Observando a su mamá comer fresas con entusiasmo Jane observo la pancita que tenía, era chiquita y redondita, su Mami parecía una muñequita como las que le compraba su mamá.

— Mami te ves bonita —sonrió Jane acercándose a su mamá y acariarle el abdomen con delicadeza, Jennie dejó de comer fresas para acercarle una a su hija—

— Gracias cariño —sonrió Jennie con ternura, ese domingo Lisa había salido al supermercado a comprar la lista que Jennie había hecho—

— Mamá se ha vuelto chistosa, hace cosas raras —dijo Jane riéndose y comiendo otra fresa— también cambió su olor, me da un poquito de miedo —murmuro—

— Cuando estaba embarazada de ti, también daba miedo —dijo Jennie recordando lo sucedido hacia 6 años— es muy protectora, no dejaba que nadie desconocido se acercara —

— Es que es miedosa —

— ¿Quien es miedosa alfa de pacotilla? —preguntó Lisa en la puerta cargando 5 bolsas de compras como si nada, su hija se rio con fuerza cuando la vio— Contesta alfa de pacotilla ¿o eres miedosa? —

— Deja de molestar a niña —regaño Jennie cubriendo en un abrazo a la pequeña que se estaba riendo— mejor guarda las cosas y vienes a sentarte con nosotras —

— A la orden general —

— ¡Lisa! —

(...)
Comiendo un yogurt con frutas en la mesa, Jane miró a su mamá mimar a su Mami, la abrazo y le dio un beso, su mamá traía puesto su traje de trabajo, su mami traía un vestido suelto que se veía bonito.

Sintió un poquito de envidia de su hermanito.

Pero cuando su mamá terminó de mimar a su Mami, la alfa la llamó y la levantó para abrazarla, quedó apresada entre su progenitoras y río con ganas.

— ¡Somos un sandwich! —

En realidad ni tenía envidia, ella era la hermana mayor de todas formas.