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❪ capitulo cincuenta y cuatro ❫

FIFTY FOUR. Reencuentro !!!

Todos habían bajado a cenar a excepción de Sabrina, la chica se encontraba dándole caricias a Arwen hasta que oyó que alguien tocó su puerta a lo que respondió con un adelante.

Te traje de cenar- Remus se asomó por la puerta -¿Por qué no bajaste?

—Porque me iba a sentir incómoda, ademas no es como que me agrade cenar con muchas personas a mi alrededor

—Lo haces en Hogwarts- Remus dejó la charola en la mesita de noche

—¡Es diferente! Aquí no tengo con quien platicar

—Todos querían verte- Sabrina enarcó sus cejas

—Corrección, querían ver a Harry— Respondió sentándose de piernas cruzadas sobre su cama.

—Bueno, algunos estaban ansioso por ver a la hija de los antiguos miembros de la Orden

—Si claro- dijo sarcástica -¿No hay otra habitación en la casa?¡Por Salazar! Este sitio es gigante ¿y me dan una habitación compartida?

—Le dire a Sirius que te dé otra habitación

—Si lo haces te amare mas- dijo mientras se llevaba una cucharada a la boca

—Thalía se ve muy feliz- Sabrina asintió -me alegro que se sienta bien, creí que nunca reconocería a Harry como su sobrino

—Lo mismo pensé, ahora que él está en casa creo que es su favorito y a mi me deja en el olvido- hablo con la boca llena

—¡Esos modales, señorita!

—Lo siento— Ambos sonrieron y pasaron el resto de la tarde platicando sobre el ciclo escolar pasado.

Un grito llamó la atención de todos en la casa, la mayoría corrió hacia donde provenía el grito pero no era nada más ni menos que Sabrina abrazando a Apolo.

La chica tuvo que insistir mucho a sus padres para que dejaran que Apolo fuera a la casa aunque sabía que era arriesgado. Después de que varias veces sus padres le habían negado la propuesta la chica intentó con el método del cual su amigo le había contado, dejó de respirar hasta que le dijeran que si.

Después de avisarle a Sirius que el chico se iba a quedar en la casa pusieron condiciones sobre Apolo y Sabrina: no cenarían con los demás ni dejarían que se pasearan libremente por la casa.

El chico había llegado de sus vacaciones y la castaña estaba muy feliz de verlo.

—Debo admitir que me perdí y tuve que tomar el autobús noctámbulo para llegar

—Estoy feliz de que estés aquí- la chica lo volvió a abrazar

—Polo ¿Qué tal Australia?- Hydrus le dio una palmada en la espalda al chico

—Increíble, ¡el mundo Muggle es una locura!- exclamó

—Me alegro que te haya ido muy bien

—¡Polo, querido!- Thalía corrió a abrazarlo -¿Cómo estás?¿Cómo esta tu madre?¿Y Australia qué tal?

—Estoy bien, mi madre también y Australia está de locos

—Algún día deben llevarnos- Thalía lo apunto con el dedo

—Tenlo por seguro

—ven, subamos- Lo tomó de la mano para arrastrarlo por las escaleras

—¡Chicos!

—Puerta abierta- exclamaron a la vez volteando a ver a Hydrus

Ambos sabían que Hydrus ya solo bromeaba y los molestaba con eso pues el hombre le había tomado la suficiente confianza a Apolo como para saber que no harían nada indebido estando solos en una habitación cerrada. Después de todo Apolo era como un hijo más para Hydrus.

Subieron corriendo las escaleras, Sabrina lo guió hasta una habitación. Gracias a Remus le habían dado una habitación por aparte.

—Las playas son geniales y hay un deporte en donde pones una tabla en el agua y las olas te arrastran creo que se llama stuff, suk, ¡SURF! Eso, ademas las chicas ahí son muy bonitas, me pidieron mi número ¿Sabes que significa? Porque cuando les dije mi número de zapatos me vieron raro y se fueron

—Tal vez te vieron demasiado y pensaron que eras feo- la chica se burló

—Que graciosa- dijo sarcástica -por cierto ¿Qué hacen aquí?¿Esta no es la mansión Black?- dijo analizando la habitación

—No tengo mi idea de lo qué pasa aquí- la chica se encogió de hombros

Aunque Sabrina estaba informada sobre la Orden y los propósitos de esta, sus padres le pidieron que no dijera nada. Mentirle a su amigo no era algo que le agradara pero si le decía ponía en riesgo el plan de la Orden.

—Mira te traje esto- de su maleta el chico sacó un koala abrazado a un bambú -no se mueve ni hace nada, es un juguete muggle creo que se llama petuche

—Es muy lindo- Sabrina tomó el juguete entre sus manos -y suave

—¿Qué tal las cosas con el Hurón?

Sabrina rodó los ojos divertida, Apolo en todas sus cartas se dirigía a Draco como "El Hurón" por el acontecimiento que había pasado el año pasado.

—Bien, todos los días nos enviamos cartas, le conté a mi madre y parece que no le agrado la idea

—Pues claro, su linda hija comiéndose al hijo del enemigo- el chico hizo un gesto de dar besos

—Basta- colocó una mano en su rostro para apartarlo

—¡Brina, Harry ya se va!- Remus entró a la habitación

—¡Profesor Lupin!- exclamó Apolo algo sorprendido

—¡Apolo! No sabía que estabas aquí- su mirada viajaba del chico a su ahijada por la cercanía que había entre ellos

Sabrina empujó el rostro del chico haciendo que este caiga de la cama.

—En un momento bajo- Remus asintió y salió de la habitación

—¿Qué hace aquí?- pregunto Apolo levantándose del suelo

—Por si lo olvidabas, Remus es mi padrino e íntimo amigo de mis padres

—¿A donde se va Potter?

—A una audiencia en el ministerio, conjuró un patronum frente a su primo muggle y quieren expulsarlo de Hogwarts- le explicó mientras bajaban las escaleras

—Por mi está bien que lo expulsen, así no tengo que ver su cara insoportable ni aguantar los injustos puntos regalados a Gryffindor- se quejó Apolo haciendo reír a Sabrina

Una vez abajo parecía que Harry solo esperaba a que su prima se despidiera ya que no había nadie más en el lugar.

—Suerte, sabemos que no hiciste nada malo además de que es injusto que te expulsen porque...

—Tenemos que irnos- dijo Arthur desde la puerta

—Que te vaya bien- Sabrina abrazo fuertemente a Harry

—Gracias- el chico devolvió el abrazo

A sus espaldas Apolo hacía muecas y miraba con recelo al chico de lentes.

—Yo no te deseo la misma suerte- hablo recargándose de lado en la pared

Harry y Sabrina se separaron y voltearon a ver incrédulos al azabache. Sabrina lo regañó con la mirada

—¡No le desearé falsa suerte cuando no quiero!

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