Concecuencias
Gala tartamudeaba tratando de encontrar las palabras adecuadas mientras sus padres la miraban con una mezcla de incredulidad y preocupación.
—Bueno, verán, tenía la casa sola y pensé que sería divertido hacer una fiesta. ¡Pero todo se salió un poco de control! No pensé que iba a terminar así...
—¿De control? ¡Gala, por Dios! ¿Qué hicisteis? ¿Drogas? ¿Sexo? ¿Alcohol? ¿Cigarrillos? —exclamó Gavi, con los ojos abiertos de par en par, buscando respuestas.
Pedri intervino suavemente, colocando una mano reconfortante en el hombro de su esposo.
—Cálmate, cariño. Escuchemos lo que tienen que decir primero —aconsejó Pedri, tratando de serenar la situación.
Gavi respiró profundamente, intentando controlar su enojo.
—Despierta a los demás, Gala. Necesitamos saber qué sucedió exactamente —ordenó Gavi, con voz firme.
Mientras tanto, Dexter empezaba a recobrar la conciencia, sorprendido por la situación en la que se encontraba. Lentamente, retiró su brazo que rodeaba la cintura de Jona, pero este último se movió levemente, creando un contacto sutil entre su entrepierna y los glúteos del rubio, lo que dejó a Dex sin aliento por un momento.
—¿Qué... qué...? —murmuró Dexter, su voz apenas audible mientras su corazón latía con fuerza.
Gavi, con la mirada fija en Dex y Jona, cruzó los brazos sobre el pecho, claramente molesto por la situación.
—¿Y ustedes dos qué hacen allí, abrazados como si fueran pareja? —preguntó directamente, su tono de voz denotaba su molestia.
Dexter, sintiendo la presión, trató de explicar rápidamente:
—No, no, no, nada de eso, tío Gavi. Solo estábamos dormidos y...
Antes de que pudiera terminar, Jona lo interrumpió, notando la incomodidad de Dex:
—Solo nos quedamos dormidos, tío Gavi. Fue un accidente. Lo siento mucho.
Pedri intervino, suavizando la tensión:
—Amor, deja de reñirlos. Seguro que fue un malentendido.
Gavi bufó, claramente frustrado:
—Está bien, habla tú con ellos. Tengo una conversación pendiente con la copia de este —señaló a Jona antes de dirigirse hacia Joao.
Jona y Dex notaron algo curioso por así decirlo, Gavi cojeaba al caminar pero trataba de disimularlo.
Pedri les sonrió con cariño, intentando calmar los ánimos. Dex se sintió reconfortado por ese gesto, ya que Pedri, siendo el hermano menor de su padre, tenía una sonrisa muy similar a la de su padre.
Gavi, con gesto firme, mandó a todos al sillón con un gesto de su mano.
—Ahora os pondréis a limpiar este mierdero mientras yo llamo a vuestros padres —declaró, su tono lleno de autoridad. Bufó y continuó:— Sopresita y Pastillita, me limpiaréis el jardín. Cosa y Fotocopia Uno, la cocina. Chino —Min murmuró "coreano", pero Gavi lo ignoró— Chino y Fotocopia Dos, el salón.
Pedri negó con la cabeza al oír los apodos que usaba su esposo, pero decidió no intervenir por el momento.
Los jóvenes se miraron entre sí, confundidos por la repentina asignación de tareas.
—¡Venga a mover el culito! ¿A qué esperáis? ¿Una invitación? —exclamó Gavi, aplaudiendo para enfatizar su punto.
Todos se levantaron, siguiendo las indicaciones de Gavi. Antes de dirigirse a la cocina, Dex se acercó a Pedri, quien le sonrió con amabilidad.
—¿Ocurre algo, Dex? —preguntó Pedri con curiosidad.
El joven suspiró, visiblemente nervioso.
—Yo... yo, tío Pedri... quisiera hablar luego contigo —dijo Dex, con voz apenas audible.
Pedri lo miró con atención, sorprendido por la solicitud.
