Baño
Jona, todavía aturdido por lo ocurrido, reaccionó instintivamente cuando vio a Dex alejarse. Abrió la puerta de golpe y corrió tras él, alcanzándolo justo a tiempo para agarrarlo de la mano y detener su marcha.
—¡Dex, espera! —exclamó, su voz temblorosa de emoción.
Sin esperar respuesta, Jona se lanzó hacia él y lo besó con pasión, necesitando sentirlo cerca, desesperado por transmitirle lo que estaba sintiendo en ese momento. Tropezaron en su camino hacia el baño, pero Jona no se detuvo hasta empujar a Dexter hacia adentro.
Con un movimiento ágil, Jona lo sentó en el inodoro cerrado y se colocó sobre él a horcajadas. La cercanía física entre ambos era abrumadora, pero ninguno parecía querer apartarse.
Dexter dejó que sus manos recorrieran la espalda de Jona con ternura, mientras el rubio se restregaba contra él, buscando su calor y su compañía. El beso de Jona en su cuello provocó un estremecimiento en todo su cuerpo, y sus susurros contra su piel solo intensificaron la sensación de deseo.
—Oh... joder... florecita... así —murmuró Dexter, dejándose llevar por el momento, entregándose a la pasión que los consumía.
Dexter, entregado al momento, comenzó a amasar los glúteos de Jona con deseo, sintiendo la respuesta del rubio que se movía aún más cerca de él. La intensidad de la situación estaba en su punto máximo cuando, de repente, la puerta del baño se abrió de golpe, interrumpiendo el momento íntimo.
En la puerta se encontraban Gala y Joao, el hermano gemelo de Jona, quienes estaban besándose apasionadamente hasta que escucharon un gemido que se le había escapado a Dexter debido a que Jona le había mordido el cuello en un arranque de pasión. Gala y Joao se separaron rápidamente al ver la escena en el baño.
—¡Oh, por Dios! —exclamó Gala, llevándose una mano a la boca, sorprendida por lo que veía.
Joao se quedó estupefacto, mirando fijamente a su hermano y a Dexter, quienes seguían en una posición comprometedora.
—¿Qué demonios está pasando aquí? —preguntó Joao, sin poder apartar la mirada de la escena frente a él.
Dexter y Jona se separaron abruptamente, ambos rojos como tomates y sin saber qué decir ante la inesperada interrupción.
Jona se levantó torpemente de las piernas de Dex, tratando de acomodarse la ropa mientras el ojigris, avergonzado por la situación, se tapaba con las manos la zona afectada. Joao, rápido para evitar un momento más incómodo, cubrió los ojos de Gala, quien protestó de inmediato.
—¡Joao, quita la mano de mis ojos o te golpearé! —advirtió Gala, visiblemente molesta.
Joao le susurró al oído con una sonrisa traviesa: —Es mejor que no veas esto, bombón.
Luego, se giró hacia Dexter y Jona y les dijo que hablarían luego, antes de guiar a Gala fuera del baño. Una vez afuera, Joao retiró la mano de los ojos de Gala y le dio un beso en los labios.
—¿Dónde nos quedamos, Gali? —preguntó Joao, mostrando su complicidad con su novia.
Mientras tanto, dentro del baño, Dex y Jona permanecieron en silencio, la tensión sexual entre ellos aún palpable en el aire, aunque ninguno de los dos se atrevía a mencionarlo.
Dex, aún tapándose la entrepierna, intentó disculparse, pero Jona, con un tono divertido, le cortó.
—Creo que primero deberíamos solucionar el problema en tu entrepierna y luego hablar de nosotros, ¿no crees? —dijo Jona con una sonrisa traviesa.
El ojigris se sonrojó aún más y asintió, avergonzado por la situación. Jona se acercó lentamente a él, con una mirada juguetona en los ojos, y se arrodilló frente a Dex. Con manos seguras, comenzó a desabrocharle los pantalones mientras Dex lo miraba con sorpresa y anticipación.
Jona colocó una mano sobre su entrepierna, haciendo que Dex se estremeciera involuntariamente.
—¿Ves? El problema sigue ahí... —dijo Jona con una sonrisa traviesa, aplicando una leve presión con los dedos.
Dex contuvo un gemido, sintiendo cómo su cuerpo reaccionaba al contacto de Jona. Tragó saliva, intentando mantener la compostura mientras el rubio jugueteaba con él.
