❪ capitulo cincuenta y nueve ❫
┊ೃ FIFTY NINE. Miedo y nervios !!!
—Brinny- Harry llegó corriendo a lado de Sabrina que iba acompañada de Apolo -¿Qué sucede? -Preguntó al ver la multitud de alumnos en el lugar.
—Es la maestra Trelawney.– Sabrina respondió
Apolo hacía muecas de disgusto al tener a Harry tan cerca, pasó un brazo por los hombros de su amiga alejándola del de lentes. Harry rodó los ojos irritado por la actitud del Slytherin.
—¿Fuiste al castigo de Umbridge?- pregunto al ver una cicatriz en el dorso de la mano de Apolo
—¿Tú fuiste?- el chico asintió -Esa mujer esta loca
—Nos espera una larga semana- el chico bufo
—Dilo por ti, nosotros no pensamos seguir yendo a sus castigos- hablo Apolo haciendo que Sabrina asienta dándole la razón
—Pero...- la chica lo interrumpió
—Si rompes un montón de reglas para salvar Hogwarts ¿Por qué no rompes reglas para salvarte de esa vieja arpia?- la chica alzó sus cejas -Nos vemos
Tomaron caminos separados para acercarse a la multitud reunida en el vestíbulo, en el centro la maestra Trelawney se encontraba junto a tres baúles.
De la puerta salió Umbridge caminando con aires de superioridad hacia la profesora que sollozaba.
—Llevó dieciséis años dando clases aquí, Hogwarts es mi hogar, no puede hacerlo- sollozó la maestra
—De hecho ya lo hice- la mujer de rosa levantó un pergamino doblado donde estaba escrita la despedida de Trelawney
De entre la multitud la profesora McGonagall llegó corriendo para abrasar a Trelawney.
—Esa profesora no me caía bien pero siento lástima de que la despidan- murmuro Apolo
—Y todo por decirle a esa arpia que tendría un final terrible, sabemos que todos esperamos a que eso le pase.
Se oyeron las puertas abrirse llamando la atención de todo el alumnado. De ahí salía Dumbledore que comenzó a caminar hacia las tres mujeres en medio del vestíbulo.
—Profesora McGonagall, le puedo pedir que acompañe a Sybill devuelta al castillo
La profesora McGonagall se llevó abrazando a Trelawney quien lloraba ahora de felicidad.
—Le recuerdo que de acuerdo a los dictados del decreto veintitrés dictado por el ministro tengo...
—Tiene derecho a despedir a los maestros, lo que no tiene es poder para desterrarlos del castillo- la interrumpió Dumbledore
—Por ahora- dijo con una sonrisita
Dumbledore se dio media vuelta ordenando a todos a que se retiraran del lugar.
—Solo por esta vez me cayó bien ese viejo barbón, puso a esa arpia en su lugar
—¡Ese asqueroso sapo rosa se quiere apoderar del lugar! Su nombre le queda muy bien, me provoca dolores de cabeza
Los dos chicos caminaban hacia su siguiente clase aunque ciertamente ninguno de los dos quería entrar.
—¿Cuándo me fui del cuarto...tú y Draco...- Sabrina se giró a verlo expectante
—¡Por Salazar! ¡No! ¿Por quién me tomas?
—Bueno, te vi muy cómoda encima de él
—Solo estábamos besándonos Además tenemos quince años- Apolo la miró con las cejas alzadas
—¿Sabes? Deberían conseguirse otro lugar para sus momentos de calentura, siempre tengo la mala suerte de encontrarlos así. Y créeme que no es nada agradable ver a mi mejor amiga montada en ese Hurón rubio- la chica soltó una carcajada
—Si, si, como digas
Siguieron caminando por el pasillo hasta que alguien llegó y abrazó por atrás a Sabrina.
—Ven conmigo- susurró el rubio
—¿Qué?- pregunto dándose media vuelta
—Pollito, te la voy a robar- Draco jalo de la mano de Sabrina
—¡POR SI SE TE OLVIDABA YO TAMBIÉN SOY TU AMIGO, MALDITO HURÓN!- gritó debido a que la pareja ya estaba un poco alejada de ellos
—¡SI PERO ELLA ES MI NOVIA!- Sabrina rodó los ojos divertida por la actitud infantil de los chicos
Draco la siguió jalando hasta llegar a una jardinera. El chico la invitó a sentarse en una banca.
—¿Para qué me necesitabas?- pregunto con una sonrisa
—Bueno...esto...ya llevamos un tiempo saliendo- el chico se mantuvo callado
—Si, creí que era obvio- Sabrina soltó una risita
—Eso no es lo que quería decirte- Draco tomó la mano de Sabrina, con su pulgar daba caricias en el dorso de su mano
—¿Entonces?- el chico se rascó la nuca nervioso -¿Está todo bien?
Sabrina colocó una mano en la mejilla del chico, el miedo comenzó a aparecer, la chica estaba nerviosa pensando que el rubio quería terminar con ella.
—Si, es solo que...
—¿Quieres...terminar conmigo?- pregunto con algo de dificultad
—¡QUE! No, no, no, no- el chico negó rápidamente -solo quería preguntarte si querías tener una cita, entiendo si no quieres pero pensé que deberíamos tener una porque bueno...antes de ser novios se necesita tener una cita pero nosotros no la tuvimos y creí que sería bueno tener una, ¿sabes que? Creo que es tonto, era obvio que no querrías eso es muy cursi y...- el chico comenzó a divagar haciendo reír a Sabrina -¿Acaso te estás burlando de mi?- pregunto indignado -Creo que acabo de perder mi dignidad y orgullo- bufo levantándose de su asiento y caminando lejos de la banca
—Draco, Draco- ahora la chica fue quien lo tomó de la mano para que el rubio se detuviera -Claro que quiero tener una cita contigo
—¿Lo dices en serio?- pregunto con una gran sonrisa
—Muy enserio- el chico se acercó a abrazarla, alzarla del suelo y darle vueltas en el aire
—Te prometo que será la mejor cita- dijo una vez que la bajo
—De eso no tengo duda
Sabrina se iba a acercar para darle un beso pero una fuerza externa los obligó a separarse. Se miraron confundidos y luego buscaron con la mirada el causante de aquello.
Vieron una vestimenta rosa acercándose a ellos con una sonrisa de superioridad.
—Niños y niñas no pueden acercarse más de veinte centímetros- les aviso pasando entre ellos -señorita Sallow como veo que usted y el señor Eisenhower no asisten a sus castigos temo informarle que les añadiré una semana más por su mal comportamiento- mencionó antes de retirarse
Sabrina rodó los ojos molesta por lo que acababa de decir.
—¡Cuanto la odio!
—No piensas ir a los castigos ¿cierto?- pregunto Draco con una sonrisa
—Estás en todo lo correcto, guapo- la chica se acercó para darle un beso fugaz antes de salir corriendo
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