—¿Conmigo? —repitió, buscando entender.
Dex asintió levemente.
—Sí... contigo... luego —confirmó, con determinación.
Pedri asintió con una sonrisa tranquilizadora.
—Claro que sí, chacho —respondió, con cariño—. Ahora ve hacia allá, que tu tío está hecho una furia —añadió, señalando a Gavi con diversión.
Dex murmuró un "vale" y se dirigió hacia la cocina, pero antes de entrar, se detuvo y se encontró con la mirada de sus tíos fija en él. Se sintió incómodo, pero decidió abordar el tema.
—Tío Gavi, tío Pedri... yo... lo que pasó... —comenzó Dex, buscando las palabras adecuadas.
Los mayores intercambiaron una mirada comprensiva, y Gavi suavizó su expresión.
—Tranquilo, Dex... te entendemos —respondió Gavi, tratando de calmar al joven—. No le diremos a tus padres lo que vimos.
Pedri, por su parte, le guiñó un ojo con complicidad, ofreciéndole un gesto de apoyo silencioso.
En la cocina, el ambiente era tenso y silencioso, algo poco común en la dinámica habitual entre Dex y Jona. Mientras limpiaban, Jona rompió el silencio con una pregunta que parecía pesar en su mente.
—Dex... ¿recuerdas algo de anoche? —preguntó, mirando fijamente al ojigris.
Dex se quedó estático por un momento, sorprendido por la pregunta.
—¿Yo? —respondió, tratando de ganar tiempo.
Jona sonrió juguetón, tratando de aliviar la tensión.
—Pues tú te llamas Dex, ¿no? —bromeó—. No, en serio, ¿recuerdas algo?
Dex se aclaró la garganta, intentando ocultar su nerviosismo.
—No, Jona, no recuerdo nada... ¿Y tú?
Jona negó con la cabeza, frunciendo el ceño.
—Yo tampoco. De hecho, todo está borroso. Hasta donde recuerdo, estoy con Min aquí en la cocina —explicó.
Dex asintió, pero no dijo nada más. Ambos continuaron limpiando en un incómodo silencio, cada uno perdido en sus propios pensamientos sobre lo que había sucedido la noche anterior.
...
Dex temía a su madre cuando estaba molesta, porque seamos sinceros, una Roma enfadada no era bonito. Pero otra cosa muy diferente era ver a su padre enfadado. Nunca lo había visto así a Fer, él era tranquilo y generalmente era quien calmaba a Roma. Pero a Dex le dolió la mirada de su padre cuando los fue a buscar a él y a Joss de la casa de sus tíos. El camino en el coche fue silencioso y dicen que la indiferencia duele más que los regaños.
Una vez llegaron a su casa, Dex y Joss iban a subir las escaleras, pero la voz enfadada y fría de su padre los interrumpió.
—¿A dónde creéis que vais vosotros dos? A la cocina ahora —demandó.
Dex y Joss intercambiaron miradas nerviosas antes de obedecer y dirigirse a la cocina, donde Fer los esperaba con una expresión seria y decepcionada.
Ya sentados en la mesa, Dex y Joss estaban en silencio, nerviosos por lo que vendría a continuación. Fer se apoyaba en la barra con una mirada seria, mientras Dex jugueteaba con sus manos y Joss miraba fijamente el mantel.
—Papá... —comenzó Joss, pero el gesto de Fer detuvo sus palabras en seco. Levantó una mano, indicando que esperarían a que llegara su madre antes de hablar.
Pasaron unos minutos de incertidumbre, y finalmente Roma ingresó a la cocina. Se notaba molesta, pero en comparación con la seriedad de Fer, su enfado parecía más contenido.
Entonces, su madre suspiró, negando con la cabeza, y tomó asiento frente a ellos. —¿Os imagináis lo preocupados que estábamos tu padre y yo al no encontraros en casa?
Joss levantó la mirada, preparada para defenderse. —Mamá, papá...nosotros...
—¡Sois unos irresponsables! —aseguró su padre, aún con los brazos cruzados y apoyado en la barra.