—J-Jona... —murmuró Dex, luchando por encontrar las palabras adecuadas.
Jona aún con la mano acariciando la entrepierna contraria se inclinó hacia adelante, sus labios rozando apenas los de Dex, enviando una corriente eléctrica a través de su cuerpo. Dex cerró los ojos, dejándose llevar por la sensación embriagadora del momento.
—No lo haremos en un baño, oshito —murmuro y le dió un beso fugaz al mayor antes de levantarse y salir del baño.
Jona salió del baño y se recostó en la pared, tratando de calmar su respiración mientras pensaba en lo que acababa de suceder con Dexter. En ese momento, una de las puertas de las habitaciones del pasillo se abrió, y de ella salió su gemelo Joao, abrochándose el cinturón de los pantalones, la camisa a medio abotonar y el cabello despeinado.
—¿Qué tal, Jony? —saludó Joao, recostándose en la pared junto a su hermano.
Jona bromeó, intentando aligerar el ambiente:
—Joao, que aún no quiero ser tío, ¿eh?
Joao buscó un cigarrillo en sus bolsillos y, al encontrarlo, se lo colocó en la boca mientras respondía con una sonrisa pícara:
—Tranquilo, Jony... Aprendí bien la lección del papá, "sin globito no hay fiesta". Y tú deberías seguir su consejo, hermanito, por más que te guste por detrás.
Joao encendió el cigarrillo y ambos gemelos se quedaron allí, en silencio, y pensando en lo ocurrido esa noche.
Joao le ofreció el cigarrillo a Jona, quien lo aceptó gustoso y dio una calada profunda antes de responder.
—¿Y... qué pasó con Dex? Digo, os vimos en una que uff —preguntó Joao, con curiosidad evidente en su voz.
Jona suspiró y exhaló el humo lentamente antes de responder.
—No lo sé, Joa. Todo se descontroló y casi... pasó, ya sabes...
Joao arrugó la nariz, dejando salir humo por la boca antes de replicar.
—¿Qué hubiera pasado si Gali y yo os hubiéramos interrumpido?
Jona dio otra calada al cigarrillo, sintiendo cómo el humo llenaba sus pulmones, antes de responder a Joao.
—No es buen lugar para hablar de eso, Joa. Además, no creo que sea algo de lo que quiera hablar ahora mismo —dijo con sinceridad, desviando la mirada hacia el final del pasillo.
Joao asintió comprensivamente, apagando el cigarrillo y guardándolo en su bolsillo.
—Vale, lo hablaremos en casa. Ahora venga, que es una fiesta, guapete —instó, dándole un golpecito en el hombro a su gemelo y comenzando a caminar hacia la escalera que conducía hacia la sala donde se llevaba a cabo la fiesta.
Los gemelos comenzaron a beber y fueron quizás uno, dos, tres, cuatro...o ocho shots que todo comenzó a ponerse borroso...
...
Pedri y Gavi entraron en la casa, discutiendo sobre los planes para el día. Mientras tanto, Gala y Joao estaban enredados en un abrazo en uno de los sillones, y en el suelo, Dex y Jona dormían juntos, abrazados de cucharita. En otro rincón del salón, Joss y Min estaban igualmente abrazados en un sillón.
Al ver el caos, Gavi se detuvo abruptamente y casi se tambaleó hacia atrás, sorprendido por la escena frente a él. Sus ojos recorrieron la habitación, tomando nota de cada detalle desordenado.
—¡Pero qué cojones! —exclamó Gavi, interrumpiendo la tranquilidad de la escena y haciendo que Gala se sobresaltara y cayera al suelo.
Gavi frunció el ceño y se cruzó de brazos, mirando fijamente a Gala con una expresión seria.
—¿Qué ha pasado aquí? —preguntó esta vez Pedri, su tono firme y autoritario.
Gala intentó poner una sonrisa inocente, pero la mirada severa de su padre la hizo retroceder.
—Oh... hola, papis... ya han lleg- —comenzó a decir Gala, pero Gavi no le dio oportunidad de terminar.
—¡Gala Savannah González Gavira, será mejor que te expliques, jovencita! —interrumpió Gavi, su voz resonando en el salón con autoridad.
Algo cortico pero necesariooo.
Que les pareció el cap???
Uff aparición estelar de los papis Gadri!
En fin.
Los leo.
Lai <3
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