❪ capitulo catorce ❫
┊ೃ FOURTEEN. regreso !!!
Sin duda alguna esas vacaciones habían sido de las mejores para Sabrina. Después del inconveniente con el pegamento, Narcissa les dio una poción para que pudieran retirar completamente el líquido de sus rostros. Unos días después a Apolo se le quitó por completo la irritación del rostro.
La última semana de vacaciones los tres niños la pasaron en la casa de los Sallow, la decoración de su casa era más anticuada ya que había pertenecido por años a la familia de Hydrus y él se negaba a cambiar la decoración, pero ninguna se quejaba, era un ambiente hogareño y tenía una linda decoración. Cuando llegaron las cartas de Hogwarts con los materiales que necesitarían, juntos fueron al callejón Diagon acompañados de Thalía puesto que Delphine había ido de viaje a francia y Hydrus tenía trabajo en el ministerio.
—Esperen aquí niños iré a comprarles un helado en lo que compran los libros —dijo la mujer
—Claro —sonrieron adentrándose a la librería.
—Amo a tu madre- exclamó Apolo -¿No quieres adoptarme?- el chico abrazo a su amiga por los hombros y recargó su peso en ella
—Estoy bien siendo hija única —lo empujo soltando una risa— ¿Por qué hay tanto escándalo?- preguntó al ver una multitud de gente al interior del local.
—No le se, vamos arriba —Draco tomó la mano de Sabrina arrastrándola consigo siendo seguidos por Apolo.
Subieron corriendo unas escaleras y al llegar arriba se posaron en un barandal que daban una vista perfecta a Gilderoy Lockhart que saludaba con una radiante sonrisa a las mujeres que soltaban más de un suspiro por él.
—No entiendo como a todas les gusta ese señor- dijo Sabrina aún con mueca de asco
—Miren y ahí está San Potter como siempre llamando la atención —Draco señaló a Harry quien estaba a lado de Lockhart posando incómodo para el fotógrafo del profeta
—Y encima se lleva su colección entera de libros —Apolo agregó con un tono fastidiado.
—Que pesados —Sabrina rodó los ojos
—Vengan —Draco volvió a jalar de la mano a Sabrina— Te fascina ¿no Potter?- dijo cuando llegaron frente al grupo de Gryffindors, Harry iba acompañado de los Weasley y Hermione —No puedes entrar a una librería sin armar revuelo
Harry bajo su vista hacia las manos entrelazadas de Draco y Sabrina, la última se apresuró a apartarla y se junto con Apolo que estaba algo apartado aún de pie en las escaleras.
—No lo molestes —gruñó la más pequeña de los Weasley
—Mira Potter ya tienes novia —se burló en ese momento un bastón se posó en el hombro de Draco
Al voltear vieron a Lucius Malfoy, Sabrina y Apolo se voltearon a ver confundidos, ¿Por qué estaba ahí? Se suponía que Draco se quedaría con ellos hasta el día de ir a la estación para emprender hacia un nuevo ciclo escolar en Hogwarts.
—¿Qué hace su padre aquí? —susurró Sabrina hacia su amigo azabache
—No tengo idea —respondió de la misma forma
Draco ya se había posicionado junto a ellos mirando igual de confundido a su padre.
—Me alegro que esté aquí, así pone en su lugar a esa sangre sucia y a los traidores de sangre— dijo el rubio.
—Mejor vámonos —Apolo intervino bajando las escaleras— ¡Tú madre ya tiene los helados! —dijo antes de salir corriendo
Draco y Sabrina soltaron una risa, la chica tomó la mano de su amigo y bajo las escaleras, se giró hacia Harry y lo saludó con la mano, él algo incómodo por tener al señor Malfoy de frente a él le devolvió el saludo.
Cuando llegaron junto a Thalía, Apolo ya estaba devorando su helado de frutillas.
—Vamos —Draco la jaló con él
—Ten, a ti te traje de menta, espero que te guste, no sabía cuáles eran sus favoritos —Thalía le estiró el cono a Draco
—Gracias Thalía, si me gusta el de menta —le sonrió
—Toma —le dio el cono de gomitas a su hija— ¿Ese es tu padre? —los tres giraron hacia la librería donde seguía Lucius a lo que Draco asintió— ¿No te ibas a quedar con nosotros hasta que regresen a clases?