—Fernando —demandó la pelirroja sin mirar a su esposo, quien de inmediato tomó asiento junto a ella frente a sus dos hijos mayores.
—Podría haber pasado algo, ¡coño! Creíamos que os habían secuestrado —continuó su madre.
Por debajo de la mesa, la mano de Fer apretó levemente el muslo de la pelirroja, quien sorprendida lo miró y él le sonrió de lado, indicando lo que quería, ella asintió leve y el apartó su mano.
—Si hubiéramos dejado a Gres a su cargo, ¿qué hubiera pasado, eh? —espetó su padre —. ¡No podéis simplemente desaparecer sin dar señales! —exclamó visiblemente molesto.
Joss y Dex bajaron la mirada, sintiendo la vergüenza por la preocupación que habían causado a sus padres. Fer continuó su reprimenda, enfocándose principalmente en Dex, como el mayor de los dos:
—No sabéis lo angustiados que estábamos. Si os pasaba algo en esa fiesta... De Joseline me esperaría esto, pero de ti, Dexter... ¡Eres el mayor, deberías haber sido más responsable!
Dex se sintió aún más avergonzado y culpable. Sabía que había cometido un error y que debía enfrentar las consecuencias. La mirada de desaprobación de su padre le pesaba más que cualquier regaño.
Fer bufó, visiblemente molesto. —¿Qué hicieron en esa fiesta, eh? ¿Hubo drogas? ¿Fumaron? ¿Tuvieron sexo?
Roma intervino con un tono de advertencia. —Fernando...
Fer se detuvo, respirando profundamente para calmarse. Miró fijamente a sus hijos. —Contestad.
Dex y Joss se miraron, ambos nerviosos por la situación en la que se encontraban. Dex decidió hablar. —No, papá, no hubo nada de eso. Solo fue una fiesta que se salió un poco de control, pero nosotros... nosotros no participamos en nada de eso.
En un silencio tenso, el canario los miró con incredulidad, abriendo la boca para seguir con su regaño, pero al sentir la mirada de su esposa y notar cómo ella apretaba su muslo, decidió cerrarla. Roma tomó la palabra con calma y seriedad.
—Vale, os creemos. Pero que no se vuelva a repetir. Ambos sois lo bastante grandecitos para saber lo que está bien y lo que está mal. Debéis comportaros y ser un ejemplo para Gres.
Joss y Dex asintieron, reconociendo su error y aceptando la reprimenda de su madre. Ella les indicó que podían retirarse a sus habitaciones.
—Oh, antes de que os vayáis...estáis ¿cómo se dice, amor? —Fer miró a Roma, quien negó para sí misma—. Ya sé, castigados. Sin móviles, ni portátiles, internet, televisión, salidas ni visitas por una semana, no... mejor, por dos.
Dexter murmuró que tenía entrenamiento al día siguiente, pero Fer se mantuvo firme en su decisión.
—Pues lo siento, chaval. Pensad mejor antes de cagarla. Podéis iros a vuestras habitaciones.
Dexter bufó, pero la mirada de advertencia de su madre lo detuvo de decir algo más. Mientras se dirigían a la puerta, escucharon el rechinar de una de las sillas del comedor.
—Los móviles. —La voz de su madre los hizo girar, y la vieron con la mano extendida.
Joss se la entregó. Dex buscó en su bolsillo y le pasó su teléfono, pero al encenderse la pantalla, su madre arqueó una ceja al ver el fondo de pantalla: una foto en el espejo con Jona abrazados. Dex se sonrojó y apartó la mirada.
—También quiero mis cigarrillos y los condones, Joseline. —Resignada, Joss entregó a su madre lo que le solicitó.
Ambos dejaron la cocina, reflexionando sobre lo que habían hecho y la lección que habían aprendido.
Uffffff los papás mi genteeeeeeee.
Que les pareció el capitulo?
Que creen que pase después?
Que historia quieren que actualice luego de está?
En fin.
Los leo.
Lai <3
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