llegar a ser un bruto de verdad —Hermione le regaló una débil sonrisa— y tú, deberías cambiar esa varita —se dirigió a Ron— ¡Disfruten el banquete!

Antes de levantarse sintió un jalón en el cabello, volteó a ver a los tres Gryffindor sentados que sonreían algo nerviosos pero lo dejó pasar. Después de eso se dirigió a su mesa donde degusto del delicioso banquete navideño gastando bromas junto a sus mejores amigos.

Cuando terminó de comer no espero a sus amigos y se dirigió a su sala común pues se sentía agotada, en el camino encontró un Panque levitando en frente de ella. Lo miró con el ceño fruncido y giró hacia los lados para verificar que no hubiera nadie.

—¡Crabbe, Goyle! —llamó la atención de los chicos que iban saliendo del comedor— ¡Miren, panquesitos!

Los dos corrieron hacia ella donde estaban los tres postres levitando, la chica pasó de largo y siguió su camino.