—Si, me quedaré con ustedes, tal vez vino a recoger dinero —Draco le restó importancia
—Bueno, vámonos
Los niños caminaban delante de Thalía, la mujer no dejó pasar por alto el hecho de que su hija y Draco iban tomados de la mano.
El trío Slytherin ya había abordado el tren escarlata, después de que una noche anterior se hayan desvelado por jugar y bromear, ambos chicos descansaban sus cabezas en los hombros de su amiga.
Sabrina se esforzaba por no cerrar los ojos, cuando creyó que el sueño comenzaba a invadir su cuerpo alguien la llamó por su nombre.
—Sab, Sabrina —dijo alguien en susurró—, lamentó despertarte —cuando su vista se aclaró vio el cabello esponjado de Hermione Granger frente a ella.
—No, no, estaba... —bostezó—...despierta
—¿No has visto a Harry y Ron? —Sabrina la miró confundida
—Mm...no —frunció el seño
—¿Sabes donde están?
—¿No son tus amigos? Tú deberías saber donde están —Sabrina se encogió de hombros
—Lo se pero.. Harry... también le hablas creí que sabrías —la Sallow negó—. Bueno me iré a cambiar
—Espera, también tengo que ir a cambiarme —Sabrina se levantó dejando caer sin cuidado a sus amigos
—¿Qué te pasa? —exclamó Draco enojado sobando su cabeza que había golpeado contra Apolo— ¿Qué hace ella aquí? —miró con asco a la Gryffindor
—Yo le dije que se sentara conmigo, estaba aburrida de oírlos roncar —Sabrina tomó la mano de Hermione y la arrastró con ella al baño
—Gracias —susurró con una sonrisa
—No hay de que —respondió de la misma forma
Ambas chicas se metieron a distintos cubículos a cambiarse. Cuando salieron cada una se fue por su lado, Sabrina llegó con la corbata en mano.
—¿Cómo es que hacen eso? —la castaña señaló las corbatas de sus amigos
—Déjame ayudarte- Apolo se acercó
—Gracias, eres un amor- beso su mejilla
—Mucho amor, mucho amor- dijo Draco sentado frente a ellos -y luego dices que nosotros somos los acaramelados- rodó los ojos
—¿También quieres unos besos?- sonrió divertida -creo que aún quedan algunas células de piel de Potter
—No, no, no, hasta que tus labios queden libres de Potter yo aceptaré tus besos
Sabrina sonrió maliciosa y comenzó a acercarse al rubio, antes de que Malfoy pudiera hablar la chica ya estaba atacando la cara de Draco llenándola de besos, el chico se quejaba y daba manotazos para que lo soltara pero la morena no lo hacía.
—Se que amas mis besos
Sabrina caminaba hacia su Sala Común. Después del banquete de bienvenida se había aburrido de estar ahí por lo que optó por salir a gastarle una cuántas bromas a Filch. No muy lejos vio a Harry y Ron caminando fuera del despacho de Snape. La chica no dudó en acercarse a ellos de manera sigilosa para no ser descubierta.
—¿Por qué no estaban en el Gran Comedor? Creí que no regresarías este año Harry
—Ni loco me quedo con mis tíos —Sabrina soltó una risa—. Perdimos el tren y tomamos el carro de los padres de Ron, el auto volaba y nos vieron siete muggles
—¡Por Merlin! —Sabrina comenzó a reír— Que inteligentes —dijo con sorna— ¿Los expulsaron?
—Con suerte no, Dumbledore no dejó que Snape lo hiciera
—Que suerte tienen, bueno es bueno volver a ver tus lentes, James- Sabrina golpeó su brazo de forma amistosa
—Digo lo mismo, Brinny —la chica alzó una ceja
—Yo no tengo lentes- soltó una risa
—No...yo...quiero decir, es bueno volver a verte- dijo nervioso
—Así que...Brinny- dijo divertida
—Creí que era propio tener un apodo para mi amiga- Harry sonrió
—Bueno, al menos es mejor que el de Draco- después de decirlo Sabrina hizo una mueca -no le digas que dije eso
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