❪ capitulo cincuenta y tres ❫
┊ೃ FIFTY THREE. Nueva vida !!!
Dumbledore había acordado con los Sallow que Harry pasaría la primera semana de vacaciones en casa de sus tíos Muggles y luego se iría a vivir con ellos para darle tiempo a los Dursley de explicar la mudanza de su sobrino.
Claro que no fue la mejor idea, el ministerio se enteró que Harry había utilizado el encantamiento expecto patronum en presencia de un muggle.
—¡Pero que bárbaro! Tú si que atraes los problemas- exclamó Sabrina cuando se enteró de lo sucedido -tú primo gordo se lo merecía
Harry había recibido un vociferador del ministerio informándole que estaba expulsado del colegio cosa que hizo que Thalía moviera y acudiera a sus contactos para arreglar esa situación y que Harry siguiera en Hogwarts.
La relación de Harry y Thalía iba mejorando a manera increíblemente rápida con el paso de las vacaciones, mientras que con Hydrus iba de poco a poco, pues el hombre aún sentía cierto resentimiento hacia el chico.
A Sabrina le costaba adaptarse a tener a Harry en casa puesto que ya no era la única para que recibiera toda la atención.
—¡Mira lo que te traje de New York!- exclamó Delphine dándole una bolsa a Sabrina
Bueno, Delphine aún la consentía y ponía toda su atención en ella al igual que de parte de su padre.
Esas vacaciones Apolo no había ido a la mansión Sallow ya que él y su madre habían ido a Australia.
Durante el verano estuvo recibiendo cartas de Draco, Apolo, Theodore, Regina e incluso de Pansy.
—¿Sigues teniendo pesadillas?- pregunto Sabrina sentándose en la cama de Harry
—Si, y ahora con que estoy expulsado del Hogwarts no me hace sentir mejor
—Dumbledore persuadió al ministerio de suspender tu expulsión hasta después de la audiencia— Explicó recordando lo que sus padres le había contado.
—¿Qué audiencia?- la chica se encogió de hombros
—No tengo idea, él lo único que escuche decir a mi padre- le regalo una sonrisa -¿Cómo te sientes?
—Bien
—No, me refiero a cómo te sientes viviendo aquí- Sabrina se acercó más a él
—Es lindo pero extraño, no estaba acostumbrado a recibir tantos lujos- el chico soltó una risa -hasta los doce dormía en una alacena
—A mi madre le hace mucha ilusión que estés aquí y trata de aprovechar el tiempo contigo
—Y si que lo hace, en la última semana me llevó a comprar ropa tres veces- ambos soltaron una risa
—Niños tomen sus cosas, tenemos que irnos- dijo Hydrus entrando a la habitación del chico
—¿Ahora?- se quejó Sabrina
—Si, ahora
La chica abandonó la habitación de Harry para dirigirse a la suya. Guardo sus cosas en su baúl, cuando estaba apunto de salir escucho unos golpes en la ventana. Era la lechuza de los Eisenhower, con mucha alegría abrió la ventana y la dejó entrar.
Tomó el sobre en sus manos y le dio una galleta a la lechuza, después de eso el animal salió de la habitación.
Querida Brisy:
Me hubiera encantado que hayas venido con nosotros a Australia, así hubiéramos restado un lugar del mapa al cual viajar.
Es increíble este lugar, sé que te hubiera encantado.
En otras noticias, después de mucho insistirle a mi mamá y casi desmayarme por dejar de respirar, no preguntes, me dijo que regresaremos para antes de entrar a clases.
Así que prepárate para nuestro ritual de iniciación, claramente no iba a romper la tradición.
No espero que las cosas con Potter vayan bien así que espero que cuando vaya a tu casa, él no esté cerca
Con cariño, Apolo
el más guapo de todos
Sabrina bajó las escaleras con Arwen en su hombro y se encontró con su madre sentada en el sillón, se acercó a ella y se sentó a su lado.
—¿Cómo te sientes?- pregunto sonriendo
—Excelente ¿Cómo llevó esto de ser tia?- susurró con ilusión
—Parece que muy bien- la niña le sonrió Dulcemente -mejor que Delphine, no le digas que dije eso- susurró haciendo reír a su madre
—Tenía miedo de echarlo a perder todo
—No lo haces
—Por cierto he visto que este verano has recibido muchas cartas- su madre sonrió pícara -¿Alguien especial?- las mejillas de Sabrina ardieron -debes de contarme todo
—Lo haré si no le dices a papá
—Trato, —dijo acomodándose de costado para observar mejor a su hija— con razón tienes un buen humor todos los días y siempre escribes cartas..¿Quién es?- sonrió tomando las manos de su hija
—Draco, Draco Malfoy- la sonrisa del rostro de Thalía se borró y cambió a una expresión de sorpresa
—¿El mismo Draco Malfoy que vino a casa hace unos años?¿Ese Draco?- ella asintió -bueno, si eres feliz con él está bien pero dile que si te llega a hacer daño un muy afilado cuchillo para cortar carne lo espera
—Madre, sabemos que no eres capaz de matar a una mosca- Sabrina soltó una risa
—No dije que lo mataría- se excusó levantando inocente los brazos -hija mía, debemos tener la platica
—Oh no, no, no, no, no, la platica no, ¡la platica no!¡SOY MUY JOVEN PARA ESTO!
Hydrus, Thalía, Harry y Sabrina aparecieron en la chimenea del número 12 de Grimmauld Pleace. Los dos menores se levantaron entre risas al haber tropezado cuando llegaron al lugar. Harry ayudo a Sabrina a levantarse mientras seguían riendo y limpiando las cenizas de sus prendas.
—Suban a los cuartos, niños- ordenó Thalía
—¿Por qué debo irme a la habitación?- se quejó Sabrina
—Estrellita, obedece
—Está bien- dijo de mala gana
—Si necesitan algo avísenme- dijo Thalía besando la frente de ambos chicos
—Claro, vamos Harry- lo tomó de la mano
Caminaron por el pasillo hasta llegar al fondo donde había una puerta abierta dejando ver a Sirius Black y a Remus Lupin.
Sabrina sacudió la mano con energía al ver a Remus, estaba feliz de verlo, arrastró a Harry para ir a dónde se encontraban sus padrinos, iban a entrar pero de la puerta salió una mujer regordeta y pelirroja.
—¡Harry! Me alegro que estés bien- lo abrazo -mucho gusto pequeña- Sabrina le sonrió incómoda -¿Están hambrientos?- Sabrina iba a decir que si pero la señora la interrumpió -Pues tendrán que terminar cuando la reunión termine, ahora suban a sus habitaciones, son las primeras dos puertas
Ambos asintieron y subieron las escaleras encontrándose con un elfo doméstico algo gruñón.
—¿Por qué tu padre te llama Estrellita?- pregunto curioso volteando a ver a su amiga.
—Dice que porque soy la que ilumina su vida- se encogió de hombros al tiempo que sonreía -cursi pero lindo
Cuando llegaron a donde había señalado la señora Weasley se despidieron con la mano y entraron a sus respectivas habitaciones.
Sabrina al entrar a su habitación asignada se llevó una gran sorpresa al ver tres camas. Sobre una de ellas yacía la más pequeña de los Weasley quien al verla entrar se puso tensa.
—Hola- susurró la niña
—Hola- dijo alzando las cejas y dándole una sonrisa forzada
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