┊ೃ FIFTY TWO. El sapo rosa !!!

Ya era de noche cuando habían llegado a la estación de Hogsmeade, ambos chicos bajaron del tren y comenzaron a caminar por el andén. Estaban platicando alegremente sobre sus planes en este año escolar cuando Apolo se detuvo.

—Mira ahí está tu novio- el chico señaló a Draco quien iba acompañado de Crabbe y Goyle

—Nunca me cansare de decir que se ve sexy en ese traje negro- Sabrina mordió su labio

—Parece que va en busca de problemas- Apolo señaló como Draco se acercaba a Harry

—Este nunca se cansa- la chica rodó los ojos

Sabrina corrió con Apolo detrás de ella hasta llegar a donde se encontraba su novio gritándole a Harry. Al llegar se colgó del cuello de Draco haciendo que den un traspié.

—¡Brisy!- exclamó con una sonrisa abrazándola

—Estás bien guapote- susurró al oído de Draco

De reojo pudo ver como Harry, Ron y Hermione seguían parados a su lado, el pelirrojo sostenía a Harry de los brazos. Ambos se separaron, Sabrina colocó un beso en la mejilla de Draco ignorando la presencia de los demás.

—Ven, hay que irnos- la chica entrelazó su mano con la del rubio para llevárselo lejos de ellos

—¡CLARO!¡OLVIDEN A SU LINDO MAL TERCIO!- gritó Apolo haciendo que los tres Gryffindor lo volteen a ver -Y ustedes que me ven, mugrosos- dijo antes de caminar en dirección a la pareja y los dos grandulones

—Te extrañe mucho- dijo Draco deteniéndose para abrazar a Sabrina

—Yo también- la chica inhalo permitiendo que la fragancia del chico entrara a sus fosas nasales -me encanta tu perfume- dijo recargando su cabeza en el pecho de Draco

—A mi me encantas tu- dijo acariciando la espalda de la chica

Aunque Draco no lo podía ver, Sabrina tenía una tierna sonrisa en el rostro. La chica cerró los ojos concentrándose en los latidos del corazón del rubio. Su tranquilidad fue interrumpida por la voz de su mejor amigo.

—Que lindo de su parte que me dejen atrás- se quejó Apolo una vez que llegó a lado de sus amigos

—Lo lamentó- dijo Sabrina separándose de Draco

—Como sea- los empujó para seguir su camino hacia los carruajes.

Junto a Crabbe y Goyle subieron al carruaje que los llevaría al castillo.

Draco se sentó junto a Sabrina y la abrazó por los hombros mientras que a Apolo le tocó sentarse en medio de los otros dos.

—¿Cómo creen que sea el nuevo profesor de defensa contra las artes oscuras?- preguntó Sabrina recargando su cabeza en el hombro de Draco

—Espero que sea una mujer, no es justo que las chicas hayan tenido a Lupin hace dos años mientras nosotros no podemos sabrosearnos a nadie- dijo Apolo

—¿Por qué te sabrosearías a un maestro?- dijo la chica haciendo mueca de asco -Ademas que media escuela se estuviera imaginando una vida junto a mi padrino no fue una experiencia nada agradable tampoco que todas las chicas lo llamaran bombón, bizcocho, incluso una lo llamo papi- la chica hizo otra mueca de asco

—¿¡Lupin es tu padrino!?- exclamó Draco volteando a ver a su novia

—Si- soltó una risa -¿Qué creías?

—Nada- murmuro haciendo una mueca de confusión hacia Apolo

El banquete había dado inicio, Apolo, Draco y Sabrina se habían sentado juntos como de costumbre. El azabache se había sentado enfrente de la pareja para que le prestaran más atención pero fue en vano ya que los dos lo ignoraban por actuar como típicos adolescentes enamorados.

Tras un largo rato de actuar acaramelados, ambos chicos se dispusieron a comer. Draco abrazaba por la cintura a Sabrina haciendo que queden más juntos.

—¿Ya viste a esa mujer?- susurró Sabrina inclinándose sobre la mesa para quedar más cerca de Apolo -que vestimenta tan más fea

—Parece un sapo- susurró imitando el acto de su amiga

—¡Un sapo rosa!- exclamaron soltando risas

—Espero que le deseen la mejor de las suertes a la nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras, la profesora Dolores Umbridge

—Cuando pedía una mujer no me refería a esto- se quejó Apolo haciendo que sus amigos suelten una risa

—Gracias señor director por sus amables palabras de bienvenida- Umbridge se levantó de su asiento y camino hacia Dumbledore

—Es obvio que no sabe cómo funcionan las cosas aquí- murmuro Sabrina recargando su cabeza en la palma de su mano

—Y qué hermoso es ver sus brillantes y felices rostros sonriéndome

Sabrina y Apolo contuvieron una risa al ver que nadie la veía como ella decía, al contrario, tenían cara aburrida y deseando que la mujer se callara.

—Compórtate- Draco susurró al oído de Sabrina al mismo tiempo que ponía su mano sobre su pierna

—Lo haré si controlas tus hormonas- susurró la chica apartando la mano del rubio

—Sabes que eso es imposible- Draco le guiño el ojo

Sabrina negó divertida y se volteó para seguir prestando atención a la mujer que había comenzado a irritarla.

—Estoy segura que todos seremos muy buenos amigos- siguió la mujer

—Seré tan amigo de ella como lo soy de Potter- murmuro Apolo

—El ministerio siempre ha considerado que la educación de jóvenes brujos y hechizeros es de vital importancia, aunque cada director ha traído algo nuevo a esta escuela- la mujer volteó a ver a Dumbledore-el progreso sólo en nombre del progreso debe ser desalentado, conservemos lo que debe ser conservado, perfeccionemos lo que puede ser perfeccionado y eliminar prácticas que deberían estar prohibidas- soltó una risita tonta

—Pero que discurso alentador- dijo Sabrina

Dumbledore comenzó a aplaudir siendo seguido de uno que otro estudiante que aplaudías más pro compromiso que de ganas.

—Gracias profesora Umbridge eso fue...motivador

—¿Quieres comer comida que se come y está hecha para comer?- pregunto Apolo haciendo reír a Sabrina -¿Fue alentador?

—Más que el discurso del sapo rosa, si- los dos chocaron los cinco

—¿Cómo te fue en el verano?- pregunto Draco llamando la atención de Sabrina

—Te conté cada día de los últimos tres meses por cartas- sonrió volteándolo a ver

—Lo se, pero quiero que me lo cuentes para escuchar tu voz- sonrió ampliamente

Con una sonrisa, Sabrina comenzó a contarle de nuevo sus vacaciones saltando la parte de la Orden del Fénix y que había estado en casa de los Black.