La casa de los López se llenó de vida con la llegada de los amigos de la familia. Pedri y Gavi, junto con sus hijos, y Roma y Fer, con las suyas, se reunieron para disfrutar de una tarde juntos. Roma, al percatarse de la ausencia de su hijo mayor, se dirigió a Fermín con curiosidad.

—Oye, Fermín, ¿sabes si Dex se ha quedado con Jona? —preguntó, arqueando una ceja.

Fermín negó con la cabeza. —No tengo ni idea, pero voy a echar un vistazo —respondió, levantándose de su asiento.

Joao, uno de los gemelos, intentó detener a su padre. —Espera, papá, déjalo.

Pero Fermín estaba decidido y se encaminó hacia la habitación de Jona. Al abrir la puerta sin llamar, se encontró con una escena que lo dejó sin palabras. La habitación estaba patas arriba, con ropa tirada por el suelo, y en la cama, Dexter y Jona estaban semidesnudos, empapados en sudor.

La sorpresa de Fermín se convirtió rápidamente en ira. —¡Me cagó en la que me pario! —exclamó, despertando bruscamente a la pareja.

—Papá, déjame explicarte —dijo un nervioso Jona, intentando calmar los ánimos.

Pero Fermín no estaba dispuesto a escuchar. Su mirada se posó en el cuerpo de Jona, marcado con evidencia de su intimidad, y su ira se intensificó.

—¿Vosotros...? —comenzó Fermín, pero Jona, viendo la dirección en la que iban las cosas, intervino rápidamente.

—Papá, no es lo que piensas —dijo, tratando de calmar la situación.

Sin embargo, la ira de Fermín no se calmó. Dex, viendo que la situación se ponía cada vez más tensa, decidió huir. 

Saltó de la cama y salió corriendo, gritando —¡No me mates, tío Fermín!.

—¡Maldito chaval, desfloraste a mi bebé!

Fermín lo persiguió, gritando maldiciones mientras Dex corría por la casa en calzoncillos, tratando desesperadamente de escapar. En su huida, se cruzó con su madre y sus hermanas, que observaban la escena con una mezcla de preocupación y diversión.

Detrás de Dex, apareció Fermín, gritando —¡Debería haberte dado ese balonazo hace 19 años, Cosa!.

Mientras tanto, Jona, cubierto con el edredón, intentaba calmar los ánimos. 

—¡Papá, deja a Dex! —murmuró, pero su voz se perdió en el caos que reinaba en la casa de los López.

Impre el primer capitulo verdad?

En fin.

Los leo.

Lai <3